La conversación del extraño que los había recogido en la carretera era muy amena, era un señor ya entrado en años al que le gustaba mucho conversar y no hacía ninguna pregunta incómoda. Era una de esas almas puras que no están pensando en averiguar la vida de los demás.Para cuando descendieron del vehículo ya parecían amigos de hace años, el señor incluso les dió su dirección por si acaso tenían tiempo de visitarlo para compartir una comida. Después de un sin fin de apretones de mano y despedidas corteses el señor arrancó el vehículo para marcharse.Estaban al frente de un hotel, no era uno de cinco estrellas pero se veía bastante acogedor y moderno. Entraron y se dirigieron a la recepción para pedir una habitación, cuando les entregaron las llaves se dirigieron al ascensor para subir al tercer piso donde estaba su habitación.Una vez instalados se dispusieron a darse una buena ducha con agua caliente, pero ésta vez se bañaron juntos en el amplio baño, el espacio permitía que estuvie
Velkan estaba al borde del orgasmo, Tamar se esmeraba por darle placer con su boca hasta que ya a punto de alcanzar el orgasmo él la tomó por el cabello quitándole de su miembro, que palpitaba todo brillante por los fluidos íntimos de ambos y por la saliva de ella que lo había mojado con abundancia.Luego la tomó por los hombros y la tendió boca arriba besando sus divinos pechos mientras se colocaba entre sus piernas. Ella lo esperaba con ansia y elevaba sus caderas para ir al encuentro de la dura virilidad de él. Pero él no buscó penetrarla de inmediato sino que la cubrió de caricias en los pechos con una de sus manos y con su boca, mientras que con la otra mano acariciaba su pubis con lujuria contenida.Ella disfrutaba de las múltiples caricias que él le prodigaba a sus zonas erógenas, los dedos masculinos exploraban incansablemente su cavidad íntima llenándola de un calor que la arropaba toda. El dedo medio castigaba el inflamado clítoris duramente para luego descender y penetrar s
Velkan recorrió la ciudad buscando la dirección hacia que finalmente la encontró, allí entró y un par de sujetos de mal aspecto lo atendieron, ellos le facilitaron algunas cosas y le pidieron dinero para entregar otras, quedaron en verse más tarde ese mismo día.Luego salió a hacer unas llamadas desde un centro público dónde estuvo hablando durante varios minutos, colgaba y esperaba un buen tiempo y volvía a llamar, después de repetir el proceso varias veces por fin anotó una serie de números y letras. Con ese papel en mano se dirigió a la sucursal de un reconocido banco que estaba en la ciudad, allí estuvo un rato hablando con un empleado hasta que éste lo llevó hasta la oficina del subgerente.Allí estuvo hablando también unos minutos y luego de entregarle el papel con los códigos al ejecutivo este se levantó y salió de su oficina para ir hacia otro sitio del banco, después de casi unos veinte minutos regresó y le pidió a Velkan que por favor le acompañara. Este le siguió por unos p
Recordó perfectamente cuando estaban en Turquía, los de la mafia de la “Banda Negra” los perseguían y habían montado una trampa mortal para Velkan, con cuatro tiradores armados con pistolas y ametralladoras. Lo tenían prácticamente rodeado y en la mira, pero para cuando comenzaron a disparar parecía que lo hacían contra un fantasma. No le hicieron ni un rasguño y todavía así logró eliminar a dos de los maleantes e hirió al tercero, al cual él mismo terminó de rematar junto con el otro tirador, pero creía que Velkan igual iba a terminar de dar cuenta de él.Por eso se sentía mal al verlo tan triste y apático, un hombre que no parecía tener nada que lo motivara ni tampoco una razón para vivir. Pero ahora veía ese fuego de nuevo en los ojos del viejo agente y eso lo confortaba.Me alegra verte tan proactivo, viejo —le dijo con tono de broma y sonriendo— Pensaba que tendría que adelantar tu funeral porque parecías muerto.Velkan le dirigió una mirada burlona al mismo tiempo que ponía los
Mientras Robert se reunieron con los agentes que estaban allí Velkan se dedicó a estudiar el mapa, amplió el zoom lo más que pudo y se alegró de que el programa funcionara como esperaba, la vista estaba en modo mapa si que la cambió a modo 3D y se sorprendió de los detalles de la calle y de las casas donde se encontraba. De hecho se sorprendió de no verse a sí mismo en la vista tridimensional que veía.Vio hasta las manchas de la calle fielmente representadas en la vista de la aplicación, Velkan sonrió para sí, después de todo no era un viejo carcamal en este mundo moderno, podría adaptarse a él.Contento siguió revisando el mapa y lo movió de manera que ahora sus ojos veían la casa donde iban a entrar. Se veían un prado bastante amplio entre las paredes y la casa en sí, había unas pequeñas construcciones que imaginó que eran cuartos para los trastes o para los equipos de mantenimiento de la casa, además había varios árboles y la mejor manera para entrar era por la casa de al lado, ju
Robert se volvió un momento para mirar lo que estaba haciendo el veterano agente, quizás un poco preocupado por los años de su amigo, sabía que no era fácil, a su edad, exigir tanto al físico. Pero cuando vio al viejo agente subir a la pared casi sin dificultad, y luego impulsarse a la otra pared cesaron sus temores, Velkan no tenía nada que envidiarle a ningún otro de los miembros del equipo. Una sonrisa de orgullo aflojó en su rostro, ese era "su" viejo.Mientras Velkan desaparecía hacia la casa vecina para entrar por el otro frente, el resto del equipo se preparó para entrar por el amplio portón de la casa. Uno de los agentes puso una carga de C4 para volar la cerradura, la explosión fue breve pero la cerradura quedó inutilizada, rodaron la puerta sobre el riel de hierro y entraron, los tres agentes con el teniente y Robert con Tamaz. Los agentes se dividieron en dos grupos de dos y se dirigieron unos hacia el frente y otro hacia el costado izquierdo para buscar una entrada lateral
Velkan clavó su mirada en el hombre que había salido del cuarto después de que él pisara inadvertidamente un dispositivo de disparo, el cual seguramente estaba conectado a una bomba que, con toda seguridad, resultaría dañaría para el que estuviera parado justamente dónde estaba él.—Al fin tengo a “La Sombra" de dónde no puede escapar —la voz de barítono bajo llena de matices, pero fría llenó la habitación— ¿Cómo estás, Velkan?—He estado mejor, Darejan, gracias por tu amabilidad —la voz de Velkan se escuchaba tranquila pero sus sentidos estaban trabajando al cien por ciento.Velkan también pensaba con rapidez, si se precisaba de conocer bien a Darejan Guseinov, El dispositivo que había pisado no solo se activaba cuando dejara de pisarlo, si no que seguramente activaría un timer o dispositivo de tiempo que le daría tiempo para conversar un rato y luego: ¡hasta nunca! —Eso es lo malo de hacerse viejo, Velkan —dijo con una voz llena de ironía y odio sordo— Pierdes facultades y te atra
Al escuchar las palabras de Darejan Guseinov, dichas en tono de súplica y con el matiz impregnado de terror, Velkan palideció también, ni siquiera si muerte inminente lo había perturbado tanto como éste hecho y con el nombre que pronunció Darejan con tanta desesperación, La Dama Negra, la todopoderosa y casi mítica asesina de alto nivel del Buró ruso ucraniano y Georgiano, la agente misteriosa que aterrorizaba a los agentes de toda europa.La risa que dejó escuchar la mujer, quién vestida completamente de negro, pantalones negros, blusa y suéter tipo buzo del mismo color con la capucha echada sobre la cara casi completamente, de manera que su rostro no se podía distinguir con claridad, heló la sangre de ambos hombres.Aunque Velkan no dejaba de esforzarse para buscar ese tono de esa voz en sus recuerdos, pero definitivamente se parecía bastante al de su dulce y gentil Tatiana.Por su parte Darejan se veía realmente aterrado, parecía que estuviera allí el demonio mismo y no una mujer c