El sonido del disparo resonó en toda la montaña, pero el ruido fue solo una parte de lo que sucedió con el disparo, el tirador quedó tendido con la cabeza destrozado por el certero disparo, los demás hombres del grupo se levantaron con prontitud para mirar hacia donde creian que habia venido el disparo y uno de ellos estaba mirando con unos binoculares hacia donde había estado apostado el tirador, y cuando comprobó que estaba muerto dio un grito de alarma que hizo que todos se movilizaran de inmediato, buscando sus armas para enfrentar al enemigo que había abatido a su francotirador.Karaeva estaba gritando órdenes mientras caminaba a cubrirse su estilo no era precisamente dar la cara, era como una serpiente, que le gusta atacar desde las sombras y a traición si es posible, Velkan lo apuntó con cuidado y presionó el gatillo, con la fortuna para Karaeva que en ese momento uno de los soldados pasaba frente a él cayendo muerto en el acto. Al ver que había sido el objeto del disparo, Kara
Al caer al suelo sobre Tamar para protegerla, Velkan puso en línea su fusil mientras levantaba un poco la cabeza para ver quienes lo estaban atacando y desde donde se pudo dar cuenta que el ataque estaba en realidad mal organizado, ellos se encontraban en un terreno más alto que sus atacantes, sea lo que sea que haya provocado el ataque de esa manera había sido muy mala idea.Velkan reptó poco más de un metro y allí mismo, desde la tierra y prácticamente sin cobertura comenzó a disparar con una secuencia rápida, para ser un francotirador, lo favorecía la corta distancia, tanto, que abatió la mira telescópica del fusil y utilizó la mira convencional para tomar puntería, de un solo disparo abatió a un par de soldados que estaban uno justo detrás del otro, ambos cayeron hacia atrás como empujados por una mano gigante, luego disparó sobre otros tres que estaban bastante descubiertos disparando a mansalva contra el lugar que él estaba, pero con muy mala puntería. Luego abatió a otros dos q
A la mañana siguiente se levantaron temprano como siempre, recogieron el campamento lo más rápido que pudieron y luego salieron a toda prisa después de tomar un frugal desayuno para ganar tiempo, la marcha hacia la frontera les llevaría todo el día o poco menos.Marcharon por un camino que parecía que hacía mucho tiempo que no lo utilizaban, la hierba había invadido casi todo el camino, especialmente en el centro. Parecía que este camino había sido utilizado por carreteros para transportar madera u otros materiales.El camino se unía luego a otro un poco más transitado, aunque las aldeas de esa zona no tenían mucho movimiento, más bien eran campesinos que se dedicaban a las labores del campo y a la caza y pesca. Había pocos vehículos modernos o maquinarias en la zona, la ganadería y otras labores mantenían a los pueblos de la zona.La distancia hasta el río era de unos treinta kilómetros en línea recta por lo que si no se encontraban con alguna dificultad podrían alcanzar la frontera
Velkan seguía caminado detrás de Tamar a buen paso, no dejaba de sorprenderse de la gran resistencia que ella mostraba, y aunque iba ataviada con una ropa ancha y comida para las circunstancias, se notaba su hermosa silueta y el contoneo de sus caderas la hacían ver muy sensual y sexy.La atracción que ejercía sobre él era bastante y aunque él se sentía poco dispuesto a establecer una relación con una mujer, tenía que reconocer que ella le gustaba mucho, al principio pensaba que era el agradecimiento que sentía por ella por haberlo ayudado a escapar, pero con el paso de los días había comenzado a sentir que había un leve sentimiento que ella le inspiraba, además, la admiración que sentía por ella era mucha, eso contribuía a generar sentimientos hacia ella.Pero ahora Velkan tenía otras prioridades en las que tenía que centrarse, hacía varios meses que no se comunicaba con un amigo que era de quién esperaba ayuda para conseguir transporte hasta la ciudad de Gyumri dónde podían tomar un
Cuando llegaron al pequeño embarcadero, Tigran amarró hábilmente el bote y saltó de inmediato para ayudarlos a salir del mismo. Velkan y Tamar sacaron sus cosas de la embarcación y se prepararon para buscar un lugar donde refugiarse, pero Tigran hizo un gesto para que se detuvieran.—Quédense aquí —les dijo— Yo me acercaré a un hostal que está algo cerca, para ver si pueden alojarlos, no tardaré mucho tiempo.Uniendo la acción a la palabra, Tigran dio media vuelta y se perdió por las calles de la población. Velkan y Tamar se sentaron en unos bultos de sogas que usaban para amarrar y descargar mercancías. A esa hora no había nadie por las cercanías, apenas si se veía a alguien pasar por una de las calles cercanas. No había centros nocturnos ni grandes locales o restaurantes, era una población de pequeños comerciantes y pescadores que generalmente se ocupaban de sus propios asuntos y pasaban el tiempo en sus labores cotidianas.Estuvieron allí sentados en silencio, cada quien pensando e
Cuando Velkan salió de la ducha lo primero que vio fue a la hermosa mujer completamente desnuda que lo esperaba en la cama, con una pierna estirada en la cama y la otra recogida de manera sensual mientras su brazo izquierdo reposaba estirado sobre la rodilla y el otro estaba debajo de su cabeza, sus senos estaban completamente descubiertos, se veían hermosos, con los pezones a medio erguir ante la expectativa del placer.El ánimo de Velkan reacción casi de inmediato, su virilidad comenzó a crecer de nuevo puesto que en el baño había regresado casi a su tamaño normal, pero ahora, desatado el deseo no era necesario esconderlo o esperar otro momento.Él se acercó a la cama lentamente mientras terminaba de secar su cuerpo y su cabello con la toalla. Cuando estuvo al lado de ella dejó caer la toalla sobre la silla que estaba allí cerca y se sentó al lado de la bella mujer. Tamar tenía una bella sonrisa bailando en sus labios carmesí, a sabiendas que el hombre la deseaba con locura, lo malo
La intensidad del orgasmo los dejó exhaustos, Velkan se apoyaba en sus brazos para no dejar caer todo el peso de su cuerpo sobre ella, pero ella lo jaló por los hombros y trató de que aflojara sus brazos para sentir el peso de él sobre ella.—Me gusta sentir tu peso sobre mi, amor —le dijo sensualmente al oído.—Pensé que podía incomodarte un poco —le respondió él, complacido por la mujer que estaba debajo de él en ese momento.—No, mi amor. Ya deberías haberte dado cuenta de que soy una mujer muy fuerte.—Pues no hay duda de que lo eres, cariño —dijo dulcemente— Siempre me sorprende tu fortaleza, la gran capacidad que tienes para seducirte enfrentar cualquier situación y tú resistencia.—Pues, hablando de resistencia, señor Velkan —dijo— Creo que deberíamos descansar, ¿no le parece?—Por supuesto que me parece, hermosa dama.Ella hizo un coqueto mohín con su boca y le dió un beso en los labios. La verdad era que si les estaba pasando factura el cansancio, Velkan se dejó caer de encim
La conversación del extraño que los había recogido en la carretera era muy amena, era un señor ya entrado en años al que le gustaba mucho conversar y no hacía ninguna pregunta incómoda. Era una de esas almas puras que no están pensando en averiguar la vida de los demás.Para cuando descendieron del vehículo ya parecían amigos de hace años, el señor incluso les dió su dirección por si acaso tenían tiempo de visitarlo para compartir una comida. Después de un sin fin de apretones de mano y despedidas corteses el señor arrancó el vehículo para marcharse.Estaban al frente de un hotel, no era uno de cinco estrellas pero se veía bastante acogedor y moderno. Entraron y se dirigieron a la recepción para pedir una habitación, cuando les entregaron las llaves se dirigieron al ascensor para subir al tercer piso donde estaba su habitación.Una vez instalados se dispusieron a darse una buena ducha con agua caliente, pero ésta vez se bañaron juntos en el amplio baño, el espacio permitía que estuvie