Velkan seguía caminado detrás de Tamar a buen paso, no dejaba de sorprenderse de la gran resistencia que ella mostraba, y aunque iba ataviada con una ropa ancha y comida para las circunstancias, se notaba su hermosa silueta y el contoneo de sus caderas la hacían ver muy sensual y sexy.La atracción que ejercía sobre él era bastante y aunque él se sentía poco dispuesto a establecer una relación con una mujer, tenía que reconocer que ella le gustaba mucho, al principio pensaba que era el agradecimiento que sentía por ella por haberlo ayudado a escapar, pero con el paso de los días había comenzado a sentir que había un leve sentimiento que ella le inspiraba, además, la admiración que sentía por ella era mucha, eso contribuía a generar sentimientos hacia ella.Pero ahora Velkan tenía otras prioridades en las que tenía que centrarse, hacía varios meses que no se comunicaba con un amigo que era de quién esperaba ayuda para conseguir transporte hasta la ciudad de Gyumri dónde podían tomar un
Cuando llegaron al pequeño embarcadero, Tigran amarró hábilmente el bote y saltó de inmediato para ayudarlos a salir del mismo. Velkan y Tamar sacaron sus cosas de la embarcación y se prepararon para buscar un lugar donde refugiarse, pero Tigran hizo un gesto para que se detuvieran.—Quédense aquí —les dijo— Yo me acercaré a un hostal que está algo cerca, para ver si pueden alojarlos, no tardaré mucho tiempo.Uniendo la acción a la palabra, Tigran dio media vuelta y se perdió por las calles de la población. Velkan y Tamar se sentaron en unos bultos de sogas que usaban para amarrar y descargar mercancías. A esa hora no había nadie por las cercanías, apenas si se veía a alguien pasar por una de las calles cercanas. No había centros nocturnos ni grandes locales o restaurantes, era una población de pequeños comerciantes y pescadores que generalmente se ocupaban de sus propios asuntos y pasaban el tiempo en sus labores cotidianas.Estuvieron allí sentados en silencio, cada quien pensando e
Cuando Velkan salió de la ducha lo primero que vio fue a la hermosa mujer completamente desnuda que lo esperaba en la cama, con una pierna estirada en la cama y la otra recogida de manera sensual mientras su brazo izquierdo reposaba estirado sobre la rodilla y el otro estaba debajo de su cabeza, sus senos estaban completamente descubiertos, se veían hermosos, con los pezones a medio erguir ante la expectativa del placer.El ánimo de Velkan reacción casi de inmediato, su virilidad comenzó a crecer de nuevo puesto que en el baño había regresado casi a su tamaño normal, pero ahora, desatado el deseo no era necesario esconderlo o esperar otro momento.Él se acercó a la cama lentamente mientras terminaba de secar su cuerpo y su cabello con la toalla. Cuando estuvo al lado de ella dejó caer la toalla sobre la silla que estaba allí cerca y se sentó al lado de la bella mujer. Tamar tenía una bella sonrisa bailando en sus labios carmesí, a sabiendas que el hombre la deseaba con locura, lo malo
La intensidad del orgasmo los dejó exhaustos, Velkan se apoyaba en sus brazos para no dejar caer todo el peso de su cuerpo sobre ella, pero ella lo jaló por los hombros y trató de que aflojara sus brazos para sentir el peso de él sobre ella.—Me gusta sentir tu peso sobre mi, amor —le dijo sensualmente al oído.—Pensé que podía incomodarte un poco —le respondió él, complacido por la mujer que estaba debajo de él en ese momento.—No, mi amor. Ya deberías haberte dado cuenta de que soy una mujer muy fuerte.—Pues no hay duda de que lo eres, cariño —dijo dulcemente— Siempre me sorprende tu fortaleza, la gran capacidad que tienes para seducirte enfrentar cualquier situación y tú resistencia.—Pues, hablando de resistencia, señor Velkan —dijo— Creo que deberíamos descansar, ¿no le parece?—Por supuesto que me parece, hermosa dama.Ella hizo un coqueto mohín con su boca y le dió un beso en los labios. La verdad era que si les estaba pasando factura el cansancio, Velkan se dejó caer de encim
La conversación del extraño que los había recogido en la carretera era muy amena, era un señor ya entrado en años al que le gustaba mucho conversar y no hacía ninguna pregunta incómoda. Era una de esas almas puras que no están pensando en averiguar la vida de los demás.Para cuando descendieron del vehículo ya parecían amigos de hace años, el señor incluso les dió su dirección por si acaso tenían tiempo de visitarlo para compartir una comida. Después de un sin fin de apretones de mano y despedidas corteses el señor arrancó el vehículo para marcharse.Estaban al frente de un hotel, no era uno de cinco estrellas pero se veía bastante acogedor y moderno. Entraron y se dirigieron a la recepción para pedir una habitación, cuando les entregaron las llaves se dirigieron al ascensor para subir al tercer piso donde estaba su habitación.Una vez instalados se dispusieron a darse una buena ducha con agua caliente, pero ésta vez se bañaron juntos en el amplio baño, el espacio permitía que estuvie
Velkan estaba al borde del orgasmo, Tamar se esmeraba por darle placer con su boca hasta que ya a punto de alcanzar el orgasmo él la tomó por el cabello quitándole de su miembro, que palpitaba todo brillante por los fluidos íntimos de ambos y por la saliva de ella que lo había mojado con abundancia.Luego la tomó por los hombros y la tendió boca arriba besando sus divinos pechos mientras se colocaba entre sus piernas. Ella lo esperaba con ansia y elevaba sus caderas para ir al encuentro de la dura virilidad de él. Pero él no buscó penetrarla de inmediato sino que la cubrió de caricias en los pechos con una de sus manos y con su boca, mientras que con la otra mano acariciaba su pubis con lujuria contenida.Ella disfrutaba de las múltiples caricias que él le prodigaba a sus zonas erógenas, los dedos masculinos exploraban incansablemente su cavidad íntima llenándola de un calor que la arropaba toda. El dedo medio castigaba el inflamado clítoris duramente para luego descender y penetrar s
Velkan recorrió la ciudad buscando la dirección hacia que finalmente la encontró, allí entró y un par de sujetos de mal aspecto lo atendieron, ellos le facilitaron algunas cosas y le pidieron dinero para entregar otras, quedaron en verse más tarde ese mismo día.Luego salió a hacer unas llamadas desde un centro público dónde estuvo hablando durante varios minutos, colgaba y esperaba un buen tiempo y volvía a llamar, después de repetir el proceso varias veces por fin anotó una serie de números y letras. Con ese papel en mano se dirigió a la sucursal de un reconocido banco que estaba en la ciudad, allí estuvo un rato hablando con un empleado hasta que éste lo llevó hasta la oficina del subgerente.Allí estuvo hablando también unos minutos y luego de entregarle el papel con los códigos al ejecutivo este se levantó y salió de su oficina para ir hacia otro sitio del banco, después de casi unos veinte minutos regresó y le pidió a Velkan que por favor le acompañara. Este le siguió por unos p
Recordó perfectamente cuando estaban en Turquía, los de la mafia de la “Banda Negra” los perseguían y habían montado una trampa mortal para Velkan, con cuatro tiradores armados con pistolas y ametralladoras. Lo tenían prácticamente rodeado y en la mira, pero para cuando comenzaron a disparar parecía que lo hacían contra un fantasma. No le hicieron ni un rasguño y todavía así logró eliminar a dos de los maleantes e hirió al tercero, al cual él mismo terminó de rematar junto con el otro tirador, pero creía que Velkan igual iba a terminar de dar cuenta de él.Por eso se sentía mal al verlo tan triste y apático, un hombre que no parecía tener nada que lo motivara ni tampoco una razón para vivir. Pero ahora veía ese fuego de nuevo en los ojos del viejo agente y eso lo confortaba.Me alegra verte tan proactivo, viejo —le dijo con tono de broma y sonriendo— Pensaba que tendría que adelantar tu funeral porque parecías muerto.Velkan le dirigió una mirada burlona al mismo tiempo que ponía los