No puedo creer lo me está ocurriendo, estoy hecha un manojo de nervios. Soy una mujer muy insegura por la sobreprotección de mis padres. Por lo que no tengo prácticamente amigos, de un tiempo para acá me tienen prohibido salir de la casa. Vivimos en una extensa granja en la hermosa cuidad de Misisipi-Ohio. Apenas culminará el bachillerato quería irme hasta la capital en Washington para continuar mis estudios, anhelaba convertirme en medico mi mayor sueño era ser pediatra me gustan muchos los niños y el sentido altruista siempre me ha invadido. Estoy horrorizada con lo que acabo de oír en la sala, mis padres discuten sobre mi supuesto matrimonio creo que no tengo salida. Oí claramente cuando mi madre le decía a mi padre que solo Robert Fox seria la salvación a nuestros problemas financieros. Mi padre acaba de quedar en la ruina total está a punto de perder la casa por una deuda de juego ¡Santos Cielo! Estoy muy preocupada por el rumbo que puede tomar mi vida. Estoy asediada por la inc
No tiene ningún sentido huirle a mi destino en vista de que no puedo permitir que mi padre siga sufriendo por culpa de sus errores. Amo demasiado a mi padre por lo que me parte el alma verlo padecer de esa forma, ya mi papá no es ni la sombra de ese hombre fuerte y valeroso que algún día fue. Se ha vuelto un hombre desecho, negligente y muy opaco a causas de sus vicios. También su deteriorado estado anímico es causado por mi madre, una mujer sin escrúpulos, ni piedad que por dinero es capaz de cualquier cosa. Por su culpa mi padre se sumergió profundamente en los juegos para brindarle más dinero, nunca está satisfecha con nada es insaciable la muy astuta. Busque en los ojos de mi padre la respuesta que tanto necesitaba para seguir avanzado en este callejón sin salida. Todo está decidido me casare con el señor Robert Fox y seré su futura esposa. Siento mi garganta seca y mis manos tiemblan de miedo. Mis pensamientos están muy entumecidos, sin saberlo mi amor estaba en venta y El señor
Tal y como lo prometió Robert va por mí a mi casa para conocerme un poco y conversar conmigo. Antes de bajar desde arriba percibo que él les entrega unos documentos a mis padres me pregunto ¿Qué será? Pueden ser los papeles de la casa me digo para mí misma sacando mis propias conclusiones ¿O hay algo más que desconozco? Bajo las escaleras haciendo ruido para que se advirtieran de mi presencia. —Buenas tardes—bajo lentamente y me les aproximo. Puedo notar en sus ojos un leve destello, sin embargo, no es un brillo de amor al menos eso creo. —Hola Diane ¿Cómo te va? —Bien. Nos vamos—me alejo junto con él de mis padres. Puedo percibir su perfume es de agradable aroma, pero creo que se colocó demasiado y choca un poco con su sudor. —Ven subamos a mi carro—me ordena. —Yo preferiría que tomemos un paseo por el campo. —Quiero llevarte a un buen lugar y a comer tal vez. —No tengo hambre. Por favor no quiero salir lejos de casa, quiero privacidad para hablar con usted a solas sin las mir
Una semana después… Estoy perfectamente arreglada para mi boda por civil. Mi madre se encargó de todo para que luciera estupenda. Mi cabello oscuro está muy bien armado con un tocado muy sutil ajustado en mi cabeza. Tengo un vestido blanco muy sencillo, pero de aspecto sobrio, mi maquillaje es ligero muy acorde con mi atuendo donde acentuaron muy bien mis ojos marrones. Mis finas facciones se destacan de forma armónica con mi rostro. Llegamos a la finca allí estaba Robert esperándome con el jefe civil quien oficializara nuestra boda. Puedo ver en él una sonrisa muy jactanciosa por tener a su lado a una mujer joven, bonita y virgen como yo a punto de convertirse en su esposa, por la que pago millones de dólares. Lo miro y arqueo ligeramente mi ceja con mucha seriedad. Nos sentamos para que el juez hiciera lo propio los únicos presentes eran los testigos y mis padres. Ya que Robert está prácticamente solo en el mundo, sus padres fallecieron hace algunos años. Según Oí por ahí tiene un
Llegamos a la federación la cual Robert preside, como uno de los hombres más acaudalados de la zona. Me presenta ante la vista de todos como su joven y flamante esposa, las miradas de los asistentes del lugar se ven envueltas en contradicciones, algunos optan por disimular como si nada. Me siento muy nerviosa y avergonzada sé que muchos de los presentes están murmurando lo que hizo mi madre, venderme al mejor postor. Se nos acerca un importante empresario a saludarnos: —Buenos días. Encantado señora—me expresa, yo solo lo saludo con una tímida sonrisa. —Espérame en la recepción por favor—me demanda Robert. Me aparto mientras ambos se disponen a conversar puedo distinguir en su mira como los dos me miran fijamente y en especial Robert su vanidad y prestancia se le nota a lo lejos. Como odio a ese desagraciado que malogro mi juventud y puso una gran barrera en mis enormes ganas de vivir. Aprieto mis manos y lucho contra el impulso de dejarlo en ridículo delante de todos. Pero por aho
En toda la noche no he pegado un ojo por temor a que Robert regrese y me obligue a estar con él. Ya ha amanecido estoy todavía en la cama despierta. Puedo sentir la puerta abrirse y es Robert. Entro nuevamente en pánico, musito que por lo visto la paz se alejó de mí definitivamente. Que agonía. —Diane—menciona mi nombre al pie de la cama. —Aléjate de mí—le advierto. —Quédate tranquila. No te obligare hacer nada que no quieras. El escuchar eso para mí es un alivio que no me forzara para ser suya. Sin embargo, sigo sin entender su vil comportamiento y ese oscuro brillo constante en su mirada. —Desde hoy voy a dormir en otra habitación y descuida que no te molestare. Solo le advierto algo tienes un mes para cambiar de parecer si en ese tiempo continuas renuente a acostarse conmigo nuevamente te dejare ir, pero eso si le quitare todos sus bienes a tu familia los que pacte con tu madre por nuestro matrimonio. Hasta luego Diane. Siento como un nudo ahoga mi estómago. Soportar un mes en
Escucho unos ruidos y me asomo percibo que viene del despacho de Robert para mi sorpresa se hallaba con Thamara, no logro entender lo que ocurre entre ellos. De seguro esa mujer es su amante con esa sacia sus instintos poco me importa lo que haga con su vida, pero necesito confirmar esa situación para que por fin me dé el divorcio y con el, mi libertad plena. Asimismo, lo acusaría de adulterio si fuese necesario. Salgo silenciosamente hasta el despacho para escuchar que se traen ese par, han dejado la puerta entre abierta. Para mi sorpresa veo como Robert besa apasionadamente a Thamara mis ojos se abrieron con un par de huevos fritos. Quería seguir indagando tenia mis sospechas que entre ellos hay algo más que una relación transitoria. Puedo notar cierta confabulación entre ambos. Se apartan y Robert se acerca a la puerta y enseguida corro para que no noten mi presencia. Bajo hasta la cocina para conversar con mi querida Amy. —Amy no sabes, acabo de ver a Robert y a Thamara besándos
Ya amaneció al menos hoy dormí muy bien sin presiones de que Robert se presentara de manera improvista en el cuarto. Hizo un acuerdo conmigo confío en que lo cumpla y sea un hombre de palabra. Entro a la ducha para darme un rico baño, elijo en el closet el más lindo de mis atuendos quiero verme presentable voy a bajar a desayunar en la mesa con ellos. Robert eso no me lo prohibió. Bajo y me siento en la mesa Robert muestra una cara de desconcierto ya que por lo general siempre lo dejo comiendo solo. —Buenos días—digo al sentarme. —Buenos días Diane—me dice Andrew con una gran sonrisa. Mientras que Robert nos mira desconfiando. Mi estado de animo a cambiado un poco de manera sustancial, puedo ver en Andrew una persona amena de agradable espíritu. —Al menos me hubiesen invitado a la boda—le dijo a Robert. —No tuvimos tiempo. —¿Cómo? —Todo ocurrió muy rápido. —Ya veo ¿Estas embarazada Diane? —No—exclamo mi negativa. —Ah bueno yo soy médico y estoy disponible para lo que sea. —