Rodrigo De la Sierra Me perdí en esos labios de sabor muy dulce, no sé por cuanto tiempo, el tiempo suficiente para que Jazmín fuera después la que rompiera el encanto del beso, algo que me descolocó por un instante. –Rodrigo, en serio ya tengo que irme – Se veía hermosa ruborizada – Gracias, por el café y por todo. Era la cosa más bella que había visto, toda ruborizada por ese beso que nos acabábamos de dar, más bien por el que yo le había robado. –No tienes nada que agradecer, si gustas puedo acercarte a tu casa, sin ningún problema – Me ofrecí – No quiero que te vaya a pasar nada, en la calle y de noche. –No me pasará nada y prefiero que no, pero gracias. Mis padres me van a matar – Exclamó – Hasta mañana. –Hasta mañana, bella Jazmín. Ella se levantó de la banca y miró la hora en su reloj, después se echó a correr a toda velocidad, como si tuviera demasiada prisa y yo asumí que era así. Jazmín era ciertamente todo lo que me había dicho Dora, desde que cerramos ese trato, es h
Capítulo 8 Jazmín Zabaleta Villa Anoche afortunadamente alcancé a llegar antes que mis padres comenzaran a buscarme o que mis hermanas, les dijeran que no había vuelto a casa desde que salí de la cafetería. Me levanté a bañar y ahora más que nunca, quería verme hermosa para ir a la Universidad, solo de pensar que veré a Rodrigo después de lo del beso que me robó ayer, hace que mi pulso y mi respiración se descontrole sin que yo pueda evitarlo. Me pongo una falda corta y una blusa de tirantes y bajo a la cocina, en donde me espera seguramente toda mi familia para desayunar. –Hola, mi princesa – Me abrazó mi papá – Buenos días, Jazmín. Espero que hayas dormido bien, porque tu madre está molesta. Mamá era la que más ponía las reglas de las salidas y las llegadas a casa, esperaba que esta vez no me fuera tan mal, no tenía este tipo de descuidos, pero el tiempo se me había pasado volando. –Hola papá, ¿Me puedes dar café? Por favor, tengo que despertar bien – Dije bostezando – Es que an
Jazmín Zabaleta Villa Yo iba nerviosa de camino a la Universidad, sabiendo que me acercaba a ver a Rodrigo y que no sabría la reacción de él al verme, después del beso de anoche. –Qué tengas un hermoso día, hija. –Igual tú, papá. Bajé de la camioneta de papá y subí las miles de escaleras de la Universidad y cuando llegué a mi salón, mi amiga Eva no había llegado. Escogió un pésimo día para llegar tarde, ahora que hay tanto que contar, pero no podía hacer otra cosa que esperarla, teníamos primero una clase de gramática y después vendría la que sería mi materia favorita, la clase de literatura con el guapísimo de Rodrigo, solo de pensar en él, siento que vuelo por todo el cielo. –Jazmín, pareces una tonta – Eva me dio un zape – Te estoy hablando amiga, te quedaste como en el limbo. –Eva, a ti te quería ver y no seas mentirosa que no estabas cuando llegué – Le reclamé – Siéntate, tengo que contarte algo. Estoy que no me la creo, tenías razón, con lo de ya sabes quién. –Con lo del p
Jazmín Zabaleta Villa –Eva, estás loca amiga. No podía creer que fueras capaz de inventar algo como esto del dolor solo para que el profesor no me pasara a explicar la clase pasada. Te lo juro que, por un momento, hasta yo me la creí. En un comienzo se la creí, es muy buena actriz, debería seguir sus sueños, no le iría mal. Todos en la clase le habían creído, lo del dolor de estómago, eso me había salvado de haber pasado al frente de todos. –De eso se trata Jazmín, recuerda que siempre he querido ser actriz y que no se pudo – Recordó mi amiga – Rodrigo, tenía que creerse que un dolor inmenso me aqueja y deberías darme las gracias. Claro que se lo agradecía, estaba a punto de hacer el ridículo delante de toda la clase, si Rodrigo me hubiera obligado a que expusiera lo de ayer, eso hubiera sido mi fin. –Gracias, en serio, aunque no me gusta para nada la idea de perder clases y menos ahora, después de lo de anoche. –Sé de sobra que odias perder clases, amiga, pero dime ¿Acaso tenías
Rodrigo De la SierraEsa noche y las noches que siguieron en las siguientes dos semanas, me la pasé yendo a verme con Jazmín un rato por las noches, pero algo estaba pasando con ella que no podíamos avanzar a nada más que no fuera solo a darnos simples besos y eso me estaba desesperando. Yo necesitaba concretar ese negocio, lo más rápido posible para no seguir estando cerca de ella, algo me pasaba que no era ni yo mismo capaz de explicar lo que sentía estando con ella.–Rodrigo, quisiera saber algo – Me dijo ella una noche – Sé que a lo mejor suena tonto, pero quisiera saber lo que soy para ti.Sabía que iba a llegar el momento en que ella quisiera saber si a lo que teníamos le podíamos llamar de alguna manera, y era lógico porque era el primer hombre al que ella le daba cabida en su vida.–Eso es muy fácil, preciosa – Tomé su mano entre la mía – Eres la mujer a la que quiero, porque yo te quiero y mucho Jazmín y quisiera que fueras mi novia. Sé que, a lo mejor para ti, es muy pronto
Rodrigo De la Sierra–Dora, eres muy peligrosa tú – Declaré – No puedo creer el poder que tienes en tu sobrina para manipularla y no me caerá nada de raro que la empujes a mi cama antes de lo que creo.Ella se iba a encargar de decirle a su sobrina que ya estaba lista para que diera ese paso conmigo, yo había hecho todo lo posible y no había dado resultados, por más que lo insinuara.–Eso no es un problema, para mí es pan comido. Tienes a Jazmín donde los dos la queremos y estás cerca de todo ese dinero que te prometí, con mis consejos y la ayuda que te dé, te estarás acostando con ella más pronto de lo que te imaginas.–Claro, para eso me has contratado y ahora más que nunca, me urge terminar ese trabajo – Dije un poco tenso – Ella se está enamorando de mí y yo, quisiera ya que se acabe esto y que cada uno siga con su vida.–Todo con calma, Rodrigo – Dora me llamó por primera vez por mi nombre – Además no creo que la estés pasando tan mal con mi sobrina, eres hombre y no me puedes ne
Rodrigo De la Sierra–Dime, ¿Por qué no? No tiene nada de malo, si nos encontramos con gente de la universidad, no tienen por qué decir nada. Diremos que nos hemos cruzado en el camino.–No me lo tomes a mal, pero prefiero que no – Ella me miraba con sus ojos de preocupación – Mejor, si puedes cuando termines tus clases vas a la cafetería, esta tarde estaré ahí sola atendiendo y podemos pasar un rato juntos.Esa propuesta me vino mucho mejor, esperaba dar unos pasos más contundentes en ese terreno llamado Jazmín, para que pronto se lograra mi objetivo. Era necesario para mí, culminar cuanto antes toda relación con Jazmín y más que con ella con Dora, esa mujer está loca y me temo que, si tardo más del tiempo que ella espera con su trabajo, podría ya no querer pagarme y eso no me conviene. Definitivamente, yo, necesito salir rápido de toda esta cuestión.–De acuerdo, hermosa – La atraje hacia mí, pegándola en la pared del callejón – Nos vemos más tarde en la cafetería, hoy no me toca da
Jazmín Zabaleta VillaNo podía creer mi mala suerte, mi mamá me había encontrado con Rodrigo en un apasionado momento y se puso como loca de enojada y por si eso fuera poco, tuvo el valor de correrlo. Esto no podía estar pasándome; Sin embargo, estaba pasando, Rodrigo se quedó de una pieza cuando mi mamá lo corrió y yo no sabía ni qué decir, estaba paralizada.–Señora, me presento, soy el novio de Jazmín – Rodrigo le dijo a mamá con propiedad, como todo un caballero – Y claro que me retiro, con su permiso y me disculpo por lo que ha visto de lo que solo yo, soy culpable.Esta presentación iba a poner peor a mi madre, yo era la que tenía que haberlo presentado en una reunión organizada, para que lo conociera toda la familia, no así a la fuerza, porque ya no le había quedado de otra a Rodrigo.–Me importa un bledo quién sea – Reiteró mamá – He dicho, largo.Nunca había visto a mamá tan enojada,–Nos vemos, hermosa – Rodrigo me besó suavemente en los labios haciéndome reaccionar – Te lla