Jazmín Zabaleta Villa–Claro que no lo iba a hacer, mamá – Me defendí – Eso que viste lo hacen todas las parejas, solo estábamos besándonos y no exageres las cosas. Ya corriste a Rodrigo, ¿Qué más quieres ahora? Que mi papá me castigue de por vida, seguramente, yo tengo también mis derechos.–No quiero eso, hija, solo quiero que te des a respetar y lo siento mucho – Mamá me desafió – Tengo que pedirte, que no vuelvas a ver a ese muchacho. Apenas si lo conoces o me tomas por tonta, ¿Crees que no sé qué es el mismo cliente que hace poco vino a la cafetería? Al que te mandé a llevarle un café.Mamá estaba en todo y no se le escapaba una, ella estaba demasiado enojada y ya me podía imaginar lo que le pasaba por la mente, que desde esa ocasión yo me he estado viendo con él y no está para nada equivocada, pero, tampoco me podía crucificar por lo que pasó, que en realidad no fue nada, además de unas cuantas caricias.–Siento mucho que no me creas mamá, que siempre me doy a respetar – Dije de
Jazmín Zabaleta VillaEso me aterraba, Rodrigo iba a querer salir corriendo, pues el tiempo que llevamos no creo que amerite que lo presente con mi padre, eso debía ser ya cuando nuestra relación estuviera firme, no ahora cuando en un dos por tres se podía venir todo abajo.–Eso es bueno, hija, es mejor que mi hermano sepa que su princesa se ha enamorado – Dijo mi tía con normalidad – No le veo nada de malo, eres hermosa e inteligente y además tu novio está bien guapo.–Tía, eres incorregible – Me reí – Guapo o no, se me armó un problema mayúsculo con mamá y estaré castigada hasta que deje este mundo, imagínate que hasta me cacheteó.– ¿Florencia? – Mi tía dijo el nombre de mamá con enfado – No sé por qué tu madre es tan anticuada, si supieras que ella bueno te tuvo cuando solo tenía 19 años y no fue precisamente porque se la pasara rezando el rosario con tu padre.Mi tía y sus cosas, claro que me tenía que contar la historia de mis padres y sé a qué edad me tuvo mamá, por eso me habí
Rodrigo De la SierraMe fui muy preocupado de la cafetería de Jazmín luego que la madre de ella me corrió. No podía ni llamarla por teléfono para ver lo que había pasado porque no quería despertar sospechas en Sandra y tampoco quería causarle más problemas a Jazmín, seguramente su mamá la iba a estar regañando y no quise agravar más las cosas, pese a que la preocupación no me dejaba tranquilo y hasta mi esposa lo notó.–Rodrigo, ¿Qué te pasa amor? – Sandra me abrazó – Te noto muy preocupado y no me gusta verte así, te recuerdo que mañana por la tarde tenemos cita con el ginecólogo, es la última revisión antes de fijar la fecha del parto de nuestro bebé.Esas fechas son muy importantes para mí, estaba consciente que el día de mañana será la última visita y de ahí al nacimiento de nuestro hijo, ya quería que naciera y ver su carita, será un niño muy amado por sus padres y por el resto de la familia.–Eso por nada del mundo me lo voy a perder, Sandra – Respondí – Me muero de ganas por ir
Rodrigo De la SierraEsa noche no pude conciliar nada bien el sueño, pensando en todo. En Sandra y en el próximo nacimiento de mi hijo, que era lo mejor que podía pasarme de todo lo que tenía ahora en mi vida, pensaba también en Jazmín y en que me tenía que dar prisa con todo esto, no quería que las cosas se fueran a complicar, ya que sus padres, me conocieran como era debido y además quién sabe si cuando yo hable con el padre de ella, me acepte.Pues le llevo más de una década de diferencia de edad a su hija. Al día siguiente me levanté como zombi para ir a la Universidad y al llegar a la sala de maestros, ahí estaba la nefasta de Dora, no sé qué hacía esta mujer aquí, esto iba a interferir en los planes, nada tiene que hacer aquí.–Hola profesor De la Sierra – Me saludó – Sé que tienes libres un par de minutos antes de tu clase y te vine a entregar las llaves y la dirección de un departamento amueblado que renté para ti, ya está todo listo para que lo hagas pasar como tu departament
Jazmín Zabaleta VillaTenía los nervios a flor de piel, sabía que ese día iba a llegar, el día que Rodrigo me iba a pedir estar a solas con él, en un lugar un poquito más privado y tenía las pulsaciones disparadas a mil latidos por minuto. Saliendo de la universidad, tenía que hacer tiempo y esperar a que Rodrigo terminara de dar sus clases, pero también tenía que resolver el problema que nadie de mi familia me fuera a estar molestando, así que nos fuimos con Eva a comprar un helado y así mi amiga con sus ocurrencias, podía ayudarme.–Jazmín, nos diste un buen susto a todos cuando te desmayaste ¿Ya estás bien amiga? Si quieres, hoy no veo a Sebas y nos vamos a mi casa – Eva era la mejor amiga del mundo – No quiero que vayas a tu casa, después del problema que me contaste que tuviste con tu mamá.–No, yo tampoco quiero, pero debes saber algo amiga – Me disponía a decirle a Eva, lo de Rodrigo y yo – Es que es un asunto complicado y no te dije lo peor del problema que tuve con mamá.Pero
Jazmín Zabaleta VillaIba caminando a encontrarme con Rodrigo y eso me tenía muy emocionada y demasiado nerviosa, saqué un espejo y me miré en él, algo raro en mí, pues nunca lo hacía, pero por alguna razón yo quería verme impecable para él. Quería verme perfecta y quería que él siempre me viera preciosa. Iba en la luna y choqué de frente con él, sin darme cuenta, ya estaba en la esquina de la calle que acordamos.–Jazmín, mi amor – Rodrigo me estrechó entre sus brazos – Estás preciosa, vamos.Rodrigo me miraba directo a los ojos y era mi perdición, me podía perder en sus azules ojos, me tenía hipnotizada.–Hola, mi amor. Por poco y me paso de la calle, vengo distraída y lo siento.–No pasa nada, ven vamos, estamos muy cerca del lugar al que te quiero llevar.Tomé la mano de mi novio y caminé con él, me sentía demasiado nerviosa porque en mi mente pensé que me iba a llevar a un hotel y como mis padres, distribuían el café de la cafetería por muchos sitios, ahora lo peor iba a ser que
Rodrigo De la SierraHabía consumado el trato de lo que dijo Dora y menos mal que ya había logrado lo primordial, llevármela a la cama a la brevedad y ahora iba a venir lo más fácil, el esperar a que Jazmín se fuera del departamento para hacer el montaje correspondiente a las cámaras eso iba a ser pan comido para mí porque lo más difícil ya lo he logrado y ya la hice mía, el video iba a quedar muy bien.Ella dormía a mi lado después de la entrega que tuvimos y aunque yo me sentía culpable, mi liberación de Dora ya estaba cerca, solo tendría que entregarle el dichoso video, que me pagara lo que restaba y cada quien por su lado, solo que tendría que esperar a ver lo de la presentación con su padre.–Rodrigo – Jazmín susurró mi nombre – Mi amor.–Aquí estoy mi amor – Respondí – Descansa un poco más, preciosa.–No quiero descansar – Ella se despertó por completo y se sentó en la cama, cubierta por la sábana – Mi amor, después de lo que hemos pasado juntos, quisiera que me prometas que no
Rodrigo De la SierraDora estaba lo que le seguía de loca y yo no quería discutir más con ella, tenía que cortarla, tenía que atender lo que era mi prioridad y en ese momento esa era Sandra y el nacimiento de mi hijo, tenía que luchar por llegar a tiempo y estar platicando o lo que sea con la loca de Dora, no iba a ayudarme. Para mi buena suerte, el taxi llegó y yo me subí a él y en cuanto lo hice, me despedí de Dora.–Te busco mañana para ponernos de acuerdo con lo restante del dinero – Le dije cortante – Tengo que irme, tengo algo muy urgente que atender.No estábamos aquí para hacernos amigos, y quedarnos a platicar, yo solo quería que esto acabara, librarme de una vez por todas de esta horrible mujer, me fastidia escuchar su voz, esto será mi debut y despedidas con esta clase de negocios, no puedo caer más bajo.–Yo quería que nos tomáramos un trago. Eso estaría bien – Dijo ella – Quisiera celebrar la victoria de hoy, si no tienes inconveniente.Los tenía y muchos, no iba a social