La joven jaló de su brazo para soltarse, cuando se dirigió hacia la puerta y poder salir; Alicia, la volvió a sujetar, esta vez del cabello, tiró de ella con fuerza, haciendo que su peinado se deshiciera un poco.
—No entiendes, ‘él es mío’, tuve que casarme con el anciano de su padre, para poder estar cerca, para sentir su presencia, y se fue de la casa, cuando llegué a vivir ahí —la mujer expuso, con resentimiento.
Clarissa, se sorprendió tanto, con lo que escuchó, pero a la vez sintió repugnancia hacia ella, como pudo se soltó de su agarre.
—Ese no es mi asunto, arréglalo con ellos. Quién sabe si a Fernando le gustaría salir con… su nueva madrastra —lo recalcó con gran ironía, en cada una de sus palabras, entonces se encaminó hacia la puerta.
—No te quiero cerca de él, o te vas a arrepentir —Alicia la amenazó, tomándola por el cabello, dando un jalón para lueg
Esperemos que aquella amenaza que recibió Clarissa, la tome en serio. Algo me dice que Alicia no se quedará con los brazos cruzados. Saludos cordiales.
Poco a poco transcurrió un año desde que Clarissa comenzó a trabajar para Ponce y Asociados. Las cosas marchaban por buen rumbo, se sentía mucho mejor. Seguía con las terapias, y también dando clases en la casa hogar, en donde en tres semanas sería el aniversario de los veinte años de fundación y celebrarían con una gran fiesta. Por su parte sus alumnas tendrían su primera presentación, estaba tan emocionada de que lo hicieran, lo único que le preocupaba era que no tenía mucho presupuesto para sus vestuarios. **** Después de que le entregaron su apartamento a Fernando se mudó, aunque ya no lo veía tan seguido como cuando estuvo viviendo por ahí, los visitaba con frecuencia, además, que continuaban saliendo juntos. El joven asistía a cenar por lo regular todas las noches. Un día atrás Fernando, no pudo retirarse con Clarissa, como solían hacerlo. Debido a una reunión extraordinaria que se presentó, al tener un fuerte problema en e
A la mañana siguiente. Un avión con destino a Madrid, España, despegó muy temprano. Fernando, no podía dejar de sentir un profundo vacío al pensar que no podría visitarlos, durante un buen tiempo. No habría largas charlas con ellos, así como extrañaría los deliciosos platillos que Lucy preparaba, además que le encantaba el gran sentido del humor que tenía. De la misma forma Hugo, se había vuelto en un guía muy importante, lleno de fe, siempre le encontraba el lado positivo a las situaciones. Cuando sus pensamientos se dirigieron haciaella. Recordó su dulce mirada, de inmediato aquello que despertaba Clarissa en él, lo hizo estremecerse. Suspiró profundo, sabiendo que la extrañaría como nunca. Ahora que los tenía, no deseaba dejarlos, en especial a esa dulce chica que lo hacía sentir como un adolescente. **** Carlos Ponce bebía una copa desde la comodidad de su lujosa habitaci
Semanas después. Estar sin Fernando, para Clarissa no fue nada sencillo acostumbrarse a los cambios, desde el primer día supo que lo extrañaba. Sin embargo, decidió seguir adelante. El día del evento de la casa cuna, la presentación con sus niñas fue todo un éxito, luciendo hermosos trajes de princesas, elaborados por Lucy y Clarissa, con telas completamente brillosas y llamativas. La nostalgia la invadió por algunos momentos al no estar presente ahí, pese a todo se sintiómuy orgullosa del esfuerzo y la dedicación de sus pequeñas alumnitas. Se llenó de nerviosismo cuando Claudia, la directora del lugar le entregó un reconocimiento especial por todo el esfuerzo, la dedicación y el amor que infundía en cada una de las pequeñas, así como mencionó a Fernando, al haberse convertido en un benefactor de ellos. La chica se estremeció al escuchar su nombre, sabía que era un hombre de
Cuatro meses después. Sábado. Mientras ese hombre dormía profundo. El sonido de su móvil lo despertó. Con dificultad estiró su mano, para que dejara de sonar, ya que después de la parranda que tuvo la noche anterior lo único que deseaba era dormir. Sin embargo su teléfono no dejaba de sonar, por lo que después de ser la tercera llamada, se decidió a responder fijándose quien insistía tanto. Omar: Hola Alicia: ¡Hola! querido Omar: ¿Qué tal Alicia? Alicia: ¿Qué novedades me tienes? ¿Cómo te va con la insípida esa? Omar: Pues no muy bien, la he invitado un par de ocasiones a salir y se ha negado, trato de acercarme más de lo permitido y se aleja, esa mujercitaes un caso complicado, no es del estilo que me gusta c
Después de lo ocurrido Clarissa, no se quedó de brazos cruzados, por lo que presentó una denuncia por acoso sexual. De inmediato al saber lo sucedido en Ponce y Asociados, cesaron de sus actividades a Omar; por lo que lo suplió la licenciadaAndrea Amezcua. Una mujer de 40 años de edad, encargada de reemplazar al padre de Fernando, por lo que los siguientes tres meses fluyeron con mayor tranquilidad. Logrando que encontrara el equilibrio. Clarissa recordó el día que se presentó a recursos humanos, para notificar lo sucedido, por lo que llamaron a Omar, quien con un evidente golpe en el rostro, intentó negar lo ocurrido, pero dado que la joven, había presentado aquella acusación. Lo suspendieron, hasta nuevo aviso. La joven, respiraba con mayor tranquilidad, al haber logrado dar de ese paso y evitar exponerse, al sentir que corría peligro colaborando con un hombre así. Por un momento pasó por su mente dejar de laboral en aquella empr
Fernando regresó a su piso, en cuanto entró y observó aquel vacío que había en el interior. No es que le molestara estar solo, sino que deseaba encontrarse con una cálida sonrisa, además de aquella dulce mirada, al llegar a casa, entonces se decidió a llamar a sus amigos para indagar cómo se encontraban y de paso saber de Clarissa. Tomó su móvil y marcó a la casade Hugo, mientras timbraba el teléfono, se dirigió por un botellín de agua para apaciguar la sequedad que sentía debido al nerviosismo que lo recorrió. Su corazón palpitó agitado al escuchar que estaban respondiendo a su llamada. Lucy: Hola ¿Con quién desea hablar? Fernando: Lucy, soy Fernando ¿Cómo están? Lucy: Que gusto joven, Fernando —sonrió con emoción. — Ya no pudimos seguir hablando porque llegó la Clary y…. —recordó como la joven se negó a saludarlo, por lo que prefirió
Seis meses después. Aquella noche, el reloj marcó las 8:00 pm, Clarissa, aún estaba en la oficina, debido al cierre de fin de mes, se encontraba enviando información a su jefa, ya que ella estaba de viaje, el silencio en aquel piso era sepulcral siendo viernes, todo mundo se retiró lo antes posible. Clarissa se encontraba sentada sobre el lugar de Andrea, apagando el ordenador para retirarse, cuando el sonido de la puerta la hizo elevar su mirada, sus ojos se abrieron de par en par, al observar ingresar a Omar. —Nos volvemos a ver —pronunció ladeando los labios. La respiración de la joven se intensificó, sabiendo que estaba planeando hacerle algo, por lo que tomó su móvil, para solicitar ayuda. —Ni lo intentes. —Omar se acercó al instante y colocó su mano sobre el teléfono de la joven—. Me alegra haberte encontrado antes de que te retirarás —es
— ¡Quédate conmigo! —Fernando, suplicó con profunda agonía.— ¡Una ambulancia! —exclamó desesperado. Tomó su móvil para hacer un par de llamadas solicitando ayuda, ya que parecía que nadie lo escuchaba, estando en uno de los últimos pisos de la empresa, era entendible.Uno de los guardias de seguridad subió después de su llamado, entonces se acercó para solicitar apoyo a través de su comunicador. Luego de unos minutos el equipo de seguridad ingresó arrastrando por sus ruedas una camilla y un collarín para inmovilizarla. A continuación redujeron aquel soporte para que llegara al piso y poder trasladar a la joven. Luego de atenderla, Fernando escuchó como se sincronizaba el personal. —A mi cuenta: 1, 2…, entonces la llevaron a la camilla para levantarla y poder arrastrarla. Fernando observó con detenimiento la manera en la que se encontraba lastimada Clarissa, sintió correr una gran impotencia