Dos días después.
Luego de la insistencia de Hugo, Clarissa aceptó acompañarlo, a aquella reunión en la casa de Memo, después de llegar de trabajar en compañía de Fer, la chica, se retiró a descansar un poco para luego arreglarse e irse con el amigo de su tío, sin imaginar que también era de Fernando.
El joven sin poder evitarlo, suspiró discreto al observarla retirarse, pero no dijo nada, después de comer se quedó un rato charlando con Lucy y con Hugo, de manera amena, mientras tomaban café con galletas. Luego de pasar un buen rato los tres, se despidió para irse a duchar y arreglarse para salir a la reunión de su amigo.
Hugo sonrió divertido, cuando lo escucho despedirse, al comentarle que llegaría de madrugada, debido a que tenía una reunión con un amigo.
—Lo más seguro es que los vea hasta el desayuno, que tengan buena tarde —Fernando se despidió.
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Opino lo mismo que Lucy, que le amarren las manos a sus amiguitas. ¿Serán celos? Esperemos que pronto pueda saber lo que pasa con ella y que Fernando no quite el dedo del renglón. Saludos con cariño. Linda noche muy lluviosa, desde mi México, lindo y querido. No olvides dejar tu reseña. Gracias.
Fernando sin poder evitarlo fijo su mirada en Clarissa, quien inclinó su rostro para evitarlo. —Tomen asiento, por favor. —Memo se acercó a sus invitados. Entonces los recién llegados tomaron asiento, quedando cerca de la familia de Memo, mientras Fernando volvió con Brisa, pero ya no pudo ser el mismo, mientras observaba como sus amigos comenzaban a charlar con la familia del anfitrión. Poco a poco comenzaron a bromear Lucy, interactuó con ellos, haciendo que rieran con sus bromas, además que Hugo también sociabilizaba de manera amena, en ese instante uno de los primos se acercó a Clarissa, para conversar con ella; acaparándola por completo. Fernando desde donde se encontraba con Brisa, observó atento como aquel joven, intentaba conquistarla, presionó su puño con molestia. La joven, frunció el ceño al darse cuenta del intempestivo cambio de actitud que tuvo, giró su rostro hacia
Hugo le dirigió un breve codazo al darse cuenta que no reaccionaba, ya que Clarissa ya había llegado hasta ahí, por lo que Fernando, sacudió su cabeza para despertar de aquel estado de letargo. —Te ves hermosa… Clarissa—, logró decir, tratando de acomodar sus ideas. La joven, sonrío un poco apenada, inclinó su rostro, además que tenía sus manos sudorosas ante los nervios. —Estás preciosa, hija. La joven escuchó decir a su tío. —Hay Clarissa hasta pareces una de esas modelos de la tele. —Lucy se acercó hablando—: tu acompañante deberá estar muy pendiente de que no se te acerquen los zopilotes— frunció el ceño, divertida al observar el cambio de semblante de él. —Cuidaré de ella bien— sonrió ante su broma. Después de agradecer su cumplido se despidieron de Hugo y Lucy —¡Diviértanse mucho! —exclamó
La jovenjaló de su brazo para soltarse, cuando se dirigió hacia la puerta y poder salir; Alicia, la volvió a sujetar, esta vez del cabello, tiró de ella con fuerza, haciendo que su peinado se deshiciera un poco. —No entiendes, ‘él es mío’, tuve que casarme con el anciano de su padre, para poder estar cerca, para sentir su presencia, y se fue de la casa, cuando llegué a vivir ahí —la mujer expuso, con resentimiento. Clarissa, se sorprendió tanto, con lo que escuchó, pero a la vez sintió repugnancia hacia ella, como pudo se soltó de su agarre. —Ese no es mi asunto, arréglalo con ellos. Quién sabe si a Fernando le gustaría salir con… su nueva madrastra —lo recalcó con gran ironía, en cada una de sus palabras, entonces se encaminó hacia la puerta. —No te quiero cerca de él, o te vas a arrepentir —Alicia la amenazó, tomándola por el cabello, dando un jalón para lueg
Poco a poco transcurrió un año desde que Clarissa comenzó a trabajar para Ponce y Asociados. Las cosas marchaban por buen rumbo, se sentía mucho mejor. Seguía con las terapias, y también dando clases en la casa hogar, en donde en tres semanas sería el aniversario de los veinte años de fundación y celebrarían con una gran fiesta. Por su parte sus alumnas tendrían su primera presentación, estaba tan emocionada de que lo hicieran, lo único que le preocupaba era que no tenía mucho presupuesto para sus vestuarios. **** Después de que le entregaron su apartamento a Fernando se mudó, aunque ya no lo veía tan seguido como cuando estuvo viviendo por ahí, los visitaba con frecuencia, además, que continuaban saliendo juntos. El joven asistía a cenar por lo regular todas las noches. Un día atrás Fernando, no pudo retirarse con Clarissa, como solían hacerlo. Debido a una reunión extraordinaria que se presentó, al tener un fuerte problema en e
A la mañana siguiente. Un avión con destino a Madrid, España, despegó muy temprano. Fernando, no podía dejar de sentir un profundo vacío al pensar que no podría visitarlos, durante un buen tiempo. No habría largas charlas con ellos, así como extrañaría los deliciosos platillos que Lucy preparaba, además que le encantaba el gran sentido del humor que tenía. De la misma forma Hugo, se había vuelto en un guía muy importante, lleno de fe, siempre le encontraba el lado positivo a las situaciones. Cuando sus pensamientos se dirigieron haciaella. Recordó su dulce mirada, de inmediato aquello que despertaba Clarissa en él, lo hizo estremecerse. Suspiró profundo, sabiendo que la extrañaría como nunca. Ahora que los tenía, no deseaba dejarlos, en especial a esa dulce chica que lo hacía sentir como un adolescente. **** Carlos Ponce bebía una copa desde la comodidad de su lujosa habitaci
Semanas después. Estar sin Fernando, para Clarissa no fue nada sencillo acostumbrarse a los cambios, desde el primer día supo que lo extrañaba. Sin embargo, decidió seguir adelante. El día del evento de la casa cuna, la presentación con sus niñas fue todo un éxito, luciendo hermosos trajes de princesas, elaborados por Lucy y Clarissa, con telas completamente brillosas y llamativas. La nostalgia la invadió por algunos momentos al no estar presente ahí, pese a todo se sintiómuy orgullosa del esfuerzo y la dedicación de sus pequeñas alumnitas. Se llenó de nerviosismo cuando Claudia, la directora del lugar le entregó un reconocimiento especial por todo el esfuerzo, la dedicación y el amor que infundía en cada una de las pequeñas, así como mencionó a Fernando, al haberse convertido en un benefactor de ellos. La chica se estremeció al escuchar su nombre, sabía que era un hombre de
Cuatro meses después. Sábado. Mientras ese hombre dormía profundo. El sonido de su móvil lo despertó. Con dificultad estiró su mano, para que dejara de sonar, ya que después de la parranda que tuvo la noche anterior lo único que deseaba era dormir. Sin embargo su teléfono no dejaba de sonar, por lo que después de ser la tercera llamada, se decidió a responder fijándose quien insistía tanto. Omar: Hola Alicia: ¡Hola! querido Omar: ¿Qué tal Alicia? Alicia: ¿Qué novedades me tienes? ¿Cómo te va con la insípida esa? Omar: Pues no muy bien, la he invitado un par de ocasiones a salir y se ha negado, trato de acercarme más de lo permitido y se aleja, esa mujercitaes un caso complicado, no es del estilo que me gusta c
Después de lo ocurrido Clarissa, no se quedó de brazos cruzados, por lo que presentó una denuncia por acoso sexual. De inmediato al saber lo sucedido en Ponce y Asociados, cesaron de sus actividades a Omar; por lo que lo suplió la licenciadaAndrea Amezcua. Una mujer de 40 años de edad, encargada de reemplazar al padre de Fernando, por lo que los siguientes tres meses fluyeron con mayor tranquilidad. Logrando que encontrara el equilibrio. Clarissa recordó el día que se presentó a recursos humanos, para notificar lo sucedido, por lo que llamaron a Omar, quien con un evidente golpe en el rostro, intentó negar lo ocurrido, pero dado que la joven, había presentado aquella acusación. Lo suspendieron, hasta nuevo aviso. La joven, respiraba con mayor tranquilidad, al haber logrado dar de ese paso y evitar exponerse, al sentir que corría peligro colaborando con un hombre así. Por un momento pasó por su mente dejar de laboral en aquella empr