Capítulo 1

— Despierta —  escucho un susurro en la lejanía — Mérida despierta, ¡con carajo Mérida despierta!.

De un salto me levanto de la cama, pero el sueño y la flojeria me gana y caigo nuevamente en la cama, Shara no tarda en caerme encima haciendome conquillas, en donde reímos como retardadas mentales.

— Ya-ya — logro decir faltandome el aire — Sólo tomo una ducha y bajaré, okey.

— Apresurate entonces —  de repente mí amiga pasa a una seriedad qué sólo usa cuando algo malo pasa —  Tenemos qué hablar.

Yo asiento, espero que la pelirroja salga para comenzar a desvestirme para luego entrar estar al baño a darme una buena ducha, al hacerlo veo la foto qué está en mí mesita de noche, la tomo entre mis manos y acaricio con mis dedos el rostro de mí hermano — Te extraño mucho — digo para luego besar la imagen y volverla a poner en su lugar.

Ya desnuda entro al baño, me veo al espejo, apreciando lo cambiada qué estoy, las ojeras ya no están, el brillo en mis ojos ha vuelto, solo un poco, pero la cicatricez qué me dejo esa noche hace dos años, me ha dejado traumas que poco a poco he venido mejorando, pero hay una sola qué no superaré, Alfas.

Mí temor a los Alfas, siempre esta presente, fueron ellos los que entraron a nuestra pequeña casa, fueron ellos los qué mataron a mamá, ellos son los culpables de no saber sí Alex está muerto o no. Recuerdo que al salir de mi escondite aquella noche, no encontré el cuerpo de Alex.

Suelto un suspiro, siento mis mejillas mojarse al recordar todo eso, pero es inevitable perder las esperanzas cuándo ya han pasado dos años, y que sí el estuviera con vida, el vendría por mí.

(...)

Salgo de la habitación ya vestida y refrescada, a paso lento me adentro en la cocina dónde mí pelirroja amiga me saluda con una sonrisa — ¿Dé qué querías hablar Shara? — digo aceptando la taza de café qué me ofrece.

— Tenemos un problema Mérida — nuevamente la seriedad en su rostro me atemoriza —Nos hecharán del apartamento.

Casí me ahogo de con el café, siento como me sale café esta por la naríz por la impresión de lo qué acaba de decir mí amiga, la cuál se esta ahogando de la risa aposta mia, yo pongo cara de indignada mientras limpio mi rostro y comienzo a quitarme la blusa porque la he manchado.

— Co- ¿Cómo qué nos hecharan? — pregunto al recobrar la compostura al igual que Shara.

— Toma —  me pasa una carpeta roja, comienzo a leer dónde dice que tenemos una seman para pagar la renta de tres meses atrasados, abro los ojos como platos, sabiedo que a Shara la corrieron de su trabajo porque un asqueroso Alfa la tocaba cada vez que pasaba al lado de él, en el restaurante donde laboraba y bueno yo, la oficina donde trabajaba con unos humanos como yo, cerro por problemas con una firma muy poderosa.

— ¿Qué haremos?, debemos encontrar trabajo Shara — mí amiga asiente — De lo que sea.

— Con lo que tenemos ahorrado podemos pagar, quizás mes y medio, podría pedirle más plazo a la señora Ronda — estoy de acuerdo, sabiendo que eso significa, adios viaje a Panamá.

(...)

Me encuentro exhausta, he caminado por toda la ciudad buscando trabajo, pero nada, la gran mayoría de los lugares no están buscando personal, y a los otros ni me atreví a preguntar porque sus propietarios son Alfas, a unos cuántos metros veo la entrada de lo qué creó es una escuela infantil de baile, al llegar me siento en el primer escalón para descansar mis pies.

Suelto un suspiro pesado, veo qué delante de mí hay un pequeño parqué, en mis labios se abre paso una pequeña sonrisa, recuerdo como mamá, Alex y yo siempre íbamos a un parqué casí igual a éste, para pasarla bién, en dónde con mí hermano compartíamos por quién saltaba mas lejos de los columpios o quién escupía mas lejos, yo ganaba.

Recuerdo que mi hermano me enseñó a lograr identificarlos,humanos de hombres lobos, siendo los Alfas, los mas peligrosos y poderosos, a quiénes les tengo más miedo.

Pero con los Betas y Omegas, es diferente ellos son más amables con nosotros los humanos, tanto así que he visto betas emparejados con humano, pero pocos omegas, así como raras veces se ha escuchando de Alfas emparejados con otros Alfas.

Me remuevo un poco incómoda, pero casí al lograrlo, un extraño sonido llama mí atención, son sollozos e hipidos, me levanto al captar qué es un niño o una niña; los sollozos llevan a mí vista dar con una figura hecha bolitas cerca de los columpios, mí corazón se estruja al persar qué quizá algún Alfa pudo hacer tal cosa.

Asi qué con pasos decididos cruzo la calle, hasta estar más cerca de lo qué logro ver a una niña con cabello rubio, sollozando e hipando. Me acerco mas a la niña, ella al sentir mi presencia levanta su cabecita de entre sus piernas y me quedó sorprendida al ver qué es una hermosa niña de ojos azules.

— Princesa —  le hablo con la voz más suave qué puedo hacer — ¿Te has perdido? — pregunto.

— Papá no ha venido —dice para luego sollozar, al verla así me arrodillo ante ella para abrazarla, me sorprendo al sentir como me devuelve el gesto ocultando su pequeño rostro en mí cuello.

— Skylar.

Mi cuerpo se tensa al igual que el de la niña, al escuchar la voz de un hombre tras de nosotras, pero me paralizo al escuchar un pequeño gruñido por parte de la pequeña Skylar, el miedo se apodera de mí, al saber que ella es una loba.

Eso solo significa que un Alfa es su padre.

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