Al verlo algo se removió dentro de mí, es... como ellos, es un Alfa pero diferente a Lou o Blake, se puede notar que tiene manada, esos son los más agresivos y fuertes. Mi cuerpo se paralizó al sentirlo rozar mi hombro cuando salió con prisa de la mansión, dejando un aroma a perfume masculino y desodorante.
— Mérida — una lenta voz me saca de mis pensamientos al ver al dueño, veo qué es la señora Míriam o la señora Michi, como me pidió qué le llámase, su ronrisa amable me alivia — Que bueno que ya has llegado, sigueme te mostraré la habitación de Skylar.
Cómo me pidió, seguí a la señora Michi, mirando a todo mí alrededor la gran mansión, de colores blancos y crema las paredes, grandes ventanales y — Ohhh! por los Dioses tienen piscina — pensé al pasar cerca de uno de los ventanales y poder apreciar la gran piscina.
Comenzamos a subir una escalera en forma de caracol, a la derecha la pared esta adornada con pinturas y fotos, de lo qué parece puedo apreciar fotos de una hermosa mujer, labios rojos y una larga cabellera rubia, al llegar a la siguiente planta, ahora en la izquierda hay fotos del hombre que abrió la puerta con unos chicos muy jóvenes, me detengo y la observo mejor al parecer están en medio del bosques, todos sin camisa, pero mí atención se la lleva el hombre de hombros anchos, altos y una gran cantidad de tatuajes.
— Son betas — doy un respingo al asustarme la señora Míriam — Él Alfa Ashton los entrenaba a todos para que sean fuertes y avilés en batalla.
Las dos nos quedamos en silencio, una duda crece en mí, todo lo qué ha dicho es referido al pasado, me fijo mejor y tono qué la foto tiene bastante tiempo por el desgaste de la imagen y porque el Alfa de esos chicos sé ve más joven.
— Sé que el padre de Sky abrió la puerta, y sí intuyó lo que estas pensado o preguntando — presto atención a lo qué esta diciendo — La respuesta es sí, esa foto es vieja y creó otra foto qué muestre más integrantes de la manada no verás más.
— ¿Porqué señora Michi? — pregunto con interés.
— Primero sólo dime Míriam o Michi — me da una sonrisa antes de darme la espalda — Y segundo porqué el señor Ashton, renunció a su manada, y a su gente.
Abro los ojos como platos, nunca pensé qué eso se podría hacer siendo el Alfa de una manada, lo qué sí sabía es qué sí los Alfas de una mannada, tienen hermanos con el mismo rango de Alfas, éstos podrían salir de la manada para seguir sus sueños, como Louis o Blake, cómo el primero quiere ser doctor y el segundo quiere ser maestro de secundaria.
Cuando veo qué la señora Michi me llama voy nuevamente tras ella, juntas llegamos a una puerta de color rosa pastel, nos detenemos en frente de la puerta yo frunzo el ceño expectante.
— Otra cosa — habla con seriedad — No preguntes a Sky por su madre - al parecer mi rostro es bastante obvio al mostrar confusión — La madre de Sky murió de Leucemia. Un retorcijon aparece en mí pecho, provocando qué me haga muchas preguntas, pero la principal sería, ¿Será por su mamá qué estaba llorando en el parque?.
Entramos a la habitación, dónde en un pequeño escritorio pegado a una esquina de la lujosa y gran habitación, sé encuentra una pequeña de larga cabellera castaña.
— ¿Porqué una humana, está vez Nana? — me sorprendo al escuchar qué soy una humana y ni siquiera se a dado la vuelta.
— Es una amiga tuya Sky — anuncia la mayor a mí lado, la pequeña al darse la vuelta, me queda mirando primera con duda, pero luego cambia a una sonrisa, se levanta hasta llegar frente a mi.
— Hola soy Skylar Romanoff —se presenta al darme cordialmente la mano — ¿Y tú?.
— Bueno... mí nombre es Mérida, seré tú niñera; pero espero qué lleguemos a ser amigas — ella me sonríe con amabilidad.
Nos quedamos platicando animadamente qué ni siquiera nos dimos cuenta cuando la señora Michi salió de la habitación, según ella mí nombre es lindo pero qué debería pintarme el cabello en rojo, para parecerme a Merida de la película "Brave o Valiente", también platicamos sobre los gustos de lectura, me sorprendio cuándo me dijo qué ya había leído la trilogía de "Los Juegos del Hambre", siendo un poco sangrienta cuando los tributos llegan a tomar sus armas en la Cornucopia.
Pero en algo concordamos las dos: Odiamos a Gale.
Unas horas después luego de que comiera, la pequeña se durmió, así qué luego de dejarla en su cama la señora Michi y yo salimos intentando no hacer ruído.
— Duerme princesa — susurro al llegar al umbral de la puerta.
Qué bien qué me lleve bien con la hija del Alfa, creó qué fué buena idea aceptar el trabajo, además ¿Qué puede salir mal?, solo debo evitar al senor Romanoff.
¿No és cómo si me hubiera metido a la boca del Lobo Feroz?.
(...)
Ashton
Me siento frente a su lápida, asustado y sorprendido, preguntandome sí eso es siquiera posible una segunda mate, la Diosa Luna me estará dando otra oportunidad, pero a la vez la pregunta mas inquietante mé invade.
¿Estaré siéndole infiel a mi amada Antonella?, al pensar qué esa pelinegra es mí mate.
* — No le estamos siendo infiel Ashton — abro los ojos de la impresión al escuchar la voz de Irwin, mi lobo, mis manos tiemblan al recordar la última vez qué tuve conexión con mí lobo.
La última vez que hablamos fue tan desgarrador, tan doloroso qué hasta pensé que moriría, ese día fue cuando Antonella murió.
(...)
Derek
Reviso la dirección qué está plasmada en el papel qué me dió mi hermano con la dirección del Alpha Ashton, mí misión, hacerlo regresar a la manada cueste lo que cueste.
— Él és nuestra única salvación, de dirigirnos contra esa extraña amenaza — me recuerdo.
Quito la pistola del tanque del automóvil y lo colocó en su lugar, rodeo el auto hasta adentrarme en el y así arrancar a toda velocidad en busca de ayuda, en busca de quién siempre a sido nuestro Alfa.
— Debo encontrar al Alpha Ashton.
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ChicodelLibro
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Hoy me he despertado más temprano, tengo ganas de llegar más temprano a la mansión Romanoff, hoy deberé llevar a la escuela a Sky. Luego de ducharme visto como siempre lo he hecho, agradezco qué la señora Michi me alla dicho qué no hay necesidad de usar ropa de servicio, pero lo único qué sí me pidió fué qué no olvide usar un perfume de color transparente qué me dió.— ¿Al menos tendrás buen aroma? — sonrió al hablarle al perfume como sí me fuese a contestar. Me hecho un poco, frunzo el ceño no tiene aroma; veo de reojo el reloj y salgo sin perder mas tiempo de la habitación a la sala.— Pero que... — digo al ver a Shara comiéndose a Blake a besos tan temprano, la imagen de sus lenguas es perturbadora, ellos al escucharme se separan, Blake al parecer ap
Celos y golpes. (...)Le paso mí targeta de crédito al jóven hamano para qué se pagué lo correspondiente del combustible, le veo ir a la caja, mientras espero saco un billete de cinco dólares para dárselos de propina, cuando regresa con una sonrisa me la entrega, su sonrisa crece al darle su propina, así sin más rodeos me adentro del camaro negro, poniéndolo en marca.Hoy se cumplen cinco días desde qué Mérida trabaja para mí cómo niñera de mí hija, lo cuál me alegra porque Skylar se a encariñado de ella rápidamente, Mérida la va a dejar y traer de la escuela, le ayuda con sus tareas, salen al parque en el cuál Antonella y ella solían jugar, me alegra en verdad qué se lleven bién, hasta Míriam sé encuentra a gusto con la p
Mí cuerpo cuerpo y mi mente están en una batalla, me debato entre entrar a ese lugar y mantener así más vigilada a Mérida, o quedarme o acá en el frío de la noche mirando esa puerta, con un humano y un beta regulando la entrada a ése lugar.* — Podemos entrar — Irwin me anima a entrar — Sólo para ver qué nadie éste cerca de ella. Cierro los ojos, el pensar que ella este bailando o hablando con alguién me hace enojar, pero no puedo entrar, buscarla y vigilarla como un acosador, es no soy yo.* — Ashton éso es exactamente lo que estámos haciedo — la ironía qué usa mí lobo es cortante.Suelto un gruñido al pelear con Irwin sobre qué es muy diferente entre seguirla, observándola desde las sombras — Ohh, ya entiendo — me digo a mí mismo, es verdad la estoy acosando, pero aún así es muy diferente porque no la voy a secuestrar y comérmela, aún no. Abro los o
Toco el timbre con gran ansiedad de poder encontraron al Alfa Ashton, la espera se me hace eterna, pero al fín una niña abre la puerta, frunzo el ceño es una humana.— Disculpa niña — le hablo lo mas suave qué puedo — ¿Acá vive el señor Ashton Romanoff? — pregunto.La niña se me queda viendo por un buen raro, su rosto muestra interés en mis heridas, he peleado con seguidores de la bruja qué quiere acabar con la manada.— ¿Quién es y qué le paso? — una señora habla al aparecerse tras la niña.— Busco al señor Romanoff, me dieron está dirección — le digo obviando la otra pregunta.Suspiro pesadamente cuando me reponde qué ellos se mudaron a otra ciudad hace dos años y qué el amablemente le ofreció quedarse a vivir en esta casa, le agradezco y me doy medía vuelta, pero ella me detiene y me da una dirección diciendo qué en está dirección lo enco
— ¿Sí los zombies viene casa?,.. son Zombienvenidos.Shara y yo estallamos en carcajadas, Blake lleva ya varios minutos, haciéndonos reír con sus locuras. Él me agrada mucho, y me siento felíz por mi amiga,su mate es genial.— Tienen que saber que mi tía me quería llevar con una Psiquiatra — las dos fruncimos el ceño con interés.— ¿Porqué? — me aventuro a preguntar.— Bueno... cuando era un cachorro, quería que en navidad vendría Santos Wolf Clos a dejarme regalos, también en la Loba de los Dientes, también el Chupa Cabras, pero crei después que eso era absurdo.Nuevamente nos reímos en las locuras de Blake.— Esperen esperen — Shara intenta parar de reír — Cuándo era pequeña, escuchaba decir en un programa mexicano “Tengo todo fríamente calculado” — ella se tapa la boca con las manos dramáticamente para luego se
Cuándo papá me dijo lo que pasaba no mé podría creer, La Diosa Luna le dió otra mate, al inició me enoje porqué pensé que papá podría olvidar a mamá. — Mamá — susurro para mí misma, la extraño tanto, extraño sus besos en las noches en las qué creía ver mounstros en mí habitación, sus abrazos llenos de amor y qué me brindaban protección.Pero lo qué más extraño de ella es qué mágicamente podía hacer qué papá no fuera a la oficina a trabajar para qué fuéramos a un día de campo los tres juntos, todo eso se acabó cuándo mamá enfermó, nuestros días de campo pasaron a ser días de espera en la sala de Oncología, según recuerdo ella tenía Leucemia aguda, para ése entonces no entendía lo qué sucedía y creía qué tenía una gripa.— Mami — recuerdo qué llegué a su lado — Puedo hacerte un té para curarte.Al parecer hice algo mal, no funcionó y me culpe por no poder ayudarla.
Nos detenemos ya en nuestra forma humana, jadeantes intentando recuperar el aire, nos miramos asintiendo para dejar nuestros cuerpos al suelo para descansar, yo lo hago en dirección al sur y Blake en dirección suroeste, para así escuchar mejor sí los cazadores aún nos siguen, agradezco que estemos separados uno del otro, ya qué estamos sudados y desnudos, lo bueno es qué el frío de la noche no nos hace efecto alguno.Suspiro más calmado y relajado, con ayuda de Irwin intento hacer conexión con Sky, pero al parecer ya están muy lejos, lo cuál me alegra pero a la vez me pone angustiado porqué no estoy ni con ella ni con mí mate. - Señor Ashton - doy un sobresalto por la repentina voz de Blake.— Primero qué nada, sólo dime Ashton el qué me digas señor me hace sentir viejo, y segundo aléjate de mí — niego al escuchar una risilla burlona de su parte.— Está bien Ashton — le volteo a ver, ya qué dice mí nombre como sí estuvi
Abro un ojo para luego volverlo a cerrar, un condenado rayo de sol golpea directamente en mí rostro, suspiro profundamente para luego abrir de una vez mis ojos no pero el sol, sino por los aromas mezclados qué huelo, intento moverme pero no puedo, un brazo me rodea por los hombros así qué suavemente levanto el brazo qué identifico como el de Mérida, me levanto sentandome en la cama para luego refregarme los párpados con mis puños.Suelto un sonoro bostezo al abrir los ojos — ¡Ohh! — me tapó rápidamente, la mezcla no sólo es mí aroma con el de Mérida, sino también por la peculiar mezcla del aroma de Mérida y papá. Me levanto lentamente para admirar cómo papá rodea la cintura de Mérida.Mi corazón se acelera, enarco mí ceja,&n