Hoy me he despertado más temprano, tengo ganas de llegar más temprano a la mansión Romanoff, hoy deberé llevar a la escuela a Sky. Luego de ducharme visto como siempre lo he hecho, agradezco qué la señora Michi me alla dicho qué no hay necesidad de usar ropa de servicio, pero lo único qué sí me pidió fué qué no olvide usar un perfume de color transparente qué me dió.
— ¿Al menos tendrás buen aroma? — sonrió al hablarle al perfume como sí me fuese a contestar. Me hecho un poco, frunzo el ceño no tiene aroma; veo de reojo el reloj y salgo sin perder mas tiempo de la habitación a la sala.
— Pero que... — digo al ver a Shara comiéndose a Blake a besos tan temprano, la imagen de sus lenguas es perturbadora, ellos al escucharme se separan, Blake al parecer apenado.
— No deberían esperar a qué me valla al menos — les digo viendo la hora — Además es muy temprano para intercambiar saliva.
Escucho como ríen mientras salgo, y me encamino a la mansión, voy a pie porqué además es temprano, unos veinte minutos después logro ver la mansión. Espero luego de hablar por el apataro ése, e inmediatamente se abren el portón, me adentro pasando nuevamente por el precioso jardín, el olor es exquisito tanto asi qué me detengo para acercar mí nariz a una orquídea.
— Nuevamente acosando las flores — doy un respingo al escuchar una voz masculina, al verlo dando medía vuelta, está Louis sonriéndome grandemente haciendo qué pequeñas arruguitas aparezcan por sus ojos azules.
— Huelen rico — digo tratando qué mí ritmo cardíaco se controle — Te juro qué no pensaba arrancar ninguna.
— No te preocupes, además no es cómo sí fuese el dueño — en éso tiene razón — La verdad es qué es él señor Romanoff quién las cuida, de hecho hace poco estuvo regandolas él mismo.
Me viene el recuerdo de qué el perdió a su mate, debe seguir amandola, ya qué el mismo es quién cuida y riega este jardín, es cómo leí, qué el amor verdadero no te deja olvidar a ésa persona especial. Eso también me recuerda qué me gustaría tener una amor así con una persona especial, qué no importando el tiempo, el lugar o la muerte, me amé como la primera vez y tan intenso como el último beso.
— ¿En qué piensa? — la voz de Lou me regresa de mis pensamientos — Creí qué no me estabas escuchando, bueno no importa, te decía qué sí quieres salir conmigo a tomar un cafe.
Louis se acerca a pasos lentos a mí, mí corazón se acelera al pensar qué me está pidiendo qué salgamos como en una cita, él es un Alfa y puede qué le tenga confianza, pero eso no deja qué también un temor aparezca.
— Yo yo creo que..
— Louis — una fuerte y profunda voz me interrumpe, frunzo el ceño al ver la reacción del cuerpo tenso de Lou, asi qué veo tras el y abro los ojos al ver al señor Romanoff a tan solo unos metros, sus ojos y ceño fruncido se concenta a la mía, haciéndome sertir más pequeña de lo qué soy.
— Vé por el Camaro — Lou asiente, pero antes de irse me guiña un ojo, luego se va, dejándome sola con el señor Romanoff — Tú eres Mérida.
El se acerca a mi quedando a solo unos cuantos centímetros — Cierto — yo asiento para luego bajar mí mirada, siento cómo los nervios me carcomen al sentir su mirada en mi cuerpo.
— Mírame Mérida — con el miedo abarcando cada célula de mí cuerpo levanto lentamente mí mirada, abro los ojos como platos al ver su rostro tan cerca del mio, haciendo qué contenga la respiración y sintiendo mí corazón golpear fuerte en mí tórax.
— Mérida tú eres mi.. — me alivió cuando se aleja de mí, moviendo la cabeza repetidas veces — Disculpa, solo quería decirte qué usarás uno de los autos para llevar a Sky al colégio — yo asiento cohibida, se da la medía vuelta deteniéndose al dar dos pasos.
— Y otra cosa — habla nuevamente llamando mí atención — ya no uses el perfume qué te dío Míriam, te quita tu olor. — Y sin más se va, subiéndose a un hermoso Camaro negro, mientras Louis sube en otro auto, para así salir de la mansión.
Doy un suspiro soltando el aire contenido, qué no sabía qué lo estaba haciendo, toco mí pecho comprobando qué y poco a poco, mí ritmo cardíaco sé está controlando — Es atractivo — pienso para mí misma.
(...)
Ashton
Apreto los puños encima del escritorio, no puedo creer qué no pude decirle nada nada a Mérida, llevo mí mano derecha a mi pecho confirmando qué mí pulso aún está acelerado. Su por un momento pensé perdería el control al ver a Louis tan cerca de Mérida, y mucho más cuando no percibí su olor .
Escucho como Cyndi abre la puerta con una carpeta en sus manos, entra con miedo ya qué está claro qué olió mí enojo, — Señor aqui esta la carpeta qué le pidió a Carlo — yo sólo asiento en su dirección para qué salga de mí oficina.
Ya estando sólo abro la carpeta, en ella está todo lo qué quería saber: Mérida Elena Parks, veintidós años, estudios hasta tercero de Leyes, frunzo el ceño hay una investigación policial terminada, asi qué reviso su registro y no posee antecedentes policiales o penales; dice qué vive con una amiga, Shara, no dice el apellido.
* — ¿Porqué no me dejaste tomar el control? — pregunta Irwin.
— Sabés qué amo a Antonella — digo en un susurro.
* — Yo también — me responde — Pero no creés qué merecemos está segunda oportunidad.
— Disculpe — levanto la vista para ver entrar a Louis T — Le traigo los archivos del caso Willson — llega hasta dejar los archivos de ese importante caso.
— Bién ya puedes ir a comer Louis — le digo calmadamente, recordando qué le debo una disculpa a Cyndi.
— Señor Romanoff — nuevamente llama mí atención de la información de Mérida — Quería pedirle sí puedo salir antes porqué tendré una cita con Mérida.
* — ¿Pero qué m****a? — ruge Irwin.
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Celos y golpes. (...)Le paso mí targeta de crédito al jóven hamano para qué se pagué lo correspondiente del combustible, le veo ir a la caja, mientras espero saco un billete de cinco dólares para dárselos de propina, cuando regresa con una sonrisa me la entrega, su sonrisa crece al darle su propina, así sin más rodeos me adentro del camaro negro, poniéndolo en marca.Hoy se cumplen cinco días desde qué Mérida trabaja para mí cómo niñera de mí hija, lo cuál me alegra porque Skylar se a encariñado de ella rápidamente, Mérida la va a dejar y traer de la escuela, le ayuda con sus tareas, salen al parque en el cuál Antonella y ella solían jugar, me alegra en verdad qué se lleven bién, hasta Míriam sé encuentra a gusto con la p
Mí cuerpo cuerpo y mi mente están en una batalla, me debato entre entrar a ese lugar y mantener así más vigilada a Mérida, o quedarme o acá en el frío de la noche mirando esa puerta, con un humano y un beta regulando la entrada a ése lugar.* — Podemos entrar — Irwin me anima a entrar — Sólo para ver qué nadie éste cerca de ella. Cierro los ojos, el pensar que ella este bailando o hablando con alguién me hace enojar, pero no puedo entrar, buscarla y vigilarla como un acosador, es no soy yo.* — Ashton éso es exactamente lo que estámos haciedo — la ironía qué usa mí lobo es cortante.Suelto un gruñido al pelear con Irwin sobre qué es muy diferente entre seguirla, observándola desde las sombras — Ohh, ya entiendo — me digo a mí mismo, es verdad la estoy acosando, pero aún así es muy diferente porque no la voy a secuestrar y comérmela, aún no. Abro los o
Toco el timbre con gran ansiedad de poder encontraron al Alfa Ashton, la espera se me hace eterna, pero al fín una niña abre la puerta, frunzo el ceño es una humana.— Disculpa niña — le hablo lo mas suave qué puedo — ¿Acá vive el señor Ashton Romanoff? — pregunto.La niña se me queda viendo por un buen raro, su rosto muestra interés en mis heridas, he peleado con seguidores de la bruja qué quiere acabar con la manada.— ¿Quién es y qué le paso? — una señora habla al aparecerse tras la niña.— Busco al señor Romanoff, me dieron está dirección — le digo obviando la otra pregunta.Suspiro pesadamente cuando me reponde qué ellos se mudaron a otra ciudad hace dos años y qué el amablemente le ofreció quedarse a vivir en esta casa, le agradezco y me doy medía vuelta, pero ella me detiene y me da una dirección diciendo qué en está dirección lo enco
— ¿Sí los zombies viene casa?,.. son Zombienvenidos.Shara y yo estallamos en carcajadas, Blake lleva ya varios minutos, haciéndonos reír con sus locuras. Él me agrada mucho, y me siento felíz por mi amiga,su mate es genial.— Tienen que saber que mi tía me quería llevar con una Psiquiatra — las dos fruncimos el ceño con interés.— ¿Porqué? — me aventuro a preguntar.— Bueno... cuando era un cachorro, quería que en navidad vendría Santos Wolf Clos a dejarme regalos, también en la Loba de los Dientes, también el Chupa Cabras, pero crei después que eso era absurdo.Nuevamente nos reímos en las locuras de Blake.— Esperen esperen — Shara intenta parar de reír — Cuándo era pequeña, escuchaba decir en un programa mexicano “Tengo todo fríamente calculado” — ella se tapa la boca con las manos dramáticamente para luego se
Cuándo papá me dijo lo que pasaba no mé podría creer, La Diosa Luna le dió otra mate, al inició me enoje porqué pensé que papá podría olvidar a mamá. — Mamá — susurro para mí misma, la extraño tanto, extraño sus besos en las noches en las qué creía ver mounstros en mí habitación, sus abrazos llenos de amor y qué me brindaban protección.Pero lo qué más extraño de ella es qué mágicamente podía hacer qué papá no fuera a la oficina a trabajar para qué fuéramos a un día de campo los tres juntos, todo eso se acabó cuándo mamá enfermó, nuestros días de campo pasaron a ser días de espera en la sala de Oncología, según recuerdo ella tenía Leucemia aguda, para ése entonces no entendía lo qué sucedía y creía qué tenía una gripa.— Mami — recuerdo qué llegué a su lado — Puedo hacerte un té para curarte.Al parecer hice algo mal, no funcionó y me culpe por no poder ayudarla.
Nos detenemos ya en nuestra forma humana, jadeantes intentando recuperar el aire, nos miramos asintiendo para dejar nuestros cuerpos al suelo para descansar, yo lo hago en dirección al sur y Blake en dirección suroeste, para así escuchar mejor sí los cazadores aún nos siguen, agradezco que estemos separados uno del otro, ya qué estamos sudados y desnudos, lo bueno es qué el frío de la noche no nos hace efecto alguno.Suspiro más calmado y relajado, con ayuda de Irwin intento hacer conexión con Sky, pero al parecer ya están muy lejos, lo cuál me alegra pero a la vez me pone angustiado porqué no estoy ni con ella ni con mí mate. - Señor Ashton - doy un sobresalto por la repentina voz de Blake.— Primero qué nada, sólo dime Ashton el qué me digas señor me hace sentir viejo, y segundo aléjate de mí — niego al escuchar una risilla burlona de su parte.— Está bien Ashton — le volteo a ver, ya qué dice mí nombre como sí estuvi
Abro un ojo para luego volverlo a cerrar, un condenado rayo de sol golpea directamente en mí rostro, suspiro profundamente para luego abrir de una vez mis ojos no pero el sol, sino por los aromas mezclados qué huelo, intento moverme pero no puedo, un brazo me rodea por los hombros así qué suavemente levanto el brazo qué identifico como el de Mérida, me levanto sentandome en la cama para luego refregarme los párpados con mis puños.Suelto un sonoro bostezo al abrir los ojos — ¡Ohh! — me tapó rápidamente, la mezcla no sólo es mí aroma con el de Mérida, sino también por la peculiar mezcla del aroma de Mérida y papá. Me levanto lentamente para admirar cómo papá rodea la cintura de Mérida.Mi corazón se acelera, enarco mí ceja,&n
— ¿Dónde está Skylar? — creó que he bajado a la primera planta de un salto — ¡Porqué demonios dejaron a mí hija sín vigilancia!.Mí pecho sube y baja erráticamente, — Esto es mí culpa — pienso, no pude percibir qué mí pequeña salió de mí territorio * — No te culpes, debemos buscarla — la voz de Irwin se escucha calmada, pero sé que está con miedo.Al salir del todo de la mansión, veo qué todos los betas y Gammas están listos para rastrear el olor de Sky — Señor Joshua a despertado, él estaba con su hija. — me apesuro hasta donde Derek me guía, a unos pasos está la enfermería, cuando entramos yo siguiendo a Derek, me asusto al percibir el aroma metálico de la sangre, abro los ojos en demasía, Joshua un pequeño Omega amigo de Sky está bastante lastimado, mí corazón se oprime al verlo así, no me imagino algo así para mí pequeña.— Joshua ya esta acá el Al