Viktoria:
La mujer sentada en una silla frente a mi cama habla, habla y habla, y no comprendo qué es lo que me está diciendo. Miro a mi alrededor y me duele incluso pestañear.
Con delicadeza, toco el doloroso aumento de volumen en mi frente.
«¡Auch!»
¿Qué me sucedió?
Muerdo nerviosamente la cutícula de mi dedo pulgar.
No recuerdo qué sucedió.
Solo sé que estaba empacando mis cosas para ir con unos amigos a una fiesta de Halloween en un glaciar, pero luego abrí los ojos aquí, en este hospital. ¿ Cómo demonios llegué a Rusia?
Porque no soy tonta. No comprendo el idioma, pero sé que estoy en Rusia.
—Señora— sollozo, temiendo lo peor y aferrándome de sus manos, nerviosamente—¿Qué sucedió?¿Dónde están mis amigos?
La agente no parece comprender y mis temores se acrecentan, casa segundo es más posible que el jet en el que íbamos se accidentó y por algún extraño evento yo sobreviví.
Me recorre un escalofrío, desvio la mirada, posandooa en los cristales de la puerta y me quedo de piedra.
«Horror»
Afuera, en el pasillo, hay un desconocido.
No está solo, hay otro hombre con él y parecen envueltos en una conversación por lo bajo.
Lo miro, a través del cristal de la puerta.
Es alto. Increíblemente alto. Tan alto que pareciera adueñarse de todo el espacio que lo rodea.
Su cabellera es de color castaño claro, su complexión es tosca, musculosa y su rostro es serio y retraído.
Lo contemplo con curiosidad, sin percatarme de que me he quedado boquiabierta. Él sin bargo, se percata que lo estoy contemplar y se gira bruscamente en mi dirección, fijando sus ojos en mí.
Se me hace un nudo enorme en la garganta y de pronto no puedo respirar. Con manos temblorosas intento aplacar mis desordenados cabellos. Gruño internamente porque no hay más que yo pueda hacer por salvar mi aspecto físico. Debo parecer la novia cadáver, con lo excesivamente pálida que estoy y además, hay unos enormes moratones alrededor de mis ojos.
Él me recorre con su mirada, y no sé por qué, pero quisiera desaparecer de aquí. El peso de su mirada sobre mí es insoportable.
« ¿Quien es él y qué hace allí»
Yannek:
La chica me contempla con una expresión total de pánico que me divierte. Parece una gacela atrapada por las luces de un coche.
Ruedo los ojos. La ironía de ese pensamiento no se me escapa.
—Ve— le digo a mi abogado, este asiente y entra a la habitación, intercambiado unas rápidas palabras con la agente policial.
En instantes, esta cambia su táctica, cambiando de idioma también y comenzando a interrogar a la muchacha.
Mi hombre permanece cerca, escuchando todo para contarme luego.
Después de unos minutos de intercambio entre la agente y la chica, mi hombre regresa a mi lado.
—Tuvimos suerte, señor. Según comprendí, la muchacha es efectivamente norteamericana y huérfana.
Elevo una ceja con lentitud.
—Vino a Rusia de vacaciones, aunque realmente con la intención de conseguir trabajo y comenzar una nueva vida, permaneciendo en el territorio ruso, pero...
—Me atravecé en su camino — susurro, esbozando una sonrisa por primera vez desde que murió Myla.
Ella no me quita los ojos de encima. Es evidente que se siente curiosa por mi presencia. Imagino que en otras circunstancias, ella sería algo bonita, pero justo ahora parece un espantapájaros al que le pasaron por encima con un todoterreno.
Comprimo el mentón.
Farfullo un par de palabras en los oídos en mi hombre y me giro sobre mis talones.
« Estoy demasiado ocupado planeando quitarle el control del mundo a los Ivanov. No puedo entretenerme y dejarme desviar de mis propósitos por un accidente.»
No soy idiota.
Viktoria:
Lo veo marcharse y arrugo el entrecejo.
« ¿ A dónde demonios va? »
— Mi defendido está dispuesto a pagar una indemnización por los daños causados a la joven— anuncia el hombre que había salido y estaba conversando con «él» hace apenas unos instantes— pero comprenda agente, que el señor Volka es un hombre de negocios muy importante. Ya que no van a levantar cargos contra él porque las cámaras de tráfico evidenciaron que la joven prácticamente se lanzó sobre el parabrisas del coche, mi defendido desea concluir este asunto con rapidez ya que necesita regresar a Bulgaria con urgencia por cuestión de negocios.
Sus palabras causan que se me claven escalofríos en la piel.
"...necesita regresar a Bulgaria con urgencia."
«Yo también. Nada de esto tiene el menor sentido.¿Qué demonios hago aquí en Rusia bajo una de mis cinco identidades de emergencia cuando lo último que recuerdo es que me alistaba para ir con mis amigos a una fiesta hace pocos días atrás»
Melanie Saxs, hago una mueca. Siempre odié ese nombre por alguna extraña razón.
—Mi defendido además desea abandonar Rusia con la conciencia tranquila y seguro de que este incidente no le traerá repercuciknes negativas en el futuro. Espora ello que desea llegar a un acuerdo con la joven y saber si ella estaría satisfecha con una indemnización de medio millón de dólares.— finaliza, en un inglés tan tosco que casi no lo comprendo.
Se me acelera el corazón.
« ¡Joder! ¿Medio millón? ¡Con ese dinero podría comprar mi independencia!»
Sí, podría finalmente salirme de debajo del pulgar de mi padre y de la sombre de Velkan, pero...
Acaricio mi cuello con mis dedos.
Hay algo de todo esto que simplemente no está bien. Lo sé. Puedo sentirlo. Estoy incómoda, inquieta.
Contemplo al abogado y pondero la mejor manera de lidiar con esta situación. No puedo hablarle directamente en búlgaro porque sería sospechoso yrnos aún puedo preguntar por el paradero de mis padres porque si estoy aquí es que porque mis padres activaron el protocolo de seguridad para mantenerme oculta.
Pero, ¿qué hago?
Está incertidumbre me está matando. El no saber que sucedió me ha puesto nerviosa.
Bien podría quedarme en Rusia e intentar averiguar qué sucedió con mis padres desde aquí, pero hay un pequeño problema.
Ya chequé, y dentro de mi bolso no hay ni el menor indicio de dónde está la casa segura y dudo que que si algo realmente le ha pasado a mis padres quien quiera que maneje nuestra seguridad ahora se ponga a buscarme, porque poner anuncios con mi imagen en cualquier lado sería contraproducente.
"...necesita regresar a Bulgaria con urgencia."
Las palabras del abogado resuenan en mi mente.
Se ha generado un silencio extraño, y cuando elevo la mirada,veo que la agente encargada de mi caso y el abogado están esperando por mi respuesta.
— Sepa que usted puede contratar a un abogado si desea ...— ofrece el abogado, pero lo corto.
—No. Eso solo sería demorar más las cosas.
Y me odio, porque aceptar ese dinero por desgracia no es realmente lo único que quiero, pero en la vida hay prioridades.
— Es evidente que el señor...— miro al abogado y este comprende.
—Volka.
—Volka— repito— es un hombre honorable y serio. Otro en su lugar me habría abandonado en la carretera y me había dejado morir allí. Sin embargo, medio millón de dólares solo seis un pago temporal. Si su defendido realmente desea retribuirme por las secuelas que ha dejado el accidente, yo estaría perfectamente contenta con que me consiguiera además un trabajo.
—Exige usted demasiado, señorita. Sin embargo, debe saber que ser empleada de senor Yannek no será pan comido.
—Lo imagino.
—Y además, si usted es contratada por él deberá salir de Rusia e irse a Bulgaria. Todos los negocios de mi representado están allá.
Evito sonreír.
« Cuento con eso»
—Sí, eso pensé — respondo.
—De acuerdo. Consultaré con él y le daré respuesta más tarde.
Stefan: Es como si se la hubiera tragado la tierra. ¡Maldición! Por más que intento encontrar a mi víctima, la chiquilla de ojos azules no aparece. No quiero aceptar mi derrota, porque de acerlo, tendría que explicarle a Yannek que fracasé porque me desconcentré a causa de un coño. Ha pasado un mes y medio desde lo del glaciar, mi tío fue de Rusia a España y la jodida puta no aparece. Mi tío no me ha contado todos los detalles, pero sé que está jugando un juego peligroso. Ponerse abiertamente en contra de los Ivanov es convertirse en una diana ambulante. Hace dos días un soplón me vendió una información que espero me aporte frutos. Según el informante, Viktoria Gregorevna se encuentra en una casa segura, oculta. Al parecer, el general Gregor Vladimir, su padre, antes de morir ideó estrategias y creyó que podría mantenerla a salvo. Esta vez, me encargaré solo de este asunto. Salman está ocupado con lo que sea que está haciendo mi tío en los laboratorios. Sin gente que joda
Viktoria: Aunque creí que el empresario respondería redondamente que no a mi petición de empleo, gracias a dios mis tretas han surtido efecto.y mis esfuerzos han sido recompensados. —Sus obligaciones incluyen cuidar a las tres hijas del señor Volka, ayudarlas con sus tareas mantenerlas ocupadas en la tarde— me anuncia el abogado, vía telefónica — tenga en cuenta, que deberá encargarse de ellas solo por los próximos nueves meses que durará el actual curso escolar. Tiempo tras lo cual, serán enviadas a un internado. « Pobres criaturas » Mientras crecía, mis padres también me enviaron a internados y sé de primera mano lo que les espera. —En cuanto usted llegue aquí a Bulgaria, firmaremos el contrato para su empleo.— continúa él, yo me limito a asentir.—Es importante, que usted mantenga una conductora y actitud decorosa todo el tiempo en que trabajará para mi cliente. El señor Volka es viudo, perdió a su esposa en un trágico accidente hace muy poco y además su sobrino convive con él,
Yannek:Su llanto me despertó.A decir verdad no debí dormir mucho porque ni bien había puesto la cabeza sobre la almohada, la escuché llorar. Al principio creí que se trataba de una de las niñas, pero cuando salí al pasillo supe que el llanto provenía de otra habitación.Tomé el pomo en mi mano e intenté abrir, eso solo me ayudó a percatarme de que la puerta estaba cerrada con llave.Arrugué el entrecejo.« Es llanto de mujer, y está en una habitación de huéspedes. Solo puede ser la niñera nueva»Con calma, entré a la habitación de las niñas y busqué en la oscuridad un pequeño broche de c cabello gasta que lo encontré.Regresé al pasillo, introduje el broche en la cerradura y forcejié hasta que la puerta cedió.—¿Está usted bien, señorita?— interrogué, mientras entraba y una ráfaga de aroma dulce y cuerpo tibio se me vino encima, temblando y sollozando.—Él quiere asesinarme— lloriqueó en inglés, intentando empujarme fuera de su camino en un vano intento por escapar. Ahora bien, sé
Yannek: Kyla da un fuerte puñetazo sobre la mesa y acto seguido se pone en pie, bruscamente.—¡No lo permitiré!— chilla histérica — ¡no permitiré que esa perra sarnosa que has recogido de la calle ocupe el lugar de ni hermana!Comprimo el mentón, y con lentitud unto de mantequilla la tostada que tengo justo delante.—Calma tus exabruptos, Kyla. No estoy poniendo a nadie en el lugar de tu hermana.—¡Mientes!— explota, senalándome con un dedo, tiembla de manera tal que parece una desquiciada — llevas años deseando meter a otra mujer en esta casa, Yannek. No me creo ni una palabra de lo que nos contado con respecto a esa forastera.¡Y quiero que saques a esa zorra de aquí inmediatamente!Chasqueo la lengua, reclinándome en mi silla y dejando de lado la tostada. Este escándalo me ha quitado el apetito.—Escúchame, si no te gustan los empleados que contrato es tu problema. Y además, nadie te pide que permanezcss en esta casa Kyla. Dices que llevo años queriendoeter una mujer en esta casa
Viktoria: El silencio de la noche es absoluto excepto por algún que otro quejido de dolor de cualquiera de los prisioneros. El castigo de dejarme sin comida creo que ha llegado demasiado lejos porque no parece una simple tortura, sino más un bien un medio para matarme. Llevo cuatro días sin probar alimentos. «¿Y si me muero de hambre?» Me abrazo a mi misma « No me quiero morir sin haber descubierto qué pasó con mis padres, y con mi hermano» Despierto de medio lado,cubierta por el viejo colchón que a duras penas me mantuvo caliente durante la noche. Me quedo en silencio y con la mirada fija en la pared. Noto que la noche ya pasó otra vez y con él se que me traerá más angustia. El sonido de la reja hace que me tense, y una persona entra a la celda, esta se acuclilla a mi espalda y pone syscdedis en mi yugular, como si deseara saber si estoy viva o no. — Es una verdadera pena— escucho su suspiro, cargado de ironía y el movimiento de su cuerpo, porque termina por acomodarse a mi
Yannek: Vuelvo a darle otra calada a mi habano. Mis hombres agarraron a la chica y la mantienen custodiada nuevamente en el calabozo. Estefan está también encerrado, pero en su habitación, esperando a que pasen los efectos de la droga que se metió. Eso es lo único que no me gusta de mi sobrino. Nosotros los Volka siempre vendimos la droga, nunca fuimos quienes la consumíamos. —Voy a intercambiar unas palabras con la prisionera—comunico, mentalizándome a interrogarla y no a matarla yo mismo de una vez. Salman me acompaña durante parte del camino. Ciertos asuntos me habían mantenido en los laboratorios por más tiempo del debido y ahora todo en casa es un horrible caos. Está vez, Kyla es prudente y se queda. Yo me dirijo hacia afuera, por sobre la nieve y en dirección al calabozo. Recorro el trayecto en silencio, dejando a Salman en la entrada para que le dé órdenes a los guardias. Abren las puertas y mis oídos captan el jadeo de dolor que acaba de liberar la prisionera
Yannek: Permanezco encerrado en mi despacho hasta tarde y luego, en la madrugada me voy al segundo piso, a encerrarme a mi alcoba. La tarde, la noche y la jodida madrugada han sido un infierno. Recordar ees culo redondo y enrojecido por mi azote vuelve a formar un bulto en mi pantalón, «¡Maldita hija de puta!». Me quito la ropa, de pronto me siento claustrofóbico, y lleno mi vaso de whisky, «Tengo 45 años y ella es una putita que ni siquiera ha cumplido los veinte tres» «¿Qué es lo que me molesta?» El no saberlo con certeza me agita, enfurezco dejando el licor de lado. Me voy a la ducha y apoyo las manos en la pared, «Es solo un interés pasajero». Pensar en que no sabemos con exactitud dónde está el cabron de Velkan me eleva la cólera. Inhalo una bocanada de aire cuando la imagen de su hermana semidesnuda e indefensa me invade la mente, y al salir después del duchazo frío vuelvo a tomar el vaso, lidiando con las ganas de saber qué tan rojo puedo ponerle el culo con una zurr
Yannek: De la ensalada pasa rápidamente a pellizcar el pollo. Repite la acción comiendo pequeños pedazos y trata de acomodar el resto encima para que no se note, cosa que me causa gracia y suelto la baranda, yendo en busca de la escalera sin perder de vista su travesura. El sonido de mis pasos hacen que se voltee asustada con los labios abiertos , y pegándose al escritorio. Cómo queriendo fundirse con la madera con tal de escapar. —Lo siento señor —susurra avergonzada—. Disculpe... Yo traeré otra comida para usted. Trata de huir y me muevo impidiéndole el paso, es casi tan alta como yo, y eso en vez de intimidarme me prende aún más. Mi sombra la cubre y vuelve a dar otro paso atrás, pero atrapo su muñeca dejando claro que no debe moverse. Mi verga se endurece al observar que se le sonroja toda la cara, sus ojos son tan vilmente hipnóticos y hechiceros que se me olvida que es una cría y vuelvo a tirar de nuevo obligándola a dar un respingo. —En verdad lamento haber probado su c