#6:

Viktoria:

La mujer sentada en una silla frente a mi cama habla, habla y habla, y no comprendo qué es lo que me está diciendo. Miro a mi alrededor y me duele incluso pestañear.

Con delicadeza, toco el doloroso aumento de volumen en mi frente. 

«¡Auch!»

¿Qué me sucedió?

Muerdo nerviosamente la cutícula de  mi dedo pulgar.

No recuerdo qué sucedió.

Solo sé que estaba empacando mis cosas para ir con unos amigos a una fiesta de Halloween en un glaciar, pero luego abrí los ojos aquí, en este hospital. ¿ Cómo demonios llegué a Rusia?

Porque no soy tonta. No comprendo el idioma, pero sé que estoy en Rusia.

—Señora— sollozo, temiendo lo peor y aferrándome de sus manos, nerviosamente—¿Qué sucedió?¿Dónde están mis amigos?

La agente no parece comprender y mis temores se acrecentan, casa segundo es más posible que el jet en el que íbamos se accidentó y por algún extraño evento yo sobreviví. 

Me recorre un escalofrío, desvio la mirada, posandooa en los cristales de la puerta  y me quedo de piedra.

«Horror»

Afuera, en el pasillo, hay un desconocido.

No está solo, hay otro hombre con él y parecen envueltos en una conversación por lo bajo.

Lo miro, a través del cristal de la puerta.

 Es alto. Increíblemente alto. Tan alto que pareciera adueñarse de todo el espacio que lo rodea. 

Su cabellera es de color castaño claro, su complexión es tosca, musculosa y su rostro es serio y retraído.

Lo contemplo con curiosidad, sin percatarme de que me he quedado boquiabierta. Él sin bargo, se percata que lo estoy contemplar y se gira bruscamente en mi dirección, fijando sus ojos en mí.

Se me hace un nudo enorme en la garganta y de pronto no puedo respirar. Con manos temblorosas intento aplacar mis desordenados cabellos. Gruño internamente porque no hay más que yo pueda hacer por salvar mi aspecto físico. Debo parecer la novia cadáver, con lo excesivamente pálida que estoy y además, hay unos enormes moratones alrededor de mis ojos. 

Él me recorre con su mirada, y no sé por qué, pero quisiera desaparecer de aquí. El peso de su mirada sobre mí es insoportable.

« ¿Quien es él y qué hace allí»

Yannek:

La chica me contempla con una expresión total de pánico que me divierte. Parece una gacela atrapada por las luces de un coche.

Ruedo los ojos. La ironía de ese pensamiento no se me escapa. 

—Ve— le digo a mi abogado, este asiente y entra a la habitación, intercambiado unas rápidas palabras con la agente policial.

En instantes, esta cambia su táctica, cambiando de idioma también y comenzando a interrogar a la muchacha. 

Mi hombre permanece cerca, escuchando todo para contarme luego. 

Después de unos minutos de intercambio entre la agente y la chica, mi hombre regresa a mi lado.

—Tuvimos suerte, señor. Según comprendí, la muchacha es efectivamente norteamericana y huérfana. 

Elevo una ceja con lentitud.

—Vino a Rusia de vacaciones, aunque realmente con la intención de conseguir trabajo y comenzar una nueva vida, permaneciendo en el territorio ruso, pero...

—Me atravecé en su camino — susurro, esbozando una sonrisa por primera vez desde  que murió Myla.

Ella no me quita los ojos de encima. Es evidente que se siente curiosa por mi presencia. Imagino que en otras circunstancias, ella sería algo bonita, pero justo ahora parece un espantapájaros al que le pasaron por encima con un todoterreno.

Comprimo el mentón.

Farfullo un par de palabras en los oídos en mi hombre y me giro sobre mis talones.

« Estoy demasiado ocupado planeando quitarle el control del mundo a los Ivanov. No puedo entretenerme y dejarme desviar de mis propósitos por un accidente.»

No soy idiota. 

Viktoria:

Lo veo marcharse y arrugo el entrecejo.

« ¿ A dónde demonios va? »

— Mi defendido está dispuesto a pagar una indemnización por los daños causados a la joven— anuncia el hombre que había salido y estaba conversando con «él» hace apenas unos instantes— pero comprenda agente, que el señor Volka  es un hombre de negocios muy importante. Ya que no van a levantar cargos contra él porque las cámaras de tráfico evidenciaron que la joven prácticamente se lanzó sobre el parabrisas del coche, mi defendido desea concluir este asunto con rapidez ya que necesita regresar a Bulgaria con urgencia por cuestión de negocios.

Sus palabras causan que se me claven escalofríos en la piel.

"...necesita regresar a Bulgaria con urgencia."

«Yo también. Nada de esto tiene  el menor sentido.¿Qué demonios hago aquí en Rusia bajo una de mis cinco identidades de emergencia cuando lo último que recuerdo es que me alistaba para ir con mis amigos a una fiesta  hace pocos días atrás»

Melanie Saxs, hago una mueca. Siempre odié ese nombre por alguna extraña razón. 

—Mi defendido además desea abandonar Rusia con la conciencia tranquila y seguro de que este incidente no le traerá repercuciknes negativas en el futuro. Espora ello que desea llegar a un acuerdo con la  joven y saber si ella estaría satisfecha con  una indemnización de medio millón de dólares.— finaliza, en un inglés tan tosco que casi no lo comprendo. 

Se me acelera el corazón.

« ¡Joder! ¿Medio millón? ¡Con ese dinero podría comprar mi independencia!»

Sí, podría finalmente salirme de debajo del pulgar de mi padre y de la sombre de Velkan, pero...

Acaricio mi cuello con mis dedos.

Hay algo de todo esto que simplemente no está bien. Lo sé. Puedo sentirlo. Estoy incómoda, inquieta. 

Contemplo al abogado y pondero la mejor manera de lidiar con esta situación. No puedo hablarle directamente en búlgaro porque sería sospechoso yrnos aún puedo preguntar por el paradero de mis padres porque si estoy aquí es que porque mis padres activaron el protocolo de seguridad para mantenerme oculta.

Pero, ¿qué hago?

Está incertidumbre me está matando. El no saber que sucedió me ha puesto nerviosa. 

Bien podría quedarme en Rusia e intentar averiguar qué sucedió con mis padres desde aquí, pero hay un pequeño problema.

Ya chequé, y dentro de mi bolso no hay ni el menor indicio de dónde está la casa segura y dudo que que si algo realmente le ha pasado a mis padres quien quiera que maneje nuestra seguridad ahora se ponga a buscarme, porque poner anuncios con mi imagen en cualquier lado sería contraproducente.

"...necesita regresar a Bulgaria con urgencia."

Las palabras del abogado resuenan en mi mente.

Se ha generado un silencio extraño, y cuando elevo la mirada,veo que la agente encargada de mi caso y el abogado están esperando por mi respuesta. 

— Sepa que usted puede contratar a un abogado si desea ...— ofrece el abogado, pero lo corto. 

—No. Eso solo sería demorar más las cosas. 

Y me odio, porque aceptar ese dinero por desgracia no es realmente lo único que quiero, pero en la vida hay prioridades.

— Es evidente que el señor...— miro al abogado y este comprende.

—Volka.

—Volka— repito— es un hombre honorable y serio. Otro en su lugar me habría abandonado en la carretera y me había dejado morir allí. Sin embargo, medio millón de dólares solo seis un pago temporal. Si su defendido realmente desea retribuirme por las secuelas que ha dejado el accidente, yo estaría perfectamente contenta con que me consiguiera además un trabajo. 

—Exige usted demasiado, señorita. Sin embargo, debe saber que ser empleada de senor Yannek no será pan comido.

—Lo imagino.

—Y además, si usted es contratada por él deberá salir de Rusia e irse a Bulgaria. Todos los negocios de mi representado están allá.

Evito sonreír.

« Cuento con eso»

—Sí, eso pensé — respondo.

—De acuerdo. Consultaré con él y le daré respuesta más tarde. 

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