—Yo, Colín, alfa de la manda de La nueva Luna... te rechazo a ti Aurore como mi luna.
Un grito desgarrador se escucha por todo el lugar.
—Yo, Aurore... acepto tu rechazo...— El resto de palabras es inaudible. La voz de la mujer es de completa aflicción.
Otro grito desgarrador se escucha, pero este es mucho más claro y fuerte. Resoplo enojada y frustrada, no es la primera vez que escucho ese grito en el día. Salgo de mi habitación, camino hacia la sala y veo a mi hermana mayor tirada en el sillón, pataleando como una niña pequeña y gritando furiosa.
¿Quién como mi hermana? Ella no tiene clases hasta nuevo aviso, en cambio yo... no tendré vacaciones hasta navidad, lo peor es que debido a un incidente que tuve, me atrase medio año y ahora tengo que presentar extraordinarios para poder pasar el año.
—¡¿Cómo puedes rechazarla?! ¡Ella es tu Luna y está destinada a estar contigo! — Grita con todas sus fuerzas sin dejar de patalear, abraza con fuerza el cojín peludo que tiene ahí alado.
—¿Puedes dejar de gritar? No me dejas concentrarme en mis estudios, mañana tengo un examen de algebra y de verdad necesito concentrarme.
Le reprocho a mi hermana, pongo mis manos sobre mis caderas y espero a que me voltee a ver, pero ella simplemente se la pasa gritando como una desquiciada.
—¿¡No oyes que la rechazó como su Luna?! ¡El estúpido alfa está ciego! La zorra esa con la que se acostó sólo quiere tener un puesto privilegiado, no sería una buena compañera y lo peor es que parece que está embarazada de otro, sólo espero que no sea del Beta, eso ya sería mucho descaro por parte de la mujerzuela esa.
—No me interesa tu estúpida novela, sólo quiero que dejes de gritar para que pueda estudiar tranquilamente... ¿Puedes cerrar la boca? Por favor, sé que te vale un comino mis estudios o lo que haga, pero no a mí... quedate callada por este día ya que mañana me regreso al campus.
Ella tira el cojín a un lado, se sienta en el sillón y frunce el ceño, me dedica una mueca de desagrado, vuelve a tomar el cojín entre sus manos y me la tira a la cara mientras refunfuña.
—Tienes razón, no me importa si tienes que estudiar, estoy viendo mi serie y estoy de vacaciones... bueno no realmente, pero es como si lo estuviera, quiero relajarme y ver mi serie tranquilamente, llevo demasiado estrés en la universidad ¿No te basta con que estemos en el mismo instituto? Menos mal que estas en el área de prepa todavía.
Resoplo con fuerza y levanto el cojín del suelo, la aprieto contra mi pecho y hundo levemente mi barbilla en ella.
—Me alegra saber que a mi hermana mayor no le importa mi vida y tienes mucha suerte de que Darren no esté aquí, si no te pondría en tu lugar y así como a ti no te importa mi vida a mí no me importa tu estúpida novela, necesito aprobar mi examen sino voy a reprobar la materia.
Ella se ríe a carcajadas y se vuelve a tirar sobre el sofá, sus manos se ponen sobre su estómago y no para de reír con fuerza, toma grandes bocanadas de aire y se ríe más fuerte, al punto que se vuelve incómoda la situación. Pongo los ojos en blanco y me doy media vuelta, antes de regresar a mi cuarto la miro por encima de mi hombro.
—Oye ¿Ya hiciste lo que te pidió mamá? Recuerda que te dijo que saques la carne del congelador.
Mi hermana se deja de reír y se levanta rápido del sofá, corre hacia la cocina y escucho como rebusca en el congelador, ahora soy yo la que se ríe de ella para luego volver a mi cuarto. Tiro el cojín a mi cama y me tumbo sobre mi silla, vuelvo a ponerme los audífonos y regreso mi vista al libro de algebra.
Pasado un rato mi mejor amiga Karla me envía un mensaje preguntándome como he estado y si me encuentro lista para volver a clases, le he contado que justamente mi madre me ha preguntado lo mismo hoy en la mañana, también me dijo que prefería que me quedara en casa en vez de ir al campus, así no quedaría preñada. Karla no paró de reírse cuando le conté eso.
Luego de un rato dejo mi conversación con ella para seguir estudiando, tengo que pasar con una nota bastante alta algebra. Paso la vista por las páginas de mi libro, aburrida y triste, todavía no supero del todo mi ruptura con Rowan y mi intento de suicidio lo demuestra.
Mi madre me ha dicho que los kitsune no son muy susceptibles a ese tipo de emociones negativas, pero en mi caso es todo lo contrario, me ha afectado mucho, en especial porque le he visto acostarse con la novia de un amigo mío... mejor dicho EX mejor amigo. En estos momentos me gustaría mucho desaparecer de la faz de la tierra y no volver.
Perdida en mis pensamientos, puedo escuchar a la distancia como la puerta principal de la casa se abre, el saludo de mi madre llega hasta mis oídos seguido de un regaño, parece ser que ha pillado a mi hermana, me alegro.
Varias horas después me mandan a llamar a cenar, padre ha vuelto del trabajo. Resignada me levanto de mi silla y camino hacia el comedor, a la distancia escucho como mi hermana no para de quejarse de lo sucedido en su estúpida novela. Mi padre al ser un hijo de la luna, no encuentra sentido a lo que escucha y mi madre menos.
—Cariño, es una novela... — Responde mi padre un poco confundido.
—¡Ya se! — Exclama ella con algo de enojo. —¡Pero eso no quita que sea tonto que la haya dejado por otra!
Pongo los ojos en blanco al ver que sigue necia. Tomo asiento en mi lugar habitual, después de saludar a mi padre, me desplomo en mi asiento y miro sin mucho interés mi plato de comida; debería disimular un poco más mi tristeza, pero es difícil.
Durante la cena escucho a mi hermana preguntar algunas cosas sobre los hombres lobos; durante mucho tiempo mi familia ha tenido que huir y esconderse en pequeños pueblos como Glassther, ya que la relación entre especies no es aceptada, gracias a Gaia no me tocó huir por mucho tiempo.
—Cielo, tu sabes que las relaciones entre los hijos de Gaia es mucho más complicado que... un simple rechazo.
—Si papá, lo sé.
En lo personal, no soporto tener que hablar de esto, preferiría mil veces perder mi lado como cambia formas que seguir viviendo con esto, en especial porque no logro controlar bien mi transformación. Resoplo con fuerza y termino de comer lo más rápido posible, estoy harta de escuchar todas estas estupideces.—¿Sucede algo cielo?La voz de mi madre me saca de mi trance, levanto la mirada hacia ella con el ceño un poco fruncido; mi familia se siente orgullosa de ser hijos de Gaia y de poder ver el mundo con otros ojos, a diferencia de los humanos, que no son capaces de convivir con los espíritus de la naturaleza.—No mamá, iré a terminar de estudiar, buenas noches.Me levanto de mi lugar y me paso a retirar, en estos momentos me hace falta ver a mi hermano mayor Darren; al haber nacido como hijo de la luna, mi hermano ha tenido que presentar su servicio ante un jefe de aldea, para demostrar su lealtad ante la manada, lo bueno es que dentro de poco va a regresar.Muy entrada la noche todo
Por la discusión que tuve con mi madre, me dio insomnio, así que decidí leer un rato más hasta que el cansancio me gano, ahora estoy pagando las consecuencias de mi desvelada. Con toda la flojera del mundo tomo mis maletas y camino con "entusiasmo" a la puerta principal, mis padres se ven muy, pero que muy emocionados por llevarme al campus, están que desbordan de alegría.En el camino, estamos hablando sobre nuestros futuros planes para navidad, que todavía faltan unos dos meses y lo que queda más cerca es Halloween; a mi madre casi no le gusta celebrar esas fiestas, pero a nosotros tres nos encanta, normalmente esta festividad la paso con mi familia, pero este año quiero pasarla con mi amiga Karla, sólo espero que no me diga que se quiere disfrazar como el año pasado, que fue horrible porque mi madre eligió los disfraces.Pasado una hora y media hora llegamos al campus, mi papá se baja del carro al igual que mi mamá, abro la puerta del coche y con mucha dificultad me bajo de él por t
El resto de compañeros entran al auditorio y van tomando asiento, quedan muchos lugares vacíos, pero aun así parece que hay bastante gente. Al poco rato entra el profesor, pone su maletín sobre el escritorio y saca varias hojas, nos mira de reojo y al verme me hace una señal con la mano para que me acerque.Esto hace que todos me volteen a ver, trago saliva con dificultad y sentir todas esas miradas puestas sobre mí me ponen bastante nerviosa y ansiosa. Me levanto de mi lugar y camino hacia el profesor.—Donna, es bueno verte de regreso y de que te encuentres bien.—Gracias profesor, también me alegro volver.Me entrega un examen de cuatro hojas, tiene ejercicios en ambas partes de la cara de la hoja, abro los ojos de par en par mientras reviso el examen; ¡Por Gaia! Es demasiado, espero poder terminarlo a tiempo, menos mal que tenemos tres clases seguidas de algebra. Un pequeño suspiro se me escapa de forma inconsciente.—Ve a los asientos de atrás y cuando termines puedes volver a tu
Sus amigos han detenido su paso al ver que él se ha quedado atrás, esto hace que mi miedo empeore, al punto que la cabeza me da vueltas, espero no desmayarme en cualquier momento. Al no notar ninguna chispa de mentira me suelta y me dedica una mirada de satisfacción, sin decir nada más caminan hacia sus lugares, para mi mala suerte, toman asiento justo detrás de nosotras, para suerte de Karla los nuevos se han sentado cerca.Regreso la vista al profesor que no ha dejado de temblar, puedo ver que ya ni está revisando a conciencia mi examen, simplemente pasa la vista rápidamente y con nerviosismo. Cuando termina de “revisarlo” me califica con un diez y me lo entrega.—Felicidades, pasaste con diez el modulo anterior, recuerda no aflojar el paso.Niego con la cabeza fervientemente y regreso a mi lugar sin levantar la vista del piso, apenas me desplomo en mi asiento, mi amiga me toma del brazo y me dedica un baile de cejas bastante divertido. Abro la boca para decirle que debe tener cuida
—Tranquila… que estamos frente a medio campus, pero si quieres… podemos vernos a solas en otro lugar— Dice entre pequeñas risas.Nuestro pequeño alboroto llama la atención de mi amiga. Ella al ver mi rostro rojo me pregunta si estoy bien, yo de forma nerviosa le contesto que sí y por alguna extraña razón asiento con la cabeza de forma enérgica, una vez que su curiosidad se ha calmado, volteo a ver a Reese con un pequeño puchero dibujado sobre mi rostro, él me dedica una sonrisa triunfadora y galante para luego entregarme mis pastillas; en estos momentos me pregunto si valió la pena pasar por esta bochornosa situación para recuperarlas.Salimos del edificio y mi amiga me pregunta por mi hermano, Darren. Le cuento de forma breve lo que hablé con él y en medio de nuestra conversación, ella suelta un fuerte chillido ya que se ha acordado de algo, me toma del brazo y se cuelga de mí, haciendo que mi cuerpo se vaya para la izquierda.—Ahh si… se me olvidaba, recuerda que tenemos una fiesta
—Sabes Donna… no pensé que fueras a regresar a la escuela, si yo fuera tu… no lo haría, estaría realmente avergonzada por lo sucedido.Bianca, me mira por encima de su hombro y me dedica una sonrisa sarcástica, decido ignorar sus absurdas provocaciones; menos mal que mi lado Gaia no está muy arraigada a mí, de lo contrario ya le hubiera lanzado un hechizo. Karla está por responderle, pero yo la detengo diciendo que no vale la pena, en especial porque la maestra podría pensar que nosotras estamos causando alboroto.Ella refunfuña y sigue con lo suyo. Al ver que no pienso ceder ante sus provocaciones, Bianca empieza a actuar de forma desesperada, como si estuviera arremedando todo lo que hice hace un tiempo atrás, sus amigas le siguen el juego y empiezan a burlarse también de mí. La maestra al ver esto, las reprende de forma severa y le baja tres puntos a cada una.Ellas se enojan conmigo y me dedican miradas de odio; como si yo tuviera la culpa de que sean estúpidas y cabezas huecas… ¿
—Gracias estúpida, no sabía cuánto más iba a tardar la fila, menos mal que nos ocupaste lugares. —Disculpa— Interviene Gabriel. —Nosotros llevamos rato haciendo fila, así que ponte al final de la cola como todos los demás. Ella se gira hacia nosotros, molesta y frunciendo el ceño completamente ofendida; viéndola desde esta perspectiva me recuerda mucho a una rata de esas que no tienen pelo en el cuerpo, a ella le sienta fatal fruncir el ceño. —Mira, te lo perdono porque eres nuevo y te lo voy a explicar— Se planta frente al chico de un metro ochenta. —Me importa un carajo sus necesidades, yo soy la que está por encima de toda esta prole mugrienta y si te digo que te hagas a un lado, lo haces, sin rechistar, ya sea que lleves horas esperando, no me importa… tú haces lo que te digo y se acabó. Pone sus manos sobre sus caderas y toma una pose de diva, luego con su mano derecha hace para atrás su melena dorada; recuerdo que una vez me dijo Karla que alguien debería raparla, ya que siem
—Reese, no dejes que tu sangre te domine… son simples humanos, no se comparan al poder de un cambia formas… por favor Reese, reacciona. Ignora mis palabras, se gira hacia Adrián. Él en vez de retractarse de sus palabras o de llevar las cosas tranquilas, le da un puñetazo en la cara. Puedo sentir como mi alma quiere abandonar mi cuerpo, ese es el peor error que pudo haber cometido ese estúpido… y todo por culpa de la imbécil de su novia. Pese a que Reese ha recibido un puñetazo en la cara, él ni se inmuta, posa su mano derecha sobre el brazo del deportista y la aleja de su rostro, puedo ver como Adrián tiene los ojos abiertos de par en par y trata de recuperar su brazo, pero no puede. En ese momento me pongo enfrente de él cachorro, la expresión de su rostro da demasiado miedo. —¡Adrián, pídele disculpas! — Grito aterrada y desesperada. —¿¡Que?! — Exclama él enojado y ofendido. —¡Claro que no! Nunca haría tal cosa. Puedo ver como Reese va apretando cada vez más su agarre, haciendo