Tanok se movió inquieto, el brebaje que le dan a beber lo duerme profundamente, pero aquel dulce y fuerte olor lo sacó de ese sueño. Abriendo los ojos se sentó en la cama, su corazón marcha rápido y su lobo rasguña con esa vitalidad que había perdido en los últimos días. Siempre creer percibir su ol
Enola al ser consciente de que realmente ese hombre la tomará a la fuerza, una chispa en ella se prendió hasta hacer una explosión, una patada impactó los bajos del tipo y ambos quedaron en shock, él no se esperaba una reacción como esa y ella no se creyó capaz ni con la fuerza suficiente como para
―¡No estoy jugando! ―Gruñó furioso. ―Lo sé, has venido aquí débil, en tu forma humana y has acabado con todo el que se cruzó en tu camino. ―Ladeó la sonrisa. ―Está claro que no estás jugando, más que eso me estás demostrando que puedes iniciar una guerra, pero… ―Alzó el dedo índice de su mano derec
Rumores, malas caras, humillaciones y desplantes es lo que sufre Enola a pesar de que el hombre que insiste en hacerla su esposa la protege. Quizás ordene que nadie la haga sentir mal, pero las personas no siempre hacen caso. Se siente sola, triste y fuera de lugar, ¿Cómo es posible que a cada luga
Enola lo recibió complacida, aquel hombre posesivo, celoso y sobre protector la hace pecar siempre que así lo desea y ella no se molesta, él la embarazó, ha hecho un milagro y aunque no lo ve más allá que como su secuestrador, no puede evitar la atracción y la necesidad de estar a su lado. ―Tanok…
―¿Embarazada, dices? ―Ikal se burló llenando el silencio que se había creado por tal noticia. ―¿Acaso no sabes tú que un lobo percibe a su hijo aun estando en el vientre de su madre y más considerando que tu pareja es el alfa? ―Tanok se sintió impactado, las palabras de Kato cruzaron su cabeza con t
―Tanok. ―Se puso en pie al verlo parado del otro lado de los barrotes. ―Estás aquí. ―Demostró felicidad, pero eso solo molestó más a Tanok. ―Quiero que me cuentes todo el plan. ―La miró con ojos rojos. ―Quiero que me digas a detalle cuál era la parte que debías cumplir para que ese imbécil pudiera
El día para Enola empezó de la peor manera, su corazón marcha lento, se siente triste y el frío no la dejó dormir en toda la noche y el dolor en su pecho no ayudó en nada. ¿Cuánto más la tendrían en ese lugar? Se preguntó sintiendo temor a lo que podría pasar con su bebé, ella no resistiría perder o