―No. ―La detuvo. ―No quiero que él se arriesgue, es muy joven todavía. ―Tanik asintió. ―Bien, debes convertirte, ¡Vamos! ―Exigió ansiosa. ―Diosito, sabes que soy buena. ―Respiró hondo al ver al enorme dragón dándole el permiso para montar en su espalda. ―Bien, vuela hacia ella y atrápala. ―Duke no
―Está creciendo. ―Nahil acarició su ya abultado vientre. ―Nuestra hija será la más hermosa de todo el mundo sobrenatural, igual a su madre. ―Y a su abuela y tía. ―Bromeó divertida. ―Ya sabes cuál es la maldición de los Tanok, amor, nuestra hija será idéntica a mí. ―Nahil no pudo estar más feliz por
―Nunca sentiré lástima por él y siempre lo voy a 0diar, ¡Te quería como su mujer y eso no lo perdono! ―Huilén acarició su vientre, ese hombre la tensa por completo, es demasiado parecido a su padre y no puede con eso. ―Es mejor que salga rápido. ―No dijo más nada y se limitó a bañarse, es mejor no
Incredulidad, eso había en la mirada de los recién llegados, ¿Cómo era que ese tonto podía estar sonriendo y regocijándose de que los demás habían salido corriendo por saber que tenían las de perder? Tanok consideró en si arrancarle la cabeza o no. ―¿Les gustó el inicio de una noche inolvidable? ―L
―Eh… eh… eh… ―Aluhe sostuvo a su cuñado y Tahiel a Duke. ―No hagan esto. ―Continuó Aluhe. ―Ya se dieron su puñetazo de gracia, ahora dejen esos resentimientos. ―Duke se tragó todo lo que tenía para decir y Nahil simplemente gruñó antes de soltarse de su cuñado. Las chicas ya estaban iniciando a per
―Yo, Huilén Nukak, hija de los alfas Tanok Nukak y Enola Voinescu. ―Miró a su hermana y sonrió por la presentación parecida. ―Prometo ser un dolor de cabeza para ti, Nahil Wilding. ―Bromeó haciéndolos reír a todos. ―Me aseguraré de que vayas por buen camino, te iluminaré cuando la oscuridad amenace
―Ya dejen de hacerme tía… ―Tanik le quitó a la bebé a su madre. ―Voy a morir de tanto amor… Dioses, es hermosísima. ―Se derritió mirando a su nueva sobrina. Por otro lado, Tanok, Kunak, Tahiel, Aluhe, y Kato veían juntos a otros invitados como Nahil estaba que se lo llevaban los mil demonios mientr
El insoportable y desgarrador dolor le arrancó un grito a Enola, tan fuerte que su garganta dolió. Está perdiendo a su hijo, ella está sufriendo un aborto espontáneo y su mundo parece haberse detenido. Sangre, dolor y lágrimas, es lo único que procesa su cerebro. No importa su prometido que la tie