—En realidad no... —se rasca la nuca, visiblemente incómodo—. Esta mañana... solo la besé por impulso, no pude contenerme. Ella me correspondió y luego... tú llegaste. No quedamos en nada después porque Kevin despertó. Me porté como un animal, ¿verdad?. Sonrío, divertida por lo tímido que se pone c
|Alaric Kaiser| Cuánto deseé este momento. Cuánto mi corazón lo anhelaba, desgarrándose en silencio. No sé de dónde saqué la fuerza para soportarlo tanto tiempo. Tres meses infernales me consumieron, cada día una tortura en la que quería morir si no podía tenerla de nuevo conmigo. Por primera vez
—No —me niego, con el corazón latiendo como un tambor—. Necesitamos hablar. Solo unos minutos, ¿sí?. —Ya hemos hablado muchas veces —contesta, sin mirarme aún—. Yo… te dije que… —Tenía que hacerlo —la interrumpo desesperado—. No podía seguir con esta agonía, Aisling. Yo… no puedo vivir sin ti. Lo
Respiro hondo, tratando de contener las lágrimas que amenazan con brotar. He llorado tantas noches a solas que creí que ya no quedaba nada. —No me dejes —susurro, con el alma en cada palabra—. Quédate conmigo, dame una última oportunidad. Ámame… aunque sea una vez más. Los murmullos a nuestro alre
Apoyo mi frente en su hombro, cerrando los ojos, buscando en su cercanía un destello de redención. —Enséñame a amarte, Liebling —susurro—. Enséñame cómo hacerlo sin arruinarlo todo. Aisling guarda silencio, pero puedo sentir la tormenta dentro de ella. Sé que está debatiendo consigo misma, entre s
|Aisling Renn| Calmo mis nervios al ver entrar a mi Nana por la puerta. Lo más probable es que Robert le haya avisado sobre Alaric. Sus ojos oscilan entre mí y él, con una sospecha evidente. Mi rostro enrojecido y mis labios hinchados delatan todo. —Señor Kaiser —saluda ella con un leve movimient
—Ejem, señor Kaiser —la voz serena de mi Nana rompe el silencio—. Permítame presentarle a mi hija Lilith. El pequeño que acaba de hacer este espectáculo es mi nieto Kevin. —Un gusto, señor —dice Lilith, esforzándose por sonar tranquila—. Aisling nos ha hablado mucho de usted. No sabía que era tan g
La habitación de hotel es lujosa, reflejando la calidad de vida que acostumbra. Hay un gran espacio, mobiliario elegante y una cama bien arreglada que parece no haber sido estrenada aún. Siento que mi cuerpo se tensa al notar su presencia tan cerca de mí. ¿Para qué he venido? No soy lo suficienteme