Artem toma su rumbo hacia el hospital, mientras yo regreso a la mansión. Todo parece seguir su curso normal, como si nada hubiera sucedido. Como si no hubiera presenciado la violencia y el sufrimiento, como si no hubiera enterrado a una mujer viva. Es como si nada de esto hubiera pasado. Y no pasó.
—¿Nana? —parpadeo varias veces, luchando por distinguir la realidad de un sueño—. ¿Eres tú?. Ella asiente, y aunque quiero quitarme la mascarilla de oxígeno e incorporarme, un dolor desgarrador me atraviesa el costado, arrancándome un jadeo. Nana, con la ternura que recuerdo, me obliga a recostarme
Paso saliva. Mi corazón empieza a latir más rápido de lo normal. —Kukla —se acerca y se sienta en la camilla—. ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste?. —No —respondo, seca. —Qué linda. Yo, mucho más —besa mi mejilla vendada sin pedir permiso—. Mira lo que traje. Un regalo. Bajo la mirada hacia las orquíde
—No he pedido la opinión de nadie. Voy a replicar, pero algo llama mi atención: el anillo de bodas que siempre llevaba ya no está en su dedo. Levanto la mirada, y sus ojos ya estaban fijos en mí. Azules, intensos, tan fríos como el acero. —¿Ya te has divorciado? —pregunto en voz baja. Él sonríe.—N
¿Follarme a mi tío? ¡Qué asco!. Empujo a Artem con fuerza, y el beso se rompe con un chasquido. Sus ojos, encendidos de furia, dejan claro que quiere volver a intentarlo, pero no le doy oportunidad. —¡Es mi tío! —grito antes de que se acerque—. ¿Por quién me tomas, bastardo? ¡Quítate de encima!.
Me zafo como puedo, sujetando sus muñecas con fuerza y empujándola hacia la cama. Queda allí, con el cabello desordenado, la respiración entrecortada y una furia que la desborda. Parece una completa loca. —¿Qué demonios crees que haces? —le espeto, furioso—. ¿No te basta con todo lo que has provoc
Me responden casi al instante, y se nota en su voz lo emocionados que están por el desastre que están a punto de desatar en los medios. *** |Aisling Renn| "Escándalo: Boda del magnate Alaric Kaiser cancelada tras revelaciones sobre su prometida, Margaret Adams. La esperada boda entre el magnate
|Alaric Kaiser| El regreso a la mansión fue un reto. Los periodistas bloqueaban la entrada, hambrientos de más información, aunque ya había respondido lo necesario. No tengo intención de añadir nada más; lo único que deseo es dejar este asunto atrás, terminar con todo de una vez. Sin embargo, ap