Me acosté con ella. Esa es la única respuesta. Con la inesperada presencia de mi abuela, no he podido estar a solas con Aisling ni hablar con ella. La última vez que intenté confesarle lo que hice, Margaret apareció y lo arruinó. Ahora todo se ha complicado aún más. Mi abuela está encantada con cóm
|Aisling Renn| Mis ojos permanecen fijos en el plato, intocado desde que la cena comenzó. La noticia del embarazo me inmoviliza, tanto que me descubro conteniendo la respiración, como si liberarla pudiera delatarme. Las voces de Zelda y Elena resuenan con felicitaciones, un entusiasmo que no comp
El sonido de pasos acercándose me hace suponer que es ella, así que aparto la tela que cubre mi cabeza. —¿Te ha dejado...? —mis palabras se detienen en seco al descubrir que no es Thea quien está cerca de mi cama—. Vete. —Mi abuela está preocupada por ti y me pidió que viniera —dice Alaric, su ton
La palabra "bebé" retumba en mi cabeza, dejándome inmóvil. —Si no me quisiera, si no me deseara como mujer, ¿crees que se habría acostado conmigo? —continúa, saboreando cada palabra—. Pero ya ves, después de varios intentos, lo logramos. Mi respiración se corta. ¿Varios intentos? ¿Cuántas veces ha
Mi corazón late con fuerza, cada latido una punzada de agonía. ¿Por qué todos le creen a ella? ¿Por qué yo soy la única culpable aquí? Incluso Zelda... ni siquiera Zelda me cree. Aprieto los labios, ahogando un sollozo. Prometí que no iba a llorar. No aquí. No por ella. El dolor se acumula en mi pe
—¿Podemos hablar, Aisling? —pregunta la anciana con su habitual tono suave, ese que parece envolver cada palabra con una delicadeza casi maternal—. Solo un momento, por favor. —Bueno, yo... estaré cerca, Lin —dice Thea, poniéndose de pie con una sonrisa tensa mientras me ayuda a levantarme—. Si ne
—¿Puedo pensarlo un poco más? —pregunto al fin, mi voz pausada, llena de inseguridad y esperanza—. Es una decisión… demasiado difícil. —Lo entiendo. Aquí tienes a tus amigos, a tu novio… es complicado, lo sé —dice con un tono tranquilo, maternal—. Puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Yo re
—Eso no es verdad, Aisling. Eres importante para mí, más de lo que imaginas. —No, yo sé que no es así. Todo es tu culpa: mi sufrimiento, que las personas a mi alrededor me odien, todo esto empezó por ti. ¿Y aun así te atreves a decir que soy importante para ti, Alaric?. —Despediré a cada uno de