|POV: Aisling Renn| No ha dicho nada desde que le solté aquellas palabras. Va al volante, conduciendo de regreso a la mansión. No parece molesto, pero su silencio me resulta inquietante. En otro momento, ante mi advertencia, habría respondido de alguna forma, siempre buscando ir un paso adelante de
Alaric no responde, y sus ojos tampoco me revelan nada. En cambio, se inclina y me besa suavemente en los labios, como si estuviera probando algodón de azúcar, dulce y etéreo, que se disuelve al contacto. Sus labios permanecen sobre los míos unos segundos más, largos y pausados, como en una escena d
Lo vi marcharse. Alaric solo se inclinó, depositó un beso en mi frente y se despidió. Subió a ese auto junto a su asistente y algunos de sus hombres, sin mirar atrás. Me quedé plantada en la puerta de la mansión con Kate a mi lado, observando cómo la nube de polvo que levantaban los neumáticos se de
«Malditos intrusos, justo en la mejor parte». Bajo las escaleras a toda prisa. Una sirvienta estaba a punto de abrir la puerta, pero la detengo justo a tiempo. Mis padres no están en casa; siempre llegan en la tarde después del trabajo, y si ya hubieran llegado, entrarían con sus llaves, no tocando
Este grandísimo hijo de su madre cree que tiene el derecho de venir a mi casa a mangonearme con mi padre. Nunca, en la vida, he pretendido ser la niña perfecta de papi y mami, y mucho menos voy a permitir que una bestia igualada y desconocida como Artem Zaitsev se meta en mi vida sin antes haberlo p
POV: Artem Zaitsev Desde la penumbra de la puerta, mis ojos se clavan en ella. La pequeña y atrevida, desvergonzada como ninguna, montando a ese tipo como si no le importara nada. O peor aún, como si le encantara saber que estoy aquí, mirándola. No puedo evitar sonreír, un tanto irónico. ¿Realment
—Cuando esté desocupado, te escucho —le responde su padre con una sonrisa cariñosa. Entonces, ella se vuelve hacia mí nuevamente. —¿Lo disfrutó, señor Artem? —pregunta con un tono inocente. Su padre frunce el ceño. Maldición, ¿qué intenta esta mocosa?. —¿De qué hablas? —pregunta Klaus, algo conf
POV: Aisling Renn Tres días. Han pasado tres días desde que Alaric se fue. Durante este tiempo lo he llamado; a veces está ocupado, y en otras solo intercambiamos frases cortas sobre cómo estoy, conversaciones breves que no llenan el vacío que siento. ¿Lo peor? Siento que nos estamos distanciando,