Pasan las horas. Raul se despide de la cachorra con un beso en los labios. Le ayuda a conseguir un taxi. Hace que se suba en él. Le cierra la puerta y luego la despide abanicando su mano. Va a su auto. Abre la puerta del lado del conductor. Es hora. Dominique baja de su coche. Se dirige a la cajuela. La abre y saca un palo de madera. Cruza la calle. Ve que Raul sigue dando la espalda y sin pensarlo dos veces golpea su cabeza con fuerza. Raul cae al suelo. Dominique se deshace del palo y carga a Raul en su hombro derecho.
Lo lleva a su auto. Lo recuesta en el asiento trasero. Cierra la puerta y se sube del lado del conductor. Pone en marcha el coche y emprende el viaje hacia la mansión de su jefe. Una vez allí, lo traslada a una habitación del segundo piso. Lo recuesta en la cama y sale de la habitación. Se dirige a la sala del trono donde está su jefe. En ese lugar se encuentra condenando de muerte a uno de sus soldados. El soldado grita y suplica para que no lo mate. Pero Victor hace caso omiso a las súplicas.
Lo único que quiere es verlo muerto.
Finalmente se lo llevan. En eso Dominique ingresa a la sala del trono. Se arrodilla ante el Rey, quien le pregunta: ¿Y bien? ¿Has cumplido con lo que te pedi?. A lo que Dominique responde: Si, mi señor. He capturado a Raul. Y en estos momentos se encuentra descansando en una de las habitaciones del segundo piso. Victor: Bien. Cuando despierte, dile que quiero en mi despacho. Pero eso sí, vigila que nadie nos moleste. El joven alfa acata la orden: “Muy bien, señor”.
Victor:“Ya te puedes retirar”.
Dominique se endereza. Hace una última reverencia y sale de la sala del trono. Se reúne con unos colegas en el pasillos. Ellos le preguntan para qué lo quería ver el Rey. A lo que Dominique les responde: “Nada. Solo quería que me encargue de un asunto personal. Pero ya está resuelto. Ahora si me disculpan me quiero ir a descansar. Con permiso”.
El alfa se abre paso entre sus compañeros de trabajo, sin siquiera despedirse de ellos. Llega a su cuarto. Se tira en la cama. Se queda mirando el techo unos momentos, mientras piensa en lo que acaba de suceder entre la cachorra de 15 años de edad y Raul. Una parte de él, quiere llamar a Luisa y contarle lo que vio.
Pero teme que no le crea. ¿Entonces? ¿Qué puede hacer para que Luisa se de cuenta de la clase de alfa que es Raul?
*****
Pasan tres horas y Raúl se despierta. Se sorprende al ver que se encuentra en una habitación que no es la suya. Rápidamente se levanta de la cama. Corre hacia la puerta y la abre. Sale de la habitación. Todo está en silencio. No se ve a nadie por el pasillo. Se pregunta si estará solo. No le da importancia y comienza a caminar por el pasillo. Sigue caminando, hasta que escucha un par de voces que provienen del interior del despacho del Rey. Le da curiosidad y se pone a escuchar la conversación. Según lo que oye, es que ambas personas están buscando la mejor forma de eliminarlo. A decir verdad, Raúl no recuerda haber hecho nada para merecer algo como eso. Mucho menos si tiene que ver con la mafia. O como actualmente muchos la conocen, con el nombre de la manada de plata.
Temeroso se aparta de la puerta, cuando escucha que alguien está por abrir. En vez de esconderse permanece de pie frente a la puerta. Es descubierto por Jeremy. Quién está sorprendido de verlo. Porque jamás se imaginó que alguien como él, se atrevería a llegar tan lejos. Y más cuando se trata del despecho de su jefe. Su jefe se percata de la presencia del Alfa y lo invita a pasar. Luego le dice a Jeremy que ya se puede retirar. Jeremy no quiere irse. Pero sabe que es mejor hacerlo; ya que no quiere que su jefe se moleste más de lo que está. Por eso se retira.
Por su parte, Raul entra al despacho. Mira al Rey. Este le hace señas y le dice que tome asiento. Raul sigue sin poder creer lo que está viendo. El Alfa que hasta hace poco lucía como un civil, lleva atuendos que solo se usan dentro de la realeza. Son atuendos de pieles y muy caros. A simple vista se puede ver que está hecho de seda o de un material de muy buena calidad.
A estas alturas, ya no sabe cómo reaccionar. Como tampoco sabe qué hacer en un momento así. No sabe si saludarlo normalmente o arrodillarse ante él. ¿Y si mejor toma asiento? ¿En su mundo? ¿Eso es considerado como una falta de respeto?. Sigue analizando la situación, aunque ya está más cerca del escritorio y de la silla, que lo separa a él del Rey. Victor deja que tome asiento en la silla. Parece no importarle lo más mínimo si lo saluda con normalidad o hace una reverencia.
Eso al parecer le da igual; ya que comprende que esto es una sorpresa para él. Por lo que es lógico que no sepa cómo reaccionar.
Y más ante el, que es el Rey…
*****
Victor le pregunta si está sorprendido. Raul asiente con la cabeza y le responde que sí. Por su parte Victor sonríe y dice que no es el primero, ni el último en sorprenderse. Que hubo mucho antes que él. Pero no es del cargo de lo que quiere hablar con el. Sino de Luisa. Le comenta que le llegó información importante de que estuvo con una Omega de quince años de edad, luego de haberse acostado con su hija. por lo que le pregunta, si está jugando a dos puntas o le va a decir que esa Omega no significa nada para él. A su vez le pide que lo piense bien antes de responder; ya que no vaya a ser cosa de que mañana amanezca muerto en su cama. O bien desmembrado en algún bar de mala muerte.
Donde se juntan los borrachos y los que creen tener poder sobre tierras que no son fértiles. Raul le dice que no hace falta amenazar, porque no va a negar que se estuvo besando con la cachorra. Pero que hay una razón de porqué lo hizo.
Victor se muestra interesado y presta atención a lo que el alfa le está por decir. Raul confiesa que estuvo saliendo con ella, pero que ya se cansó de esa relación y estaba rompiendo con ella para poder estar con Luisa. Según él esa es la verdad. Y lo del beso, solo fue un beso de despedida. Victor le dice que eso suena interesante. Pero a la vez raro. Y más si viene de un alfa, porque por lo general a ellos no les importa estar con un Omega y Beta a la vez. Mientras sexo tenga con todos ellos, es mucho mejor para la especie. Es por eso, que también casi le parece creíble lo que dice Raul. Pero claramente no lo es; ya que no está tratando con un simple alfa.
Está tratando con el Rey de la manda de plata. Lo que significa, que puede hacer con él lo que se le venga en gana.
Raul se mantiene en una postura firme y le dice que puede hacer lo que se le dé la gana. Le deja en claro que no tiene miedo. Es más, está tranquilo, porque sabe que está diciendo la “verdad”. Pero que aun así, Victor no le cree, él no puede hacer nada para que cambie de opinión.
O mejor dicho para que le crea. Víctor responde con hipocresía, que el no creer en sus palabras sería una estupidez. Por lo que decide darle un voto de confianza. Siempre y cuando le haga un favor. Y ese favor tiene que ver con Luisa. La futura Reina de un mundo que parece estar gobernando por la oscuridad. Y ese favor es que Raul se convierta en el alfa de ella y forme una familia. Bajo esas circunstancias Victor no lo ve tan difícil, considerando que ya se acostó con ella y le dejó su marca en el cuello. Raul no sabe qué decir. Aun así Victor le pregunta que decide si acepta o no la propuesta que le está haciendo, a no ser que quiera morir ahí mismo.
Raul le dice que acepta, mientras que él jure que no hará nada contra él. Victor le deja en claro que no lo hará, a no ser que cumpla con su palabra. De esta forma ambos cierran el trato. Victor le hace señas para indicarle que ya se puede retirar.
Raul se levanta de la silla y sale del despacho. De camino a su habitación, se encuentra con Dominique en el pasillo. Curioso le pregunta por la conversación que tuvo con el Rey. Raul solo le dice que quiere que sea la pareja oficial de Luisa. Dominique se sorprende, pero a su vez frunce el ceño y aprieta con fuerza los puños de las manos. Si hay algo que le molesta es ver que otro alfa se quede con Luisa. Podría golpearlo ahí mismo y reclamar lo que considera que es suyo.
Pero sabiendo que esto puede traer graves consecuencias, tanto para él como para su trabajo dice le dice que si el Rey lo decidió así, será mejor que obedezca. Porque…si hay algo que podría afectar a Luisa es…el haberlo perdido a él. A Raul no parece importarle eso. Después de todo, ya no puede seguir ocultando lo que de verdad siente por ella. Y sin darse cuenta le termina confesando a Dominique que le mintió al Rey. Que en realidad no ama a Luisa.
La omega con la que estuvo en el restaurante es el verdadero amor de su vida. Que es verdad que tuvieron una pelea. Y pensó que todo había terminado entre ellos, pero al final se dio cuenta de que realmente a quien ama es a Katrina. Dominique se enfurece aún más y replica la frase: “Así que…le mentiste al Rey”. Aprieta los puños de sus manos con más fuerza. Tanto que siente como las uñas se clavan en la carne y comienza a sangrar. A su vez, Dominique le recuerda que un acto de traición como ese. Y más si es hacia el Rey, significa la muerte.
Raul sabe eso, pero le pide a Dominique que no le diga nada de esto al Rey. Porque si lo matan él nunca podrá formar una familia con Katrina. A pesar de su odio hacia él, Dominique acepta guardar el secreto a cambio de que si el llega a dejar embarazada a Luisa, que le diga al Rey que ese cachorro es de él (o sea…de Raul). Es allí donde Raul se da cuenta de que Dominique siente algo por Luisa. Pero no le pregunta nada de eso y cierra el trato con él.
Dominique regresa a su habitación. Se recuesta en la cama y mira el techo. Se pregunta si debería contarle de esto a Luisa. Una parte de él teme que no le crea. Pero la otra parte incita a que lo haga. Mira el celular que está sobre la mesa de luz. Lo agarra. Mira la hora. Es un poco tarde. Puede que Luisa ya esté descansando. Se pregunta si debería llamarla para contarle eso. No lo piensa mas y marca el numero de ella. Luisa le contesta. Se saludan. Dominique aprovecha que el ambiente está más relajado para comentar que salió a dar una vuelta por el centro y lo vio a Raul entrar a un restaurante con una Omega. No le dice su edad. No lo cree conveniente.Sin embargo, Luisa le tiene una noticia. Si sabe sobre la relación que tiene Raul con la Omega. Dominique se sorprende y pregunta: ¿Lo sabías?. A lo que ella le responde: Si. Raul, me dijo que está saliendo con una Omega. Pero que está por terminar su relación con ella. Lo va a hacer para que él y yo podamos estar juntos, asegura. Domi
Sale del bar. Se sube al auto y emprende el viaje hacia la casa de Lois. Su hermana. Llega. Estaciona el auto. Se baja de él. Toca el timbre de la puerta y espera a ser atendido. Se abre la puerta. Ella le sonríe y lo saluda con un fuerte abrazo. El lo corresponde. Lo deja pasar y le pregunta cómo ha estado a lo que Dominique le responde que ha estado bien. Ella se pone contenta al oír eso. Lo invita a pasar a la sala. Le ofrece una taza de café con galletas recién horneadas.El lo acepta. Mientras toman el café con galletas, Lois le pregunta cómo le estaba yendo en el trabajo esta semana. Dominique le dice que le fue bien. Que a pesar de todo los problemas que pudo haber, le fue bien. Ella le sonríe y le responde: “Que bueno”. Dominique le agradece y mira a su alrededor. Le pregunta dónde está Alex a lo que ella le responde que estaba en el trabajo cubriendo a un compañero que estaba enfermo. Por lo que se encuentra sola en la casa con cachorro. Dominique se alegra al saber que ambos
Entra al laberinto. Mientras lo recorre observa la luna. No le importa ser guiado por ella. Entre tanto, Raul sigue siendo humillado por los soldados. No parece querer defenderse. Así parece, hasta que uno de ellos da la orden para que lo dejen en paz. Lo llevan a la enfermería para ser curado. No pasa mucho tiempo hasta que Luisa es informada sobre el estado de salud de Raul. Pide permiso y entra a verlo en la enfermería.Se acerca a él. Lo habla.Raul escucha su voz y abre los ojos. Sonríe y ella también. Él le pregunta cómo está. Ella le responde que bien, y le pregunta cómo está él. El le dice que podría estar mejor. Ella sonríe levemente y le pide que hablen sobre lo que pasó. Ral le dice que no hay nada de qué hablar.Que todo está bien. Ella no está nada segura de eso y le pregunta, si es verdad que sigue en pareja con la joven y que ella solo fue una diversión para él. Raul, cansado de todo esto, le confiesa que es verdad. A quien ama es a Johan. Y que ella solo fue un pasatie
Termina de cenar y regresa a la mansión. Luisa está ahí. Se acerca. La toma del brazo pero ella lo rechaza. La vuelve a sujetar, pero ella reacciona una vez más y le da una cachetada. No tiene interés en hablar con él. El le dice que es necesario que lo escuche. La vida que le espera junto a ese alfa no es buena. Ella se niega a escuchar y sigue su camino. Dominique la sigue, pero es interrumpida por Víctor. Le pide que lo siga a su despacho.Dentro, ambos toman asiento. Víctor le pregunta por tanta insistencia en hablar con ella. Dominique piensa, lo recuerda, pero no puede seguir ocultando más aquello que sabe. Decide hablar. Es más, le cuenta todo lo que acaba de pasar. También le dice las razones por las que quiere que Luisa se aleje de Raul. Víctor aún no lo entiende. Le pregunta: A ver, ¿Me puedes decir, que es lo que sucede?. Dominique lo piensa una vez más y le responde: Raul no quiere Luisa. Él está en pareja con una cachorra. Y solo está con Luisa por diversión. Víctor: ¿Ere
Está inquieta. Lo que más le preocupa es su madre. Llama a su padre para preguntar cómo está, pero él nunca responde. Se pregunta: ¿Estará todo bien?. Mira por la ventana de su habitación, mientras espera ansiosa a que su padre regrese a casa. Pero nada. No hay rastros de él, por ninguna parte. Los minutos pasan y se convierten en horas. Las horas pasan y se convierten en días. ¿Qué estará pasando? Se pregunta. Sale de la habitación. Camina por el pasillo y se detiene. Mira a su izquierda. En la pared hay colgado un cuadro de una mujer muy bella. Es su madre. Se acerca y acaricia su imagen. De sus ojos salen pequeñas lágrimas.Quiere llorar, pero no puede. Hace un esfuerzo y se contiene. Escucha que alguien abre la puerta. Se apresura. Es su padre. Llega a dónde está él, y lo saluda con un Hola y un beso en la mejilla. Le pregunta si todo está bien. El le dice que su madre sigue en terapia, pero que muestra signos de mejora. Eso a Luisa se alegra, ya que tiene la esperanza de que su ma
La voz y las palabras de su padre la devolvieron a la realidad. Entonces lo recuerda. La iba a llevar al hospital. Le reclama por eso. Según él, dice que la habló varias veces, pero qué ella nunca despertó. Luisa se impresiona al oír eso. Es decir: ¿Por qué no despertó? ¿Acaso tuvo que ver en algo la aparición de su madre en aquel sueño?. Lo piensa y reflexiona. Le dice a su padre que irá al hospital. El le pide que no lo haga. Que es mejor que se quede en casa. Ella no le hace caso y corta la llamada. Se viste, toma el bolso de mano, las llaves y sale de la casa. Pide un taxi en la esquina.Se sube al auto y le pide al chofer que la lleve al Hospital Central. El viaje dura 10 minutos. Llegan.El chofer estaciona el auto en la entrada del Hospital. Ella le paga el viaje, se baja del auto y entra al edificio. Camina hacia la recepción. Pide ver a su madre. En eso llega su padre. Ella lo mira y él le sostiene la mirada. No lo piensa dos veces y corre a sus brazos. Ambos se abrazan. Luego
Llegan a casa. Victor sube las escaleras para ir a descansar a su habitación. Luisa va a la cocina. Se sirve un vaso de agua. Sale de la cocina. Sube las escaleras y va a su habitación. Entra en ella y se sienta a orillas de la cama. Bebe el agua. Deja el vaso sobre la mesa de luz. Hay un portaretrato con la foto de ella y de su madre. Lo agarra y mira la foto. Sonríe levemente. Recuerda con cariño aquel día. Su madre la tenía cargada en brazos. Eran felices. Víctor también lo era. Y a pesar de todo lo sigue siendo. Deja el portarretratos sobre la mesa de luz. Se acuesta boca arriba en la cama. Mira el techo. Su mente divaga unos momentos. La imagen de Raul se refleja en sus pupilas. Aunque no solo su imagen. El aroma de aquel alfa sigue estando presente en sus fosas nasales. Le gusta. La excita. Tanto que siente la necesidad de tocarse. Pero esa necesidad tiene que ver con su celo.Lleva su mano derecha a su entrepierna. Desea tener un pene dentro de ella. Si su padre entrara a la ha
Raul asiente con la cabeza y comienza a mover sus caderas con fuerza y brusquedad, mientras la besa con amor, pasión y lujuria en los labios. Por otro lado, ninguno de los dos se da cuenta, pero Victor se encuentra parado bajo el marco de la puerta observando con atención, la flamante escena que montan ellos dos. Se decepciona al ver lo que está pasando. En especial porque comprende lo que aquello significa. Ahora su hija le pertenece a Raul. Se aleja del marco de la puerta, mientras escucha cómo su hija gime y disfruta del pene de Raul. Baja las escaleras. Va a la sala. Mira a su alrededor. Hace un esfuerzo por controlar sus impulsos. Ganas no le faltan de romper todo lo que está en la sala. Ya sea mueble y otros objetos. Pero, ¿Por qué? ¿Acaso le molesta que Raul haya tomado la virginidad de su hija antes que él?. Sale de la sala y va a la cocina.Abre la heladera. Saca una botella de cerveza. La destapa y bebe un sorbo. Se sienta a la mesa. Bebe otro sorbo. Deja la botella sobre la