Raul asiente con la cabeza y comienza a mover sus caderas con fuerza y brusquedad, mientras la besa con amor, pasión y lujuria en los labios. Por otro lado, ninguno de los dos se da cuenta, pero Victor se encuentra parado bajo el marco de la puerta observando con atención, la flamante escena que montan ellos dos. Se decepciona al ver lo que está pasando. En especial porque comprende lo que aquello significa. Ahora su hija le pertenece a Raul. Se aleja del marco de la puerta, mientras escucha cómo su hija gime y disfruta del pene de Raul. Baja las escaleras.
Va a la sala. Mira a su alrededor.
Hace un esfuerzo por controlar sus impulsos. Ganas no le faltan de romper todo lo que está en la sala. Ya sea mueble y otros objetos. Pero, ¿Por qué? ¿Acaso le molesta que Raul haya tomado la virginidad de su hija antes que él?. Sale de la sala y va a la cocina.Abre la heladera. Saca una botella de cerveza. La destapa y bebe un sorbo. Se sienta a la mesa. Bebe otro sorbo. Deja la botella sobre la mesa y coloca los codos en ella.
Con sus manos cubre su cabeza y deja escapar un leve suspiro. Trata de pensar y reflexionar. ¿Qué es lo que le pasa? ¿De verdad, está molesto por aquello que no pudo tener con su hija? ¿Tanto le molesta que Raul haya tomado su inocencia?. Decide no divagar más y mira por la ventana. Pronto va a oscurecer. Se pregunta, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hizo el amor con su mujer?. ¿De verdad importa eso ahora?. Sigue bebiendo de la botella de cerveza. Arriba su hija sigue disfrutando del placer que le da aquel alfa. Sus gritos y gemidos se escuchan por toda la casa.
Eso a Raul le excita más. Tanto que no puede evitar mover más rápido y fuerte sus caderas: ¡DIOS, QUÉ RICO!, exclamó ella, mientras sigue sumergida en un océano de puro placer y lujuria.
Raul: ¡AAAAAAH!, ¡DIOS!, ¡SÍ QUE ESTÁ MUY RICO!, ¡AAAAAH!, ¡Te AMO!, grita mientras acelera más y más los movimientos de cadera.
Le avisa que está a punto de correrse dentro de ella. Luisa le pide que lo haga. No le importa quedarse embarazada. Raul le pregunta si está segura, a lo que ella responde que sí lo está. Raul obedece y se corre a grandes chorros de semen dentro su vagina. Deja un rato su pene y luego lo saca, solo para ver como sale el semen del interior de Luisa.
Sonríe.
Acerca su rostro al de la joven. Vuelve a sonreír y la besa con amor en los labios. Raul: Eso estuvo muy rico, amor-le comenta-pero ahora falta lo mejor. Que seas completamente mía. Dirige su rostro al cuello de ella y clava sus colmillos en él. Sus esencias se mezclan. Ahora, Luisa es pareja de Raul. Lo que significa que ningún otro alfa podrá estar nunca más con ella. Ni siquiera su padre, quien una vez más ha presenciado todo lo que pasa con su hija….
*****
Bebe el último trago de cerveza. Deja la botella sobre la mesa y sale de la cocina. Sube las escaleras y se dirige a la habitación de su hija. Está dormida. Entra a la habitación. Se acerca y acaricia su cabeza. Mientras lo hace le descubre una marca de mordida en su cuello. Frunce el ceño. No le gusta la idea de que Luisa le pertenezca a Raúl, por ello aprieta sus puños con fuerza. Sale de la habitación. Vuelve a bajar las escaleras y sale de la casa. Se sube al auto y emprende el viaje hacia la mansión. Acaba de tomar una decisión. Dejará que Raul viva en esa casa con su hija. Mientras que el, vivirá en la mansión junto a sus soldados y demás empleados.
Llega a la mansión. Estaciona el auto frente a la entrada. Se baja del auto. Es recibido por uno de sus empleados y uno de sus soldados. Él los saluda. Entra a la mansión. La mucama hace una reverencia y dice: Bienvenido, señor. Me hace feliz verlo de nuevo por aquí. A lo que él responde: Muchas gracias. Le pide que le prepare un baño de agua caliente. Ella le dice que enseguida lo hará. El sube las escaleras y va a su habitación. Se desnuda. La mucama entra a la habitación con el permiso de él y le entrega la ropa en sus manos. Victor se lo agradece. La mucama sale de la habitación y él se mete a bañar. Entre tanto, en la casa, Luisa se despierta.
Mira a Raul y sonríe.
Se levanta con cuidado de la cama para no despertarlo. Sale del cuarto. Llama a su padre, pero no hay rastros de él por ninguna parte. Lo busca por toda la casa, pero no está. Lo único que está, es el aroma de sus dulces feromonas. En eso Raul baja las escaleras. Encuentra a la joven en la sala. La misma está cubierta con unas sábanas blancas de seda. El se acerca y le rodea con sus brazos sus cintura.
Pega su cuerpo al suyo. La besa en el cuello. Le pregunta qué es lo que pasa, a lo que ella le responde que está preocupada.
Él le pregunta por qué. A lo que ella responde, por su padre. No sabe a donde está. No sabe si está en un bar, en el parque. O bien, en la mansión. Si es así, no logra entender el motivo de porqué se fue a ese lugar. Aunque una parte de ella puede que se lo imagine. Raul le pide que no se preocupe por él, porque de seguro está bien. Lo más probable es que esté en la mansión, pensando y reflexionando sobre lo que estuvo a punto de hacer con ella. Luisa todavía no lo puede creer. Le aterra la idea de pensar, que su primera vez, pudo ser con su padre. Se siente avergonzada de ella misma. Sobre todo, cuando piensa en lo que pudo haber pasado si Raúl no llegaba a tiempo para impedirlo.
Al ser consciente de ello se pone nerviosa y se asusta. Raul le dice que se quede tranquila. La abraza para que se sienta segura y protegida. Le promete que las cosas se van a arreglar. Ella no lo cree así. Está convencida de que la relación con su padre no volverá a ser la misma de antes.
Incluso puede llegar a ser peor que ahora…
*****
Sale de la ducha. Se seca el cuerpo con la toalla. Lo mismo hace con el cabello y la espalda. Va al cuarto y se pone la ropa. Sale del cuarto. Camina hasta su despacho. Tiene una conversación privada con uno de sus soldados. Le pide que mantenga vigilado a Raul. El soldado se impresiona. No acostumbra a hacer ese tipo de trabajo. Generalmente lo hace Francisco. Pero Francisco no está. Tuvo que salir de urgencia al hospital. Y no hay otro que pueda reemplazarlo. Así que tendrá que ser el. Se pregunta: ¿Quién es Raul?.
Victor parece haber leído su mente. Le cuenta que es un empresario y que está saliendo con su hija. El soldado se queda una vez más impresionado. Jamás pensó que Luisa pudiera estar saliendo con alguien. Siempre tuvo la esperanza de ser él, el encargado de engendrar a sus cachorros en ella.
Aunque eso a su jefe no le gustara la idea.
Se imaginaba tener toda una vida con ella. Con sus cachorros. Todos viviendo en una enorme mansión. O en cualquier lugar que les fuera acogedor. Nunca fue exigente en eso. Lleva años viviendo en un departamento. No es grande. No es la gran cosa. Pero al menos tiene donde dormir.
Los vecinos están algo molestos. Pero eso no le importa. El casi no habla con ellos. No porque no quiera. Cada uno está metido en sus cosas y no tienen tiempo para socializar o para llevarse bien con los demás. Dominique es uno de ellos. Además el costo del alquiler no es tanto. Es más bien accesible.
Contrario a eso, permanece en silencio y presta atención a cada una de las palabras que dice su jefe. Está más que listo para realizar su trabajo. A Victor le complace saber que lo ha aceptado. A su vez le informa que ya se puede ir. Dominique se levanta de la silla y sale del despacho. No le avisa a nadie a donde va. Solo se sube al auto y emprende el viaje hacia la Ciudad. Llega y estaciona el vehículo en dos casas que están más antes de la de su jefe. Apaga el motor. Desde esa distancia y por el parabrisas, puede ver a Luisa despidiéndose de Raul con un beso en la mejilla. Incluso la ve cuando entra a la casa y cuando Raul se mete en su auto.
Es hora. Pone de nuevo el coche en marcha y sigue a Raul hasta un bar. Allí descubre que le está siendo infiel a Luisa con una chica. Es joven y bonita, pero no tiene más que solo 15 años de edad. Ante la ley, Raul puede ir preso por eso. A no ser que la marque.
En ese caso, ante la ley, la cachorra le pertenece a él. Porque en ese caso, ella ya es considerada mayor de edad, aunque no sea así. Llama a su jefe para informarle lo que acaba de ver. Al oír eso, Víctor se enfurece y le pide que lleve a Raul lo más antes posible a la mansión. Dominique acata la orden. Solo tiene que esperar a que esté solo. Eso puede llevar mucho tiempo. Quizás una o dos horas más. O puede que incluso un poco más. ¡Quién sabe!. Sin embargo, no le importa esperar. Sobre todo cuando sabe que hay una jugosa recompensa de por medio.
Pasan las horas. Raul se despide de la cachorra con un beso en los labios. Le ayuda a conseguir un taxi. Hace que se suba en él. Le cierra la puerta y luego la despide abanicando su mano. Va a su auto. Abre la puerta del lado del conductor. Es hora. Dominique baja de su coche. Se dirige a la cajuela. La abre y saca un palo de madera. Cruza la calle. Ve que Raul sigue dando la espalda y sin pensarlo dos veces golpea su cabeza con fuerza. Raul cae al suelo. Dominique se deshace del palo y carga a Raul en su hombro derecho.Lo lleva a su auto. Lo recuesta en el asiento trasero. Cierra la puerta y se sube del lado del conductor. Pone en marcha el coche y emprende el viaje hacia la mansión de su jefe. Una vez allí, lo traslada a una habitación del segundo piso. Lo recuesta en la cama y sale de la habitación. Se dirige a la sala del trono donde está su jefe. En ese lugar se encuentra condenando de muerte a uno de sus soldados. El soldado grita y suplica para que no lo mate. Pero Victor hace
Dominique regresa a su habitación. Se recuesta en la cama y mira el techo. Se pregunta si debería contarle de esto a Luisa. Una parte de él teme que no le crea. Pero la otra parte incita a que lo haga. Mira el celular que está sobre la mesa de luz. Lo agarra. Mira la hora. Es un poco tarde. Puede que Luisa ya esté descansando. Se pregunta si debería llamarla para contarle eso. No lo piensa mas y marca el numero de ella. Luisa le contesta. Se saludan. Dominique aprovecha que el ambiente está más relajado para comentar que salió a dar una vuelta por el centro y lo vio a Raul entrar a un restaurante con una Omega. No le dice su edad. No lo cree conveniente.Sin embargo, Luisa le tiene una noticia. Si sabe sobre la relación que tiene Raul con la Omega. Dominique se sorprende y pregunta: ¿Lo sabías?. A lo que ella le responde: Si. Raul, me dijo que está saliendo con una Omega. Pero que está por terminar su relación con ella. Lo va a hacer para que él y yo podamos estar juntos, asegura. Domi
Sale del bar. Se sube al auto y emprende el viaje hacia la casa de Lois. Su hermana. Llega. Estaciona el auto. Se baja de él. Toca el timbre de la puerta y espera a ser atendido. Se abre la puerta. Ella le sonríe y lo saluda con un fuerte abrazo. El lo corresponde. Lo deja pasar y le pregunta cómo ha estado a lo que Dominique le responde que ha estado bien. Ella se pone contenta al oír eso. Lo invita a pasar a la sala. Le ofrece una taza de café con galletas recién horneadas.El lo acepta. Mientras toman el café con galletas, Lois le pregunta cómo le estaba yendo en el trabajo esta semana. Dominique le dice que le fue bien. Que a pesar de todo los problemas que pudo haber, le fue bien. Ella le sonríe y le responde: “Que bueno”. Dominique le agradece y mira a su alrededor. Le pregunta dónde está Alex a lo que ella le responde que estaba en el trabajo cubriendo a un compañero que estaba enfermo. Por lo que se encuentra sola en la casa con cachorro. Dominique se alegra al saber que ambos
Entra al laberinto. Mientras lo recorre observa la luna. No le importa ser guiado por ella. Entre tanto, Raul sigue siendo humillado por los soldados. No parece querer defenderse. Así parece, hasta que uno de ellos da la orden para que lo dejen en paz. Lo llevan a la enfermería para ser curado. No pasa mucho tiempo hasta que Luisa es informada sobre el estado de salud de Raul. Pide permiso y entra a verlo en la enfermería.Se acerca a él. Lo habla.Raul escucha su voz y abre los ojos. Sonríe y ella también. Él le pregunta cómo está. Ella le responde que bien, y le pregunta cómo está él. El le dice que podría estar mejor. Ella sonríe levemente y le pide que hablen sobre lo que pasó. Ral le dice que no hay nada de qué hablar.Que todo está bien. Ella no está nada segura de eso y le pregunta, si es verdad que sigue en pareja con la joven y que ella solo fue una diversión para él. Raul, cansado de todo esto, le confiesa que es verdad. A quien ama es a Johan. Y que ella solo fue un pasatie
Termina de cenar y regresa a la mansión. Luisa está ahí. Se acerca. La toma del brazo pero ella lo rechaza. La vuelve a sujetar, pero ella reacciona una vez más y le da una cachetada. No tiene interés en hablar con él. El le dice que es necesario que lo escuche. La vida que le espera junto a ese alfa no es buena. Ella se niega a escuchar y sigue su camino. Dominique la sigue, pero es interrumpida por Víctor. Le pide que lo siga a su despacho.Dentro, ambos toman asiento. Víctor le pregunta por tanta insistencia en hablar con ella. Dominique piensa, lo recuerda, pero no puede seguir ocultando más aquello que sabe. Decide hablar. Es más, le cuenta todo lo que acaba de pasar. También le dice las razones por las que quiere que Luisa se aleje de Raul. Víctor aún no lo entiende. Le pregunta: A ver, ¿Me puedes decir, que es lo que sucede?. Dominique lo piensa una vez más y le responde: Raul no quiere Luisa. Él está en pareja con una cachorra. Y solo está con Luisa por diversión. Víctor: ¿Ere
Está inquieta. Lo que más le preocupa es su madre. Llama a su padre para preguntar cómo está, pero él nunca responde. Se pregunta: ¿Estará todo bien?. Mira por la ventana de su habitación, mientras espera ansiosa a que su padre regrese a casa. Pero nada. No hay rastros de él, por ninguna parte. Los minutos pasan y se convierten en horas. Las horas pasan y se convierten en días. ¿Qué estará pasando? Se pregunta. Sale de la habitación. Camina por el pasillo y se detiene. Mira a su izquierda. En la pared hay colgado un cuadro de una mujer muy bella. Es su madre. Se acerca y acaricia su imagen. De sus ojos salen pequeñas lágrimas.Quiere llorar, pero no puede. Hace un esfuerzo y se contiene. Escucha que alguien abre la puerta. Se apresura. Es su padre. Llega a dónde está él, y lo saluda con un Hola y un beso en la mejilla. Le pregunta si todo está bien. El le dice que su madre sigue en terapia, pero que muestra signos de mejora. Eso a Luisa se alegra, ya que tiene la esperanza de que su ma
La voz y las palabras de su padre la devolvieron a la realidad. Entonces lo recuerda. La iba a llevar al hospital. Le reclama por eso. Según él, dice que la habló varias veces, pero qué ella nunca despertó. Luisa se impresiona al oír eso. Es decir: ¿Por qué no despertó? ¿Acaso tuvo que ver en algo la aparición de su madre en aquel sueño?. Lo piensa y reflexiona. Le dice a su padre que irá al hospital. El le pide que no lo haga. Que es mejor que se quede en casa. Ella no le hace caso y corta la llamada. Se viste, toma el bolso de mano, las llaves y sale de la casa. Pide un taxi en la esquina.Se sube al auto y le pide al chofer que la lleve al Hospital Central. El viaje dura 10 minutos. Llegan.El chofer estaciona el auto en la entrada del Hospital. Ella le paga el viaje, se baja del auto y entra al edificio. Camina hacia la recepción. Pide ver a su madre. En eso llega su padre. Ella lo mira y él le sostiene la mirada. No lo piensa dos veces y corre a sus brazos. Ambos se abrazan. Luego
Llegan a casa. Victor sube las escaleras para ir a descansar a su habitación. Luisa va a la cocina. Se sirve un vaso de agua. Sale de la cocina. Sube las escaleras y va a su habitación. Entra en ella y se sienta a orillas de la cama. Bebe el agua. Deja el vaso sobre la mesa de luz. Hay un portaretrato con la foto de ella y de su madre. Lo agarra y mira la foto. Sonríe levemente. Recuerda con cariño aquel día. Su madre la tenía cargada en brazos. Eran felices. Víctor también lo era. Y a pesar de todo lo sigue siendo. Deja el portarretratos sobre la mesa de luz. Se acuesta boca arriba en la cama. Mira el techo. Su mente divaga unos momentos. La imagen de Raul se refleja en sus pupilas. Aunque no solo su imagen. El aroma de aquel alfa sigue estando presente en sus fosas nasales. Le gusta. La excita. Tanto que siente la necesidad de tocarse. Pero esa necesidad tiene que ver con su celo.Lleva su mano derecha a su entrepierna. Desea tener un pene dentro de ella. Si su padre entrara a la ha