Ellos me arrancan del automóvil, colocándome una capucha negra en la cabeza y me arrastran para adentro de su automóvil.
Siento que alguien aprieta mi brazo, un pinchazo incómodo como el de una inyección y después, estoy vencida.
El sueño profundo y la nada.
Recibo ahora un mensaje en el celular, está bien que fueran puntuales, detesto esperar. Todos los pasos están transcurriendo de acuerdo a lo que planeé. El avión dentro de poco aterrizará en Manama y estoy listo para llevar a cabo mi venganza con esa familia de asesinos.
Karim Omar, antiguo rey de Qatar, ese gusano infeliz va a pagar por todas las atrocidades que él hace. Nuestros países antes eran aliados, teníamos intereses en común, el petróleo nos unió para reunir fuerzas.
Pero todo se transformó en una sucesión de desgracias desde que el Sheikh Karim negó el atentado con bomba que mató a mi familia. Después de muchas investigaciones, está claro que él fue el que ordenó ese crimen.
Entonces, yo actúo como se espera de un cuerpo sin alma, un hombre destrozado.
Ojo por ojo, diente por diente.
La reina Antonia será el vehículo de mi venganza y yo estoy comenzando.
Mandé a instalarla en el cuarto al lado del mío, voy a tomar su cuerpo de todas las formas posibles y luego haré que emitan en las principales emisoras de radio y televisión su muerte.
Quiero tomar el valor necesario, un valor que tenga la misma proporción que mi dolor.
Basta de misericordia, esa es inherente a los humanos.
Yo perdí mi humanidad en el exacto momento en que recibí los restos destrozados de los cuerpos de mi esposa y de mi hija.
No sé por cuánto tiempo he estado sin sentido, todavía estoy un poco aturdida. Miro a mi alrededor y estoy acostada a una enorme cama con dosel, con sábanas de satén negro, suave y cómodo.
Aunque un poco desenfocado, percibo que las paredes de la habitación están pintadas en tonos dorado y rosa pálido. Todo muy femenino y muy exquisito. Parece incluso la habitación de un castillo.
La puerta se abre y la luz en el pasillo me deja todavía más aturdida.
De las sombras emerge un hombre muy alto, de unos treinta y tantos años, moreno, barba de candado muy corta y bien peinada, los rasgos del rostro son rígidos y toscos.
Las cejas arqueadas y las pestañas tan largas que enmarcan enormes ojos castaños, vivos, como dos pedazos de madera ardiente.
No recuerdo haber visto a alguien tan bello y, al mismo tiempo, tan aterrador.
Él camina en mi dirección, descalzo, vestido en una bata fina y blanca, por la penumbra de la habitación percibo sus formas atléticas que resaltan a través del tejido delicado.
Me arriesgo a intentar hablar con él.
—Sáqueme de aquí, por favor. ¿Usted entiende lo que digo? Yo no sé hablar árabe, ¿entiende mi inglés? M*****a sea, tenía que haber dedicado más esfuerzo a mis clases con Kevin.
Él me mira sorprendido.
—¿Quién es Kevin? ¿Su amante?
Escuchar de sus labios el nombre de otro hombre no me agrada, busco la razón de esta incomodidad y no la reconozco. Mirando de cerca veo que es bonita, ¡No, bonita! Linda, para ser más sincero. Mucho más de lo que pensaba. Desde que Ishna falleció, no encuentro a una mujer tan interesante. ¿Cuántos años tendrá? Parece muy joven para ser madre de tres hijos.
—Gracias a Dios, usted comprende lo que digo. Unos hombres me secuestraron, yo no sé por qué. Soy pobre, mi hermana no va a tener dinero para pagar el rescate. Por favor, ayúdeme a escapar.
Él se aproxima más y su mirar me desnuda de manera irresistible, “el hombre misterioso” tiene un aire sarcástico, no sé si me gusta.
—Siento no poderte ayudar.
¿Azules? Sus ojos tienen un tono de azul absurdamente limpio, parece el mar Egeo, igual al matiz de los mares griegos. ¿Por qué estoy admirando como un idiota los ojos de esa mujer? ¿Para qué estoy prestando atención a sus ojos, si dentro de poco va a estar muerta? Sus ojos de mar calmado no servirán de nada.
—¿Por qué no me puede ayudar?
—Porque yo fui quien la secuestró. Usted parece muy joven, ¿Cuántos años tiene?
¿Él está involucrado en mi secuestro? ¿Es el jefe? ¿Pero por qué? Yo no tengo donde caer muerta. Oh ¡Dios mío! ¡Virgen de la Peña! Él y sus cómplices van a pedir una fortuna de rescate y Brenda no tendrá. Voy a morir.
¡Voy a morir! ¡Oh Dios mío! Voy a morir.
Cuando percibo, estoy exclamando esas palabras, cada vez más alto.
—Sí, usted va a morir, pero podría ser un poco más educada y parar de gritar en mi oído, eso me irrita todavía más.
Dios mío, este chico está completamente loco, ¿por qué alguien tan lindo tiene que ser tan loco?
—Pero, usted debe tener algún jefe, el responsable, quiero hablar con él, mi familia no tiene dinero, ¿Por qué harían esto conmigo? Lléveme a casa de mi hermana, ella se llama Brenda, por favor, la casa cerca del centro de Doha, no debe ser tarde aún, probablemente unas ocho horas de la noche, si me lleva ahora, debe ser poco camino a casa.
La puerta de la habitación se abre y uno de los hombres que me secuestró curva ligeramente el tronco y habla con el “loco atractivo”.
—Majestad, es preciso hablar con usted urgentemente, ha sucedido un imprevisto.
—Espéreme en mi oficina, Jafar, ya hablaré con usted.
El hombre se curva de nuevo y se mantiene de pie.
Él levanta una ceja con aire arrogante y pide al sujeto que nos deje solos.
Es claro que hay un problema. Yo soy una arqueóloga recién graduada, sin un peso, para vivir, menos para morir. Estoy todavía pagando el crédito universitario, ¿de qué le sirve secuestrarme? Un pase de viaje para mi pasaje y unos cincuenta dólares. Tanta logística para nada. Secuestrar a una mujer pobre y común no tiene cabida alguna. Ni para un chico loco como él.
Espera, el sujeto acaba de llamarlo Majestad, ¿Qué está sucediendo aquí? —¿Por qué él te llamó majestad?Él me mira con sarcasmo irritante y casi sonríe.—Pensé que ustedes los occidentales eran más inteligentes. Es obvio, ¿por qué alguien sería llamado majestad? Hoy estoy generoso, te voy a dar tres opciones. Opción uno: Porque soy un conserje de la Mezquita. Opción dos: Un mercader de tapetes voladores. Ah, tal vez sea el propio Aladino. Soy el rey de este país, Nahan Zayn Asi Tarif. Y llevarla a su casa en Qatar no va a ser posible, usted está en Manama, no en Bahréin. ¡Cielos! Él es el rey de este país, yo nunca escuché hablar de ese lugar, ¿dónde está? ¿Está cerca de Qatar? Estoy presa aquí con este sujeto psicótico, amenaza con matarme y yo no sé por qué voy a morir. Cómo es la vida irónica. Yo nazco y soy criada en Río de Janeiro, donde está las favelas más peligrosas del país y la primera vez que dejo Brasil, moriré en este lugar completamente desconocido, y mi querida her
NAHAN— Jafar, prosigue! Sin palabras dulces, tengo una venganza qué planear y una noche insomne por delante. —Esa joven estaba en un vehículo oficial del Gobierno de Qatar, acompañada de un agente de seguridad, todo eso los llevó a creer que se trataba de un miembro de la familia real, hizo pensar a mis hombres que ella era la reina. Ellos la siguieron y la trajeron, pero es una amiga de la reina Antonia.—¿Qué dices, Jafar? ¿El resumen de esa operación es que secuestraron a la mujer equivocada, es eso lo que me quieres decir?—Sí, mi rey, yo lo supe hace poco, ellos la confundieron con la reina Antonia y ahora no sé qué hacer. —Luego te digo lo que se debe hacer, de preferencia, tome una cuerda bien gruesa.Jafar abre los ojos hacia donde estoy, veo sus manos temblar, si él no fuese mi primo, seguro que yo mismo lo hago colgar de las bolas en medio del salón de baile.— Mi rey. — Nada más, si yo fuese su rey,
BIANCAMuevo mi cuerpo lentamente en suaves sábanas y mi piel se estremece al sentir el satén, que acaricia mi cuerpo. Abro los ojos, fantaseando que la noche anterior no pasó de una loca pesadilla y cuando tomo valor, me elevo en los codos, miro hacia el sofá y veo que todo lo que viví fue la más pura realidad. Yo fui secuestrada por un rey de un país que nunca supe siquiera que existía, él es, sin sombra de dudas, el hombre más guapo que yo he visto en mi vida y todo eso ya sería bastante extraño, si no fuese porque dicho sujeto me estaba observando con la cara más tranquila del mundo, después de haberme dicho, antes de dormir, que mis días estaban contados.Él me mira cauteloso y percibo que ya tomó un baño y se arregló. Sus cabellos todavía están húmedos, lo que me trae deseos de averiguar si están tan suaves como imagino, y las ropas tradicionales de ayer, dieron lugar a un traje de tres piezas color plomo, de un corte perfecto.Los zapatos de piel italiana y la corbata azul ce
Un dolor palpable, mucha ira, indignación, deseo de venganza, pero maldad desnuda y cruda, no veo eso en sus ojos. Él se levanta y me cede un asiento, yo lo ocupo, los hombros medio escondidos, en espera de lo peor, los nervios tensos como las cuerdas de un violín, un silencio aterrador entre nosotros. Una mesa fue puesta con todos los tipos de golosinas, flores ornamentan el mantel delicado de lino. Nahan me observa y me sirve una taza de café, que llena bien a cierta distancia, y yo observo la taza como si en ese líquido caliente y oscuro yo pudiese vislumbrar mi futuro, pidiendo respuestas en silencio a Nahan.—Bianca, toma tu café, no te voy a hacer ningún daño, por favor come.Consigo, con voz trémula, preguntarle lo que quiero saber. —¿Me vas a liberar o decidiste…?No puedo completar la frase, ¿será que mi corazón es tan idiota? ¿Por qué continúa creyendo que todo va a terminar bien? ¿Será la esperanza, la muleta de los locos? Prefiero creer en el ser humano. —No puedo liber
NAHANVoy caminando solo, camino medio perdido dentro de mi propio palacio sin saber con certeza qué hacer ni cómo actuar. Al final, ¿qué diablos me está pasando?Vagando por la casa, sin que me dé cuenta, ya estoy en la cocina, como un niño, procurando el apoyo de Thurayya.Thura es mi tía, fue mi niñera y nana, además de ser mi cocinera, ama de llaves y oreja ambulante en las horas que preciso y también cuando no quiero. Entro en la cocina y las tres cocineras se mueven despavoridas, así que cruzo la puerta. A veces esos protocolos me hinchan las pelotas. Ergo, lo acepto, intentando demostrarme alguna autoridad, aunque esté tan perdido, cruzo las manos en el pecho y les agradezco moviendo la cabeza.Jasmine se anticipa y devuelve el gesto, curvándose innecesariamente.—Buen día, majestad.—Buen día, Jasmine, Fatimah, Nair, ¿Dónde está Thurayya? Fátima da un paso al frente y balbucea intentando explicar, ¿por qué s
NAHANLlego hasta el inicio de la escalera y una fuerza intensa me impele a subir y hablar con Bianca. Yo todavía siento su calor embriagando mi lucidez, ¿Cómo es que pude besarla de aquella forma, casi tomándola en la mesa de café en la mañana? Y ella correspondió a mis besos, con el mismo furor.El mismo fuego, consumiéndonos a nosotros dos. Dos años solo… dos largos años de insomnio, de agitación, de miseria. Sin nunca más ser tocado por una mujer, viviendo día tras día en un amargo deseo de venganza, teniendo que convivir con mi cobardía, yo debería haber tenido valor y unirme a mi Amira, con sus cabellitos rizados como de un ángel. Pero yo fui débil, decidí sobrevivir para mi pueblo, para conducirlos, no fui lo suficientemente fuerte para acabar con todo.Voy al escritorio y tomo el juego de ajedrez, dirigiéndome al sótano. Salim y Armed están en la puerta, vigilando a Jafar, y yo pregunto indignado:—¿Pueden
NAHANElla huele a fresas y vainilla, percibo el suave aroma que se desprende de sus cabellos, de su piel y los hago a un lado para tener un mejor acceso a su cuello. Arrastro lentamente la lengua en la curva de su cuello, mordisqueando el lóbulo de su oreja, suave, la nuca fragante, ella huele tan bien, yo estoy perdido…Ella gime y jadea, yo también, los senos apretados contra mi pecho, los pezones enrojecidos me atormentan a través de la toalla.Busco con mis manos entre sus muslos, la piel tan suave, yo subo y bajo y llego hasta sus caderas, tan femeninas. Necesito estar dentro de su cuerpo, caliente, suave, tocarle me parece tan certero, tan perfecto, mi corazón descompasado, derramado en deseo y en algo más que no consigo nombrar… pero que me invade, me consume, es algo que me regocija, haciéndome sentir nuevamente vivo, de nuevo una persona, no esa cáscara de hombre, de macho, que todas las noches vaga po
BIANCANahan acaba de dejar mi cuarto, yo me miro en el espejo, todavía perdida por las sensaciones que experimenté por primera vez. Yo ya toqué mi cuerpo algunas veces, muy pocas, para ser realmente sincera, pero nunca fue así, tan intenso como ahora. Busco respuestas y no me consigo entender. Nahan me secuestró, me arrancó del seno de mi familia, por causa de su venganza personal, los sentimientos que debería sentir por él serían odio, ira, repulsión, no este deseo, esta necesidad visceral de tenerlo, de que él me haga suya. Siempre fui una chica pudorosa sexual y emocionalmente, las convicciones religiosas, rígidas de mi familia siempre me hicieron creer que la búsqueda del placer era algo feo, vulgar, sucio.Pero cuando estoy en los brazos de Nahan me siento tan bonita, deseada, completa. Me culpo y me avergüenzo, lo que siento por él, está mal, solo puede estar mal. Termino de vestirme y cuando estoy lista para s