Estaba demasiado nerviosa por la situación. Me dejé llevar y parecía que él lo disfrutaba.No dejo de regañarme mentalmente por haber sido una completa idiota. ¿Qué rayos me sucede? ¿Por qué lo he besado? ¡Soy una idiota!Cómo Mía es aún muy pequeña, debía quedarme a su lado. Insistí para que él se fuera, pero ha sido imposible. Es muy testarudo. Al final, pasamos la noche en aquella habitación.Al despertar, me sentí un poco desorientada y cuando he conseguido recordar que estábamos en pediatría, estaba por reaccionar cuando de la nada lo escucho hablar. Cierro mis ojos de nuevo y como dice mi abuela, alzo la oreja para escuchar todo lo que él dice.—Eres una pequeña con suerte. Aunque no me simpatizas, eres suertuda. Tu madre se ha preocupado por ti, pronto seremos familia, espero que no me des dolores de cabeza. Esto será un secreto entre tú y yo.Quería reírme, pues había descubierto su secreto. Así que, el cavernícola tiene su lado cursi, no lo creí posible, pero parece que si es
Este hombre da miedo cuando se lo propone. Mi cuerpo se ha erizado por completo al ver su aura dominante. ¿Por qué es tan cruel?Luego de que se fuera sin antes advertirme nuevamente que vendría alguien con los papeles para el certificado matrimonial, me desplomé. Mis piernas me fallaron tras volverse gelatina y caer al suelo.Aún me sorprendía que fuera capaz de controlar el llanto de Mía y de que volviera por ello, aunque él no lo reconozca, una parte de mí dice que ha vuelto por Mía, pero por su comportamiento comienzo a dudarlo. Creo que ha usado su llanto como una estrategia para conseguir que finalmente aceptará firmar los malditos papeles.No me moví durante un buen tiempo. Los pensamientos de tener que realizar el funeral a mi abuela o a mi hija, me daba temor. Tanto, que mi cuerpo no ha dejado de temblar.¿Por qué me debe pasar esto? ¿Por qué?—Señorita... Señorita...—¿Qué...?Levanto mi mirada y observo a un hombre de unos cuarenta años, tenía algunas canas ya asomándose po
Cada minuto que pasaba se volvía una completa tortura. No sabía en qué momento ingresarán por esa puerta con los documentos que me llevarán al infierno y a una tortura constante.Estaba tan concentrada sobre cuándo llegarán los abogados que no me di cuenta de que Mia había despertado. Me acerco a ella cuando la escucho balbucear y le sonrío para que no se dé cuenta de que estaba sintiéndome mal por dentro. Debía ser fuerte por ella y mi familia. Debía serlo.Siento un enorme escalofrío correr por mi columna cuando escuché la puerta abrirse. Era como estar en una película de terror, la típica escena en la que si te giras estás muerto. Así era como me sentía en ese preciso instante.—Zoe.Me sobresalto al escuchar la voz de Kevin. Respiro profundo dos veces antes de girarme para verlo a la cara como si nada pasara.—Te ves un poco pálida, ¿Estás bien?—Sí.Sabía que él no me estaba creyendo en lo absoluto. Su ceño fruncido era muy obvio, me estaba analizando y como todo un abogado, trat
Unos días después de haber firmado, dieron de alta a mi pequeña. Regresamos a casa y por fin pude sentirme tranquila. Estuve asistiendo a las clases como si nada, pero una vez que salía de ellas regresaba con mi hija para cuidarla.El día en que fui a renunciar a mis trabajos, me hicieron una fiesta de despedida y fue algo muy emotivo para mí. Extrañaría trabajar con ellos. Muchos fueron amables conmigo y eso nunca lo olvidaré.Mi abuela no ha dejado de preguntarme por qué he renunciado, aún no le he dicho sobre la boda. El certificado de matrimonio ya me lo habían dado y lo escondía entre mi ropa para que ella no lo viera. No quería que supiera que ya estaba casada sin haber realizado la boda.Nos encontrábamos en la sala de nuestra casa. Le ayudaba a doblar toda la ropa que se había lavado ese día y me pongo nerviosa para tocar el tema de Jason y la boda.—Abuela, ¿Qué te pareció Jason cuando lo conociste?—¿Hablas de tu novio?La palabra novio me generaba un sabor amargo, pero finj
Esta era una de las situaciones más incómodas que he tenido que pasar. Desde que estábamos en el ascensor me he sentido como si fuera una muñequita de trapo con la que todos pueden jugar.Ya llevaba probándome varios vestidos. Esta prueba de vestidos era horrible. Ninguno de los vestidos que habían escogido era del agrado del anciano White. El vestido, que habían escogido al principio por su nieto y su abogado, fue totalmente rechazado. Según él, no resaltaba mi belleza en lo absoluto. Estaba cansada de probarme vestidos, quería irme a casa. Realmente, quería irme.—Este es el último vestido, señorita. Por favor, pruébeselo.—¡Quiero irme a casa!—Uno más y podrá irse, algo me dice que este vestido será el indicado.—Está bien.Este era diferente a los demás, era totalmente rallado al cuerpo y lleno de encaje con preciosas piedras regadas en todo el vestido, era como si formarán constelaciones con ellas.—Es precioso.—Me alegra que le guste.—¿Me veo bien?—Se ve hermosa, estoy segur
Una hora después de haber llegado a casa había recibido un mensaje del señor White informando que iba a enviar personal para que nos dieran lo necesario a todas y estar presentables, pues la cena sería en un restaurante de mucha clase y era requisito ir vestidos adecuadamente. Le informé que todas éramos mujeres y le di nuestras medidas como me lo ha pedido. Lo que no me esperaba era ver tantos vestidos en nuestra diminuta sala. No había siquiera espacio para caminar por tantos vestidos y tantas personas presentes.—Ay, mi niña, ¿Dónde encontraste a un novio con tanto poder?Tanto la señora Clarisa como yo estábamos nerviosas al ver la situación. Miento sobre cómo lo conocí, al fin y al cabo, él nunca me dijo que debía decir.—Lo conocí de casualidad en una de mis caminatas al trabajo. Choqué sin querer con él, luego nos volvimos a ver en la universidad y desde entonces estamos juntos.—Zoe, ¿Está segura de él? Tu abuela me contó un poco.—Lo estoy, es un gran hombre y, además, es una
Todos entramos al restaurante e inmediatamente ambas familias se presentan. Los mayores hablaban entre ellos, mientras que Kevin y Jason hablaban entre ellos como amigos que eran, en cambio, yo, seguía sin decir una sola palabra. Era muy obvio para mí que está era una cena incómoda.—¿Querida, estás bien?—¿Ah?Todos me miraban de una manera extraña. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no sabía qué había pasado. Siento la mano de Jason bajo la mesa presionando mi pierna y dolía.—Hija, ¿Te encuentras bien?—Sí, abuela. No te preocupes, estaba en mi mundo y perdí el hilo de la conversación. Lo siento.—Bueno, mi niña, eso es algo normal en ti.Tras el comentario de mi abuela, todos se ríen como si no hubiera pasado nada malo. Sin embargo, podía sentir su mirada asesina sin la necesidad de mirarlo.—Si no te sientes bien, podemos volver a casa para que descanses.—No hay necesidad, pero gracias por preocuparte. Nada más me distraje un momento, como ha dicho mi abuela, es algo nor
Tenía muchísimo miedo. No sabía qué me iba a suceder una vez que bajará de su auto. De la nada sentí que fueron segundos lo que tardamos en llegar. Era una mansión privada, tenía un jardín hermoso en la parte delantera. Incluso había una fuente.—¿Es tu mansión?No obtengo respuesta alguna de su parte, así que decido callarme y no decir nada más. Mi corazón late tan rápido que pareciera que estaba corriendo una carrera de caballos. Él detiene el auto y la sale de él. Yo tenía tanto miedo que no me moví de mi lugar, él me mira enojado desde afuera y automáticamente mi cuerpo reacciona. Me quito el cinturón y salgo insegura del auto. Se acerca a mí y me agarra con fuerza del brazo. Al tirar de mí con tanta fuerza fue inevitable que me cayera al suelo lastimándome las palmas de las manos y mis rodillas.—Inútil.Me levanta como si fuera un costal y me lleva hasta dentro de la mansión.—Por favor, bájame. Te lo pido.Me ignora y sigue su camino hasta tirarme sobre una cama.—¿Qué haces?—