Cada minuto que pasaba se volvía una completa tortura. No sabía en qué momento ingresarán por esa puerta con los documentos que me llevarán al infierno y a una tortura constante.Estaba tan concentrada sobre cuándo llegarán los abogados que no me di cuenta de que Mia había despertado. Me acerco a ella cuando la escucho balbucear y le sonrío para que no se dé cuenta de que estaba sintiéndome mal por dentro. Debía ser fuerte por ella y mi familia. Debía serlo.Siento un enorme escalofrío correr por mi columna cuando escuché la puerta abrirse. Era como estar en una película de terror, la típica escena en la que si te giras estás muerto. Así era como me sentía en ese preciso instante.—Zoe.Me sobresalto al escuchar la voz de Kevin. Respiro profundo dos veces antes de girarme para verlo a la cara como si nada pasara.—Te ves un poco pálida, ¿Estás bien?—Sí.Sabía que él no me estaba creyendo en lo absoluto. Su ceño fruncido era muy obvio, me estaba analizando y como todo un abogado, trat
Unos días después de haber firmado, dieron de alta a mi pequeña. Regresamos a casa y por fin pude sentirme tranquila. Estuve asistiendo a las clases como si nada, pero una vez que salía de ellas regresaba con mi hija para cuidarla.El día en que fui a renunciar a mis trabajos, me hicieron una fiesta de despedida y fue algo muy emotivo para mí. Extrañaría trabajar con ellos. Muchos fueron amables conmigo y eso nunca lo olvidaré.Mi abuela no ha dejado de preguntarme por qué he renunciado, aún no le he dicho sobre la boda. El certificado de matrimonio ya me lo habían dado y lo escondía entre mi ropa para que ella no lo viera. No quería que supiera que ya estaba casada sin haber realizado la boda.Nos encontrábamos en la sala de nuestra casa. Le ayudaba a doblar toda la ropa que se había lavado ese día y me pongo nerviosa para tocar el tema de Jason y la boda.—Abuela, ¿Qué te pareció Jason cuando lo conociste?—¿Hablas de tu novio?La palabra novio me generaba un sabor amargo, pero finj
Esta era una de las situaciones más incómodas que he tenido que pasar. Desde que estábamos en el ascensor me he sentido como si fuera una muñequita de trapo con la que todos pueden jugar.Ya llevaba probándome varios vestidos. Esta prueba de vestidos era horrible. Ninguno de los vestidos que habían escogido era del agrado del anciano White. El vestido, que habían escogido al principio por su nieto y su abogado, fue totalmente rechazado. Según él, no resaltaba mi belleza en lo absoluto. Estaba cansada de probarme vestidos, quería irme a casa. Realmente, quería irme.—Este es el último vestido, señorita. Por favor, pruébeselo.—¡Quiero irme a casa!—Uno más y podrá irse, algo me dice que este vestido será el indicado.—Está bien.Este era diferente a los demás, era totalmente rallado al cuerpo y lleno de encaje con preciosas piedras regadas en todo el vestido, era como si formarán constelaciones con ellas.—Es precioso.—Me alegra que le guste.—¿Me veo bien?—Se ve hermosa, estoy segur
Una hora después de haber llegado a casa había recibido un mensaje del señor White informando que iba a enviar personal para que nos dieran lo necesario a todas y estar presentables, pues la cena sería en un restaurante de mucha clase y era requisito ir vestidos adecuadamente. Le informé que todas éramos mujeres y le di nuestras medidas como me lo ha pedido. Lo que no me esperaba era ver tantos vestidos en nuestra diminuta sala. No había siquiera espacio para caminar por tantos vestidos y tantas personas presentes.—Ay, mi niña, ¿Dónde encontraste a un novio con tanto poder?Tanto la señora Clarisa como yo estábamos nerviosas al ver la situación. Miento sobre cómo lo conocí, al fin y al cabo, él nunca me dijo que debía decir.—Lo conocí de casualidad en una de mis caminatas al trabajo. Choqué sin querer con él, luego nos volvimos a ver en la universidad y desde entonces estamos juntos.—Zoe, ¿Está segura de él? Tu abuela me contó un poco.—Lo estoy, es un gran hombre y, además, es una
Todos entramos al restaurante e inmediatamente ambas familias se presentan. Los mayores hablaban entre ellos, mientras que Kevin y Jason hablaban entre ellos como amigos que eran, en cambio, yo, seguía sin decir una sola palabra. Era muy obvio para mí que está era una cena incómoda.—¿Querida, estás bien?—¿Ah?Todos me miraban de una manera extraña. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no sabía qué había pasado. Siento la mano de Jason bajo la mesa presionando mi pierna y dolía.—Hija, ¿Te encuentras bien?—Sí, abuela. No te preocupes, estaba en mi mundo y perdí el hilo de la conversación. Lo siento.—Bueno, mi niña, eso es algo normal en ti.Tras el comentario de mi abuela, todos se ríen como si no hubiera pasado nada malo. Sin embargo, podía sentir su mirada asesina sin la necesidad de mirarlo.—Si no te sientes bien, podemos volver a casa para que descanses.—No hay necesidad, pero gracias por preocuparte. Nada más me distraje un momento, como ha dicho mi abuela, es algo nor
Tenía muchísimo miedo. No sabía qué me iba a suceder una vez que bajará de su auto. De la nada sentí que fueron segundos lo que tardamos en llegar. Era una mansión privada, tenía un jardín hermoso en la parte delantera. Incluso había una fuente.—¿Es tu mansión?No obtengo respuesta alguna de su parte, así que decido callarme y no decir nada más. Mi corazón late tan rápido que pareciera que estaba corriendo una carrera de caballos. Él detiene el auto y la sale de él. Yo tenía tanto miedo que no me moví de mi lugar, él me mira enojado desde afuera y automáticamente mi cuerpo reacciona. Me quito el cinturón y salgo insegura del auto. Se acerca a mí y me agarra con fuerza del brazo. Al tirar de mí con tanta fuerza fue inevitable que me cayera al suelo lastimándome las palmas de las manos y mis rodillas.—Inútil.Me levanta como si fuera un costal y me lleva hasta dentro de la mansión.—Por favor, bájame. Te lo pido.Me ignora y sigue su camino hasta tirarme sobre una cama.—¿Qué haces?—
El sudor de mi frente hace presencia rápidamente y el temblor de mi cuerpo era cada vez más evidente. ¿Qué iba a pasarme ahora? Esa era la pregunta que más me estaba haciendo.Quiero hablar y preguntarle por su comportamiento, pero el verlo frente a mí era imposible decir una sola palabra. En el momento en que comienza a hablar, mi cuerpo se sobresalta.—Tú...No me atrevo a alzar la mirada, me fijo en nada más que sus zapatos. Era difícil respirar, demasiado difícil.—De ahora en adelante serás obediente, si tienes que fingir, amarme y ser la esposa más feliz, entonces debes hacerlo y no volver a hacer lo de esta noche. Tu credibilidad sobre estar enamorada estuvo a punto de caer por la borda. Te lo advierto, no soy un ser amable como mi abuelo, yo soy despiadado. Harás todo lo que yo te diga sin oponerte a mí. Me perteneces ahora, no te acercarás a ningún hombre en mi ausencia, te convertirás en la esposa que cualquier hombre desea. ¿Fui claro?—S... Sí.—Bien.Por un momento creí q
No me sentía segura, incluso en mi propio hogar. No tenía garantías de sí él ha enviado a alguien para vigilarme en todo momento. Eso me molesta y me asusta.Cuando entré en la casa, no había nadie por ahí. Aprovecho la oportunidad para entrar en mi habitación e ir directamente al baño para ducharme de nuevo. Era como si tuviera la necesidad de eliminar cualquier rastro de él.¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Por qué?No sé cuántas veces he lavado mi cuerpo, pero cuando he reaccionado noto que todo mi cuerpo está rojo, de tanto tallarlo con la esponja de baño. Dejo que el agua elimine el jabón de mi cuerpo y al salir del baño evito cualquier cosa que refleje mi figura.El sonido del vestido siendo rasgado aún suenan en mis oídos. Tuve tanto miedo y aún no sé qué hice con exactitud para que hiciera eso. Pero de algo si estoy segura y es que debo ser cuidadosa con él. Si debo ser obediente como él lo desea para asegurar a mi familia y a mí, entonces que así sea.—Debes ser obediente y