El sudor de mi frente hace presencia rápidamente y el temblor de mi cuerpo era cada vez más evidente. ¿Qué iba a pasarme ahora? Esa era la pregunta que más me estaba haciendo.Quiero hablar y preguntarle por su comportamiento, pero el verlo frente a mí era imposible decir una sola palabra. En el momento en que comienza a hablar, mi cuerpo se sobresalta.—Tú...No me atrevo a alzar la mirada, me fijo en nada más que sus zapatos. Era difícil respirar, demasiado difícil.—De ahora en adelante serás obediente, si tienes que fingir, amarme y ser la esposa más feliz, entonces debes hacerlo y no volver a hacer lo de esta noche. Tu credibilidad sobre estar enamorada estuvo a punto de caer por la borda. Te lo advierto, no soy un ser amable como mi abuelo, yo soy despiadado. Harás todo lo que yo te diga sin oponerte a mí. Me perteneces ahora, no te acercarás a ningún hombre en mi ausencia, te convertirás en la esposa que cualquier hombre desea. ¿Fui claro?—S... Sí.—Bien.Por un momento creí q
No me sentía segura, incluso en mi propio hogar. No tenía garantías de sí él ha enviado a alguien para vigilarme en todo momento. Eso me molesta y me asusta.Cuando entré en la casa, no había nadie por ahí. Aprovecho la oportunidad para entrar en mi habitación e ir directamente al baño para ducharme de nuevo. Era como si tuviera la necesidad de eliminar cualquier rastro de él.¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Por qué?No sé cuántas veces he lavado mi cuerpo, pero cuando he reaccionado noto que todo mi cuerpo está rojo, de tanto tallarlo con la esponja de baño. Dejo que el agua elimine el jabón de mi cuerpo y al salir del baño evito cualquier cosa que refleje mi figura.El sonido del vestido siendo rasgado aún suenan en mis oídos. Tuve tanto miedo y aún no sé qué hice con exactitud para que hiciera eso. Pero de algo si estoy segura y es que debo ser cuidadosa con él. Si debo ser obediente como él lo desea para asegurar a mi familia y a mí, entonces que así sea.—Debes ser obediente y
—¿Me darías tu teléfono?—No.—¿Y sí te invito a un café o a comer lo que quieras?—No.—¿Al menos podemos ser amigos?Me detengo y lo miro directamente para pedirle que se detenga.—Escucha, no sé quién eres y honestamente, no tengo tiempo para salir, ni nada por el estilo.—Pero al ser amigo podrás conocerme.—Lo siento. Estoy casada y ya tengo una hija.Su mirada pasa de ser una mirada de interés a una de sorpresa.—Así que, por favor, detente. No me interesa conocer a otro hombre, ni hacer amigos nuevos. Debo volver a casa y cuidar de mi hija, así que, adiós.Doy un paso, pero él me sostiene del brazo impidiendo que me vaya.—¿Acaso dices esas cosas para alejarme? Me gustas desde que dieron las inducciones para los estudiantes nuevos. ¿Cuál es el problema en qué quiera conocerte y al menos ser tu amigo? No le veo nada de malo en eso.—Si lo hay.—¿Qué está mal?—Que tus intenciones no son buenas, puedes engañar a los demás, pero... ¿Crees que no sé qué eres el famoso estudiante qu
Lo miro estupefacta, el muy idiota estaba cavando su propia tumba. Jason puede fingir ser alguien normal y tranquilo, pero es un demonio. El pensamiento de que él estaba buscando su propia muerte no se va de mi mente. Me sorprendo al ver que su agarre se afloja por completo, pero sigue sin dejar que me aleje de él. Lo miro y al estar tan cerca de él, hace que pueda detallar su belleza.—Has dicho que harás que tu padre me hunda, ¿No es así?—Así es. Lo haré si no la sueltas ahora, no creo nada de que seas su esposo. Es obvio que no lo son y menos que tengan una hija. Es absurdo, entiendo que quieras mentirme belleza, pero no necesitas hacerlo. Ahora, sé buena y suéltalo, ven conmigo. Prometo tratarte bien.—Pero que idiota. No iré contigo a ningún lado y no soy una mentirosa. Soy madre y esposa, no hay ningún problema en serlo a mi edad. No tiene nada de malo.—No pienso creer eso. Deja de mentir.—Tú...Este hombre me hace enojar demasiado. Es un atrevido y vulgar hombre. Jamás me ir
Brinco tras su grito y corro al baño antes de que él haga algo. Me quito la ropa y me meto a la ducha. No entendía por qué era así, de verdad no lo entendía, pero era mejor obedecer antes de que me hiciera daño.Cuando terminé de bañarme me envolví en la toalla, pero antes de que tomará la ropa para vestirme, él entra en el baño asustándome.—¿Qué haces?—Dame esa ropa.—Es la única que tengo.—No me hagas repetir las cosas.Él estaba demasiado enojado. No tuve más opción que agacharme, entregarle mi ropa, excepto la ropa interior.—Dije toda.—Yo...Se la entrego. Él se la pasa a una mujer que estaba detrás de él sin mirarla. Ella recibe la ropa y espera su orden.—Quema esa ropa y trae una nueva para la señora, rápido.—Sí, señor.Ella se retira y yo me quedo sorprendida en mi sitio. No sabía que decir sobre lo que ha hecho. ¿Por qué va a quemar mi ropa? ¿Qué hizo mi ropa? Quería preguntarle eso, pero la voz la he perdido. Él sale del baño dejándome sola, voy tras él con pasos inseg
Era un nuevo día y yo no había dormido absolutamente nada. No pude dejar de pensar por qué él era así.¿Qué le ha pasado en su vida para que sea así?Era realmente difícil entenderlo, realmente no lo entendía en absoluto.Pude continuar asistiendo a clases, pero ahora tenía un chófer que me llevaba y me recogía para llevarme directamente a su mansión, pues yo no lo consideraba como algo mío. Todo lo veía como algo ajeno. Era como estar en una cárcel invisible.—Zoe, ¿En qué mundo estás?—¿Eh?—El profesor ha llamado a lista, lleva llamándote desde hace rato.—Señorita Zoe, ¿Hay algo más interesante que mi clase?—No profesor. Lo siento, no me siento bien el día de hoy.—Debió ir a la enfermería si realmente se siente mal, de lo contrario sospecho que es falta de interés de su parte hacia mi clase.Todos mis compañeros me miran con lástima, este era el profesor más malvado de todas las clases que estaba viendo este semestre.—Lo siento mucho, profesor. Estaré más atenta.—Eso espero o
Ya era sábado, me levanté más temprano para arreglar a Mía y dejarla en casa de mi abuela. Al volver desayuno con Jason para después verlo irse a su estudio. Yo me entretengo avanzando algunas cosas del trabajo que teníamos que hacer mientras Layla aparecía.Faltaba diez minutos para las diez de la mañana cuando ella llegó. Había pedido que la dejarán entrar y la guiarán hasta mi estudio improvisado.—Hola, Zoe.—Hola, Layla. Buenos días, siento hacerte venir.—No te preocupes, todo sea una buena causa.—Dirás por una buena nota.Nos reímos por mi comentario y luego nos ponemos manos a la obra. Duramos todo el día haciendo el trabajo y solamente dejamos todo a un lado cuando era la hora de comer algo.Había sentido que nos vigilaban, pero no había nadie a nuestro alrededor. Pero, aun así, me sentía muy observada. Ignoro esa sensación y me sigo concentrando en el trabajo. Cuando ya eran las seis de la tarde, Layla se va y quedamos en vernos al día siguiente para tener lo poco que nos f
Su manera de besarme y tocarme era muy delicada, eso ya hecho que por primera vez me sintiera bien a su lado. Esa noche tuvimos relaciones de una manera que no esperaba, fue un poco doloroso, puesto a que no hacia esto con nadie. Se puede decir que soy una santa comparada con él, quien tiene mucha experiencia.Ambos nos quedamos dormidos muy rápido, yo era quien se sentía más agotada que él. Pero, aun así, pude sentir como él me abraza por la espalda y me arrastra hasta él. El calor que transmitía su cuerpo era reconfortante, pero el temor de lo que iba a pasar después me agobiaba.Ya eran más de la nueve de la mañana y hacía mucho sol este día. Inconscientemente, estiré mi mano hacia donde él estaba, pero me encontraba sola. Me senté en la cama y sentí un poco de dolor en la parte baja, suspiro y me levanto para arreglarme, pues pronto llegaría Layla para continuar el trabajo que teníamos en pausa.Una vez que estoy lista, bajo las escaleras, pero antes de girar escucho dos voces. Me