Yo tengo más poder

—¿Me darías tu teléfono?

—No.

—¿Y sí te invito a un café o a comer lo que quieras?

—No.

—¿Al menos podemos ser amigos?

Me detengo y lo miro directamente para pedirle que se detenga.

—Escucha, no sé quién eres y honestamente, no tengo tiempo para salir, ni nada por el estilo.

—Pero al ser amigo podrás conocerme.

—Lo siento. Estoy casada y ya tengo una hija.

Su mirada pasa de ser una mirada de interés a una de sorpresa.

—Así que, por favor, detente. No me interesa conocer a otro hombre, ni hacer amigos nuevos. Debo volver a casa y cuidar de mi hija, así que, adiós.

Doy un paso, pero él me sostiene del brazo impidiendo que me vaya.

—¿Acaso dices esas cosas para alejarme? Me gustas desde que dieron las inducciones para los estudiantes nuevos. ¿Cuál es el problema en qué quiera conocerte y al menos ser tu amigo? No le veo nada de malo en eso.

—Si lo hay.

—¿Qué está mal?

—Que tus intenciones no son buenas, puedes engañar a los demás, pero... ¿Crees que no sé qué eres el famoso estudiante qu
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo