Ya era sábado, me levanté más temprano para arreglar a Mía y dejarla en casa de mi abuela. Al volver desayuno con Jason para después verlo irse a su estudio. Yo me entretengo avanzando algunas cosas del trabajo que teníamos que hacer mientras Layla aparecía.Faltaba diez minutos para las diez de la mañana cuando ella llegó. Había pedido que la dejarán entrar y la guiarán hasta mi estudio improvisado.—Hola, Zoe.—Hola, Layla. Buenos días, siento hacerte venir.—No te preocupes, todo sea una buena causa.—Dirás por una buena nota.Nos reímos por mi comentario y luego nos ponemos manos a la obra. Duramos todo el día haciendo el trabajo y solamente dejamos todo a un lado cuando era la hora de comer algo.Había sentido que nos vigilaban, pero no había nadie a nuestro alrededor. Pero, aun así, me sentía muy observada. Ignoro esa sensación y me sigo concentrando en el trabajo. Cuando ya eran las seis de la tarde, Layla se va y quedamos en vernos al día siguiente para tener lo poco que nos f
Su manera de besarme y tocarme era muy delicada, eso ya hecho que por primera vez me sintiera bien a su lado. Esa noche tuvimos relaciones de una manera que no esperaba, fue un poco doloroso, puesto a que no hacia esto con nadie. Se puede decir que soy una santa comparada con él, quien tiene mucha experiencia.Ambos nos quedamos dormidos muy rápido, yo era quien se sentía más agotada que él. Pero, aun así, pude sentir como él me abraza por la espalda y me arrastra hasta él. El calor que transmitía su cuerpo era reconfortante, pero el temor de lo que iba a pasar después me agobiaba.Ya eran más de la nueve de la mañana y hacía mucho sol este día. Inconscientemente, estiré mi mano hacia donde él estaba, pero me encontraba sola. Me senté en la cama y sentí un poco de dolor en la parte baja, suspiro y me levanto para arreglarme, pues pronto llegaría Layla para continuar el trabajo que teníamos en pausa.Una vez que estoy lista, bajo las escaleras, pero antes de girar escucho dos voces. Me
—Ya lo oíste, Layla. Jason me es fiel a mí, ahora vete, no me culpes si debes irte por las malas.—¿De verdad crees que él te ama? No seas tan ilusa, puedo ver la farsa entre ustedes. Él no te ama.—Si ama o no, será nuestro problema. Ya le di una hija y soy su esposa, sabes a qué me refiero.—Estoy segura de que él ni siquiera te toca de verdad.—Te equivocas, sé cuál es su experiencia en la cama. Además...Me acerco a ella para susurrarle al oído.—Lo hacemos constantemente como anoche.Me alejo de nuevo y abrazo a Jason para luego mirarla a los ojos.—No se me haría raro que nuestra familia se expanda pronto, ¿Verdad, cariño?—Así es. Ya tenemos una niña, tengo un niño.—Haré mi mayor esfuerzo, tener la parejita sería lindo.Ambos la ignoramos y nos centramos en una fingida charla de dos amantes que deseaban expandir su familia. Nuestra actuación estaba siendo perfecta, pero era muy incómodo para mí. Sin embargo, no me salí de mi papel. Jason la mira y habla con severidad.—¿Qué ha
Estaba agotada y mi respiración se encontraba muy agotada, respiro profundo varias veces para controlar mi respiración. Miro a Jason a los ojos y él estira su mano hasta mis brazos para pasarlos sobre ellos. Había un sentimiento extraño subiendo por todo mi cuerpo e inconscientemente le sonrío ante su gesto y su mirada. Tampoco pude evitar acercarme a él para abrazarlo y apoyar mi cabeza en su pecho. Inmediatamente, él se tensa por completo por mi acción, pero poco a poco se iba calmando. Nos quedamos callados durante un buen rato y cuando veo que la agitación de hace un momento se había controlado, hablé antes de quedarme dormida.— No olvides que dijiste que me ayudarías con la tarea.— No lo he olvidado.El cansancio se apodera de mí y con la manera en la que acariciaba mi espalda hace que me duerma muy rápido. Cuando desperté eran más de las tres de la tarde, me levanto con mucha hambre y con mi cuerpo aún tembloroso. Me doy un baño y me decido por ir por algo de comida, pero ante
Nos encontrábamos a solas y lo que esa mujer piense sobre mí me tenía sin cuidado, no me importaba en lo absoluto. Intento levantarme de su regazo, pero él no me deja.—Suéltame, tengo cosas que hacer.—Luego.Una sola palabra usa para detenerme y después besarme.—Aquí no.—¿Por qué?—Estoy segura de que ella está detrás de la puerta escuchando.—No me importa si escucha.—A mí sí.A él no le importa en absoluto y me levanta para sentarme en el escritorio después de correr los documentos que allí había. Me besa con fuerza y comienza a quitarme la ropa.—Jason... Para...—¿Me estás rechazando?—Es que...—¿Qué?Por un lado, quería estar con él, pero, por otro lado, recordaba lo que me hizo. Agaché la mirada para evadir la suya, pero él me agarra la barbilla con su mano y me obliga a mirarlo.—Habla.Me debato sobre decirle lo que me ha molestado o callarme.—No me hagas repetirlo.—Tú... Quiero algo.Por su mirada sabía que no estaba entendiendo lo que yo quería decir. Después de todo
En todo el día, Jason no apareció. Cuando salí de la habitación con Mía para comer algo me crucé con la tal Madame, quien, por cierto, no era de mi agrado en lo absoluto.—¿Cómo lo consiguió?—Debe ser más específica para entender qué es lo que quiere saber, no soy adivina.Dejo a Mía sobre una silla para bebés que no había antes y tomé algo de comida para bebés que había sobre la mesa y procedo a alimentarla e ignoro a la mujer.—¿Por qué el joven amo ha escogido a una mujer tan vulgar como usted? E incluso tiene una bastarda por hija.—Pregúntele a él y se lo advierto, si vuelve a decir que mi hija es una bastarda, no dudaré en cortarle la lengua.—¡¿Cómo se atreve a amenazarme?!—Protegeré a mi hija de quién deba hacerlo, no me importa de quién deba protegerla, lo haré.—Haré que el joven amo la desprecie y la expulse de esta mansión, sin olvidar que conseguiré que se divorcie de usted, le diré que se atrevió a amenazarme y estoy segura de que la echará de aquí.—Puede decirle lo q
Escucharle llamarme, señora White fue tan incómodo en ese momento. Odié que me llamará así, pero sabía que debía acostumbrarme a eso, no tenía escapatoria alguna, por lo menos durante un buen tiempo.—Déjenos a solas.—Sí, señor White.Jason no parecía muy alegra de querer dejarme con su abuelo, pero no tiene más opción que obedecer.—Encárgate de Mía por nosotros.—No es mi hija.—No necesitas encargarte de ella, yo lo haré.Expresé enojada. Me puse de pie y cargué a Mía para evitarle a él la molestia de encargarse de ella.—No dije que no lo haría.—No me importa, yo soy su madre. Tú no eres su padre.He usado el mismo tono de voz que él, claro está que su voz era más grave que la mía, pero me refiero a que he usado el mismo rechazo que él usó hacia Mía al recordarnos que no era su hija.—Dámela.—No.—Zoe...—Muy bien es suficiente, estoy agotado de tantas peleas por el día de hoy. Vete Jason, deja que la niña se quede.Jason se va azotando la puerta y yo dejo a Mía en la cama.—Ma
Haber hablado con el señor White de lo sucedido hace que me sienta de cierta manera en paz. Él me promete no hacer nada en contra de Jason, quería olvidarme de todo lo que había pasado con él aquel día. Quería pasar esa página de mi vida para siempre y hacer de cuenta que jamás sucedió.Durante la cena con el señor White me sentía extremadamente incómoda por haberle revelado algo tan íntimo y nada podía ser peor que la llegada sorpresa de esa mujer.—Habla.Exige Jason cuando ve que el mayordomo regresa tras abrir la puerta con una horrible expresión en su rostro. Automáticamente, dejo los cubiertos sobre el plato y miro a Jason sin entender qué sucedía.—Mi nieto ya te dijo que hables, ¿qué pasa?Pregunta el señor White con poca paciencia, pero con un tono de voz bajo.—Lo siento mucho, yo...Él se calla por unos segundos y me mira extraño.—La señorita Lily...Él no termina de hablar con Jason se levanta tan rápido que tira el asiento hacia atrás. El señor White mira a Jason, luego