Esta era una de las situaciones más incómodas que he tenido que pasar. Desde que estábamos en el ascensor me he sentido como si fuera una muñequita de trapo con la que todos pueden jugar.Ya llevaba probándome varios vestidos. Esta prueba de vestidos era horrible. Ninguno de los vestidos que habían escogido era del agrado del anciano White. El vestido, que habían escogido al principio por su nieto y su abogado, fue totalmente rechazado. Según él, no resaltaba mi belleza en lo absoluto. Estaba cansada de probarme vestidos, quería irme a casa. Realmente, quería irme.—Este es el último vestido, señorita. Por favor, pruébeselo.—¡Quiero irme a casa!—Uno más y podrá irse, algo me dice que este vestido será el indicado.—Está bien.Este era diferente a los demás, era totalmente rallado al cuerpo y lleno de encaje con preciosas piedras regadas en todo el vestido, era como si formarán constelaciones con ellas.—Es precioso.—Me alegra que le guste.—¿Me veo bien?—Se ve hermosa, estoy segur
Una hora después de haber llegado a casa había recibido un mensaje del señor White informando que iba a enviar personal para que nos dieran lo necesario a todas y estar presentables, pues la cena sería en un restaurante de mucha clase y era requisito ir vestidos adecuadamente. Le informé que todas éramos mujeres y le di nuestras medidas como me lo ha pedido. Lo que no me esperaba era ver tantos vestidos en nuestra diminuta sala. No había siquiera espacio para caminar por tantos vestidos y tantas personas presentes.—Ay, mi niña, ¿Dónde encontraste a un novio con tanto poder?Tanto la señora Clarisa como yo estábamos nerviosas al ver la situación. Miento sobre cómo lo conocí, al fin y al cabo, él nunca me dijo que debía decir.—Lo conocí de casualidad en una de mis caminatas al trabajo. Choqué sin querer con él, luego nos volvimos a ver en la universidad y desde entonces estamos juntos.—Zoe, ¿Está segura de él? Tu abuela me contó un poco.—Lo estoy, es un gran hombre y, además, es una
Todos entramos al restaurante e inmediatamente ambas familias se presentan. Los mayores hablaban entre ellos, mientras que Kevin y Jason hablaban entre ellos como amigos que eran, en cambio, yo, seguía sin decir una sola palabra. Era muy obvio para mí que está era una cena incómoda.—¿Querida, estás bien?—¿Ah?Todos me miraban de una manera extraña. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no sabía qué había pasado. Siento la mano de Jason bajo la mesa presionando mi pierna y dolía.—Hija, ¿Te encuentras bien?—Sí, abuela. No te preocupes, estaba en mi mundo y perdí el hilo de la conversación. Lo siento.—Bueno, mi niña, eso es algo normal en ti.Tras el comentario de mi abuela, todos se ríen como si no hubiera pasado nada malo. Sin embargo, podía sentir su mirada asesina sin la necesidad de mirarlo.—Si no te sientes bien, podemos volver a casa para que descanses.—No hay necesidad, pero gracias por preocuparte. Nada más me distraje un momento, como ha dicho mi abuela, es algo nor
Tenía muchísimo miedo. No sabía qué me iba a suceder una vez que bajará de su auto. De la nada sentí que fueron segundos lo que tardamos en llegar. Era una mansión privada, tenía un jardín hermoso en la parte delantera. Incluso había una fuente.—¿Es tu mansión?No obtengo respuesta alguna de su parte, así que decido callarme y no decir nada más. Mi corazón late tan rápido que pareciera que estaba corriendo una carrera de caballos. Él detiene el auto y la sale de él. Yo tenía tanto miedo que no me moví de mi lugar, él me mira enojado desde afuera y automáticamente mi cuerpo reacciona. Me quito el cinturón y salgo insegura del auto. Se acerca a mí y me agarra con fuerza del brazo. Al tirar de mí con tanta fuerza fue inevitable que me cayera al suelo lastimándome las palmas de las manos y mis rodillas.—Inútil.Me levanta como si fuera un costal y me lleva hasta dentro de la mansión.—Por favor, bájame. Te lo pido.Me ignora y sigue su camino hasta tirarme sobre una cama.—¿Qué haces?—
El sudor de mi frente hace presencia rápidamente y el temblor de mi cuerpo era cada vez más evidente. ¿Qué iba a pasarme ahora? Esa era la pregunta que más me estaba haciendo.Quiero hablar y preguntarle por su comportamiento, pero el verlo frente a mí era imposible decir una sola palabra. En el momento en que comienza a hablar, mi cuerpo se sobresalta.—Tú...No me atrevo a alzar la mirada, me fijo en nada más que sus zapatos. Era difícil respirar, demasiado difícil.—De ahora en adelante serás obediente, si tienes que fingir, amarme y ser la esposa más feliz, entonces debes hacerlo y no volver a hacer lo de esta noche. Tu credibilidad sobre estar enamorada estuvo a punto de caer por la borda. Te lo advierto, no soy un ser amable como mi abuelo, yo soy despiadado. Harás todo lo que yo te diga sin oponerte a mí. Me perteneces ahora, no te acercarás a ningún hombre en mi ausencia, te convertirás en la esposa que cualquier hombre desea. ¿Fui claro?—S... Sí.—Bien.Por un momento creí q
No me sentía segura, incluso en mi propio hogar. No tenía garantías de sí él ha enviado a alguien para vigilarme en todo momento. Eso me molesta y me asusta.Cuando entré en la casa, no había nadie por ahí. Aprovecho la oportunidad para entrar en mi habitación e ir directamente al baño para ducharme de nuevo. Era como si tuviera la necesidad de eliminar cualquier rastro de él.¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Por qué?No sé cuántas veces he lavado mi cuerpo, pero cuando he reaccionado noto que todo mi cuerpo está rojo, de tanto tallarlo con la esponja de baño. Dejo que el agua elimine el jabón de mi cuerpo y al salir del baño evito cualquier cosa que refleje mi figura.El sonido del vestido siendo rasgado aún suenan en mis oídos. Tuve tanto miedo y aún no sé qué hice con exactitud para que hiciera eso. Pero de algo si estoy segura y es que debo ser cuidadosa con él. Si debo ser obediente como él lo desea para asegurar a mi familia y a mí, entonces que así sea.—Debes ser obediente y
—¿Me darías tu teléfono?—No.—¿Y sí te invito a un café o a comer lo que quieras?—No.—¿Al menos podemos ser amigos?Me detengo y lo miro directamente para pedirle que se detenga.—Escucha, no sé quién eres y honestamente, no tengo tiempo para salir, ni nada por el estilo.—Pero al ser amigo podrás conocerme.—Lo siento. Estoy casada y ya tengo una hija.Su mirada pasa de ser una mirada de interés a una de sorpresa.—Así que, por favor, detente. No me interesa conocer a otro hombre, ni hacer amigos nuevos. Debo volver a casa y cuidar de mi hija, así que, adiós.Doy un paso, pero él me sostiene del brazo impidiendo que me vaya.—¿Acaso dices esas cosas para alejarme? Me gustas desde que dieron las inducciones para los estudiantes nuevos. ¿Cuál es el problema en qué quiera conocerte y al menos ser tu amigo? No le veo nada de malo en eso.—Si lo hay.—¿Qué está mal?—Que tus intenciones no son buenas, puedes engañar a los demás, pero... ¿Crees que no sé qué eres el famoso estudiante qu
Lo miro estupefacta, el muy idiota estaba cavando su propia tumba. Jason puede fingir ser alguien normal y tranquilo, pero es un demonio. El pensamiento de que él estaba buscando su propia muerte no se va de mi mente. Me sorprendo al ver que su agarre se afloja por completo, pero sigue sin dejar que me aleje de él. Lo miro y al estar tan cerca de él, hace que pueda detallar su belleza.—Has dicho que harás que tu padre me hunda, ¿No es así?—Así es. Lo haré si no la sueltas ahora, no creo nada de que seas su esposo. Es obvio que no lo son y menos que tengan una hija. Es absurdo, entiendo que quieras mentirme belleza, pero no necesitas hacerlo. Ahora, sé buena y suéltalo, ven conmigo. Prometo tratarte bien.—Pero que idiota. No iré contigo a ningún lado y no soy una mentirosa. Soy madre y esposa, no hay ningún problema en serlo a mi edad. No tiene nada de malo.—No pienso creer eso. Deja de mentir.—Tú...Este hombre me hace enojar demasiado. Es un atrevido y vulgar hombre. Jamás me ir