— Toma, aquí están los resultados de la prueba toxicológica de la muestra que me trajiste Russo — Le dijo el analista feliz de poder sacar al Teniente del laboratorio, ya no soportaba tenerlo más ahí, cada vez que venía, Rubí se comportaba torpe, como una total idiota y comenzaba a cometer errores en su trabajo.
Ruso abrió el sobre y leyó detenidamente.
— ¡Mira lo que tenemos aquí! Entonces si hay altas concentraciones de arsénico en las muestras de hueso de Enrico Romano — Exclamó, y la chica suspiró al escuchar de nuevo su voz profunda, el analista movió la cabeza de lado a lado poniendo los ojos en blanco.
— ¡Hay suficiente arsénico ahí como para matar a un elefante! — Enfatizó el analista.
— ¡Esto era lo que necesitaba!, muchas gracias, y recuerda, ni una palabra de esto a na
El hombre de seguridad de la mansión de inmediato se comunicó con su jefe ante la presencia de la policía en las puertas de la propiedad.— Don Giorgio, Aquí está el Teniente… ¿Cómo es su nombre Teniente?— Russo, Antonio Russo, el señor sabe quién soy.— El Teniente Russo, dice que necesita entrar para conversar con ustedes… — El hombre hizo silencio y apenas asintió con monosílabos a lo que el jefe le decía desde el otro lado de la línea — Don Giorgio dice que debe esperar, que están cenando.— Dígale a Don Giorgio que eso se llama obstrucción de la justicia, que lo que vengo a conversar con él es muy delicado, y que puede salvarle la vida a su hijo.— Don Giorgio él dice que… — El jefe de seguridad se apartó el auricular del rostro cuando escuch&o
— Esto estuvo delicioso Luca, ¡Esta vez sí que te luciste! — Allegra aplaudió al chef de esa noche entre las risas de Arianna y de Luca — Chicos, les debo tanto…— No digas nada ahora, somos como familia, ¡Y la familia se apoya!— Gracias Ari… ¡De verdad! — Las lágrimas de nuevo no se hicieron esperar.— Todavía falta una sorpresa… — Luca anunció.— ¿Una sorpresa? ¿Cuál?— Te llevaremos a la Villa esta misma noche para que estés con tu bebé… — Arianna le dijo tomándola de las manos — No hay razón para que sigas separada de él amiga…Allegra se llevó ambas manos a la boca emocionada.— No quiero molestarlos más, podemos irnos mañana, ya es tarde…— Sabes que eso no es problema,
¡Rinnng! ¡Rinnng! ¡Rinnng! Lorenzo seguía pegado al bendito teléfono tratando de comunicarse con Fiorella, pero todo era en vano, ella no contestaba. De pronto escuchó a alguien arrastrando unas maletas y se giró para mirar. Carmina venía bajando las escaleras con su equipaje, luchando por irse a botes con el peso.— Señorita Carmina, ¿A dónde va?— ¡Me largo de este lugar! Pensé que relacionarme con la familia Romano me traería renombre, que impulsaría mis negocios y me haría ver bien conectada, pero sinceramente, ¡Esta gente está loca, todos ellos! No puedo seguir aquí, de hecho, si se enteran los medios de que estuve hoy en la mansión, el escándalo hará que mi negocio sufra perdidas, ¡Debo alejarme de esta casa de Francesco!— Pensé que lo quería… — Lorenzo lo di
— Ginevra… ¡Entréguenos al niño! — Russo fue el primero en hablar, avanzó lentamente luego de soltar la mano de Allegra y mantener a sus hombres a raya.— No den un paso más, ¡O juro que lo lanzaré por el risco!— ¡No! Ginevra, has lo que quieras conmigo pero déjalo ir, ¡Te lo ruego! — Allegra imploró peo no pudo dar ni un solo paso porque Russo la mantuvo a raya.Ginevra se rio nerviosamente mientras sujetaba al niño que se revolvía con fuerza tratando de soltarse de su agarre.— ¡Mami! ¡Mami!— Si lo que quieres es a un rehén tómame a mí, mejor rehén no vas a poder tener, pide un rescate si quieres, sabes que tengo dinero de sobra, ¡Te daré lo que quieras, lo que pidas! — Francesco salió de las sombras y avanzó hacia ella cuidadosamente por
— ¡Salud! ¡Salud! — Se escuchó el coro de voces al unísono acompañado del sonido de las copas al chocar.La familia en pleno se encontraba en el gran salón de fiestas de la mansión Toscana de los Romano, con la presencia de una selecta compañía de amigos íntimos muy poderosos para celebrar el sexagésimo quinto cumpleaños del patriarca de la familia.— ¡Salute e congratulazioni! — Alguien se acercó al cumpleañero para alabarlo — ¡Que la buena fortuna te siga sonriendo amigo Giorgio!Allegra se sintió un poco abrumada, había estado trabajando todo el día con la decoradora y la planeadora de fiestas en cada detalle para que la celebración en honor de su suegro saliera impecable, digna del cumpleaños de un hombre tan importante y poderoso como él.Desde su matrimonio con Francesco Romano, Allegra había hecho todo lo posible por ganarse a la familia, hacía poco tiempo que formaba parte de ella, apenas un año, pero todavía le era difícil congraciarse con algunos de los miembros de la famili
Cuando abrió los ojos seguía tendida en el suelo, la boca le ardía y la cabeza le daba vueltas, era como si la hubieran molido a palos, no sabía que le dolía más, si el corazón o los golpes.Intentó incorporarse pero fue inútil, su tobillo torcido y el golpe en la cabeza habían sido demasiado.— Ya abrió los ojos Don Giorgio — Ella escuchó a alguien decir — ¿Qué quiere que hagamos con ella?Solo se escuchaba el sonido de las respiraciones agitadas de todos esperando a que el viejo decidiera.— Francesco será quien lo haga — Y levantando la mirada hacia su hijo le ordenó: — ¡Anda! Sácala fuera y déjala que pase la noche con los perros, ¡Eso es lo que se merece esta infanticida! Mañana que se la lleve la policía, no la denunciaré esta noche, eso sería demasiado cortés con ella y no lo merece, ¡Que sufra por lo que hizo!— Como usted diga papá — Francesco ni siquiera lo dudó, estaba lleno de rabia, la pensaba culpable de la muerte del no nato.Tomó a su esposa por el brazo y la levantó e
Ambas enfermeras decidieron buscarla. Allegra se vistió con rapidez y en cuanto escuchó las voces de Arianna y Luca salió de su escondite visiblemente alterada. — ¡Chicos, chicos, debo irme ya! — Allegra, pero si todavía el médico no te ve, debemos esperar, no tardará. — No, no me estás escuchando, estoy en las noticias, mejor dicho, estamos en las noticias, los Romano acaban de ofrecer una cuantiosa recompensa por quien les dé información sobre mí, y acabo de escuchar a dos enfermeras decir que me entregaran para cobrar la recompensa. Las palabras salían de la boca de Allegra como un tropel sin freno, totalmente desbocadas en un río desbordado mientras Arianna intentaba comprender. — ¿Dónde escuchaste eso? — Hace unos minutos en el noticiero. — ¿Qué más dijeron? Allegra se avergonzó. — Creen que le fui infiel a Francesco contigo Luca… — ¡Oh! Entiendo, no te preocupes por eso amiga, sé que no es cierto y eso es suficiente, y los demás pueden creer lo que quieran — Dijo Ariann
Arianna se desvió hacia el bosque y pronto estuvo sobre una carretera de grava.— Allegra, ¿Recuerdas aquel paseo de chicas que hicimos en el primer año de universidad?— Sí, lo recuerdo bien.— Bueno, me enamoré de ese lugar y compré la cabaña, quería hacer algo lindo ahí, pero ya sabes, el tiempo no da para mucho, creo que es el lugar perfecto para que te escondas por un tiempo, no es nada lujoso, sé que no está al nivel al que estás acostumbrada y hace mucho que no vengo, debe estar lleno de polvo y alimañas, supongo que tendremos que limpiar un poco y ponerla habitable, pero a nadie se le ocurrirá buscarte ahí.— ¡Eres la mejor amiga que he tenido Arianna! Muchas gracias por tomarte tantas molestias para ayudarme.— ¡Ejem, ejem! ¿Y yo donde quedo?— Tú también Luca, en serio, chicos, no sé qué habría hecho sin ustedes…— No es nada, ahora solo debes armarte de paciencia porque este lugar está alejado de la civilización y no hay teléfono, por ahora te quedarás aquí y fingirás que e