— ¿Hay algún problema con la reservación? Está tardando demasiado — Allegra le dijo en baja voz al actor.
— No, con nuestra reservación no, pero si con la actitud de la gente, hay personas muy prepotentes que creen que porque están pagando un servicio tienen el derecho de gritar, ofender y amenazar a los demás.
— No te entiendo, ¿Qué sucedió?
— Una mujer a la que se le ve la clase por encima, pero no la clase educada, sino la adinerada, vino a hacer un estúpido reclamo y lo enfatizo como si tuviera la importancia de la cura de un enfermo terminal.
Allegra suspiró, estaba acostumbrada a ver esa clase de reacciones en muchas personas que conocía.
— Lo sé, a veces la gente con dinero piensa que puede tener el control de todo y de todos, es triste que vean las cosas así…
El joven recepcionista alz&oa
Arianna al fin inspiró profundo y se sentó para que la maquillaran, ni siquiera había dejado que le aplicaran una crema humectante debido a los nervios porque su rostro estaba totalmente húmedo de sudor, había estado en una lucha campal con su vestido durante horas.— Señorita, ¿Entonces está segura de que ese es el vestido? — Preguntó con cautela el dependiente de la tienda de vestidos de novia.— Estoy segura, gracias, puede llevarse los demás, y por favor, dele la cuenta a mi asistente, ella se encargará de hacer el pago.— Gracias a usted por su compra — Dijo el hombre satisfecho recogiendo de la cama y embalando la mercancía.Arianna por fin se sentó frente al espejo, mientas la maquilladora, y la manicurista hacían lo suyo. Inspiró profundo, dejó que la embellecieran aunque en realidad no era que lo necesitara
— ¿Están todos en Vernazza? — El Teniente Russo escuchó la voz de Don Giorgio Romano del otro lado de la línea telefónica.— Señor Romano, estamos en el sitio, la boda se efectuara en el castillo Doria y esperamos en el lugar, estamos de encubierto.— ¿Hay suficientes efectivos que cubran la operación? ¡No quiero errores si se llega a presentar esa mujer!, ha sido muy escurridiza, y estoy seguro de que no se perdería la boda de su amiga, así que haga bien su trabajo, ¡Y yo me encargaré de pagarle lo que me pida!— No habrá errores jefe, si ella se presenta no saldrá de aquí, todo el lugar está rodeado, no hay forma de que huya.Felipe había salido tras el pequeño Francesco junior, dejando a la pareja apenas en las puertas del elevador, y a Carmina con una rabiecita contenida por no haber podido sa
Allegra se detuvo en la escalera antes de la zona de la entrada triunfal de la novia, se recostó a un muro prudentemente con su hijo y su esposo falso y esperó a que la novia emergiera. Cuando Arianna hizo su aparición y la vio de pie en la escalera, esperándola no pudo contener las lágrimas, quiso abrazarla y agradecerle el esfuerzo de su presencia en el día más importante de su vida, pero no lo hizo, no la pondría más en riesgo, el cruce de miradas entre ambas amigas y las lágrimas a flor de piel lo dijeron todo entre ellas con el silencio que dice más que mil palabras. Allegra puso ambas manos sobre su pecho haciendo un corazón con ellas y Arianna asintió devolviéndole el gesto con prudencia y continuó su camino hacia el altar. Arianna escuchó las notas de la marcha nupcial y no podía creer que eran para ella, esta vez, era ella quien avanzaba sobre la larga alfombra roja, esta vez era ella la novia, Luca se puso de pie junto al sacerdote y se giró para ve
— ¿Y Francesco? — Allegra le preguntó al actor mirando para todas partes.— Tranquila, vi hacia donde corrió, iré por él, anda a felicitarlos y podremos irnos si quieres… — Le propuso mientras comenzaba a moverse hacia donde estaba el niño.— Gracias, será rápido…El móvil de Francesco vibró en su bolsillo.— ¡Diga! — Respondió con mal carácter.— Soy yo, ¿Dónde estás?— En Vernazza con Carmina, ¿Por qué?— ¡Dime la verdad!— ¿Qué pasa padre?, ¿Ahora me tratas como un crío?— ¡Estás en la boda de esa gente!Francesco se levantó de la silla y mientras los invitados comenzaban a agolparse a los lados de la alfombra y sobre todo cerca de la salida, é
Carmina sacudió la cabeza al escuchar a Francesco, en realidad no era lo que ella esperaba, la mujer no quería perderse el espectáculo, había soñado despierta con la imagen de Allegra Richi siendo aprehendida en plena boda, pero por el momento se alejaría de él y le daría su espacio para maniobrar, quizás desde el otro lado de la calle podría ver cuando los hombres de Giorgio Romano se la llevaran a rastras a la mujercita esa, con eso le bastaba… por ahora… — Está bien amor, si tienes planes personales, pues yo respetaré eso, pero recuerda que vinimos aquí a descansar, espero que la próxima vez me regales ese tiempo por entero a mí… — Le respondió actuando como si fuera absolutamente inocente de lo que estaba sucediendo, Francesco no podría ni imaginar que entre ella y Ginevra habían tramado todo aquello. — Gracias por entender, ahora si me disculpas alguien requiere por completo de mi atención, aunque no le gustará… — Dijo pasando, por un lado, de Carmina y subiendo las escaleras de
Sintió cuando alguien a tomo con fuerza por la cintura y la arrastró hacia atrás alejándola de Arianna, ella tomó sus manos y la sujetaba con todas sus fuerzas, pero aquellas manos grandes eran más fuertes y la arrancaron con violencia de las de su amiga.— ¡No, déjenme, suéltenme! ¡Necesito buscar a Francesco, debo buscar a Francesco!— El señor Francesco estará con usted dentro de poco, así que se le cumplirá el deseo — Ladró, uno de los hombres que forcejeaba con ella para sacarla del lugar.— ¡No, no entiende! ¡Mi bebé, mi bebé!— ¿Cuál, el que usted mató? — Continuó el tipo alto y musculoso como uno de esos jugadores de la UFC.— ¡Arianna, mi bebé, no dejes a mi bebé! ¡Te lo ruego! — Sus ojos se clavaron desesperados
Fiorella buscó un taxi y le ofreció una suma ridículamente buena al chofer para que la llevara hasta la villa, la esperara, y luego la volviera a traer hasta el pueblo. Necesitaba poner a salvo al pequeño Francesco junior y luego regresar a Vernazza porque estaba segura de que Giorgio mandaría a por ella, así que por el momento no era bueno tentar más al diablo.Carmina la siguió y tomó fotografías de ella con el niño y del auto en el que se fue, si tenía que quedarse un poco más de tiempo en Vernazza lo haría, pero tenía que descubrir quién era ese niño, y sobre todo a donde lo habían llevado.Allegra se aferró a la ventanilla de la patrulla a medida que el vehículo avanzaba fuera hacia Florencia, su corazón se hacía pedazos al ver a su pequeño a la distancia, los ojos se le nublaron y no pudo hacer más que verlo de la mano de Fiorella.En medio de tanto dolor, al menos había algo con lo que tranquilizarse, el niño había aparecido, la estaba matando, el pensar que la habían aprendido
Fiorella se quedó en las sombras por un rato hasta que su hijo desapareció entre las calles de Vernazza de la mano de su amante de turno. Era ridículo ver como esa mujer lo manipulaba a su antojo, pensó que correría a Florencia al menos para seguir haciéndole la vida imposible a Allegra, pero ni siquiera había tenido los ánimos de hacerlo, sino que se quedó en su fin de semana romanticón con Carmina.De pronto sintió unas pesadas manos sobre sus hombros que la hicieron saltar del susto.— ¡Aquí estás! Escurridiza, ¿Dónde diablos te habías metido todo este tiempo? — La voz de Don Giorgio Romano sonó áspera y profundamente molesta para Fiorella que ya no lo soportaba en absoluto, ni siquiera su voz era capaz de soportar.— ¿Giorgio? ¿Pero qué haces aquí?— ¿Qué c