— ¡Entonces no se diga más! Tengo entendido que tú eres muy buena abogada… me lo han dicho todos los que te han investigado — Admitió.
Arianna no sabía si sentirse ofendida o halagada.
— Me ha investigado entonces…
— No te molestes, nunca lo hubiera hecho de no ser por la relación que tan cercana que tienes con Allegra.
— Eso no cambia la realidad de haber sido investigada.
—Te pido disculpas por eso, si de algo te sirve, todos hablan bien de ti, de tu profesionalismo y honestidad, y también de tu generosidad, de hecho, personalmente te debo mucho, haber hecho lo que hiciste con ella y luego con el niño es…
— Lo hubiera hecho cualquiera.
— No, eso no es cierto, no cualquiera lo habría hecho, solo una persona noble y con un gran corazón, alguien como tú.
— Y como Luca — Le s
Carmina era bastante suspicaz y habilidosa para dar opiniones rimbombantes cuando era necesario y cuando le convenían, por supuesto que cualquiera que la hubiera escuchado la habría aplaudido, y le habría dicho a Francesco que eso exactamente era lo que él debía hacer, pero claro, alguien que no conociera el contexto de la situación,Francesco se dejó llevar una vez más por los placeres carnales que le ofrecía Carmina con intenciones ocultas, y trató de olvidar por un rato a Allegra, pero era difícil, sobre todo por el hecho de que la misma Carmina y su secretaria acababan de mencionarla. Además, no era difícil comenzar a hacer comparaciones entre ella y su conquista de paso, siempre lo hacía de manera inconsciente, y cuando se daba cuenta de ello, se recriminaba de inmediato.Los días se fueron sucediendo uno tras otro, dando paso a los planes d
A Fiorella no terminaba de gustarle mucho la idea, en realidad tenía la esperanza de que la chica dijera que al fin decidía no ir, pero después de lo que ella misma le debía no podía decirle mucho más allá de una pequeña recomendación, o a lo menos una opinión, pero nada más, en todo caso, si salía todo bien Allegra tendría un rato de paz, eso era bueno.— Entonces ve, pero cuídate mucho, no te descuides en ningún momento, y vas a tener que hacer algo de retoque con tu cabello, así que te traje unos tintes, secador y plancha para el cabello, y unos productos para alisar, también compre algunos vestidos, no cuál de ellos te sentará mejor, pero debes verte elegante pero no llamar mucho la atención, y en tu caso querida, eso es un poco difícil, así que a ver si con estos colores oscuros pasas más desapercibida.
Fiorella hizo las maletas desde el jueves, esta vez, Giorgio estaba muy intrigado por el tema de la boda, y esperaba que hubiera resultados con las investigaciones, le había dado aviso a la policía de lo que podría ocurrir durante el evento y aprovechó para decirle a sus tenientes de bolsillo que estuvieran presentes para aprehender a Allegra si se presentaba.Pero cuando Fiorella Salió con la maleta y la puso en la parte posterior de su auto a Don Giorgio se le encendieron las alarmas, ¿Sería acaso mucha casualidad que el lugar en donde su mujer había comprado la Villa y en donde pasaba los fines de semana desde hacía unos seis meses era el mismo en el que los novios contraerían nupcias?¡No, no podía ser verdad! ¿Acaso Fiorella sabía algo que él no? ¡Imposible!, ella no había defendido a esa lunática traidora, ¡Homicida de su pequeñ
Don Giorgio seguía cuestinandose dentro de su cabeza:— Será que Fiorella… ¡No! No puede ser, ella no es tan inteligente, ni tan suspicaz, no encontraría nada que tuviera en frente, ¡Y mucho menos a esa mujer que ha demostrado ser una auténtica harpía para mantenerse en las sombras durante tanto tiempo!Sacudió la cabeza para apartar esos estúpidos pensamientos de su mente, no tenía caso, su mujer era totalmente inofensiva, sabía todos los cuernos que le había puesto y, sin embargo, no había hecho nada hasta ahora, o eso pensaba él, que no estaba al tanto de que su mujer estaba desapareciendo su dinero, cambiando de manos sus propiedades y dejando todo en manos de terceros para dar la estocada final cuando fuera tiempo.También se había asesorado con abogados para que le calcularan el cincuenta por ciento de lo que le correspondía en
Allegra se levantó temprano esa mañana, atendió a los animales de la granja y dio instrucciones al señor que la ayudaba con esas labores, Don Anastacio, un caballero de avanzada edad que sabía de granjas y producción lechera, gallinas y esas cosas del campo.Un buen hombre, respetuoso y trabajador, y con quien el pequeño Francesco pasaba buenos ratos hablándoles a los animales, Don Anastacio le contaba cuentos de los patitos y le explicaba como nacían de los huevitos que cuidaba la pata.Allegra dejo al niño con el viejo un rato mientras atendía la comida y luego de que todos almorzaron y Don Anastacio se fuera, ella comenzó a mirar el reloj con insistencia. La chica que había contratado como niñera no aparecía por ninguna parte, la hora corría y estaba segura de que se le iba a hacer tarde.En vista de que la chica no daba señales de vida, deci
— ¿Hay algún problema con la reservación? Está tardando demasiado — Allegra le dijo en baja voz al actor.— No, con nuestra reservación no, pero si con la actitud de la gente, hay personas muy prepotentes que creen que porque están pagando un servicio tienen el derecho de gritar, ofender y amenazar a los demás.— No te entiendo, ¿Qué sucedió?— Una mujer a la que se le ve la clase por encima, pero no la clase educada, sino la adinerada, vino a hacer un estúpido reclamo y lo enfatizo como si tuviera la importancia de la cura de un enfermo terminal.Allegra suspiró, estaba acostumbrada a ver esa clase de reacciones en muchas personas que conocía.— Lo sé, a veces la gente con dinero piensa que puede tener el control de todo y de todos, es triste que vean las cosas así…El joven recepcionista alz&oa
Arianna al fin inspiró profundo y se sentó para que la maquillaran, ni siquiera había dejado que le aplicaran una crema humectante debido a los nervios porque su rostro estaba totalmente húmedo de sudor, había estado en una lucha campal con su vestido durante horas.— Señorita, ¿Entonces está segura de que ese es el vestido? — Preguntó con cautela el dependiente de la tienda de vestidos de novia.— Estoy segura, gracias, puede llevarse los demás, y por favor, dele la cuenta a mi asistente, ella se encargará de hacer el pago.— Gracias a usted por su compra — Dijo el hombre satisfecho recogiendo de la cama y embalando la mercancía.Arianna por fin se sentó frente al espejo, mientas la maquilladora, y la manicurista hacían lo suyo. Inspiró profundo, dejó que la embellecieran aunque en realidad no era que lo necesitara
— ¿Están todos en Vernazza? — El Teniente Russo escuchó la voz de Don Giorgio Romano del otro lado de la línea telefónica.— Señor Romano, estamos en el sitio, la boda se efectuara en el castillo Doria y esperamos en el lugar, estamos de encubierto.— ¿Hay suficientes efectivos que cubran la operación? ¡No quiero errores si se llega a presentar esa mujer!, ha sido muy escurridiza, y estoy seguro de que no se perdería la boda de su amiga, así que haga bien su trabajo, ¡Y yo me encargaré de pagarle lo que me pida!— No habrá errores jefe, si ella se presenta no saldrá de aquí, todo el lugar está rodeado, no hay forma de que huya.Felipe había salido tras el pequeño Francesco junior, dejando a la pareja apenas en las puertas del elevador, y a Carmina con una rabiecita contenida por no haber podido sa