Salí corriendo del hospital, rogando a Dios que Esteban aun estuviera, era el único que podría llevarme donde estaba mi padre y advertirle sobre lo que sucedería.
—¡Esteban! —grité, al verlo aun en el estacionamiento. Hablaba por teléfono—. Por favor, necesitamos tu ayuda.
Se despidió rápidamente y colgó, viéndome impresionado al verme aquí.
—No quiero verte Luciana, ve y pídesela a Alessandro —abrió la puerta del auto y la cerré—. ¡Aléjate!
—Todo lo que dije fue para salvar a mi padre —aclaré rápidamente, él tenía que saber la verdad—. Pero ahora resulta que no valió la pena porque Alessandro no me creyó y ahora nos matara.
Este frunció su ceño, viéndome como si estuviera l
NOTA: ESCUCHEN SAY SOMETHING. Una semana después. Estaba tan cansada, mi cuerpo estaba al limite y mi mente destrozada como jamás pensé tenerla…yo era inestable en estos momentos y no tenia ni la menor idea de cómo volver al camino, no sabía que debía hacer, estaba en un laberinto sin salida y por más que buscaba solo encontraba culpa y lamentaciones. No veía a mis hijos desde hace una semana y es que, no quería afectarlos, sabia que les transmitiría tanta m****a y oscuridad y ellos no se lo merecían. No dejaba de llorar, no dejaba de culparme por todo, estaba en mi peor momento y no tenía ningún hombro en quien poder recostar mi cabeza. —Per-Perdóname, enserio lo lamento tanto —susurré mientras besaba sin parar su mano—. Nunca quise esto, tu sabes que te amo y eres lo mas bello en mi vida, perdóname. —¿De…que? —preguntó en un susurro, viéndome con ojos de a
Tres años después. (Francia) Conducía rápidamente como si estuviera siendo perseguida por algún sicario, tal vez tendría varias multas y varias citaciones al tener a dos bebes a bordo y es que, si Ana no se hubiera enfermado nada de esto estaría pasando. ¿Por qué razón nunca pensé en tener una niñera de reemplazo para estas situaciones? De todos los días del mes, justamente hoy tenia que amanecer enferma, justamente cuando empezaba mi internado por pediatría. ¡Justamente hoy! Que Dios se apiadaría de mí y del médico de piso. —Mamá, Elian me aruñó —se quejó Mia apunto de llorar. —Mientes, mamá Mia me golpeó polque le dije que tenía novia —se cruzó de brazos enfadado. Fruncí mi ceño ante su respuesta. —¿Cómo que tienes novia? —entré al estacionamiento, buscando un sitio. No había ninguno, todo estaba en mi contra—.
ActualidadHabía pasado una semana en que faltaba a clases con la excusa que nadie cuidaría mejor a Dalila que yo, pude convencer a mis padres en ese momento, no era difícil, una mirada y ojitos de cachorrita y los tenia, una completa manipuladora, lo sé.Aunque mi subconsciente me jodida a cada momento por eso, el mismo sabía que solo estaba intentado sobrevivir de aquel hombre. Era un hecho de que apenas pisara la universidad moriría, no tan literal, pero de que moriría en la universidad lo hacía, era ley.Pero no podía morir, primero tenía que probar un latino, si o si.—Tranquila, no morirás —susurre para mí mi
Un mes antes.—Lu-Luciana... te amo.Parpadee varias veces atónita a lo que escuchaba. —¿Acaso estaba loco?—suspiré, levantándome de la cama para vestirme e irme cuanto antes.¿Por qué tenía que dañarlo todo?—Me encantas...enserio, y amo la forma en que lo haces, eres el mejor hasta ahora, pero solo es placer Giulio. Mi primera regla es no involucrar sentimientos.— ¿Qué quieres decir? —arrugó su entrecejo, levantándose para también vestirse.—I'm way too good at goodbyes&n
Días después.—La noto muy distante, ¿sucede algo?Volteé a verlo inmediatamente.¿Qué me pasaba? Tenía a semejante monumento de hombre frente a mí en una cita, y pensaba en el idiota de Alessandro. Sí que me sucedía algo.—Mande a investigar a una persona, pero no encontraron suficientes cosas —comenté.No había quedado satisfecha con la investigación a medias que me habían entregado, no decía prácticamente nada, lo cual no ayudaba. Tenía una terrible curiosidad por ese hombre, tal vez era solo un capricho y se me pasaría con el tiempo, pero mientras tanto quería saber todo lo que se pudiera de Alessandro. Nunca había sido ignorada, y que esa fuera mi primera vez, había despertado algo temporal.—Tal vez podría ayudarla, el in
—Luciana despierta, vamos cariño hoy iras conmigo al hospital.Sentía como movían levemente mi cuerpo, pero me negaba a despertar.—No —susurré dándole la espalda.¿Acaso no tenía tres hijos más? ¿Por qué todo era yo?—Luciana Licciardi Davis, te levantas de esa cama o juro que te levantaré como la última vez.Grité de frustración y me levante de inmediato. No quería que pasara eso de nuevo...jamás.¿Qué clase de madre levanta a su hija con agua totalmente fría y cubos de hielo en ella?—Puedo demandarte por ello, ¿Lo sabes verdad?—Quiero verte intentándolo —se cruzó de brazos viéndome fijamente.—Pues te quedaras con las ganas, ¿Cómo demandaría a la ma... —
Otro día de mierda en el que tenía que ir a la universidad, al tener a Dalila lo hacía un poco menos mierda, pero mierda de todas formas.Estábamos hablando sobre la desilusión que se llevó al despertar y no encontrar a mi hermano en la mañana, no entendía como Liam había dormido en el apartamento de Dalila, cuando mi madre lo esperaba para dormir. El nunca desaprovecharía el poder dormir con ella.Algo no encajaba y lo tenía que averiguar.—Liam vendrá hoy y... ¡mierda!¿Acaso era real lo que mis ojos veían? ¿Alessandro besándose en plena universidad con una mujer? ¿Cuando— ¿Y mierda? —preguntó confundida Dalila.—No, no quise decir eso —Dije distante mientras veía al maldito. Era real.— ¿Quiénes son ellos?—Alessa
Sonreí al verla, tenía una belleza muy exótica mi hermana. Como no tenerla si era del oriente.Joder, esas mujeres son candela pura."Candela”Empecé a reírme de mis pensamientos, era una maldita.— ¿No piensas salir de este cuarto? —Detuve mi risa al escuchar a Liam—. Ahora hasta te ríes sola, ¿Debería de preocuparme?—Tal vez, aunque…nunca he sido la cuerda de la familia… ¿No crees?—Bueno, todos tenemos un poco de locura. Pero tu locura es distinta. Te vigilo Luciana. Te conozco.—No —volteé a verlo sonriendo—. No puedes decir conocerme por saber que hago y que no, en realidad Liam, tú conoces a la Luciana que conocen todos.—Eres peor que yo —sonrió asintiendo.Se acercó a Dalila y como pensé, ni siquiera la toco. Solo se qued