CAPÍTULO 37

 Un día después.

Habían traído a Mia conmigo, todo estaba bien con ella así que en un par de horas estaríamos en casa, descansando.

Sonreí inconscientemente al verla, estaba entre mis brazos y dormía plácidamente, no podía parar de observarla, se me era imposible no tener mis ojos puestos en ella, era tan perfecta que dolía.

—Eres tan hermosa —susurré con lagrimas en mis ojos.

Fue justo en ese momento donde supe que nada era más importante en mi vida que ella, que el amor que había tenido en relaciones anteriores no se comparaba con el amor que tenia por esta bebé, no había un amor en la tierra que lo sobrepasara, podría dar mi vida por ella.

Fue algo tan difícil saber que estaba embarazada, pensaba que no podr&iac

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP