La señora Chang estaba de viaje en Boston, arreglando asuntos familiares con su exmarido, Duncan se había marchado con ella para cuidarla, pues opinaba que aquellos viajes ponían realmente nerviosa a su madre.
Había salido tarde de trabajar, y estaba realmente cansada, pero bastó con una sola llamada de Kevin para olvidarme de todo y correr hacia su casa, pues sabía que estaba sólo en casa, y tenía demasiadas ganas de verle, pues desde hacía ya un par de semanas no le veía, más concretamente desde que pasó el día en mi casa y no paramos de follar como conejos.
Ni siquiera me había cambiado de ropa, llevaba una camiseta negra básica y unos jeans, y el cabello recogido en un despeinado moño.
Estaba esperando a que el semáforo se pusiese en verde para cruzar la calle, cerca de la casa de la señora Chang, cuando sentí com
Me desperté sobresaltada al sentir un cosquilleo sobre mi cuello, era Kevin, que me besaba dulcemente. Siseó para que me calmase, mientras me susurraba…Sigue durmiendo – me ordenó mientras acercaba su rostro al mío y me besaba con dulzura sobre la mejilla – Tengo que ir a trabajar, pero quédate.¡El trabajo! – exclamé sobresaltada de nuevo, enervándome de la cama y mirando hacia él, nerviosa, mientras él sonreía hacia mí divertido, al mismo tiempo que negaba con la cabeza.Hoy no, es tu día libre. - Me recordó, haciendo que lo mirase estupefacta, pues no entendía cómo podía saberlo, ya que yo no le había informado sobre el tema.¿cómo sabes cuándo es mi día libre? – Pregunté, para luego abrir la bo
Caminaba con aquel vestido blanco que compré en Londres, con el agradable sol primaveral sobre nuestras cabezas, al mismo tiempo que él mantenía su mano agarrada a la mía.Sonreí al darme cuenta de que lo había conseguido, había logrado que Kevin no me apartase de su lado.Miré hacia él, sin dejar de sonreír, haciendo que él sonriese también hacia mí.Tengo que marcharme pronto, hoy tenemos entrenamiento – me informaba, haciendo que recordase como solían ser aquellos días cuando me dedicaba al grupo activo de la empresa. Pues desde que trabajaba con Jonas, como sólo nos ocupábamos del trabajo de campo, no teníamos que entrenar, pues rara vez tendríamos que enfrentarnos a una situación de lucha.Yo he quedado con Jonas para estudiar las pruebas de un caso – le inform&eacu
Durante todo el camino hacia casa no podía dejar de pensar en él, y él viaje fue largo, pues había venido en el autobús, así que fue un viaje realmente largo.No podía recordarle, en qué momento le había conocido, no podía recordar su rostro, no podía, y entonces, cuando caminaba por mi calle, me percaté de algo. Yo ya le conocía de antes, ya le había visto alguna vez, antes de trabajar con él yo ya le había hablado, siempre para ofrecerle café, pues solía sentarse en una de las mesas, cercanas a la barra, con su ordenador, y trabajaba duramente toda la mañana, incluso algunas tardes también venía. Recuerdo que solía acercarme con la jarra de café para ofrecerle un poco más, admirando como él me sonreía, agradecido de que lo hiciese.Levanté la vista al llegar a la puer
Nos encontrábamos en el restaurante de un lujoso hotel, junto a él, comiendo una deliciosa langosta, mientras él bebía un poco de vino de su copa.¿cómo puedes permitirte todo esto con el dinero que ganamos en la agencia? – Pregunté con curiosidad, mientras abría la langosta para seguir devorándola.Tengo más negocios aparte de ese – aseguraba, mientras ponía la copa sobre la mesa, y se preparaba para atacar la langosta.Kevin – le llamaba su padre, llegando hasta nosotros, haciendo que ambos mirásemos hacia él sin comprender que hacía allí – es toda una suerte encontrarte aquí…Suerte mis cojones – espetaba él, mientras yo le miraba con los ojos desorbitados por la forma en la que le respondía a su progenitor – sabías perfectamente que estaba aquí,
Meryem y yo estábamos fuera de la ciudad, más concretamente en Magnolia Spring, Alabama. Nos estábamos quedando en casa de una prima suya, y la verdad, tengo que admitir que aquel lugar era hermoso, rodeado de bosques y ríos, con pequeñas casas y gente muy amable. Era uno de esos lugares entrañables que uno siempre desea visitar.Ni siquiera me había dado tiempo de avisar a Kevin de que me marchaba de viaje, pues tan pronto como Meryem se había enterado de que Jonas se marchaba a Canadá a visitar a su familia, y que por tanto tendría vacaciones, me había arrastrado en aquella locura. No tenía ni idea de cómo había conseguido ella aquellas vacaciones, pero lo que si sabía era que gracias a eso me lo estaba pasando en grande.Su prima tenía más o menos nuestra misma edad, de estatura mediana, con el cabello rubio, ojos azules y tez clara. E
Casi había amanecido y la borrachera se me había pasado casi del todo, tenía un poco de frío, por eso ahora llevaba la camisa de Marcus, pues él me la había dejado al percatarse de que tenía frío, había pensado pedirle a Kevin su chaqueta, pero puesto que estaba bailando con Ash, en aquel momento, no pude hacerlo.¿hay algo entre Ana y tú? – Preguntó Ash hacia Kevin, tras largo rato en silencio, bailando aquella canción de Bruno Mars tan animada. Él la miró sin saber exactamente que responder ante aquello – he oído que tiene novio…Bueno, no es exactamente su novio - explicó él – pero sí, tiene algo así.Pensé que eras tú – comentó, haciendo que él la mirase sin comprender – la forma en la que la tratas …S&
Cuando desperté sobre la cama, tenía un horrible dolor de cabeza a causa de la resaca que tenía encima. Miré hacia abajo, entre las sábanas, dándome cuenta de que había perdido el sujetador, tan sólo estaba vestida con las bragas.Agarré uno de los vestidos que había traído conmigo, era un precioso vestido minimalista de leopardo. Me lo coloqué, me revolví un poco el cabello y me puse un poco de maquillaje rojo en los labios, antes de salir al salón, donde todos desayunaban animadamente.Por alguna extraña razón no podía recordar nada de lo que había pasado la noche anterior, aunque tenía un vago recuerdo de un beso con Kevin, en aquel momento no parecía más que un sueño.Estábamos en la casa de Ash, justo al lado de la casa flotante donde había sido la fiesta.Miré hac
Me encontraba en el aeropuerto de Japón junto a Kevin. Aún no podía creer que hubiese accedido a volver con él a Japón, después de todo lo que me había dicho, después de todo por lo que habíamos pasado. Pero allí estábamos.Miré hacia él, estaba súper apuesto: llevaba un jeans ajustados, con una camisa blanca metida por dentro del pantalón y un cinturón de piel marrón. Su cabello estaba peinado hacia un lado y llevaba sus lentes de sol sobre sus ojos.Yo lucía unos jeans sueltos, arremangados, una camiseta gris de manga corta con un feo dibujo de un koala, metida por dentro del pantalón, y sobre mis hombros mi famosa chaqueta de cuero, aquella que solía usar cuando iba en moto. Tenía el cabello recogido en un moño trenzado y sobre mis ojos unas lentes de ver.