Holis. Un capítulo fuerte la verdad. Gracias por leer.
ELIZABETH.SEMANAS DESPUES.Este día decidí venir al orfanato donde está Bruno, el pequeño al que rescatamos en la redada, Nick se da cuenta que al entrar saludo a todos con mucha familiaridad y al preguntarme porque, decido contarle la verdad.—Doy clases de baile a estas hermosuras— ante nosotros aparecen niños de todas las edades, ellos al verme corren hacia mi y me agacho para recibir sus abrazos y besos —¡Un orfanato! — él menciona con asombro —¿Por qué un orfanato?— indaga viéndome, trato de mirar a otro lado porque no estoy lista para contar mi vida —Porque están solos, porque no tienen a nadie, porque su ingenuidad, alegría y forma de ver la vida nos recuerda lo bueno que hay en la vida, porque podemos hacerlos felices solo con simples actos… — mi voz se quiebra — Porque sus corazones son puros y no hay nada mejor que eso— cuando termino de hablar una lágrima recorre mi mejilla y aprovechando que estoy agachada y él no puede verme, la seco despacio —¿Estás llorando Liz?—
ELIZABETH.DIAS DESPUES.Había ido varias veces al orfanato estos días, y para mi sorpresa Nick me había acompañado siempre y en los días que fui a bailar él tambien lo hizo con nosotros, y cuando no estábamos bailando él se metia en la cocina con Catalina y estaba aprendiendo a cocinar esas recetas que segun Nick dice son deliciosisimas. Tambien lo veía muy cerca a mi y más atento, ahora nuestras miradas se quedaban fijamente sin importar el tiempo.Estábamos en la jefatura, revisando algunos informes, cuando Warren entró en la sala de reuniones con una sonrisa más amplia de lo habitual. Se aclaró la garganta y nos miró con entusiasmo.—Tengo una noticia emocionante para todos ustedes —anunció, captando de inmediato nuestra atención—. Hemos sido invitados a una celebración en honor a toda la comisaría por nuestro excelente trabajo estos meses y por atrapar a la organización de trata de menores. El evento será esta noche en un lugar elegante y será televisado, por lo que todos debemos
NICK.HORAS DESPUES.—¿Sabes? — miro a Warren — Mirarla desde la distancia no minimiza el hecho de que te gusta— de inmediato hundo las cejas — No sé de lo que hablas— bebo de mi cerveza tratando de ignorarlo — Si, claro — me responde — Solo digo que eres muy obvio. Además, si te gusta, vé y habla con ella— miro a Liz — No puedo hacer eso— es lo que respondo —¿Por qué no?— indaga el —Ella es una criminal— respondo de manera obvia, lo que me sorprende ver, es a Warren reírse a carcajadas —No dije ningún chiste— reclamo molesto — Créeme… Lo hiciste— sigue riendo y hasta toca su estómago ¿Y a éste que le pasa? Segundos después, él seca las lágrimas que salieron y bebe de su gaseosa como si nada hubiera sucedido, lo que me hace verlo de forma interrogante y confundida a la vez. —¿Qué?— pregunta —¿Me explicaras el porqué de tu risa a carcajadas?— cuestiono — Ahh, fue por lo que dijiste— vuelve a beber de su gaseosa — Es la verdad, ella es una criminal— ríe de forma breve y eso
ELIZABETH.DÍAS DESPUES.No podía dejar de sonreír mientras caminaba hacia la comisaría al lado de Nick. Después de tantas dudas y momentos difíciles, habíamos llegado a un lugar donde nuestro amor se sentía sólido y real. Ambos sabíamos que nuestras vidas eran complicadas, llenas de sombras del pasado y peligros del presente, pero también sabíamos que juntos podíamos enfrentarlo todo.—¿Estás lista para esto? —me preguntó Nick con una sonrisa, entrelazando sus dedos con los míos.—Más que lista —respondí, apretando suavemente su mano.Al entrar en la comisaría, la atmósfera era diferente. Había un aire de complicidad y curiosidad en nuestros compañeros. Algunos ya habían notado cómo nuestras miradas se encontraban con mayor frecuencia, cómo nuestros gestos se volvían más íntimos. Pero hoy era el día en que haríamos oficial nuestra relación.Nos dirigimos a la sala de reuniones donde Warren, como de costumbre, estaba revisando algunos informes. Cuando nos vio entrar tomados de la mano,
ELIZABETH.El regreso a la guarida fue como sumergirme en una pesadilla que había creído dejar atrás. Cada paso que daba por esos pasillos oscuros y lúgubres me recordaba las decisiones que había tomado, los errores que había cometido. Pero esta vez, estaba allí por una razón diferente. No para volver a esa vida, sino para destruirla desde dentro.Héctor, o mejor dicho, el Diablo, me recibió con una mezcla de sorpresa y satisfacción. Aunque traté de mantener mi postura firme, sentía su mirada escudriñadora, como si intentara descifrar mis verdaderas intenciones.—Nunca pensé que te volvería a ver aquí, Elizabeth —dijo, con esa sonrisa que solía encantarme y ahora solo me causaba repulsión.—Las cosas han cambiado —respondí con la misma frialdad—. No tenía otra opción. Aquí, al menos, sé lo que esperar.El Diablo asintió, su mirada se suavizó por un momento, pero luego recuperó ese brillo calculador.—Bueno, me alegra que hayas venido a tus sentidos. Hay mucho trabajo por hacer, y siemp
ELIZABETH.El corazón me latía con fuerza mientras corría por las calles, dejando atrás la guarida y la traición de Cuadrado. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que él hiciera su jugada, antes de que alertara al Diablo sobre mi verdadera misión. Cada paso que daba estaba cargado de la urgencia de llegar a la comisaría y poner al tanto a Warren y a Nick.Al llegar a la comisaría, apenas me detuve para recuperar el aliento antes de dirigirme directamente a la oficina de Warren. Lo encontré revisando algunos documentos, pero cuando levantó la vista y vio mi expresión, supo de inmediato que algo andaba mal.—Elizabeth, ¿qué sucede? —preguntó, dejando los papeles a un lado.—Lo encontré, Warren. El topo es Rata —dije, mi voz aún acelerada—. Pero eso no es todo. Él sabe que soy una infiltrada. Tenemos que actuar rápido, o lo arruinará todo.Warren asintió con una gravedad que solo hacía que la situación se sintiera más real.—Bien, haremos lo necesario para neutralizar la amenaza. No p
LIZ. Ela mira todo con admiración, sorpresa y completamente maravillada, sonrío al ver a mi hija de esa forma. —Wow, este lugar es una hermosura— río sus palabras y beso su cabecita y la abrazo —Gracias mami — —¿Por qué? — indago al no entender la razón del agradecimiento Ela me mira y me da una hermosa sonrisa llena de emoción. —Por traerme a un lugar mágico — la abrazo —Pues debes agradecerle a Nick — le digo y él me mira por el espejo retrovisor —Este viaje fue su idea — —Gracias Nick — —De nada princesa — y el resto del camino vemos por la ventana del auto Al llegar al lugar creo que mi expresión es la misma que Ela, observo la casa con asombro, admiración y sorpresa, decido bajar del auto y tomo la mano de Ela sin despegar la mirada de la casa. Esta es una mansión. —Wow, esta casa parece la de las películas —asiento a la declaración de Ela Escucho la risa de Nick y me doy cuenta que tengo la boca abierta por el asombro, la cierro de inmediato. —Es solo la casa
NOCHE BUENA.NICK. Unos besos me despiertan y aunque al principio veo borroso, la imagen de Liz sonriente se aclara al paso de los segundos. Ella está despeinada, su cabellera negra cae y sonrío al ver tan bella imagen, se acerca y besa mis labios lentamente, como si no quisiera que este momento se acabara nunca, le correspondo de inmediato y como nuestros cuerpos lo piden, volvemos a unirnos y a ser uno solo. Bajamos a la cocina, ella viste un pantalón de franela, un buzo con la imagen de un reno y medias de navidad, no lleva nada debajo y decido que en el transcurso del día ese pantalón desaparecerá en varias ocasiones. —¿Y Ela?— indago notando gran silencio —Nick— veo a Liz — Son las seis de la mañana. ¿Tú crees que una niña de seis años estará despierta a esa hora?— río ante la pregunta — Bueno, hoy es noche buena, así que me imaginé que estaría ansiosa— — Mañana que viene papá Noel con los regalos estará despierta temprano, creo que ni va a dormir— ambos reímos y Liz le pon