Dexter estaba en la sala de espera junto a Nolan, su corazón latía con fuerza, estaba muy nervioso. Los minutos se hacía eternos, estaba ansioso por conocer a su hijo. Escucho pasos en el pasillo, se giró y observo a Salma. La mujer caminaba lentamente en compañía de su esposo, tenía cinco meses de embarazo, pronto sería tío. —¿Cómo está Gianna? —Pregunto preocupada. —No tenemos noticias, ha pasado mucho tiempo. Nolan se acercó su tía y la abrazo. —Solo ha pasado 15 minutos, papá está muy nervioso, ha estado caminando de un lado al otro. Dexter sonrió al escuchar que Nolan lo llamaba papá, era la primera vez que lo hacía. —Bueno, todos estamos preocupados Nolan, además de ansiosos por conocer al bebé —respondió Salma con una sonrisa. Dexter se mantenía de pie, estaba realmente intranquilo, minutos después llego su madre junto a Emeth, todos estaban ansiosos por conocer al nuevo integrante de la familia Leroux. Isabella caminaba de un lado al otro, quería conocer a su nieto,
Gianna estaba sentada en la habitación de la enorme mansión de su esposo, llevaba un vestido sencillo en color blanco, miraba hacia la ventana con algo de nerviosismo. Conocía a Dexter de lejos, más nunca antes había tenido el privilegio de hablar con él, antes de aceptar ese contrato era una simple empleada en la mansión de los padres del hombre, en realidad no sabía qué esperar.Para una chica en su situación económica era difícil no aceptar un trato como ese. Se levantó y se acercó a la ventana, observo un lujoso coche, estacionar a las afueras del lugar, un hombre vestido de traje y corbata bajó, se veía realmente elegante, ella observaba con absoluta curiosidad. Estaba casi segura de que se trataba de Dexter, su suegra le había asegurado que el joven heredero de la familia Leroux estaba completamente de acuerdo con su decisión. Sentía que le costaba respirar con ese vestido, era un caluroso día de verano, los nervios la estaban matando, no sabía qué decir, ni como actuar fren
Gianna estaba tomando el té con total tranquilidad en el último piso, lugar donde prefería pasar la mayor parte de su tiempo, había una gran biblioteca, pasó los últimos días pensando sobre su vida. Estaba casada con el hombre que más odiaba en el mundo, por ser arrogante, prepotente y odioso, había pasado cuatro años en ese lugar, era su jaula de oro, no era feliz allí, su amado esposo nunca se había interesado en ella. Escucho pasos acercándose, mantuvo su postura, miraba al jardín a través del enorme ventanal, había tomado una decisión y no pensaba cambiar de opinión por ningún motivo. El mayordomo se aclaró la garganta para llamar la atención de Gianna, pero ella decidió ignorarlo como siempre, no se llevaban bien, él nunca la había tolerado. —Su esposo llegará mañana en horas de la noche, debe prepararse señora Leroux. Una sonrisa jocosa se formó en los de la joven, ahora si era su esposo, todos ellos eran conscientes de que su matrimonio era una farsa, su esposo había pasad
Dexter estaba sentado en esa maldita silla, qué era como su prisión, como una tortura, que odiaba con todo su ser, pero del cual no podía escapar, trato de mantener la calma, como le había ordenado el doctor.Era algo difícil, quería que las cosas se hicieran a como él lo ordenaba, se había vuelto muy exigente con todas las personas a su alrededor, odiaba cuando algo se salía de sus manos. Miraba en dirección a la entrada del pequeño aeropuerto con algo de impaciencia en sus ojos, eran las 2 pm, el vuelo saldría en media hora y Aurora no estaba allí como lo había prometido, era demasiado despistada y eso en realidad lo hacía enojar a menudo. Su teléfono empezó a timbrar, su guardaespaldas lo tomo rápidamente y respondió, últimamente ese era su trabajo, ser prácticamente su asistente personal, debía de pagarle algo de más, pensó para sí mismo. —Sí, señora, ya casi salimos, estamos en el aeropuerto, no se preocupe, su hijo, está bien, yo me haré cargo de todo, pierda cuidado.La llam
—¡Divorcio! —exclamó en tono de burla —el contrato está vigente, eres mi esposa, eso era lo que querías, ¿no es verdad? —Dexter pensaba que Gianna se había casado con él por su dinero, así que haría de su vida un maldito infierno como se lo había prometido hace cuatro años —pensé que amabas vivir cómodamente en mi mansión, gastando mi dinero a como te daba la gana, porque eso es lo que has estado haciendo en estos últimos cuatro años, eres mi esposa y tu deber es servirme.Gianna no podía creer que le hablara de esa manera, ahora que no podía caminar, ni hacer nada quería que ella lo cuidara, acaso era una broma.—Eres un imbécil —respondió, molesta —me iré, puedes disfrutar de tu mansión solo.Le dijo la chica girándose para subir las escaleras, no iba a quedarse en ese lugar, ahora sabía el motivo por el cual Dexter la trataba de esa manera, pensó que lo hacía por su dinero.Hasta cierto punto tenía razón, era un buen trato para alguien, sin nada como ella, la señora pagaba sus estu
—Aquí está el contrato que firmaste, ¿cómo está Gianna? —Pregunto su madre. —No lo sé y no me importa —respondió Dexter tomando el documento con sus propias manos para leerlo.—Espero la trates con respeto, como a tu esposa, no voy a permitir que le hagas alguna grosería.Dexter no respondió, en el contrato no había nada extraño, solo la cláusula de pago por terminar el matrimonio antes de la fecha estipulada.—Un año y podré ser libre —murmuro con una sonrisa.—Al parecer tu novia se olvidó de ti, pensé que estaría pegada a ti como al principio, parece que no todo es color de rosa después de todo, las personas siempre muestran sus verdaderos colores en tiempos difíciles. —Aurora me ama, algo que nunca has logrado entender madre, en cuanto me divorcie, me casaré con ella y tendrás que aceptarla, de lo contrario me marcharé de nuevo.La mujer le dio una mirada de piedra a su hijo, no quería saber nada de esa estúpida, estaba casi segura de que el accidente de su hijo había sido provo
Aurora estacionó su coche a las afueras de la mansión de su novio, estaba empezando a oscurecer, además hacía algo de frío, desde allí podía apreciar las luces de la ciudad, respiro profundamente, se calmó y trató de poner su mejor sonrisa.Debía de verse como la mujer más amorosa, dulce y compresiva del mundo. Bajo y camino de manera elegante, al cruzar la puerta observo a Rubén, uno de los hombres más leales a su novio.Estar en ese lugar no le causaba alegría, pero después de analizar las cosas con detenimiento, su amante tenía sus planes y ella los suyos, así que debía de ser muy inteligente. —¿Dónde está mi novio? —Pregunto la joven sin siquiera saludar a las personas presentes, algo normal en alguien como ella.Siempre había sido una joven orgullosa, sin respeto por las demás personas, se creía superior su estatus social. —Se encuentra en la habitación principal señorita, le prepararon un cuarto, como lo pidió el joven amo. La mujer negó rápidamente con la cabeza, no pensaba
Dexter despertó con un dolor insoportable en la espalda, había días en que era realmente doloroso, pero debía de vivir con eso el resto de sus días. —Gianna —vocifero el nombre de su esposa —Gianna, donde carajos estas —grito de nuevo. Odiaba depender de las demás personas, era un inútil en esa condición, incluso necesitaba ayuda de la persona que más odiaba en ese momento, su esposa. Hacer que lo cuidara, era su venganza contra ella, sabía que quería el divorcio, no se lo daría. Empezaron a pasar los segundos y su esposa no se veía por ningún lado, se sentó en la cama con mucha dificultad. Sentía como si le estuvieran desgarrando la carne, un sudor frío recorrió su espalda, podía desmayarse en cualquier momento. —Gianna, maldición donde te metiste. Apretó los dientes con fuerza, cuanto más debía de soportar, escucho la puerta, abrirse, observo a Rubén entrar a la habitación, soltó un suspiro de frustración. —¿Joven está bien? ¿Necesita algo? —Preguntó el hombre preocupado. Su