—Aquí está el contrato que firmaste, ¿cómo está Gianna? —Pregunto su madre.
—No lo sé y no me importa —respondió Dexter tomando el documento con sus propias manos para leerlo.—Espero la trates con respeto, como a tu esposa, no voy a permitir que le hagas alguna grosería.Dexter no respondió, en el contrato no había nada extraño, solo la cláusula de pago por terminar el matrimonio antes de la fecha estipulada.—Un año y podré ser libre —murmuro con una sonrisa.—Al parecer tu novia se olvidó de ti, pensé que estaría pegada a ti como al principio, parece que no todo es color de rosa después de todo, las personas siempre muestran sus verdaderos colores en tiempos difíciles. —Aurora me ama, algo que nunca has logrado entender madre, en cuanto me divorcie, me casaré con ella y tendrás que aceptarla, de lo contrario me marcharé de nuevo.La mujer le dio una mirada de piedra a su hijo, no quería saber nada de esa estúpida, estaba casi segura de que el accidente de su hijo había sido provocado y tenía algo que ver con esa mujer de mala muerte.—Sobre mi cadáver querido hijo —respondió Isabella —no cantes victoria antes de tiempo, si te marchas renuncias a tu herencia y sabes que tu hermano tomará el poder. —No te cansas de hacerme la vida imposible, madre, suficiente tengo con estar atado a esta silla, no sé por cuento tiempo. La mujer levantó la mirada y observo a su hijo fijamente, ella era idéntica a él, ninguno de los dos tenía filtro para decir las cosas a como eran. —Ese accidente deberías agradecérselo a ella, estaban de fiesta, ebrios como siempre y terminaste de esta manera. Su hijo le mostró una mirada fría, era la primera vez que su madre le decía que el accidente era culpa de su novia y eso en realidad le molestaba. —Un conductor ebrio chocó contra nuestro auto, mi coche cayó a un precipicio, no fue su culpa. —¿Y por qué ella no estaba dentro del coche? —Pregunto la mujer para sembrar desconfianza en el corazón de su hijo. En ese momento Dexter recordó qué ella le pidió, detenerse porque quería vomitar, después de que ella bajo sucedió todo, pero solo eran acusaciones sin fundamentos. —¿Tienes pruebas, madre? —La mujer negó con la cabeza —no puedes acusarla de algo tan descabellado como eso, no voy a permitir que dañes su reputación. La mujer soltó una risita divertida, Aurora nunca había sido una mujer importante hasta que conoció a su hijo, en ese momento las personas empezaron a conocer su nombre. —Nadie sabía quién era Aurora Lewy, hasta que empezó a revolcarse contigo. —¡Suficiente mamá! —Exclamó el hombre molesto —odias a mi novia por no venir de una familia rica como la nuestra, crees que no lo sé. La mujer negó con la cabeza, había algo en esa mujer que la hacía desconfiar, pero todavía no sabía que era lo que ocultaba esa zorra. —Te equivocas, Gianna no viene de una familia adinerada, pero ella vale su peso en oro. 🌼🌼🌼🌼🌼En la habitación de un hotel, se podía escuchar claramente los gemidos de una mujer. —No quiero que nadie más te toque, ni siquiera él —le dijo al oído a la hermosa mujer de cabello negro. —Mi novio está en una m*****a silla de ruedas y ni siquiera puede complacerme como lo haces tú —murmuro entre jadeos.El chico tomo su cabello entre sus manos, la acercó más a su cuerpo, la chica estaba de cuatro, mientras su amante le hacía el amor de manera salvaje. Adoraba cuando él la trataba de esa manera, sin ningún tipo de escrúpulos, algo que Dexter ya no podía hacer en su condición. El hombre terminó dentro de ella, se acostó a su lado y la abrazo, junto sus labios con los de ella, en un beso apasionado y cargado de lujuria. —Espero que recuerdes que eres mía Aurora y de nadie más —susurro en su oído.La chica miró el reloj, eran las dos de la tarde, de seguro Dexter la estaba buscando como loco. —Debo irme, de seguro deben de estar buscándome, me dijiste que ibas a quitarlo del camino y no lo hiciste. —No te preocupes, tendré otra oportunidad, voy a disfrutar, hacerte el amor todas las noches, ahora que estás en la ciudad, eres demasiado exquisita, no puedo resistirme a tus encantos. El hombre besó los labios de su amada, la vio alistarse rápidamente y abandonar el hotel, encendió un cigarrillo y empezó a fumar tranquilamente. Aurora abordó un taxi y pidió ser llevada a su departamento, al llegar se dio un baño, limpio su cuerpo, se arregló, tomo las llaves de su coche y salió del lugar rápidamente, reviso su celular, tenía 10 llamadas perdidas de su novio.Soltó un suspiro de fastidio, esa relación la estaba ahogando, si no fuera por el dinero de la familia Leroux, ella habría abandonado a ese hombre inservible hace mucho tiempo. Ya no podía hacerle el amor, no podía satisfacer sus necesidades como mujer, no estaba enamorada de Dexter, solo veía como un cajero bancario que la llenaba de regalos costosos y mucho dinero. Su teléfono volvió a timbrar, lo tomo rápidamente. —Señorita, el señor Leroux está algo impaciente, debería de venir a la mansión. —Llegaré en una hora —respondió molesta. Todo lo que debía soportar por algunos privilegios, observo las noticias en su celular, en todos hablaban de su esposo, obviamente nadie sabía lo sucedido, solo especulaban. Algunos decían que eso podía ser motivo de divorcio, bueno, Gianna debía de cuidar a Dexter, ella era la esposa, si se divorciaban, sería bueno para su persona. En ese momento agradecía a los dioses el hecho de ser solo la amante, no debía de cuidarlo, solo estar a su lado, como una sombra. Tomo un espejo de su bolso, observo su cuello con detenimiento, no tenía marcas visibles. Su novio ya no podía complacerla, así que ella tenía derecho a divertirse con su amante por las noches.Aurora estacionó su coche a las afueras de la mansión de su novio, estaba empezando a oscurecer, además hacía algo de frío, desde allí podía apreciar las luces de la ciudad, respiro profundamente, se calmó y trató de poner su mejor sonrisa.Debía de verse como la mujer más amorosa, dulce y compresiva del mundo. Bajo y camino de manera elegante, al cruzar la puerta observo a Rubén, uno de los hombres más leales a su novio.Estar en ese lugar no le causaba alegría, pero después de analizar las cosas con detenimiento, su amante tenía sus planes y ella los suyos, así que debía de ser muy inteligente. —¿Dónde está mi novio? —Pregunto la joven sin siquiera saludar a las personas presentes, algo normal en alguien como ella.Siempre había sido una joven orgullosa, sin respeto por las demás personas, se creía superior su estatus social. —Se encuentra en la habitación principal señorita, le prepararon un cuarto, como lo pidió el joven amo. La mujer negó rápidamente con la cabeza, no pensaba
Dexter despertó con un dolor insoportable en la espalda, había días en que era realmente doloroso, pero debía de vivir con eso el resto de sus días. —Gianna —vocifero el nombre de su esposa —Gianna, donde carajos estas —grito de nuevo. Odiaba depender de las demás personas, era un inútil en esa condición, incluso necesitaba ayuda de la persona que más odiaba en ese momento, su esposa. Hacer que lo cuidara, era su venganza contra ella, sabía que quería el divorcio, no se lo daría. Empezaron a pasar los segundos y su esposa no se veía por ningún lado, se sentó en la cama con mucha dificultad. Sentía como si le estuvieran desgarrando la carne, un sudor frío recorrió su espalda, podía desmayarse en cualquier momento. —Gianna, maldición donde te metiste. Apretó los dientes con fuerza, cuanto más debía de soportar, escucho la puerta, abrirse, observo a Rubén entrar a la habitación, soltó un suspiro de frustración. —¿Joven está bien? ¿Necesita algo? —Preguntó el hombre preocupado. Su
Salma se giró y observo a Catrina, la mujer le mostró una sonrisa burlona, la conocía muy bien, era la hermana de su novio y la mejor amiga de Aurora. Era una mujer arrogante, con un carácter difícil, de seguro había escuchado la discusión, no dudaría en ir con el chisme donde su querida amiga, las dos eran iguales, víboras venenosas. —Esto es demasiado patético, realmente me da lástima, Gianna es una tonta, sigue arrastrándose por el amor de Dexter, al parecer no le ha quedado claro que no la ama. Salma sabía que la peli negra tenía razón, pero difícilmente su amiga podría escapar de ese desafortunado matrimonio. —Dexter se negó a darle el divorcio, así que tu querida amiga debería de estar preocupada —le dijo con sarcasmo. El rostro de Catrina cambió drásticamente, acaso Dexter se estaba enamorando de la muerta de hambre de Gianna, si eso sucedía, su amiga no tendría oportunidad. —Eso no es verdad, solo es cuestión de tiempo para que se quede sin nada. —Lo estás disfrutando,
Gianna estaba desayunando tranquilamente, observo a su esposo llegar al comedor acompañado del mayordomo, al parecer había mejorado.—Debemos de hablar —le dijo en tono frío. Yesenia le sirvió el desayuno al jefe, podía sentir la tensión en el aire, sabía que la pareja de esposos no se llevaban bien.Y menos ahora que había regresado acompañado de su amante, la tercera en discordia. —Te escucho —respondió sin siquiera mirarlo, algo que no pasó desaparecido para Dexter. El hombre no podía creer que esa mujer tuviera el valor de desafiarlo. —No saldrás de esta mansión sin mi permiso, Gianna, de lo contrario, sufrirás las consecuencias, espero te quede claro. Gianna levantó la mirada de su desayuno, sus ojos encontraron con los de su esposo, era como un duelo de miradas, donde ninguno quería ceder. —Acaso soy tu esclava. —Sí, creo que eso lo sabes amada esposa, podría matarte si así lo quisiera. Gianna guardo silencio, era mejor no hacerlo enfadar. La señorita Aurora cruzó la pu
Gianna estaba en una heladería junto al pequeño, lo observo comer con entusiasmo, verlo feliz, era lo más importante para ella. Se mantenía en silencio y pérdida en sus propios problemas y preocupaciones, no quería volver a la mansión, pero no tenía otra opción. Cuando regresará a casa de seguro estaría en problemas, al menos Dexter no había enviado a sus hombres a buscarla. Recibió una llamada de su suegra, se levantó y se alejó un poco para responder.—¿Dónde estás? Mi hijo te está buscando como loco, necesito que vayas a la empresa, hay mucho trabajo.—Estoy ocupada, además es fin de semana, mi hijo necesita mi atención, su amante puede ayudarlo, yo no tengo tiempo en este momento —respondió molesta.—Es tu responsabilidad como esposa Gianna —replicó la mujer enojada.Una sonrisa jocosa se formó en los labios de la joven, ella era la esposa cuando les convenía, de lo contrario no era nadie.—También soy madre, no lo olvide, señora. Corto la llamada y volvió a la mesa, no pensaba
Dexter despertó por el repiqueteo incesante de su celular, lo tomo y observo la pantalla, se dio cuenta de que se trataba de su madre, de seguro se había enterado del accidente. Ella siempre exageraba las cosas según su respectiva, pero se supone que así son todos las madres.—¡Mamá! ¿Qué sucede? Es muy temprano todavía —le dio una mirada al reloj, eran las 6 am. —¿Por qué me mentiste Dexter? No puedo creer que tu auto haya chocado contra un muro, soy tu madre, tengo derecho a saber todo lo que sucede contigo. —Fue un accidente menor, mamá, no debes de preocuparte tanto, estoy en perfectas condiciones. La llamada se cortó, Isabella, bajo del coche, camino de manera elegante al interior de la mansión, necesitaba ver a su hijo con sus propios ojos, de lo contrario no estaría tranquila. Estaba realmente preocupado por la seguridad de su Dexter, su sexto sentido, le decía que no se trataba de un simple accidente como él se lo había dicho. Escucho unas voces, al parecer algo estaba s
Gianna observo el auto de su suegra marcharse de la mansión, tomo su mochila y salió de la pequeña habitación en la cual dormía, camino por los pasillos hasta la sala de estar.Apresuró el paso, no quería encontrarse con Dexter, o estaría en problemas nuevamente, él difícilmente la dejaría abandonar la mansión, cuando estaba por cruzar la puerta, escucho la voz del hombre fuerte y claro, eso la hizo detenerse en seco. —¿A dónde vas? Acaso no fui claro contigo.La joven se giró lentamente, encontrándose con la mirada de disgusto de su esposo, trato de mantener la calma, sus manos temblaron ligeramente.—Tengo que ir a la universidad, creo que eso lo sabes.Dexter le dio una mirada gélida, esa mujer, al parecer era demasiado estúpida, que no le prestaba atención a sus palabras.—Gianna, creo que eres demasiado tonta, que no escuchas cuando te hablo, no es verdad.Cegado por la ira, Dexter le lanzó su teléfono a Gianna, la joven se asustó un poco al escuchar el ruido del teléfono desbar
Aurora estaba sentada en el sofá de su departamento, mientras leía el diario con atención, había varias notas sobre su novio. Debía de conseguir un empleo lo más pronto posible o Dexter podría enterarse de que le estaba mintiendo, en realidad lo hacía para evitar cuidar de Dexter, él se estaba volviendo una carga demasiado pesada para ella. En realidad no era feliz a su lado, pero debía de fingir, por su propio bien. Bebió otro trago, continuó leyendo el periódico, en ese momento su teléfono empezó a timbrar, lo tomo y miró la pantalla, era un mensaje de su amiga. Abrió el mensaje y leyó su contenido, su rostro cambió drásticamente, hizo clic en el enlace, quería ver las fotografías con sus propios ojos. En cuestión de segundos aparecieron las fotografías, se molestó al verlas, creía que Gianna estaba haciendo todo lo posible por conquistar a su novio y alejarlo de su lado. Esa maldita zorra tenía algunas las cartas sobre la mesa, no iba a permitir que se saliera con las suyas,