Gianna estaba desayunando tranquilamente, observo a su esposo llegar al comedor acompañado del mayordomo, al parecer había mejorado.—Debemos de hablar —le dijo en tono frío. Yesenia le sirvió el desayuno al jefe, podía sentir la tensión en el aire, sabía que la pareja de esposos no se llevaban bien.Y menos ahora que había regresado acompañado de su amante, la tercera en discordia. —Te escucho —respondió sin siquiera mirarlo, algo que no pasó desaparecido para Dexter. El hombre no podía creer que esa mujer tuviera el valor de desafiarlo. —No saldrás de esta mansión sin mi permiso, Gianna, de lo contrario, sufrirás las consecuencias, espero te quede claro. Gianna levantó la mirada de su desayuno, sus ojos encontraron con los de su esposo, era como un duelo de miradas, donde ninguno quería ceder. —Acaso soy tu esclava. —Sí, creo que eso lo sabes amada esposa, podría matarte si así lo quisiera. Gianna guardo silencio, era mejor no hacerlo enfadar. La señorita Aurora cruzó la pu
Gianna estaba en una heladería junto al pequeño, lo observo comer con entusiasmo, verlo feliz, era lo más importante para ella. Se mantenía en silencio y pérdida en sus propios problemas y preocupaciones, no quería volver a la mansión, pero no tenía otra opción. Cuando regresará a casa de seguro estaría en problemas, al menos Dexter no había enviado a sus hombres a buscarla. Recibió una llamada de su suegra, se levantó y se alejó un poco para responder.—¿Dónde estás? Mi hijo te está buscando como loco, necesito que vayas a la empresa, hay mucho trabajo.—Estoy ocupada, además es fin de semana, mi hijo necesita mi atención, su amante puede ayudarlo, yo no tengo tiempo en este momento —respondió molesta.—Es tu responsabilidad como esposa Gianna —replicó la mujer enojada.Una sonrisa jocosa se formó en los labios de la joven, ella era la esposa cuando les convenía, de lo contrario no era nadie.—También soy madre, no lo olvide, señora. Corto la llamada y volvió a la mesa, no pensaba
Dexter despertó por el repiqueteo incesante de su celular, lo tomo y observo la pantalla, se dio cuenta de que se trataba de su madre, de seguro se había enterado del accidente. Ella siempre exageraba las cosas según su respectiva, pero se supone que así son todos las madres.—¡Mamá! ¿Qué sucede? Es muy temprano todavía —le dio una mirada al reloj, eran las 6 am. —¿Por qué me mentiste Dexter? No puedo creer que tu auto haya chocado contra un muro, soy tu madre, tengo derecho a saber todo lo que sucede contigo. —Fue un accidente menor, mamá, no debes de preocuparte tanto, estoy en perfectas condiciones. La llamada se cortó, Isabella, bajo del coche, camino de manera elegante al interior de la mansión, necesitaba ver a su hijo con sus propios ojos, de lo contrario no estaría tranquila. Estaba realmente preocupado por la seguridad de su Dexter, su sexto sentido, le decía que no se trataba de un simple accidente como él se lo había dicho. Escucho unas voces, al parecer algo estaba s
Gianna observo el auto de su suegra marcharse de la mansión, tomo su mochila y salió de la pequeña habitación en la cual dormía, camino por los pasillos hasta la sala de estar.Apresuró el paso, no quería encontrarse con Dexter, o estaría en problemas nuevamente, él difícilmente la dejaría abandonar la mansión, cuando estaba por cruzar la puerta, escucho la voz del hombre fuerte y claro, eso la hizo detenerse en seco. —¿A dónde vas? Acaso no fui claro contigo.La joven se giró lentamente, encontrándose con la mirada de disgusto de su esposo, trato de mantener la calma, sus manos temblaron ligeramente.—Tengo que ir a la universidad, creo que eso lo sabes.Dexter le dio una mirada gélida, esa mujer, al parecer era demasiado estúpida, que no le prestaba atención a sus palabras.—Gianna, creo que eres demasiado tonta, que no escuchas cuando te hablo, no es verdad.Cegado por la ira, Dexter le lanzó su teléfono a Gianna, la joven se asustó un poco al escuchar el ruido del teléfono desbar
Aurora estaba sentada en el sofá de su departamento, mientras leía el diario con atención, había varias notas sobre su novio. Debía de conseguir un empleo lo más pronto posible o Dexter podría enterarse de que le estaba mintiendo, en realidad lo hacía para evitar cuidar de Dexter, él se estaba volviendo una carga demasiado pesada para ella. En realidad no era feliz a su lado, pero debía de fingir, por su propio bien. Bebió otro trago, continuó leyendo el periódico, en ese momento su teléfono empezó a timbrar, lo tomo y miró la pantalla, era un mensaje de su amiga. Abrió el mensaje y leyó su contenido, su rostro cambió drásticamente, hizo clic en el enlace, quería ver las fotografías con sus propios ojos. En cuestión de segundos aparecieron las fotografías, se molestó al verlas, creía que Gianna estaba haciendo todo lo posible por conquistar a su novio y alejarlo de su lado. Esa maldita zorra tenía algunas las cartas sobre la mesa, no iba a permitir que se saliera con las suyas,
Gianna estaba sentada en el sofá, moría de aburrimiento, Héctor y su esposo se la habían pasado toda la mañana revisando documentos. Se puso de pie y se acercó a la ventana, estaba distraída observando por la ventana, su teléfono empezó a timbrar, rompiendo el silencio del lugar. Miró la pantalla, se trataba de su amiga, de seguro estaba preocupada por ella, era mejor no responder.Debía de buscar una buena excusa, pensó para sus adentros. Siguió admirando el paisaje de la ciudad, parecía que se avecinaba una tormenta, el cielo se estaba tornando de un gris oscuro. Soplaba una brisa helada que se colaba por las persianas. Mientras Gianna estaba perdida en sus pensamientos, Dexter poso sus ojos en ella, seguía molesto con su esposa, por tratar de pasar encima de sus órdenes. Hasta cierto punto le gustaba ese espíritu rebelde que tenía la joven. Ella le pertenecía, Héctor se marchó de la oficina dejándolos solos, observo con atención a su esposa, no podía negar que Gianna era rea
El ascensor se abrió, su cuñado le mostró una sonrisa y salió, él no le inspiraba confianza, esa era la verdad.Era la primera vez que se mostraba compasivo con ella, eso era algo realmente extraño, a su parecer, Arnold siempre fue una persona distante y odiosa. Salió caminando lentamente, no pensaba discutir más con Aurora, eso era una perdida de tiempo, esa mujer la odiaba y las cosas no iban a cambiar de la noche a la mañana.Lo que no podía perdonar era la actitud de Dexter hacia ella, la detestaba de eso, no había dudas. Su actitud le dolía, no pensó que le fuera a afectar tanto lo que hiciera o dijera de ella. Lo amaba como la maldita estúpida que era, le dolía aceptarlo, le hubiera gustado arrancarse el corazón y dejar de sentir por un momento. Su desprecio le dolía, pero no podía demostrarlo, debía de fingir ser fuerte, pero por dentro todo era completamente diferente. Abandono el edificio, camino por la acera, observo el semáforo, estaba en verde, decidió cruzar, iba per
—¿Cómo sigue Gianna? —Estará bien, solo fue un golpe, la dejé en casa de tu hijo.Isabella estaba preocupada por la salud de la joven, a pesar de todo, era la esposa de su hijo, al menos Emeth había llegado en un buen momento.Se sentía mucho más tranquila, solo debía de investigar el incidente, quizás solo había sido mala suerte. —Se queda en una las habitaciones para empleados, ¿sabías eso, hermana?Isabella no respondió a la pregunta, obviamente su hijo no amaba a Gianna y haría cualquier cosa para hacerla sentir mal.No podía entrometerse en sus asuntos, por más que quisiera, su hijo estaba buscando divorciarse de la joven. —No lo sabía, ella debe de solucionarlo, son un matrimonio y yo no puedo entrometerme.Emeth miro fijamente a su hermana, acaso era una broma, ella no pensaba interferir, Dexter era un hombre demasiado complicado, una joven como Gianna no podría con él.—¡Solucionarlo!, sabes que eso no pasará, ella es la única perjudicada en todo esto.—Ella misma aceptó es