Trato de respirar, pero no puedo, siento que me asfixió, pero por mas que intento hacer algo al respecto todo es simplemente inutil, mi boca esta abierta en su totalidad y no me responde, no puedo cerrar la mandíbula, se que hay un alboroto sucediendo a mi alrededor, todo es tan confuso, es como tratar de ver a través del agua turbia, simplemente difícil.
Veo entre la bruma dispersa que son mis sentidos y logro manifestar un pensamiento coherente.
«Otra vez un sueño, siempre que sucede esto es por uno de esos estúpidos sueños»
Había estado soñando mucho, al inició eran cosas comunes, simples fantasías de reinos idílicos y finales felices, pero
Hambre de pollo
Las nubes de lluvia bañan todo a mi alrededor con sus infinitas lágrimas, la oscuridad es apenas detenida por la moribunda luz de los incendios a mi alrededor, la noche es más oscura, la luz ya no es tan cálida y siento mi corazón ser estrangulado dolorosamente por la cruel enredadera que es la tristeza… sólo quiero morir.« ¿Por qué no estoy muerta? »« ¡¿Por qué demonios no estoy muerta?! »No hay sonido por ningún lado, no escucho disparos, ni explosiones, ni siquiera puedo escuchar el resonar mis propios gritos de angustia y desesperación.« ¿Por q
—Bueno ¿Podrías explicarme al menos en que se basa este circuito tuyo, Rojita?Sonreí mientras me paraba de mi asiento y caminé hacia él, me apoyé en el escritorio justo a su lado y le eché un vistazo a las notas y fórmulas que estaba sosteniendo en sus manos.—Bueno, la verdad no sé por dónde comenzar.— ¿Sabías que el comienzo a veces suele ser el mejor lugar para comenzar? —me dijo riéndose.Le di un puñetazo en el brazo para que dejara de burlarse de mis problemas para explicarme y continúe donde me había quedado.
"La calma antes de la tormenta" esa era la mejor manera de describir este sentimiento abrumador que se apoderó de todos. Cuando Ikal se paró frente a nosotros y nos dijo cómo se llevaría a cabo esta operación sabía que muy probablemente no saldríamos de ella con vida… o al menos no todos. Volteé a ver a Thalia, se veía bastante cansada, demacrada por el desgaste constante causado por el estrés de estar siempre al borde del acantilado, ella me regresó la mirada, contemplé sus ojos y ya no estaba seguro de quién era la persona que veía. Ya no era el mismo, había muerto, ya no quedaba rastro de aquel ingenuo alquimista novato que esperaba hacer un gran cambio en la forma de ver la ciencia... Se había ido, su inocencia arrebatada por la crudeza de esta guerra, las co
Una luz...una luz era todo lo que me separaba del infinito vacío a mi alrededor, no podía ver qué es lo que era aquel objeto que iluminaba mi visión aún tenue, aunque podía decir que estaba lejos de mi ser, entonces apareció otra luz pero esta era más pequeña, luego vino otra, y otra, y otra más, ahora me encontraba mirando el cielo estrellado y reconocí el enorme faro que me había rescatado del abismo de la oscuridad. Era la luna. Me tomé un momento para respirar y observar a mi alrededor, había un solo sendero, el resto era un mar de árboles, árboles tan altos y tan gruesos que podía imaginarme caminando por sus ramas con tanta facilidad como lo hacía en la tierra bajo mis pies.
Me quedé parada viendo esa cosa y estoy muy segura que eso hizo exactamente lo mismo. —Su nombre es Pel—habló Ikal—es mi compañero de viajes. Había calor, mucho calor, mi respiración era forzada, sentía placer en el roce de nuestros cuerpos. —Te amo—eran las únicas palabras que mis oídos escuchaban. Sus rasgos eran borrosos, no podía discernir nada más que unos hermosos ojos azul zafiro en aquel rostro que me miraba. Todo era placer y nada más…hasta que desperté. Ya era de día, me tomé un tiempo para procesar mi regreso a la realidad, aquel sueño había sido raro, se sentía muy real, ¿Sería un recuerdo? No lo sé. Me levanté de la hamaca con pesadez antes de estirarme, Ikal no estaEspectro de jade
Por fin, después de tres días en el bosque sin más compañía que el bastardo, finalmente llegaríamos hoy a la ciudad, no más árboles gigantes ni dormir en hamacas, ni comer ardillas, eso se terminaba hoy. —Llegamos. — ¿Qué? —volteé a ver a todos lados, pero todo seguía siendo bosque—Creo que debí escuchar mal porque estoy casi segura de que dijiste que llegamos. Ikal me dirigió una mirada antes de responderme señalando hacia arriba. No estoy segura de que sonido hizo mi boca cuando cayó al suelo, pero si estoy segura de que no sonó tanto como el grito que
No lo entendía, ¿Cómo podía haber sido tan ciegamente leal?, ¿Cómo había sido tan devoto como para haber hecho algo tan estúpido? Su hogar…reducido a cenizas. Su familia…cadáveres esparcidos por el suelo. Su gente…ahora simples recuerdos en su mente. Todo por su tontería, por su fe ciega en aquellas personas, que le habían prometido aquellos conocimientos que su padre le había negado por no estar listo. Caminando entre aquel mar de muerte y desolación, pod