Helen estaba cerca del viejo roble, ese gigante que había sido testigo silencioso de tantas estaciones Asiáticas, la pequeña mujer tenía una pequeña sonrisa visible en el rostro encantador y angelical que posee. El viento soplaba con fuerza esa tarde, agitando las hojas como un último suspiro antes de lo inevitable. Maximus, desde una distancia cercana, la observaba a distancia. Había algo en Helen que siempre lo detenía. No era solo su belleza, era su calma, su forma de encajar con la naturaleza, como si fuese parte de un cuadro que él no podía comprender del todo, pero que lo mantenía hipnotizado, nadie se imaginaría que aquella mujer fue creada por el rey de la mafia. De pronto, un crujido resonó en el aire. Fue profundo, seco, y heló la sangre de Maximus. El árbol se inclinó lentamente hacia un lado, como si la misma tierra lo soltara de sus raíces. Él vio el roble caer en una danza pesada, rompiendo ramas en su descenso. —¡Helen! —gritó Maximus, el pánico en su voz desgarránd
— No significas nada para mí nunca te he amado - Aquellas palabras fueron expresadas por Andrés Park esposo de Susan Lefebvre mientras que la mujer no pudo contener las lágrimas el hombre agarró su chaqueta y se preparó para salir - No te quiero ver cuándo este de regreso porque voy a pasar la noche con mi mujer aquí y por tu bien y por el de tu hermana te recomiendo que firmes los papeles del divorcio - La voz de Andrés y su mirada reflejan el desprecio que siente por Susan.— Cuando la puerta se cerró la mujer cayó al piso las lágrimas no paraban ella sabía que él nunca la quiso y si se casó con ella fue por la exigencia de la familia Park para qué heredará la Presidencia de la Empresa Familiar, pero ella no perdía las esperanzas de que logrará enamorarlo aunque descubrió que aquello sería difícil cuándo se enteró de que Andrés tenía a otra mujer en su vida, una que si era la dueña de sus besos, sus caricias de toda sus atenciones, entendió el porqué de las llegadas tardías o simple
Susan bebía copas tras copas hasta que perdió la cuenta, el joven se había compadecido de ella así que decidió buscar el móvil de ella, al encontrarlo sin contraseña buscó el nombre de alguien, el primer nombre que se había aparecido fue el de Marido, el barman marcó el número y por supuesto tuvo contestación de manera inmediata.— ¿Hola? - La voz de una mujer se escuchaba al otro lado de la Línea - Susan deja de molestar a mi hombre ya firmaron el divorcio y esperó que el show erótico que te dimos fuera suficiente para que entiendas que él nunca fue tuyo - La llamada había terminado sin que ni siquiera el Barman expresará algunas palabras o dijera el motivo de aquella llamada, pero segundos después alguien ha llegado junto a él.— Dame el teléfono - Una voz grave y escalofriante erizo la piel del joven cuándo se dio la vuelta se encontró con un hombre vestido totalmente de negro con unos ojos oscuros que podrían penetrar incluso el alma - No me hagas repetirlo yo la llevaré conmigo -
— ¿Pero cómo mamá? No tiene sentido - La rubia se llevó las manos en la cabeza, expresando en voz alta su pensamiento.— Tampoco entiendo, me preocupa tu hermana, ella es lo único que me preocupa - Dijo Gabriela bastante agitada.— No te preocupes mamá, no vamos a perder la casa veré que hago, pero tú y Bianca no perderán la casa dime algo ¿Has localizado a Sandra? — Es imposible localizarla tampoco tengo la menor idea de donde puede estar - Respondió Gabriela frunciendo el ceño llevaba 3 días sin saber nada de su hija mayor.— No importa mamá, te habló luego— Susan suspiró con pesar, cuándo se trataba de solucionar una necesidad, su madre siempre era amable con ella.— ¿Qué pasa? - Andrea se había dado cuenta del cambio de actitud de su acompañante.— Era mamá diciéndome que la casa estaba embargada - Susan se oía bastante preocupada, pero a la vez confundida.— Si necesitas ayuda, solamente tienes que decirlo.— No, estoy segura de que encontraré una salida me puedes acercar al Ho
— Que castigó estoy pagando mi marido muerto, una hija divorciada y una a punto de morir - Exclamó Gabriela al ver a Susan saliendo, la mujer no se había dignado a irse hasta la habitación de su hija, no podría soportar verla, pero, en cambio, prefería molestar a Susan.— Mamá los divorcios ocurren - Antes de que Susan expresará algo más la voz de alguien las interrumpió.—¿Susan? - La voz de Norma Park sorprendió a Madre e hija - Hija mía, como estás he estado intentando comunicarme contigo en 7 días es el cumpleaños de la abuela, Gabriela siempre es un gusto verte - Norma Park es la madre de Andrés Park y exagera de Susan.— Norma - Saludó Gabriela, pero se notaba el dolor en la voz de la mujer.— ¿Qué sucede? Susan cariño ¿Qué tienes? - Si había algo que destacar era el cariño que le tenía la familia Park, pero no así Andrés a Susan.— Bianca presentó complicaciones y los médicos acaban de informar de que el tratamiento fallo - La voz de Susan era inaudible.Norma se llevó las mano
Cuándo Susan abrió los ojos lo primero que observo fue a James con una copa de vino en manos, la mujer se puso la bata que tenía en la cama posteriormente procedió a vestirse cuando se puso delante de James este hizo como que no la ha visto, como si ella no estuviera en su presencia. — Con tu desempeño has logrado que tu hermana sea trasladada, ahora puedes irte - expuso James — tus servicios estuvieron a la altura el día de hoy. Susan frunció el ceño, pero obedeció mientras que James seguía sin dedicarle ninguna mirada ¿La razón? El mismo James quería creer que esto no tenía que cambiar absolutamente nada, ella solamente sería una más del montón, pero al pensar que él había sido su primer hombre dejaba que su instinto posesivo quisiera tomar el control, su mente se nublaba por la ira de imaginarse que Andrés sin necesidad de tocarla también haya visto su cuerpo, ver la Mancha de sangre en la sabana había encendido su posesividad de manera implacable. Susan al salir del edificio si
Al día siguiente, cuando Susan abrió los ojos, sintió el cuerpo adolorido se levantó lentamente y el dolor en la entrepierna, un claro recuerdo de lo sucedido en la noche —. Basta Susan este es tu destino -. Con aquellas palabras se mira en el espejo su cuerpo tenía mordidas, en ese momento la puerta fue abierta, Susan rápidamente intentó agarrar algo para taparse, pero James la detuvo. — No te tapes, ahí, no hay nada que yo no haya visto aún y no haya acariciado —. Las palabras expresadas por el hombre hicieron que ella se sonrojara. ¿Había necesidad de ser más descarado? por supuesto no había necesidad de aquello.El teléfono de Susan había sonado descubriendo que era de su madre, así que ella contesta. — ¡Mamá! - Respondió ella sin esperarse la acción siguiente del hombre que se colocó por detrás de ella, depositando pequeñas mordidas en el lóbulo de su oreja, logrando que Susan emitiera un pequeño quejido de dolor.—¿Qué estás haciendo?— Gabriela Lefebvre se escuchó molesta.—
Eran las 4 de la tarde cuando Susan entregó su puesto en el Restaurante - Te felicitó, eres muy capaz - Alexandra le extendió la mano - Bienvenida, nos vemos mañana — Alexandra era muy alegre y rápidamente había logrado que Susan entre en confianza.— Gracias — la pequeña rubia se había sonrojado, Susan siempre había esperado con ansias el momento en que la elogian como Chef, después de despedirse de la Gerente, Susan salió a buscar un taxi, como no había ninguno cerca había optado por alcanzar la próxima parada la mujer siguió avanzando, pero sin prestar atención al frente de su camino, ella había chocado con alguien— Porque no atiendes por donde caminas - La voz de Sandra Lefevbre su hermana mayor la había sorprendido.— ¿Sandra? - Susan miraba fijamente a su hermana, mientras que Sandra se veía nerviosa, Susan antes de decir algo más levantó algo del suelo al mismo tiempo que alguien llego.— Cariño, lamentó que hayas venido sola - Esa voz, esa voz Susan la conocía muy bien y fue u