En mi cabeza apareció el mismo hombre que estaba en la fiesta... Eso me hace enojar más, al recordar su mirada y el descaro con que lo hacía, mi estómago hervía de coraje, furiosa luchó, pero por mucho que quiero defenderme él tiene demasiada fuerza.
—Basta Alana...
Su voz fue tan fuerte como el movimiento que hizo para lanzarme a la cama. procuro levantarme de inmediato, pero su mirada fija adornada con el fruncido, me detiene, tendida sobre la cama solo se mueve mi pecho agitado.
—lo quieras o no… sucederá... No saldrás de esta habitación hasta que te tranquilices.
—estás loco ahora me vas a secuestrar… _ lo retó con la mirada y me pongo de pies, sin embargo él no se movió ni un centímetro.
—Piensa lo que quieras...
Me ignoró por completo y salió por esa puerta sin mirarme un segundo, verme atrapada solo me daban ganas de llorar. no comprendía a ese hombre y mucho menos su afán de que yo conecte con su manada. sollozaba de lo asfixiada que me sentía.
Mientras lloraba recordaba la pesadilla que Carter me hizo pasar... Ahora este hombre cree que soy su propiedad. odio todo lo que me está pasando. no sé cuando acabará esta pesadilla.
Por horas busqué la manera de salir, pero nadie me escuchaba o solo se hacían los sordos... no podía dejar de mirar el reloj que estaba a un lado de la puerta, Al medio día aquel hombre vuelve a entrar a mi habitación. odiaba como me sentía en su presencia, su atractivo era como una maldición que me hacía desearlo. Pero en mi interior sabía que eso no era lo que yo quería.
Me sentía intimidada solo con su mirada, pero no me dejaré caer en su juego de sumisión... Sin decir una palabra se acerca más a mí con paso firme, su cuerpo me estaba acorralando mientras me atrapaba con sus brillantes pupilas.
—estas lista... Te sentirás mejor cuando todo acabe...
Los nervios me invaden cuando él se inclina para llegar a mi cuello... Puedo sentir su aliento golpear mi piel, no sé qué pretende o cuál es su plan, por un momento mi cuerpo quedó intacto como esperando ese encuentro.
No importa como me siento, no se lo permitiré, con valentía lo empujó lo más fuerte que podía, aunque no fue mucho e intento correr a la puerta que dejó abierta, sin embargo fue imposible porque me agarró por la cintura.
-¿Qué crees que haces?
-aléjate de mí... Pervertido...
Pataleo, su fuerza me tiene cautiva, sus brazos rodean mi cintura, por más que lucho no me suelta. Sin embargo mi cuerpo está reaccionando diferente a esa fricción, siento como un cosquilleo sube por toda mi piel y se aloja justo debajo de mi abdomen, no entiendo porque mi cuerpo está disfrutando ese momento que intentó huir… podía sentir como su aroma me atrapaba también. Se sentía bien estar rodeada de él, pero no debo estar aquí.
-solo ríndete... Este es tu lugar... Carter encontró su luna y tú no eres esa mujer, no tienes a donde ir... Tu única oportunidad es mi manada
-no... No jamás perteneceré a tu manada. _se lo digo casi gritando, porque sus palabras me han herido, al restregarme que yo no soy la mujer indicada para ser Luna.
-Esto para mi tampoco es una opción... solo quiero ayudarte ._ En esta ocasión su voz fue más suave, me volteó y lo miró fijamente, puedo sentir como ya no me apretaba. quiero creer que es porque sintió el dolor en mi voz.
-¿Obligándome?, no creo que sea la mejor forma de ayudarme... no te conozco. _ trago grueso, porque su mirada me desarma de una forma única.
-no hay necesidad de que me conozcas, solo debes conectarte y veras que todo cambiara. No te voy a obligar a nada, pero creo que no tienes más opción que está.
El me suelta dejando caer sus brazos muy despacio, nuestras miradas permanecen conectadas por unos largos segundos, mi corazón retumbó en mi pecho, dejándome algo nerviosa, sin embargo no quiero estar en ese lugar, me doy la vuelta; aprovecho y corro, siento como él camina detrás de mí, pero nuevamente mi cabeza y todo a mi paso se volvía de un rojo carmesí... No recuerdo nada solo que salí de ese lugar corriendo, no sé adonde me dirijo, pero tampoco me detengo.
Mi cabeza está a punto de estallar, ese hombre me hacía sentir muy nerviosa y todo lo que dijo creó un remolino de sentimientos en mi pecho que ardían y hacía más profundo el abismo. aunque también algo en mi cabeza me pedía que regresara con ese alfa.
no le tomo importancia, continuó corriendo y corriendo, No sé dónde estoy, pero ya me encuentro muy agitada, huelo entre la brisa agua fresca, por lo que corro a través del bosque hasta llegar a un río.
Era espléndido y tan hermoso el paisaje que me relajo con solo verlo... quería alejarme lo más que podía, unos kilómetros atrás sentía que alguien me seguía, pero nunca voltee a mirar… todo frente a mí era un mar rojo… ahora si reconocía todos los colores nuevamente, el verde pasto, los árboles inmensos a mi alrededor, las aves blancas sobre el cielo azul... El agua cristalina me dejaba ver mi reflejo.
Me sorprendí al verme tan desalineada, mi cabello estaba todo revuelto y para sorpresa estaba completamente desnuda, intentó cubrir mis senos por vergüenza y miró a todos lados para asegurarme que estoy sola.
Para mi mala suerte eso no era así, al voltearme un anciano enseguida me tiró un abrigo, que me tomó de sorpresa, mis ojos decían lo espantada que estaba, pero él se volteó, dandome la oportunidad, me agacho muy rápido y tomó la prenda colocándola sobre mi cuerpo desnudo.
—que hace una jovencita, sola en este bosque - intenté responderle pero él lanza un emparedado, que trato de atrapar con desesperación —debes de tener mucha hambre... no eres de por aquí cierto?
no podía responderle porque tenía la boca llena, sin embargo el segui hablando tan amable y de una forma tan fraternal que me confundia. Me puse a pensar si era él quien me seguía, pero no estoy segura. me pregunta que hago en ese lugar. — no tengo idea de que me ha sucedido, desde anoche todo es una gran pesadilla. -le digo y sin querer mis ojos albergaron unas lágrimas que me negaba a que salieran. por un momento me sentí nerviosa porque él empezó a indagar sobre mi familia y nosotros no debemos hablar lo que somos con simples humanos, pero sus palabras me dieron confianza cuando este dijo que era igual que yo. —Mira cachorra, tu loba salió... tal vez a defenderte de algo que te estaba provocando mucho daño, pero tu cuerpo es muy débil y ella no se mostrará,
Narra El Alfa IsaacSu perfume a vainilla y mandarinas me tiene hipnotizado, por su culpa he hecho cosas que ningún alfa estaría dispuesto hacer, he llevado todos mis principios al limite solo por ti chiquilla.-Señor esta todo bien…Escucho la voz de mi beta, pero lo ignoro… Me siento irritado, todo un alfa de mi calibre se esconde como infante para no ser visto por ella.En ese momento todo se veía tan insípido… pero cuando ella entró al salón, quede como perro frente a una pelota nueva, era ridículo como me hizo sentir… sin embargo no podía dejar de mirarla, contornear su silueta de un lado a otro con tanta eleg
Narra Alana El tío Bruce y yo llegamos a la cabaña muy rápido después de las compras, me siento en el portal a ponerme las botas para seguir entrenando, en ocasiones recuerdo a mi hermana, como también era muy dedicada y mi padre orgulloso de ella… espero que se sienta igual al verme. He echado mucho de menos a mi madre, pero estar aquí apartada me ha ayudado a madurar. Aprovecho que voy a calentar, mientras corro por el bosque busco algunas hierbas para sanar una herida en mi hombro… me cai intentando escalar un risco, pero se que pronto sanara Me detengo para mirar las hojas que necesito, pero no encuentro nada… decido ir a lo más profundo del bosque. Guardo muy rápido las hierbas que corte a la cangurera y me escondo detrás de un árbol, porque he escuchado unos pasos... Es muy extraño y más por esta área, se encuentra muy lejos de la frontera, contengo mi respiración para que no me noten. veo como dos hombres pasan a unos metros de mí corriendo demasiado rápido, se dirigen haci
Se aleja de inmediato, dando la vuelta para regresar a su auto. dejándome ahí aturdida por su susurro, siento como entró en conflicto, mi interior se emociona por eso, mientra mi mente quiere odiarlo por prepotente.la mano de mi padre me atrae a la realidad, estaba tan inmersa en mis pensamientos que no había notado que este me estaba llevando al auto, puse resistencia porque quería irme en mi camioneta, fue en vano vi como un lobo gamma, tomaba el volante de mi camioneta vieja, mientras yo era metida a una pick up negra. -Alana espero que no continues con esa desobediencia, no tenias porque haberte escapado, ha pasado tanto tiempo desde que te marchaste esa noche. las cosas ya no son iguales, la Manada Cielo Azul no existe. Debes ser respetuosa y no te metas en líos para poder mantener nuestra posición de beta. -quieres decir, que realmente ese tal “alfa Isaac”... es nuestro líder. _ estaba pasmada solo con escucharlo. -Asi es Alana, la manada Jade se ha hecho cargo de nuestra fa
Sabia que habia entrenado para este momento, me lanze hacia el, estaba dispuesta a darle mi mejor golpe, pero él esquivaba con gracia cada uno de mis ataques, sin duda se estaba divirtiendo conmigo, cuando lo tenía cerca, él me apartaba moviendo únicamente sus brazos, los deslizaba sobre mis hombros, sobre mi cuello, detenía cada golpe haciéndome girar. Estaba furiosa porque sentía que no me estaba tomando en serio, me quito la chaqueta que llevaba puesta, quedando solo con una camiseta y fue el peor error… cada roce que él hacía a mi piel era estimulante, deje de preocuparme y le seguí el juego. mis movimientos ya no eran tan violentos, cuando le daba un ataque y el me empujaba para darme la vuelta, yo regresaba a él como un trompo. recostando mi espalda en su pecho, podía sentir su respiración en mi nuca, pero ambos nos apartabamos, se sentía como si estuviéramos bailando. Era emocionante, lo sentía en cada parte de mi cuerpo. a pesar de mis esfuerzos por demostrar de lo que so
No comprendo cual es el gran miedo que le tienen a ese alfa, se preocupan tanto por la conducta y de no ofenderlo, que se han olvidado de ellos mismos… les tomó la palabra cuando dicen que es autoritario, pero que tan ruin puede ser. Me lanzo a la cama y cierro mis ojos para intentar dormir, tengo el cuerpo tan pesado que eso no sería tan difícil, ya estoy a punto de relajarme cuando escucho una voz dentro de mi cabeza. —alana. —¿Esto es en serio? No tienes otra cosa que hacer, que no sea invadir mi mente. O mi privacidad. —Mañana quiero que te presentes en mi despacho antes del entrenam
Después de un refrescante baño, me recuesto en las bancas mientras que dejó que el agua se seque sola sobre mi cuerpo... Me vuelvo a poner el legins negro y busco dentro de mi mochila, lo único que traje fue una camiseta de tiras, el sostén deportivo estaba bastante sucio, no me importó ponerme solo la camiseta, al menos cubría mi abdomen. Cuando estaba lista para irme, ese hombre me tomó de sorpresa... Lo vi caminar directo hacia mí tan intangible, retrocedí a la par, pero me quedé sin espacio. Mi trasero se topa con el clóset, sin embargo él sigue avanzando, su rostro impecable me mira como un cazador a su presa. Trague grueso cuando se detuvo a unos centímetros de mi tenía miedo que se repitiera lo de mi habitación, sin embargo una punzada muy adentr
Fue un día largo, quería solo descansar… Al día siguiente dormí la mayor parte del día, pero salí de la casa porque recordé mi cita con Damian. La reserva estaba igual que siempre, sus elegantes tiendas, sus restaurantes con terrazas daban un toque especial... Todos con elegantes vestidos y ropa adecuada para el clima. Inhalo el aire frío al frotar mis manos, por un instante se siente acogedor. veo a Damian caminar directo hacia mi. -que bella estás... Alana... Te ves increíble. Sonrió sin muchos ánimos, no se que lo ha vuelto tan valiente, antes era bastante reservado. me invita a un café justo frente al centro comercial. nos reímos por casi una hora de muchos recuerdos y de cosas que han cambiado en la reserva.. -ni te imaginas preciosa, todo ha cambiado. Nadie entiende por qué han prohibido visitar los ríos y lagunas de la reserva, como también los toques de queda. Desde que llegó la familia de Isaac Roldán, todo se ha puesto como un régimen militar. Damian tuerce los ojos, d