Todos se levantaron hablando atropelladamente, yo estaba parada en ese umbral de madera, con mi corazón abollado por como hablan tan despectivo de mi raza… Que estaba pasando, cómo las cosas se estaban desmoronando tan caóticamente. La naturaleza no se equivoca, porque Isaac y yo somos una catástrofe. Mis ojos de ciervo asustado se conectaron con los de Isaac, desde la distancia pude escuchar como respiraba forzado. cerró sus ojos y reteniendo una estallido, debido al aluvión de comentarios encontrados que estaban en la mesa. —¡Se callan todos!.. –grito Isaac sobrepasando la voz de todos los presentes. —Lo que yo haga con mi vida no es asunto de ninguno de ustedes. Nadie tiene el derecho de poner en duda la casta de mi hijo… Es hijo de su Alfa y punto. es lo único que les debe interesar. —Y si tanto temen por la descendencia de la manada Rubi… mi hermana Eva aun es muy fértil. –soltó Marchal con soberbia. —Dije que se callen todos… ya dijeron lo que querían decir… Marchal tiene ra
Jamas llegare a curarme si algo le llegase a pasar a solo uno de ellos, estoy perdiendo la razón quiero regresarme, y estar a su lado, odio esta miserable vida, poco a poco me estoy volviendo loca viendo como me alejo del pueblo. —Kai a cincuenta metros… –es lo único que logré escuchar de Misi. Algo se estrello con nosotros desde el costado, Kai frenó hasta el fondo, pero las llantas patinaron hacía unos metros adelante, me sostuve del tablero para no golpear mi barriga. el sí se había golpeado la cabeza, aun así me buscaba con el otro brazo, mientras intentaba recuperar la noción. Preferí bajarme para abrirle la puerta de su lado y así ayudarlo, me sentía mareada pero mi amigo necesitaba mi ayuda… busqué con la mirada hacia todos lados y no encontré a Misi, tampoco vi que nos atropelló. —Vamos… ¿Puedes caminar? –con dificultad pero él asiente y se baja del auto. Brinde mi hombro de apoyo, pero ese lobo si pesaba, llame varias veces a Misi pero esta no respondía. cuando le dimos
Cuando nos recordamos que estábamos acompañados, ambos miramos hacia atrás, pero nos habían dejado solos… mi rostro se ruboriza, por la escena tan íntima que hicimos frente a nuestras amistades… Isaac me ayudó a bajar con cuidado de la camilla, ya no tengo malestar pero no quiero tomar ningún riesgo. Salimos al jardín para toparnos con otra escena mas intima y desarmadora, al escuchar los alaridos de Misi quebrantada en los brazos de Marchal, por mucho que él la consolaba esta no se calmaba, Isaac me tira una mirada extrañado y me percato que no le he dicho, pero no tenía las palabras para describir lo que paso, añadiendo que no queria hacerlo, despues que casi pierdo a mi hijo por culpa de ella y solo me da deseos que se pudra en medio del bosque. —Marchal que le ocurre. –inquirió a su amigo al no ver respuesta de mi parte. —Acabó con la vida de Marta a sangre fría. –mencionó con tristeza el hombre que abrazaba con esmero a mi hermana. Isaac inmediatamente posó su mirada sobre l
En la mañana siguiente, levanté apresurada a Isaac porque necesitaba que me llevara al hospital, dormi las pocas horas que quedaban pensando en Kai y necesitaba verlo sino me volvería loca a lo literal. saludo a los que veía antes de salir, pero muy ligero, se que todos irían a desayunar juntos, pero yo no puedo hasta después de ver a mi amigo. Cuando entro a la sala de emergencia, Beyota me ve con sus ojos angustiados, la abrace en cuanto la tuve cerca y luego esperamos a que Isaac terminara de hablar con el doctor, de los nervios ninguna nos podíamos mantener de pies. —-No se preocupen chica… Kai es un Beta muy fuerte, el doctor dice que no tuvo ninguna lesión grave en su cráneo, solo fue la pérdida de sangre. por lo visto le darán de alta hoy. –agradecí con la mirada por esa noticia que brinda tanto alivio. Al salir del hospital, respire profundamente, aun no podía creer que desperté un día sin preocupaciones que alarmen nuestra existencia. No quería irme sin verlo despertar, p
Repentinamente me siento caliente, me levanté a media noche mirando cada rincón de la habitación muy ansiosa, sofocada sin ninguna razón, lo que me preocupa porque estamos en invierno y estamos a muchos grados bajo cero, la nieve cubre todo a su paso, y yo estoy que me enciende en llamas, mis ojos se posan sobre el distinguido cuerpo de Isaac que extrañamente en este momento no me excita a pesar de tener todo su torso descubierto, las altas temperaturas en mi cabeza me tienen descompuesta, toco mi frente y me sorprende la fiebre que va en aumento, no quiero alarmarte pero me siento muy rara. El presentimiento que cruzó mi mente alertó todos mis sentidos, toque el hombro de Isaac, lo que le hizo reaccionar de inmediato. —Es momento de llamar a los doctores. –musite manteniendo la calma. —¿Estás segura? –inquirió con muchas dudas, lo que me hizo fruncir el ceño enojada. —Nunca he estado más segura en mi vida, que hoy. ¡Apresúrate! —refute mirándolo muy seria. Verlo sonreír tan tran
La felicidad que gobierna en la reserva no tiene límite, todos quiere venir al palacio para conocer el hijo del alfa, sus buenos deseos llegan en muestras de regalos, lujosos, algunos exóticos como estatuas de Oro y diamante, aunque me da mas gusto ver los regalos de las personas del pueblo, canastas inmensas de productos deliciosos, pan, verduras y frutas, arregladas minuciosamente para que sea vea bonito y muy tierno, ropa y cosas que podrían necesitar él bebè, a pesar de tener todo, aceptó sus regalos con mucho cariño. Isaac nos acompaña a donde sea que vayamos, como Yared apenas pesa siete libras, su piel es tan angelical y delicada, cuida de nosotros con tanta vehemencia. adoro mi esposo, adoro mi hijo y adoro la vida que me ha tocado vivir, siempre habrá momentos que te roban el alma , que te harán creer que nada es posible en este mundo, sin embargo aprendí que el amor es tan perseverante que no se deja vencer tan fácilmente y que yo este aqui cargando mi hijo plácidamente en
Los nervios se estaban apoderando de mí, pero debía obedecer, Isaac se via muy serio sus movimientos eran lentos y sigilosos, rodeo mis hombros para ocultarse detrás de las modernas cortinas de lino que envió Eva… mi corazón palpitaba con fuerzas mientras abrazaba a Yared. —conten la respiración. –susurro sobre mi oído, trayendo más misterio al momento. Mordí mis labios al hacer la pie de la letra lo que me ordenaba, de pronto quedé petrificada cuando vi que algo saltó desde la ventana a lado del moisés del bebé, la sombra se tomó su tiempo mirando detenidamente como si mi hijo estuviera ahí, el frío penetra hasta mis huesos haciendo temblar hasta mi alma, Isaac con gallardía me sostiene para que no me derrumbe, no puedo percibir olor de esa sombra pero se ve sus malas intenciones, hasta que veo el resplandor de un filo, nunca había sentido un miedo tan aberrante como en ese instante, subía y bajaba por todo mi interior de una forma precipitada y dolorosa. no podía creer lo que m
Espere que él se marchara a al complejo donde a instalado las nuevas oficinas, aproveche que mi madre estaba muy entretenida con el bebé y tome una camioneta, pero sentí que mis planes eran detenidos, cuando Kai apareció en la salida del palacio, me sentía nerviosa mientras más se acercaba, no quería ser descubierta, algo imposible para el ojo clínico de ese Beta. —Para dónde vas con tanta prisa Alana. —suspire hondo porque no se que debía responder. —Sé que estás ocultando algo. me dirás o voy con el Alfa Isaac. —¿Por qué te pones tan serio?… No puedo decirte lo que haré, pero necesito ir al castillo. —dije casi rogando. —Alana eso está muy lejos, estamos a cuatro horas de camino, porque quieres ir hacia allá. ¿El Alfa sabe sobre esto? –su mirada interrogatoria no me dejaba quieta. —No lo sabe y tampoco quiero que sepa… si me voy ahora, podré estar aquí antes de la cena… Kai me urge ir a ese lugar. No se realmente si fue porque conoce lo testaruda que puedo ser o mis encantador