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Capítulo 5 - Desaparecido

Narra Alana

El tío Bruce y yo llegamos a la cabaña muy rápido después de las compras, me siento en el portal a ponerme las botas para seguir entrenando, en ocasiones recuerdo a mi hermana, como también era muy dedicada y mi padre orgulloso de ella… espero que se sienta igual al verme. He echado mucho de menos a mi madre, pero estar aquí apartada me ha ayudado a madurar.

Aprovecho que voy a calentar, mientras corro por el bosque busco algunas hierbas para sanar una herida en mi hombro… me cai intentando escalar un risco, pero se que pronto sanara

Me detengo para mirar las hojas que necesito, pero no encuentro nada… decido ir a lo más profundo del bosque.

Guardo muy rápido las hierbas que corte a la cangurera y me escondo detrás de un árbol, porque he escuchado unos pasos... Es muy extraño y más por esta área, se encuentra muy lejos de la frontera, contengo mi respiración para que no me noten.

veo como dos hombres pasan a unos metros de mí corriendo demasiado rápido, se dirigen hacia la frontera... Cuando estaba por salir de mi escondite un tercer hombre aparece también entre los árboles, pero va detrás de los otros dos.

Nunca había visto algo así, me intriga pero no iré detrás de ellos... Me doy la vuelta y regresó a la cabaña.

Mi inquieto al ver la entrada destrozada, la leña apilada estaba toda desordenada, me lanzó hacia dentro con desesperación.

—Tío Bruce... Tío Bruce!!!

En mi pecho empieza a crecer un profundo dolor, al no escucharlo responder... Busco por todas las habitaciones y no lo encuentro. Regreso a la entrada y veo sangre en el suelo... Quisiera no alterarme, pero mi cuerpo está siendo invadido por el miedo.

—Tío Bruce... Dónde está? Tío Bruce!!!!

Por mucho que gritaba nadie respondía... Me agarró los cabellos desesperada mirando hacia todos lados, creo que colapsare ya me siento mareada, mi pecho sube y baja con mucha fuerza, ya no puedo pensar con claridad.

—Tío Bruce!!!

Grite con un sollozo al caer de rodillas al suelo... En lo que cubría mi cara con mis manos para aguantar las lágrimas que salían... Nada se escucha, el silencio de la noche estaba por todo el área, hasta los animales guardaban silencio. aquello empezaba a atormentarme.

Una vez más me levanté desesperada para buscarlo por todos lados, podía ver el rastro de sangre, algo lo había arrastrado… pero no lo encontraba… el rastro se perdía en el bosque, aun así me adentre y perseguía los chorros de sangre que se podían ver en el suelo.

ya era muy tarde y casi no podía ver nada, no quería regresar a la casa sin el Tio Bruce. mi corazón me dolía, algo dentro de mí se desgarraba, me había quedado sola.  En lo profundo de mi pecho algo se quebró saliendo de mí un lastimoso aullido... No podía parar cada segundo, el sonido aumentaba, era una melodía dolorosa que transmitía todo lo que estaba sintiendo.

Antes del amanecer ya estaba dentro del bosque buscando cualquier rastro del tío Bruce, pero todo fue en vano. note como las pocas gotas de sangre que estaban en el suelo se dirigen a la reserva… suspiro agotada y aunque no quiera debo regresar a ese lugar si quiero encontrar al anciano.

Seguiré su consejo, era el anciano más sabio que he conocido en mi vida... “en momentos difíciles solo tu familia puede apoyarte”... Me voy con tristeza, un dolor de haberlo perdido... Con mi mochila en el hombro miró hacia atrás mientras me alejo de esa cabaña.

Tomar la decisión de regresar no ha sido fácil, pero cuidaré a mi familia ya que es lo único que me queda... Voy manejando sintiendo el desasosiego al ver lo tanto que me he alejado de la cabaña. recuerdo historias del anciano donde hablaba de algunos cazadores, que son despiadados como demonios…

Debo poner en alerta a toda la manada Cielo azul, no perderé a nadie más… El tío bruce perdió a su hija a causa de esas bestias. 

Me pongo nerviosa al saber que estoy a unos kilómetros de llegar a la frontera, bajo para comprar alguna bebida energizante y distraerme de mis pensamientos. 

Ver la silueta de mi padre me tomó por sorpresa, incluso llegué a pensar que estaba alucinando… me acerco para cerciorarse y mi corazón dio un brinco al verlo, corrí directo hacia el. me alegré mucho al encontrarlo, solo pensaba en abrazarlo… estoy segura que lo vi moverse con emoción cuando se alejaba del auto hacia mi, pero de un segundo a otro no se movió en lo más mínimo, me acerque hasta tenerlo justo en frente, sus ojos brillaban al verme, podía notar que se contenía. 

Tenía una postura erguida y un semblante muy serio, retrocedí unos pasos de él, dado que unos hombres salieron del local y para mi suerte aquel alfa era uno de esos, mi padre me miraba fijamente.

-Alana muestra más respeto. inclínate ante el alfa Isaac. _ Quería reírme, pero la seriedad de mi padre me lo impedía.

-porque tendría que hacer eso… ¿Quién es él?_ hable con un tono sarcástico, pero me intimida el ceño fruncido de todos los presentes.

-él es nuestro nuevo alfa… no lo repetire de nuevo Alana.

Dejó de mirar a mi padre y llevó mis ojos en ese alfa, podía notar como él estaba en la espera que yo obedeciera. quería negarme. Pero la presencia de mi loba me empujo a inclinarme, lo hago de muy malas ganas, no sin antes dejarle muy en claro mi indignación con la mirada. 

Me levanto muy lento intentando analizar porque mi loba actúa tan impulsivamente cuando está cerca de ese hombre. veo que él da un paso adelante y posa esos ojos fríos y temibles sobre mi, se acerco tanto a mi oído, que era posible alcanzar la piel de su cuello con mis labios. 

—te hare saber quien soy, Alana

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