AJAX
La ira apoderándose de mí cuando veo las marcas sanguinolentas en su espalda y obvias cicatrices viejas. No es solo su espalda, está llena de magulladuras por toda su blanca piel y prácticamente puedo contar las vértebras de la frágil columna por lo desnutrida que está. — Esta chica, parece que sufre de maltratos domésticos. Por la forma, me atrevería a decir que es un cinturón, mire aquí la marca de una hebilla. Me señala y yo solo estoy pensando en quién fue el hijo de puta que le hizo eso. “¡Búscalo, encuentra quién es ese maldito, de dónde proviene mi humana, lo voy a destrozar, cada parte de su cuerpo la haré trizas…!” Intento no dejarme llevar por la violencia de mi lobo Alfa. Salgo del cuarto y dejo que la curen. Pienso en el pedido de Elsa, ella es la doctora de mi manada, una de las Ancianas de mi Concilio. Ni siquiera sabía que estaba cerca del sitio donde hacíamos la cacería anoche y fue atacada por un Renegado que se nos escabulló de la red. Camino de nuevo hacia su habitación con la decisión tomada. — Aceptaré que la humana viva contigo en mi manada, pero Elsa, es tu responsabilidad y debes decirle la verdad de nuestra raza. Si causa problemas, sabes las consecuencias - le digo fríamente. Ni siquiera sé por qué he hecho esta rara concesión. — ¡¿En serio?! ¡Sabía que no le negarías el favor a esta vieja moribunda! — Deja de hacer dramas que llevas años muriéndote y aún te veo igual. No la dejes vagar tampoco, hay demasiados Renegados últimamente, tengo muy mala sensación, algo se mueve en las sombras y se está escapando de mi control. Agrego frunciendo el ceño. Los Renegados fueron hombres lobos alguna vez. Poseen un gen defectuoso oculto, que cuando se activa, la manía violenta se va apoderando poco a poco de su mente y toma control de la parte más primitiva que tenemos los hombres lobos. Asesinan entonces a inocentes, comen carne de cualquier tipo, pero más de otros hombres lobos y acechan en las sombras de la noche. Todos los Alfas tenemos la misión de erradicarlos para mantener el equilibrio y la paz, pero yo me lo tomo demasiado en serio. Mi padre fue el primer Renegado que tuve que asesinar con mis propias manos. Cualquiera de nosotros, podría ser un Renegado en el futuro, es como una bomba de relojería. ****** AMALIA Todavía no me puedo creer que Elsa me haya propuesto trabajar para ella en su casa. Vive en un pueblo llamado Shadow Hunters, apartado y discreto, pero las mansiones hermosas que vi cuando entramos en el auto, solo me dijeron que el nivel de vida aquí era bien alto. Su casa está algo distante del centro, en una hermosa colina. — Esta sería tu habitación, espero que te guste - luego de un breve recorrido, me hace pasar a un cuarto en el segundo piso. — ¿Para mí?… ¿está segura? – le pregunto nerviosa, porque es hermosa. Decorada en tonos pasteles y blanco, una cama personal con un delicado respaldar en rosado acolchado, dos mesitas de noches y lamparitas a juego. Un puf delante de una comodita con un enorme espejo, un closet empotrado y una puerta que no sé a donde lleva. — Es hora de que se ocupe con calor, sé que la vas a apreciar como su dueña original. Aquella puerta es el baño – responde y de repente una sombra de tristeza pasa por sus ojos, pero rápido la suprime. — Eso es todo, ahí hay ropa y artículos de primera necesidad en esos paquetes que pedí en línea, revísalas, creo que te quedarán bien, pero igual quiero una lista de todas tus necesidades y no… nada de decir que no quieres molestarme. — Si vas a estar aquí que sepas que hago lo que me da la gana, así que mejor obedece. Y con la misma me deja sola. Camino con timidez hacia la ventana, aún no me puedo creer que no tendré que dormir en las calles como mendiga. Observo el hermoso paisaje a través del bosque y a lo lejos, bajo la colina, se ven las casitas hermosas y el ambiente feliz. Sonrío sin poderlo evitar. — Este es un nuevo comienzo, Amalia. Vamos a hacerlo bien y agradecerle a esta buena anciana su ayuda. ***** AJAX Observo las fotografías en la prensa con el ceño fruncido y tomo mi celular para hacer una llamada desde mi despacho de Alfa. — Tí...tío ¿cómo estás? ¿Y eso que me llamas…? — Corta la retahíla de estupideces, dime por qué razón tu cara está en primera plana de varios periódicos humanos. — Tío Ajax… yo, fue Alessandra que me presionó con que quería hacerlo público, ya sabes las mujeres… — No sé cómo decirte, para que entre en esa cabeza de chorlito que tienes, que no debemos exponernos tanto a la prensa humana, porque cuando debas parecer un anciano de 90 años y sigas con la misma cara de 20, eso, es complicado de explicar - le digo entre dientes. La ira bullendo dentro de mí, ¿cómo Edgar puede ser tan idiota? Sus balbuceos y excusas sin sentido elevan mi enojo y si lo tuviese delante ya le hubiese estampado mi bota en el trasero. — ¡Te callas imbécil! - le rujo dando un golpe en la mesa — ¡Te quiero aquí en tu fiesta de compromiso y hablaremos Edgar! ¡Ya basta de creerte que eres un humano más y de ir de pica flor follándote todo lo que se mueve! ¡Te casas con Alessandra porque te dio la gana y es hora de asumir tus responsabilidades! — Tío, espera, no… — Le cuelgo el móvil y me pellizco el puente de la nariz intentando bajar mi mal humor. ¿Dónde fue que me equivoqué tanto al criar a Edgar? — Te apuesto lo que quieras a que estabas hablando con la joyita de tu sobrino - mi Beta entra en el despacho y me dice burlón. Es mi mejor amigo y muy competente, a pesar de su carácter tocapelotas, solo por eso es el único que tiene la suficiente estupidez aquí, como para ser tan irrespetuoso. — Kane, hoy no estoy para tonterías, ¿qué quieres? — Wao, qué mal carácter Alfa. Solo iba a informarte que esa humana ya está viviendo con Elsa y aquí traje la investigación que pediste sobre ella - me pasa una carpeta y se sienta relajado frente a mi escritorio. — ¿De verdad dejarás a una humana deambular por una manada de hombres lobos sin saber de nosotros? Se la van a comer viva. — Nadie se comerá a nadie y mantente lejos de ella, que te conozco. — ¿Es linda? — Kane… — levanto la vista de los documentos. — Oh, ya veo que la humana es “especial” Alguien se ha cansado de jugar con lobas y quiere experimentar – agrega guasón. Ni siquiera respondo a sus burlas. Leo las hojas y nada de lo que encuentro me agrada. La vida de esta chica es un desastre. Se quedó sin padres, sola con su hermano que ahora está en prisión. Fue adoptada por una buena familia que luego murió en un accidente, dejándoles una herencia. Como eran menores de edad, no podían manejarla, así que supongo que por eso los “buenos” tíos los adoptaron, para “administrar” sus bienes. “Ese maldit0 seguro era quien la golpeaba. ¡Debemos buscarlo Ajax!” Conall me ruge molesto y la verdad, estoy de acuerdo con él. — Llama al abogado y dile que quiero que solicite esa herencia para su verdadera dueña – coloco la carpeta sobre la mesa. — De ese dinero no debe quedar ni un céntimo… — ¡Pues tendrá que buscarlo debajo de la tierra! – no puedo evitar dejar salir mi mal humor. No sé qué me sucede que estoy tan volátil. — Bien, tranquilo hombre, hablaré con Albert, le sacará hasta lo que lleva puesto el tipo – me dice listo para levantarse — Ah, por cierto, todo está listo para que venga la manada Silver Moon a cerrar los tratados por el casamiento de Edgar y Alessandra en estos días. — La verdad es que tiene una suerte el condenado de Edgar. Yo creo que Adam lo aceptó para su hija por ti, porque son amigos y desea unir las manadas - me dice bufando. — A veces dudo hasta que Edgar sea tu sobrino, lo único que tiene en la cabeza es estiércol de cabra – agrega burlón y luego sale de mi despacho. Edgar se debe parecer al idiota de su padre. Ese hombre que odiaba y acabaría nuevamente con su vida, si lo tuviese delante. Nadie sabe que Edgar es su hijo, ni siquiera Kane, y así será para siempre, porque se lo debo a su madre y aunque sea un imbécil, Edgar es mi responsabilidad. ***** AMALIA Llevo varios días aquí. No he salido de la casa de Elsa, pero igual me siento como nunca antes. No recordaba lo que era ser levantada sin gritos, sin humillaciones, vivir sin miedo y sin golpes. Hoy estoy sola por primera vez, Elsa salió a hacer unos recados. Me asombro de su capacidad de recuperación. Estoy algo cohibida, pero decido ser productiva y limpiar la consulta médica, al lado de la casa. Bajo las escaleras mirándome dubitativa al short corto que me he atrevido a ponerme. Nunca he podido vestir bonita, solo se lo he visto a Mikaela. — No habrá nadie aquí, aloquémonos un poco – sonrío, como si ponerme ropa acorde a mi edad fuese una gran travesura. Pero como a la hora, ya me estaba arrepintiendo amargamente de esta rebeldía. — No, no, no – me arrojo debajo del escritorio cuando unos papeles de la consulta se vuelan por el suelo. “Fiu, fiu” ¡BAM! Mi cabeza impacta contra la parte inferior de la mesa, asustada, al escuchar un silbido a mi espalda. Estoy en una posición bastante vergonzosa, con el trasero apuntando a la puerta y al levantarme deprisa, recuerdo el mini short que traigo. “Por favor que sea una mujer” Pensé de ilusa como siempre. — Se … señor, Karlsen - levanto la mirada nerviosa para ver a los fríos ojos esmeraldas, de nada más y nada menos, que el intimidante y apuesto alcalde. Mira a mis piernas desnudas con el ceño fruncido y es obvio su enojo ¿Qué hago ahora? ¿Me echarán por indecencia? — ¿Estás sola? ¿Dónde está Elsa?AJAX Llegamos a buscar a Elsa para pedirle su ayuda con algunas cosas y no sé ni siquiera qué rayos hago aquí acompañando al zopenco de Kane. Solo sé que nada más subir la colina, ese delicioso aroma a mar y espuma cosquilleó en mi nariz. ¿Podría ser el olor de su piel? No debe ser, los humanos no desprenden feromonas, pero el hecho es que Conall me tiene desesperado, empujándome a subir esta colina todos los días y hoy, no he podido resistirme más. “Fiu, fiu” El idiota de mi Beta chifla lascivo en cuanto entramos por la puerta de la consulta y pasando a la oficina de Elsa, nos encontramos a esa humana en posición de apareamiento, debajo de la mesa y mostrando su trasero en un short corto. Sus muslos blancos sobresalían dando una vista que no dejaba mucho a la imaginación. Se asusta y se pega hasta un fuerte golpe en la cabeza. Apreté los dientes con ganas de cerrarle la boca y los ojos al resbaloso de Kane. — Pero qué buena recepción hay en esta consulta – dice sin dejar de
AMALIA Mi corazón latía desesperado mientras casi iba corriendo. No conozco este sitio y creo que me he perdido entre tantos pasillos. Salgo al fin a lo que parece una piscina interior techada. El eco resuena en el espacio vacío, casi en penumbras, al igual que el sonido de mis bailarinas y luego, unos zapatos masculinos. — Amalia, ¡espera un momento!, ¿hasta cuando piensas rehuirme? Escucho la voz de mi exnovio a la vez que me toma con fuerza del brazo y me hace girarme. — Suéltame – retiro mi brazo con fuerza y la ira, al verle el rostro a este cínico, va creciendo dentro de mí. — Te he estado buscando en estos días, en esa pescadería nadie te ha visto y no sabía bien dónde vivías. Amalia, las cosas no son como piensas… — ¿Y cómo son las cosas Edgar? Porque al menos te llamas Edgar, ¿no? – le reclamo — ¿Fue divertido burlarte de la pobre muerta de hambre? Cuánto debiste reírte mientras yo estaba siendo sincera contigo. — Amalia, el asunto es… complicado y sí, me llamo Edga
AJAXEl olor repugnante y empalagoso de esta loba me estaba mareando.He pasado algunos celos con ella porque es una mujer muy fogosa en la cama y de esas que te siguen en las locuras.Su cuerpo curvilíneo es justo mi tipo para follar a riendas sueltas, sin embargo, fuera de la lujuria y la calentura de los celos, esta hembra no me atraía en nada más.Creí que sabía muy bien el trato, nada de enamoramientos tontos, ni creerse que sería la próxima Luna de la manada.Lo hablo bien claro antes de empezar el sexo, sin embargo, veo que como las demás, ya está confundiendo las cosas.Hoy me ha seguido hasta la oficina y se ha puesto en plan pesadita. Iba a quitármela de encima, cuando una voz tímida irrumpió en mi despacho.Era Amalia, esa pequeña humana y que me haya visto así, con esta loba lujuriosa, casi con las tetas afuera, no me ha sentado nada bien.“¡Busca a mi humana!, ¡te dije que no me gustaba esta zorra para los celos, pero como siempre hiciste lo que te salió de los huevos!”
AMALIA— Bien, uf, creo que eso es todo – la señora Parker resopló mirando el montón de comida y cobijas acomodadas en el almacén.La verdad es que estaba asombrada de la cantidad de provisiones que había en el sótano de esta mansión, ¿se preparaban para un ataque o algo así?— ¡Ay, no puede ser!, olvidé decirle a Ofelia que repusiera las toallas y creo que ya se fue a su casa - dice de repente mirando a la puerta y lista para buscar a alguien.— Sra. Parker, yo voy, puedo hacerlo – le aseguro y se gira a examinarme y pensar.No sé por qué tengo la sensación de que todos siempre se andan midiendo a mi alrededor, como si fuese excluida de algo importante.— Bien querida, cuento contigo, es algo sencillo y luego ve a descansar, los huma… bueno, las chicas jóvenes necesitan descansar – y con la misma me da una cesta llena de olorosas toallas.Sigo sus indicaciones, la mansión parece media vacía y silenciosa, es de madrugada, supongo que ya duermen.Paso justo por un pasillo que reconozco
AMALIA — ¡Cálmate Amalia! Tranquila – la voz del ayudante del alcalde llegó a mis oídos, a la vez que la luz de la mesita era prendida. — Gracias a Dios que es usted… — le dije con la respiración agitada y llevándome la mano al pecho — ¿Qué haces en el despacho de Ajax y a estas horas? – cuestiona en un tono duro y veo la desconfianza en sus ojos. Le cuento entonces enseguida mi descubrimiento. — ¡Me asomé y lo vi, la chica Ofelia estaba siendo arrastrada por un encapuchado! ¡Creo que salieron por esa ventana! — ¡¿Estás segura?! ¡Maldici0n, no puede ser si reforcé las fronteras! – ruge enojado y da media vuelta salir corriendo por el pasillo. Agarro mi cesta de toallas del suelo y voy a salir a buscar a la señora Parker, cuando lo veo que regresa apresurado. — Ven conmigo, vamos, no puedo perder tiempo – prácticamente me arrastra a la tercera planta y me señala una puerta. — Esta es tu habitación, ¡no puedes salir de la mansión!, ¿entiendes? — Entiendo - asiento y l
AJAXCamino hasta el sillón y me inclino delante del pequeño cuerpo de Amalia.Me pregunto que hacía en mi despacho, sé muy bien lo que insinuó Kane, pero al mirarla, tan inocente, no creo que esta chica pueda ser una espía o tramar algo en mi contra.Bajo mi cabeza y observo de cerca sus pestañas temblorosas, sus labios entreabiertos resoplando dormida.A pesar de que se notan los maltratos, es una mujer hermosa, solo necesita cuidados. Amalia tiene algo que hace hervir mi sangre y me atrae.“Mmm huélela más profundo, baja por su escote” mi lobo gime mientras aspiramos el delicioso aroma en el hueco de su cuello.Estamos como unos pervertidos encima de ella.“No, ¿desde cuándo te comportas tanto sin control?”, intento detenerme de este acoso.“¿Por qué no nos podemos quedar con Amalia? ¡Ella me encanta y he soportado a todas las mujeres que te has follado por tu cuenta!”Me ruge y pienso que si Amalia no fuese humana creería que es mi mate, mi loba destinada.Conall nunca se había c
AMALIA¡Estoy completamente desquiciada!Debo resistir, cuestionar, sin embargo, no sé qué me sucede que mi mente piensa algo, pero mi cuerpo hace lo que quiere.Sus palabras llevan pura seducción y no puedo resistir la promesa de probar sus besos. Miento y es la mejor mentira de mi vida.Su lengua acaricia mi labio inferior, lo mordisquea con dientes afilados y chupa, hasta sacarme un gemido, luego explora mi interior devorando todo a su paso con intensidad.Su mano va a la parte de atrás de mi cabeza dominándome, empujándome hacia delante para abrirme más a su lengua que enreda la mía y la fricción entre nuestros labios es deliciosa.Nunca me habían besado así, con tanta pasión.Mi cuerpo vibra de placer y su otra mano baja por mi cuello, acaricia mi pecho y siento cómo aprieta suave uno de mis senos, amasándolo, jugueteando con el duro pezón que sobresale de mi camiseta.Una de sus piernas se cuela entre las mías, abriéndome y presiona mi coño, estimulándolo.Estoy tan excitada, n
AMALIAMis manos sudaban del nerviosismo mientras caminaba por el pasillo, algo ha sucedido, lo sé.El ayudante del alcalde me hace pasar al lujoso despacho y está la Sra. Parker.Detrás del escritorio, Ajax, aunque por el ceño fruncido y el rostro serio que tiene, creo que ya no lo podré llamar así.— Amalia, siéntate – el Sr. Karlsen me pide y me dirijo a unas sillas que hay delante de él — Cuéntame todo lo que sucedió ayer en la noche, lo que viste aquí en el despacho y no omitas detalles.Me ordena y tomo un respiro para decirle exactamente lo que presencié.— ¿Le pasó algo a esa chica? ¿Pudieron encontrarla? – pregunto de repente pensando en lo peor, pero de repente…— ¿Te refieres a esta chica? – el Sr. Kane me dice con voz fría y la otra puerta que hay en la oficina se abre para dejar entrar justo a la tal Ofelia.Ella camina y se ve muy bien, sus ojos despectivos se fijan en los míos como si solo mirara a una cucaracha.— ¿De dónde sacaste toda esa historia de terror? – pregu