AMALIA — ¡Cálmate Amalia! Tranquila – la voz del ayudante del alcalde llegó a mis oídos, a la vez que la luz de la mesita era prendida. — Gracias a Dios que es usted… — le dije con la respiración agitada y llevándome la mano al pecho — ¿Qué haces en el despacho de Ajax y a estas horas? – cuestiona en un tono duro y veo la desconfianza en sus ojos. Le cuento entonces enseguida mi descubrimiento. — ¡Me asomé y lo vi, la chica Ofelia estaba siendo arrastrada por un encapuchado! ¡Creo que salieron por esa ventana! — ¡¿Estás segura?! ¡Maldici0n, no puede ser si reforcé las fronteras! – ruge enojado y da media vuelta salir corriendo por el pasillo. Agarro mi cesta de toallas del suelo y voy a salir a buscar a la señora Parker, cuando lo veo que regresa apresurado. — Ven conmigo, vamos, no puedo perder tiempo – prácticamente me arrastra a la tercera planta y me señala una puerta. — Esta es tu habitación, ¡no puedes salir de la mansión!, ¿entiendes? — Entiendo - asiento y l
AJAXCamino hasta el sillón y me inclino delante del pequeño cuerpo de Amalia.Me pregunto que hacía en mi despacho, sé muy bien lo que insinuó Kane, pero al mirarla, tan inocente, no creo que esta chica pueda ser una espía o tramar algo en mi contra.Bajo mi cabeza y observo de cerca sus pestañas temblorosas, sus labios entreabiertos resoplando dormida.A pesar de que se notan los maltratos, es una mujer hermosa, solo necesita cuidados. Amalia tiene algo que hace hervir mi sangre y me atrae.“Mmm huélela más profundo, baja por su escote” mi lobo gime mientras aspiramos el delicioso aroma en el hueco de su cuello.Estamos como unos pervertidos encima de ella.“No, ¿desde cuándo te comportas tanto sin control?”, intento detenerme de este acoso.“¿Por qué no nos podemos quedar con Amalia? ¡Ella me encanta y he soportado a todas las mujeres que te has follado por tu cuenta!”Me ruge y pienso que si Amalia no fuese humana creería que es mi mate, mi loba destinada.Conall nunca se había c
AMALIA¡Estoy completamente desquiciada!Debo resistir, cuestionar, sin embargo, no sé qué me sucede que mi mente piensa algo, pero mi cuerpo hace lo que quiere.Sus palabras llevan pura seducción y no puedo resistir la promesa de probar sus besos. Miento y es la mejor mentira de mi vida.Su lengua acaricia mi labio inferior, lo mordisquea con dientes afilados y chupa, hasta sacarme un gemido, luego explora mi interior devorando todo a su paso con intensidad.Su mano va a la parte de atrás de mi cabeza dominándome, empujándome hacia delante para abrirme más a su lengua que enreda la mía y la fricción entre nuestros labios es deliciosa.Nunca me habían besado así, con tanta pasión.Mi cuerpo vibra de placer y su otra mano baja por mi cuello, acaricia mi pecho y siento cómo aprieta suave uno de mis senos, amasándolo, jugueteando con el duro pezón que sobresale de mi camiseta.Una de sus piernas se cuela entre las mías, abriéndome y presiona mi coño, estimulándolo.Estoy tan excitada, n
AMALIAMis manos sudaban del nerviosismo mientras caminaba por el pasillo, algo ha sucedido, lo sé.El ayudante del alcalde me hace pasar al lujoso despacho y está la Sra. Parker.Detrás del escritorio, Ajax, aunque por el ceño fruncido y el rostro serio que tiene, creo que ya no lo podré llamar así.— Amalia, siéntate – el Sr. Karlsen me pide y me dirijo a unas sillas que hay delante de él — Cuéntame todo lo que sucedió ayer en la noche, lo que viste aquí en el despacho y no omitas detalles.Me ordena y tomo un respiro para decirle exactamente lo que presencié.— ¿Le pasó algo a esa chica? ¿Pudieron encontrarla? – pregunto de repente pensando en lo peor, pero de repente…— ¿Te refieres a esta chica? – el Sr. Kane me dice con voz fría y la otra puerta que hay en la oficina se abre para dejar entrar justo a la tal Ofelia.Ella camina y se ve muy bien, sus ojos despectivos se fijan en los míos como si solo mirara a una cucaracha.— ¿De dónde sacaste toda esa historia de terror? – pregu
AMALIA— Eso voy a hacer, precisamente, comprobar que de verdad estuviste toda la noche en la ciudad y por tu bien, espero que fuese así ¡Llévatela Kane!Y a pesar de sus protestas, vi cómo la sacaban a rastras y sin compasión de la oficina.Sus ojos llenos de odio me taladraron, pero no se atrevió a decir nada delante del alcalde.Ahora… solo quedaba yo.Si eso hizo con la supuesta víctima, qué no hará con la ladrona.Me iban a echar, o acusar a la policía, quizás ambas cosas.— A…Ajax, juro por mis padres muertos que yo no robé nada, si acomodé las toallas, pero no oculté ningún anillo ahí…Di un paso adelante queriendo tocarlo, pero entonces se giró, gélido, alejándose de mi toque y mi mano temblorosa se quedó en el aire.En sus ojos podía verlo, él no me creía ni media palabra.— Quiero confiar en ti, Amalia, porque no soy un hombre que admite la traición y menos de alguien que le abrí las puertas de mi casa – me dijo y aguanto las lágrimas que amenazan por salir.Voy a abrir la b
AJAXPor supuesto que pensé en Adam, casualmente ellos estaban en la manada y sabían del anillo en el despacho.— Adam es mi amigo de años, quiero pensar que no es así, haz todo con discreción. Habla lo mejor que puedas con la familia de la Omega, pon a Edgar a cargo del funeral para que haga algo útil. Estaré en la cabaña – le digo y me marcho ofuscado y preocupado. Necesito estar a solas. Parece que la conspiración ha tocado a mi puerta y lo que es peor, tengo ahora una humana que de seguro me odia y no sé cómo engatusar.*****AMALIAToc, toc, tocLa puerta de mi cuarto sonó y solo podía ser Elsa.Me limpié las lágrimas lo mejor que pude y me levanté de la cama, pero era obvio que no podría ocultarle este asunto.— ¿Qué sucedió? ¿Por qué está así? ¿Alguien te intimidó mientras no estaba? Entró enseguida como un vendaval al cuarto y fue a examinarme en cuanto me vio.— Elsa… — no pude controlarme y entre lágrimas le conté todo lo del robo.Pensé que me juzgaría también, seguro me
AMALIASentía que me estaba metiendo en la guarida de un animal salvaje y aquí estaba, dando pasos voluntarios, seguida de cerca por esa presencia intimidante a mi espalda.— Sr. Karlsen, ¿pudo averiguar algo de esa chica? Le juro que yo no…— me giro de repente a enfrentarlo, porque a eso fue que vine.No aguanto más la incertidumbre.— Sshh – me pone un dedo en los labios— primero, llámame por mi nombre. — Y segundo, lo lamento, por ser tan brusco y salvaje esta tarde, sé que no lo hiciste, lo siento por juzgarte, solo… estoy demasiado acostumbrado a los puñales por la espalda.Me dice y da un paso hacia mí, su mano acaricia mi mejilla y me pierdo en sus pupilas verdes tan hermosas e intensas.— Amalia, no quiero forzar nada, pero es obvio que entre ambos está sucediendo algo… no, no… solo pasemos un momento agradable, ¿sí?, nada de problemas, mañana seguirán ahí.Da un paso y lo tengo pegado a mi cuerpo, su pulgar acaricia eróticamente mi labio inferior mientras va bajando su cabez
AJAXMis colmillos de lobo salieron junto con mi gruñido ronco, elevando mi cabeza a la luna, mientras esa deliciosa sensación de éxtasis recorría mi columna y bajaba hasta mis llenos testículos.Mi mano se movía brusca arriba y abajo, mis caderas martillando hacia delante, aun con el jean medio puesto.Atormentando mi dura erección llena de pre semen, que descargaba al fin su orgasmo en el agua del río.Los restos blancos lechosos se perdían en la corriente, la evidencia de mi deseo lujurioso por esa humana.Mis ojos verdes entreabiertos, observando el cielo nocturno mientras mi respiración iba calmándose y disfrutaba el regusto de tan excitante liberación.Paso la punta de mi lengua por los caninos afilados de mi lobo.“Joder, qué rico me vine” confesé, todavía sintiendo el palpitar de mis bolas y lavándomelas con el agua fría.“Imagínate hacerlo dentro de esa apretada cosita rosada. Mmm… muero por llenarla con mi nudo y preñarla de varios cachorros” Conall se estaba saboreando y t