El desayuno estuvo delicioso, John y Kelly están en la sala viendo TV y hablando como si se conociesen desde hace años. Alexander está recostado en la cama y yo planeo ir a practicar un rato.
—Estaré abajo, si necesitas algo solo llámame o a Olivia— asiente no muy convencido
—Me siento un intruso aprovechador aquí— suelto una carcajada
—¿A qué te refieres?
—Bueno, ¿por qué no hemos ido a mi apartamento?— entrecierro los ojos
—Porque necesito practicar y mi estudio está aquí abajo.
—No estaré mucho tiempo aquí
Él.Los días en su compañía son, perfectos. La veo dormir y siento que nada podría ser mejor. Debo confesar que lo sucedido en el incendio me ayudo a acercarme a ella, a conocerla un poco más.Mila tiene una armadura enorme. Jamás dejará que sepa lo que piensa. Es tan misteriosa que me intriga. Es tan perfecta físicamente que me atormenta.Me atormenta el despertar cada mañana y encontrarme con su rostro pegado en mi pecho. Mirar su suave y tersa piel, acariciarla. Acomodar su cabello rubio y brillante alrededor de ese hermoso rostro que parece haber sido tallado por un escultor perfeccionista y de manera pulcra.Me atormenta el mirar esos ojos azules preciosos, desconfiados… me atormenta el sentir que el
(Dos semanas después)Me miro en el espejo, el viernes ha llegado demasiado rápido y hoy es el recital, mierda… tengo nervios. Tomo el licuado y salgo del departamento.Hace mucho tiempo no voy a correr pero le he dicho a Alexander que lo necesitaba. Me he quedado un poco más de tiempo dormida, su cuerpo me transmite mucha paz. En mi ipod suena “Sweet child of mine” y pienso en él.Ha vuelto a trabajar este lunes y está completamente recuperado. Las noches que hemos pasado juntos han sido, según él, su mejor medicina.El incendio y el horrible sentimiento que me provoco verlo en esas condiciones ha traído algo bueno. Si. Hace un par de días le he hecho una propuesta a Alex
Conduzco de vuelta a casa. Los vestuarios han quedado perfectos. Son las 12 del medio día y tengo que estar aquí a las 7 pmAparco en el estacionamiento y camino hacia el elevador. En un minuto me encuentro ya en mi piso.—Buenas tardes, He preparado pollo para la comida teniendo en cuenta de que hoy es su recital…—Perfecto, no quiero comer nada pesado hasta después, gracias por la consideración— le agradezco a mi ama de llaves y me retiro a mi habitación para terminar de hacer la maleta que había dejado sobre la cama.Tomo vendas para los pies, protectores, mis zapatillas, dos pares para las diferentes combinaciones de vestuarios, pomada y relajantes musculares. Escucho la puerta y sé
El telón se abre y escucho aplausos, tengo los ojos cerrados y estoy en mi posición, dentro de “mi casa”, no quiero abrirlos hasta que empiece a moverme.La historia comienza en una aldea, en las fiestas del reino. Hilarion que es Uriel es un cazador y ama a Giselle (yo). Este muere de celos por Loys (James) quien está perdidamente enamorado de Giselle y oculta ser el duque Albrecht.Loys aparece para encontrarse conmigo, disfrazado con andrajos y tras haber ocultado su espada en el bosque llama a mi puerta y comienza a coquetearme, yo lo acepto y él jura amarme después de verme triste deshojar una margarita.Continuamos moviéndonos, me siento mucho más confiada, respiro, camino, mi barriga está sumida, estoy concentrada.
—¿Mila?— siento un fuerte olor que me trae a la realidad, alcohol.—Mierda…— me levanto de golpe y miro hacia mis pies, están ensangrentados y con solo moverlos el dolor se hace presente—¡NO!— grito. Miro a la profesora Berezutski quien llama a los paramédicos, los presiona, les grita.—Te llevaremos al hospital— dice uno de los hombres.—Yumi…— busco a mi compañera quien está detrás de mí—. Busca a mis padres por favor.—Están esperándote junto con Alexander, afuera— asiento y me suben a una camilla. Antes tomo mis zapatillas cubiertas de sangre y las pego a m
Siento frío, debe ser la anestesia. Mi cuerpo tiembla de arriba a abajo—Mi amor— la voz de Alexander hace que mis ojos se abran de golpe—Alex…—Todo salió bien hermosa —siento como mi cuerpo tiembla y él besa mi mano.—¿Y el… bebé? —pregunto con trabajo, aún no puedo creer que esto haya sucedido.—En perfectas condiciones —en su rostro se extiende una amplia sonrisa. No sé cómo puede estar tan tranquilo, tan feliz. Esto cambia por completo nuestras vidas.—No sé que voy a hacer Alexander, ¿Cómo
Él.Miro a Mila dormir por fin. Este día ha sido terrible para ella. Lo juro quisiera tomar venganza por lo que le han hecho.Cierro los ojos y aún se reproducen en mi mente las imágenes viéndola bailar tan… hermosa y perfecta.Dando vueltas, su hermoso cuello estirado, su pequeña espalda tan erguida y sus largas piernas saltando por el escenario. Lo juro, era como un sueño. Y después todo es una pesadilla, comienza a correr sangre, gotas enormes de sangre por el escenario, su rostro congelado y lleno de dolor.Recuerdo que me puse de pie y corrí hacia el escenario, no me importo cuanta gente hubiera ahí, solo quería salvar a Mila.Cuando llegue y
El dolor me despierta, miro el reloj y son las 8 de la mañana. Ya hay luz en la habitación. Recorro de arriba abajo todo mi alrededor y veo a Alexander hecho un ovillo en el pequeño sillón. Sus piernas sobresalen por mucho del tamaño y la espalda apenas está cubierta.Muerdo mis labios al sentir las palpitaciones en las puntas de mis pies y me reacomodo un poco. Pero después lo recuerdo. Llevo un niño dentro, llevo una vida. Miro mi barriga, subir y bajar debido a mi respiración, nuestra respiración.Aún es muy pequeño. Miro el expediente cerca de la mesita de noche y estiro un poco mi cuerpo, ahogando pequeños quejidos de dolor hasta alcanzarlo.Al abrirlo me encuentro con las noticias que ya me había