Él.
Miro a Mila dormir por fin. Este día ha sido terrible para ella. Lo juro quisiera tomar venganza por lo que le han hecho.
Cierro los ojos y aún se reproducen en mi mente las imágenes viéndola bailar tan… hermosa y perfecta.
Dando vueltas, su hermoso cuello estirado, su pequeña espalda tan erguida y sus largas piernas saltando por el escenario. Lo juro, era como un sueño. Y después todo es una pesadilla, comienza a correr sangre, gotas enormes de sangre por el escenario, su rostro congelado y lleno de dolor.
Recuerdo que me puse de pie y corrí hacia el escenario, no me importo cuanta gente hubiera ahí, solo quería salvar a Mila.
Cuando llegue y
El dolor me despierta, miro el reloj y son las 8 de la mañana. Ya hay luz en la habitación. Recorro de arriba abajo todo mi alrededor y veo a Alexander hecho un ovillo en el pequeño sillón. Sus piernas sobresalen por mucho del tamaño y la espalda apenas está cubierta.Muerdo mis labios al sentir las palpitaciones en las puntas de mis pies y me reacomodo un poco. Pero después lo recuerdo. Llevo un niño dentro, llevo una vida. Miro mi barriga, subir y bajar debido a mi respiración, nuestra respiración.Aún es muy pequeño. Miro el expediente cerca de la mesita de noche y estiro un poco mi cuerpo, ahogando pequeños quejidos de dolor hasta alcanzarlo.Al abrirlo me encuentro con las noticias que ya me había
Son las 9 de la noche y Alexander no llega. Iría a sacar el permiso de vacaciones a la estación pero se ha tardado demasiado tiempo.—Bueno hija, nos vamos, que descanses y mañana iremos a tu departamento— se despiden de mi y sorprendentemente me encuentro sola por primera vez desde que llegue aquí.—¿Qué le pasa a tu papá he?, nos ha dejado solos— acaricio mi barriga y comienzo a pensar en nombre posibles… si es niña… el nombre de mi abuela sin duda Tonya es perfecto y si es niño… me gusta Alexander… cierro los ojos y mi mente comienza a vagar.Mis pies están heridos y acaban de salir de una cirugía, tendré un hijo, iré a Montana a conocer a los padres de A
Al fin llegamos a casa, Alexander me conduce en la silla de ruedas y me deja en la sala de estar, Olivia se hinca hacia mí—Señorita, me da mucho gusto verla— su rostro es mera preocupación y eso hace que el corazón se me derrita. Tomo su mano y esto hace que se sorprenda—Hola Olivia, gracias por seguir aquí—No me iría, ¿está bien?, ¿quiere té?— sonrío—Un licuado de plátano con fresa por favor— su sonrisa abarca todo el rostro y se pone de pie rápidamente corriendo hacia la cocina. Kelly me mira sonriendo y sé lo que piensa.Me he recostado en la cama al f
Alexander ha subido todas las maletas al taxi, llevo alrededor de tres para mí y Alexander solo una… no sé cómo puede hacer eso, vamos una semana.—Olivia, estarás libre una semana— le entrego un sobre con suficiente dinero para que se de unas merecidas vacaciones, ella se niega a aceptarlo pero yo insisto—. Nunca tomas vacaciones, hazlo ahora, por favor, te quiero en excelente condiciones el próximo martes.Su sonrisa es mero agradecimiento, toma avergonzada el sobre y niega un tanto sonrojada.—Que les vaya muy bien, cuídense y disfruten— le agradecemos sus buenos deseos y salimos del apartamento. Faltan 10 minutos para las 10 y el hombre va con toda la paz del mundo.—Tenemos qu
Aún estoy pensando en si volver o simplemente decir que estoy un poco enferma e ir a la cama. No he decidido el momento para contarles que espero un hijo de Alexander.—Debería ir a recostarme— le digo al sexy hombre que tengo detrás.—¿Te sientes mal?, ¿quieres que llame a un doctor?— niego—El viaje me ha dejado cansada— miento pero parece convencerle—Ven aquí— me toma en sus brazos y sube rápidamente las escaleras. Da un beso en mi frente y después a mi barriga.—Los amo— sus palabras me aceleran el corazón. Comienza a sacarse el suéter Estamos a punto de subir al auto, Alexander viene tras de mí—Amor si te sientes mal llámame, yo iré ¿está bien?— asiento y me despido cuando coloca mi cinturón y besa mis labios—. Cuídate mucho hermosa.—Tranquilo, va con nosotras— es la primera vez que escucho hablar a Sophia con Alexander desde que llegamos, no parecen muy cercanos. Él sonríe en forma de contestación pero muy forzadamente, que extraño.Iniciamos el viaje al centro de la ciudad, los paisajes son hermosos.—¿Y ahora que harás Mila?— pregunta Sophia de forma repentina—¿A qué te refieres?— eCapítulo 42
Se nos ha pasado la tarde mostrando las cosas que Eva a comprado para él o la bebé—Se los juro, no me traje la tienda solo por qué no sé que será, niño o niña— Jordan niega—Comprenderás que estamos muy emocionados— dice mirándome y sin soltarme la mano.Sophia se ha ido desde el momento en que dimos la noticia. Aaron continúo con sus deberes pero Jordan y Eva no se han querido separar de mí, ya hasta Alexander se siente incómodo.—Creo que deberíamos de ir a dar una vuelta— sonrío y a regañadientes sus padres me dejan ir. Continuamos caminando por el bello jardín que hay detrás de la enorme ca
Han pasado dos días desde que Alexander me pidió que fuera su esposa, Eva está muy ansiosa en dar a conocer nuestro compromiso y la llegada de su primer nieto.Ha organizado todo un banquete que comienza desde las 4 de la tarde hasta muy entrada la noche. De verdad estoy sorprendida con los arreglos, hasta me ha dicho que invite a mis padres, es por eso que me encuentro en el aeropuerto en este momento.Alexander está sentado junto a mí hojeando un periódico local, doy otra mordida a mi chocolate cuando escucho el anuncio de que el vuelo de NY ha llegado.—¡Al fin!— digo frustrada y Alexander ríe.—¿Ya has comprado lo que usaras amor?— pregunta mi prometido