Llevamos corriendo casi cerca de una hora, sin hablar, solo de vez en cuando intercambiamos algunas palabras.
—Mejoraste tu condición— me dice mientras trotamos.
—Tuve un buen profesor— guiño un ojo e Ivano sonríe. Hace una señal de que pare.
—Deberíamos ir por un café— dice señalando la cafetería que normalmente visito. Caminamos en dirección al local. Nos adentramos al lugar y hacemos nuestro pedido.
—Nos lo traerán enseguida— le digo y caminamos en busca de una mesa. Encontramos una en la ventana. Ivano me guiña un ojo y justo en ese momento veo como se estaciona la pick up del departamento de bomberos. Mi estomago se hace un nudo
Me dieron de alta al cabo de una hora. Al salir a la sala de espera me encuentro con los dos locos.Alexander con moretones en el rostro y la ceja ligeramente partida y a Ivano con el labio reventado, un moretón en el ojo y un ligero golpe en la nariz—No quiero verlos— digo mientras camino agarrándome de las paredes y una enfermera me guía.—Podemos irnos en…— Ivano lo calla—Mira bombero, ¿Por qué no vas a rescatar gatos de los árboles y dejas a la chica en paz?— los miro de mala gana—Por favor ya…— mi voz se quiebra y comienzo a llorar&md
Alexander se acerca lentamente a mí y me besa los labios antes de abrir la puerta de mi habitación. Ivano ya no está.—Olivia, ¿Dónde está Ivano?—Se ha ido señorita, dijo que la llamaría más tarde y espera que todo se arregle.—Me alegra que haga algo bien ese tipo—contesta Alexander de mala gana, lo miro con el ceño fruncido.—Olivia ¿puedes servirnos el desayuno?—En un momento —dice perdiéndose en la cocina. Miro al capitán de bomberos y luce una sonrisa de oreja a oreja.—&ique
—Según el GPS es por aquí— dice mi amiga adentrándose a un estacionamiento. Suspiro y miro mi móvil. La pantalla se ilumina y cae al suelo del auto debido al susto—Mierda…— lo busco en mis pies y veo que es un número desconocido—. ¿Hola?—¿Mila?— conozco esa voz…—Sí, ella habla— el hombre carraspea de nuevo—Soy John, el compañero de Alexander…—Aja…— consigo decir—Escucha sé que esto parecerá una locura pero…— lo interrumpo diciéndole donde nos encontram
He dormido apenas una hora. Simplemente no puedo hacerlo sabiendo cómo está Alexander y escuchando como se queja de cada movimiento que hace.—Deberías dormir, no quiero que te pongas mal— niego mientras acaricio su frente.—No puedo dejarte así.El doctor llega. Son las 8 de la mañana aproximadamente.—Capitán Coleman, es un gusto verlo consciente— dice con una gran sonrisa—. Señorita —extiende su mano y yo le respondo. El hombre comienza a hablar sobre los cuidados que se tienen que tener con las quemaduras, la higiene, los medicamentos…—Repito, la limpieza es muy importante y claro, apresurará la cicatrizac
El desayuno estuvo delicioso, John y Kelly están en la sala viendo TV y hablando como si se conociesen desde hace años. Alexander está recostado en la cama y yo planeo ir a practicar un rato.—Estaré abajo, si necesitas algo solo llámame o a Olivia— asiente no muy convencido—Me siento un intruso aprovechador aquí— suelto una carcajada—¿A qué te refieres?—Bueno, ¿por qué no hemos ido a mi apartamento?— entrecierro los ojos—Porque necesito practicar y mi estudio está aquí abajo.—No estaré mucho tiempo aquí
Él.Los días en su compañía son, perfectos. La veo dormir y siento que nada podría ser mejor. Debo confesar que lo sucedido en el incendio me ayudo a acercarme a ella, a conocerla un poco más.Mila tiene una armadura enorme. Jamás dejará que sepa lo que piensa. Es tan misteriosa que me intriga. Es tan perfecta físicamente que me atormenta.Me atormenta el despertar cada mañana y encontrarme con su rostro pegado en mi pecho. Mirar su suave y tersa piel, acariciarla. Acomodar su cabello rubio y brillante alrededor de ese hermoso rostro que parece haber sido tallado por un escultor perfeccionista y de manera pulcra.Me atormenta el mirar esos ojos azules preciosos, desconfiados… me atormenta el sentir que el
(Dos semanas después)Me miro en el espejo, el viernes ha llegado demasiado rápido y hoy es el recital, mierda… tengo nervios. Tomo el licuado y salgo del departamento.Hace mucho tiempo no voy a correr pero le he dicho a Alexander que lo necesitaba. Me he quedado un poco más de tiempo dormida, su cuerpo me transmite mucha paz. En mi ipod suena “Sweet child of mine” y pienso en él.Ha vuelto a trabajar este lunes y está completamente recuperado. Las noches que hemos pasado juntos han sido, según él, su mejor medicina.El incendio y el horrible sentimiento que me provoco verlo en esas condiciones ha traído algo bueno. Si. Hace un par de días le he hecho una propuesta a Alex
Conduzco de vuelta a casa. Los vestuarios han quedado perfectos. Son las 12 del medio día y tengo que estar aquí a las 7 pmAparco en el estacionamiento y camino hacia el elevador. En un minuto me encuentro ya en mi piso.—Buenas tardes, He preparado pollo para la comida teniendo en cuenta de que hoy es su recital…—Perfecto, no quiero comer nada pesado hasta después, gracias por la consideración— le agradezco a mi ama de llaves y me retiro a mi habitación para terminar de hacer la maleta que había dejado sobre la cama.Tomo vendas para los pies, protectores, mis zapatillas, dos pares para las diferentes combinaciones de vestuarios, pomada y relajantes musculares. Escucho la puerta y sé