Capítulo 2

Alessia

A la mañana siguiente desperté un poco desorientada y con el brazo de Mathew rodeando mi cintura, el sol filtraba por las ventanas dándonos directamente a la cara, necesitaba asearme, el festejo terminó con una buena noche, pero era momento de ir a casa, entro en puntitas al cuarto de baño.

Me vestí rápido, no quería enfrentar a Mathew mientras pensaba en lo que paso, pero no me funcionó.

-Te vas a escabullir como una gatita – Dios que susto.

-No estaba huyendo solo que tengo que irme, te vi dormido no quise despertarte – sálvame campana por favor.

-Ven – se levanta, me rodea la cintura y me vuelve a besar, no me voy a negar a esos besos – te invito a desayunar y quizás seguir con lo de anoche.

- Yo... - timbra mi móvil y es Basilio – un segundo – el asiste va al baño – Dime Basilio.

-Señorita su padre vine en camino.

-Rayos voy para allá espérenme en la entrada salgo en un minuto.

-¡Matt tengo que irme! - este se asoma y sigue desnudo, muerdo mi labio inferior para reprimir mi expresión – lo lamento, lo del desayuno lo dejamos para otro día, mi padre viene de Italia y no quiero que se preocupe, estamos en contacto.

- Bien preciosa, te llamo – me lanzó un beso, pero salgo corriendo de su departamento.

 Basilio ya se encontraba en la entrada junto con los demás escoltas, me cubro el rostro, odio a los paparazzi, monto la camioneta y me recuesto, estoy muerta, tengo sueño si acaso dormí tres horas.

-Tendrás que cambiar ese semblante Alessia, su padre se dará cuenta.

-Solo si tú le dices lo correcto Basilio, fui a celebrar y dormí en casa de Gina.

Este se ríe negando la cabeza – me sigues metiendo en problemas.

-Claro que no, es una verdad a medias, se cuidarme y si algo anda mal los tengo a ustedes eso lo sé, no me pondré en riesgo.

Llegue a mi Departamento se ubicada al suroeste de Londres, es sin duda alguna, una de las zonas más seguras de la ciudad.

Mi padre no tardaría por lo que debería de darme prisa era un zorro y olfateaba todo. Mi móvil timbras y son miles de preguntas de mis amigas, me desaparecí por lo que estaba segura que lo que querían eran detalles de mi noche.

Terminé de prepararme y ya estaba lista, Basilio me ayudó con el desayuno, siempre ha sido mi guardaespaldas y me conoce muy bien, soy mala para la cocina, lo intento obvio no se me quema el agua a diferencia de Fiorella, ella todo lo que prepara le queda delicioso, me encanta ir a su casa cada vez que estoy de vacaciones.

Por fin el elevador timbra y sé que es mi padre, tenía meses sin verlo ya lo extrañaba, cuando se abren las puertas ahí está, el hombre pulcro y bien parecido ¡Papá! Corro para abrazarlo.

- Princesa hermosa, te he extrañado porque no le has hablado a tu padre, no tienes piedad de este viejo.

- Perdóname, mis amigas me celebraron y se nos fueron las horas, pero sabes de mi con detalle cada día padre.

- Feliz cumpleaños princesa, te amo.

-Te amo papá. Gracias por tus buenos deseos.

-También te amo hija mía, te tengo una sorpresa, pero será por la noche, estoy muy cansado quiero dormir unas horas, ya estoy viejo y los años no pasan por nada.

-Eres el abuelo más guapo – le hablo haciendo puchero para que se riera.

Sube a su habitación, este departamento tiene tres recamaras para mi padre y Fabrizio, cuando Fiorella viene se queda en casa de sus suegros por mis sobrinos que quieren ver a los abuelos.

Aproveché para dormir las chicas querían detalles cosa que no se las di, solo que me la había pasado muy bien eso era todo lo que les podía compartir, además tengo a mi padre aquí, si el Sr. Bianchi me escucha lo quema vivo.

Desperté antes que mi padre lo hiciera, me pidió ponerme bella me llevaría a cenar, no sabía exactamente que estilo, por eso opte por algo no tan sugerente elegante pero lindo. Me encanta verme bien.

-Lista padre

-Te ves hermosa mi niña.

-Gracias tú también te ves muy guapo.

-Muy bien andando

Llegamos a "Bonoo Indian" era uno de los restaurantes a los que papá le vendía nuestros vinos, tenía una sala privada reservada.

Cuando llegue me lleve con la gran sorpresa de ver a mis hermanos ahí, estaba feliz ver a mis sobrinos ya los extrañaba, a mis amigas también las habían invitado.

-¡Tía! - Gritan los mellizos, Steven es muy serio y Stella es una chispa andando, son hermosos.

-Mis preciosos como los extrañe.

- ¡Feliz cumpleaños!

- ¡ia! Dice el pequeño valentino – fei punpeano – ha este bebé me derretía el corazón es el clon de mi cuñado.

-Gracias mis amores.

Fue la mejor sorpresa, mis hermanos y mi cuñado me felicitaron, ver a mi familia era mi mejor regalo.

-Buenas noches – me paralizó esa voz, no la había escuchado en cinco años.

-Buenas noches - dice mi padre – Ale me atreví a invitar a los Rizzo.

Lo único que hice fue sonreír, Seguey seguía igual de imponente.

-Alessia muchos años sin verte, estas hermosa, toma un pequeño obsequio.

-Gracias – lo agarro sin abrirlo, de cierta forma me sentía tranquila de no verlo.

Nos estábamos acomodando en la mesa cuando se abre la puerta y ahí está.

-Buenas noches – su voz es más gruesa y su apariencia madura, su cuerpo más fornido, con razón era la tentación de todas las modelos con las trabaja su madre - ¿Quién es ese bombón amiga? – pregunta Gina, pero no le contesto estoy en shock no lo he visto desde los campos del viñedo desde que entendí que él nunca me vio como yo lo veía a él, que ilusa, cambie mi número de móvil y deje de contestarle, después de un tiempo ya no insistió, solo sabía por las redes sociales la infinidad de fiestas a las que asistía y con todas las mujeres con las que salía.

-Hola Alessia – volteo a verlo controlando mis sentimientos, estúpido corazón deja de anhelar que corresponda tu sentir - feliz cumpleaños.

-Gracias

No digo nada más porque me acomodo en mi asiento. 

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