ALESSIA Después de instalarnos en la habitación y descansar, me despierta con sus besos que recorren mi cuello, mantengo cerrado los ojos para disfrutarlo, deslizo mis manos por su ancha espalda.-Hola, despierta necesitas comer preciosa.Gimo sin ganas de abrir los ojos – dame cinco minutos.Se ríe – vamos, ya pedí el desayuno, tenemos mucho por hacer, podemos salir a recorrer la playa y conocer el lugar o prefieres que nos quedemos en la habitación, por mí no hay problema estoy para complacerte, es para ti este viaje. Es tu regalo.-En cinco minutos estoy lista – le digo entre risas ya que me hace costillas su barba.Salimos a la playa, el lugar es hermoso, cálido a diferencia del frió de Londres, siempre había querido venir con mi familia o con mis amigas.Me llevó a un restaurante con vista al mar, después de una larga caminata curioseando por los locales la sensación de libertad es única.-¿Qué te parece?-Hermoso definitivamente.-Me alegra que te guste, es para que lo disfrute
AlessiaDespierto con los ojos vendados y las manos atadas recostada en una superficie blanda, trato de no moverme para escuchar, mantener la respiración rítmica a modo que crean que sigo dormida, se escuchan pasos y el crujir de la madera, eso me da indicio de que estamos en una cabaña por lo tanto en medio de la nada.-Sigue dormida - no reconozco la voz pero si el acento, es italiano el único enemigo que tenemos son los Moratti a menos que sean contratados.-¿Qué tanta de dosis le diste? Creo que se te excediste - este otro no es italiano.-Lo necesario para cinco horas - cinco horas, entonces ya es de madrugada o a punto de amanecer.-¿Cómo sigue Dante del golpe?-Esta con la bolsa de hielo en las bolas- le hubiera dado más duro, malditos cerdos.-Déjala dormir, el jefe no tardará en llegar. -Desde luego - pasa sus manos por mis piernas.-Cálmate, no puedes tocarla.-Que mierda, esa mujer es el infierno ¿crees que estarla vigilando todo este tiempo y verla como se la comía el imb
LEVY RIZZO¡Maldita sea! Esto era una declaración de guerra, la alianza entre los tres grupos está clara, si atacaban a uno los dos más le darían la espalda, prácticamente era un suicidio. Los Moratti no tenían limite, siempre han querido acaparar el mercado de las armas, drogas y fármacos, cada uno tenía su negocio definido eso nos mantenía en la línea.Lo último que sabía era que estaban en el tráfico de esclavas y damas de compañía en el inframundo del coliseo, se ofertaban mujeres de todo el mundo. Los Bianchi están en contra de ese tipo de negocio, mi madre nos cortaría las bolas si se enterara de que ponemos interés en ello, además es algo que llama mucho la atención de la policía, sobre todo por que muchas familias buscan a sus mujeres y eso causa ruido en la prensa.Se gana mucho dinero, vender mujeres a acaudalados hombres del inframundo era la manera más fácil de obtener ganancias exorbitantes, sobre todo mujeres de buena familia, hijas de capos o políticos y sobre todo vírg
AlessiaLa noche había llegado, no encontraba la forma de salir de aquí, la ventana estaba sellada con barrotes y el líder me venía a ver cada media hora, como lo está haciendo en este preciso momento.-Oye necesito ir al baño.-Te deje una bacinica.-Estás loco si crees que voy a ocupar eso.-La principesca Bianchi no está acostumbrada a la pobreza – me lo dice de manera de burla.-Aunque lo digas de burla, no lo hago y necesito un baño es por higiene imbécil.-Está bien, pero nada de trucos Picola.¿Picola? Porque eso me suenaMe lleva por un pasillo esta es una villa de dos plantas, se escucha el mar por lo que debemos estar en la costa, abre la puerta revisando el lugar antes de dejarme entrar.– Entra cinco minutos.-Ni lo sueñes, cinco minutos serán para ti, pero una dama no ocupa cinco minutos.-Cuatro.Entro y cierro la puerta – ¡Diez! - le grito desde dentro.-No me colmes la paciencia Alessia.- ¡Lo mismo digo!-Si no sales en cinco te saco.Al terminar mis necesidades veo
AlessiaMi adrenalina esta al cien, que no hay dolor solo sé que debo correr o ellos me alcanzaran, piensa Alessia piensa me digo mientras corro entre la maleza.Las hojas crujen a lo lejos señal que vienen tras de mí, no veo salida o alguna carretera, de algo deben servirme los kilómetros maratónicos que corro con Basilio cada mañana.Comienzo a sentir el aire y el aroma del mar, estoy cerca – corre – me digo a mí misma dándome ánimos – ¡Ahí va! – demonios acelero el paso, el respirar se me estaba haciendo difícil la presión de mis costillas dificultaban mi respiración, lo más probable es que tuviera una costilla rota.El ruido del agua se hacía más fuerte alguna cascada debería de estar cerca esa podía ser una opción a menos que no sea un acantilado que termine en el mar y sobre rocas, ese sería mi suicidio, estaba oscureciendo podía ser un punto a mi favor, pero había un detalle, le tengo miedo a la oscuridad un refugio no me vendría mal.Me detuve un instante para respirar y obser
LEVY RIZZOEstaba por llegar a la isla, a lo lejos se lograba ver que una tormenta se avecinaba eso no era bueno, dificultaría la búsqueda, mi gente se había adelantado para encontrar alguna pista.- ¿Hay información por parte de tu gente?-No. Pero están en eso.El yate en donde iba el padre de Alessia estaba frente a nosotros, seguramente armando un plan.-Ese maldito Moratti a cavado su tumba – dice Fabrizio-Primero le arrancaré dedo por dedo al desgraciado, ese imbécil ya se había pasado de los limites – el asiste.-Debemos atrapar a la sombra, no debió meterse en nuestros asuntos, me interesa una mierda que sea un mercenario y se vende al mejor postor, lastima por él se quedará sin su cincuenta por ciento, no se saldrá con la suya.-Espero que mi hermana este bien, no soportaría que le hicieran daño.-Es una chica fuerte lo logrará.La costa esta frente a nosotros, era hora de la acción.-Vamos alisten sus armas, ya saben quiero muertos a esos malditos, encuéntrenla.- ¡Si señor
Alessia.Me desperté con el suave sonido del monitor, mis ojos se abrieron poco a poco e inmediatamente me di cuenta que ya no estaba en la selva. Mi cuerpo ya no me dolía, pero aún podía sentir la dificultad para respirar, las paredes blancas aparecieron a la vista claramente es la habitación de un hospital.Las persianas estaban parcialmente abiertas, y podía ver la luz del día muy tenue, era de tarde. Lo último que recuerdo es el anochecer, los relámpagos y la lluvia torrencial, después de la caída oscuridad total.No sabía cuánto tiempo había pasado, ni como llegué aquí, giré un poco la cabeza ahí estaba mi padre sentado en una de las sillas junto a mi cama.-Papá – lo llamé en un susurro, la garganta me dolía por lo que no me salía la voz.-Principesca- se levantó tomando mi mano y depositando un beso en ella – ya despertaste, déjame llamar al doctor.-Agua – tenía la garganta seca-Si mi niña – en sorbos pequeños me dio agua - llamo al médico para que te vea - solo asistí.El do
ALESSIAAun me dolía todo, habían pasado dos días inconsciente y a horas de despertar desde que me rescataron, me sentía débil.Tenía un mar de sentimientos en mi alma, recuerdo lo enojado que estaba cuando me habló por teléfono- ¡Alessia! No puedes estar con él lo entiendes, no te lo voy a permitir, él no es como nosotros, tú y yo estamos destinados, regresa ahora.- ¿No es como nosotros? te equivocas, no es como tú no tienes ningún derecho de exigirme nada, soy libre de hacer lo que quiera cuando quiera, vive con eso Levy.¿Será que él ya sabía lo que iba a pasar? ¡ah! Me da coraje no tener respuestas.- ¿Te sientes bien? - volteo y veo a Matt en el sofá que me está observando.-Si.- ¿En qué piensas? Te he estado observando desde hace un rato y te siento preocupada.-No es nada, es solo que no me gusta estar con esta incertidumbre, me desespera no poder salir de aquí.-¿No será que estas preocupada por ese patán? Mejor se franca conmigo ¿Qué tienes con él? – se levanta del sofá y